29 noviembre, 2009

De aquella tarde de pesca

Me sabía mal no contar lo que se dedujo de aquella tarde de Enrique Pèlach junto al río Pachachaca. Voy a ello.

La publicación de una hoja semanal diocesana durante cinco años. De ella, a una revista de verdad, de mayor tamaño y con las carátulas a cuatro colores. Para ello necesitaba una buena imprenta. El dueño, el Sr. Susaeta era un hombre hosco que lo recibió con frialdad, el sacerdote consiguió, a fuerza de cordialidad y mansedumbre, no solo vencer la resistencia del dueño hombre hosco, sino acabar siendo amigo suyo.:
- No me interesa. con los curas no se pueden hacer negocios.
- Según como lo mire, de tejas abajo quizá no. Pero de tejas arriba le aseguro que sí.
Cambió de semblante. Lo tomo del brazo lo acompañó a su despacho y estuvieron hablando durante dos horas y en ningún momento de la revista. Y así empezó la amistad. “Me fui a casa rezando todo el trayecto por aquel hombre que Dios había puesto en mi camino por la bendita revista con carátulas a todo color. Nuestra amistad se fue afianzandio por el treato frecuente que la revista exigía. Llegamos a editar 30.000 ejemplares por cada número”.

El Sr. Susaeta, le presentó a su mujer e hijos, y cambió de carácter. Gracias a él, conoció a todos los trabajadores de la imprenta. Un día le dijo: “”Conviene que se acerque al que está en tal impresora, lo veo preocupado y triste”. No solo hizo un curso de retiro en “Larboleda” el patrón, que en boca de uno de los trabajadores :”era otra gente” sino que éste, organizó un retiro en la imprenta para todos. Sin parar las máquinas, por turnos.

Un día el Sr. Susaeta, por la educación de sus hijos se traslado a Madrid para emprender una editorial: Editorial Susaeta.S.A. Allí se editó un ejemplar del Catecismo, el devocionario “Rezar y cantar” y un ejemplar del pequeño devocionario “Guía Cristiana”. Juan Pablo II ojeó la Guía Cristiana página por página y al cerrarla comentó: “Esto es lo que interesa: ¡conviene que la gente sepa rezar y que rece¡. Se la voy a bendecir.”
Cogió un momento y trazó devotamente la señal de la cruz sobre la “Guía Cristiana”. Y el autor de “Abancay..” nos da un dato: “De ésta Guía se han editado desde aquella fecha, 1985, más de dos millones de ejemplares en varios idiomas”

28 noviembre, 2009

A orillas del Pachachaca

A orillas del Pachachaca nació una publicación eventual de la diócesis. Llevaba tiempo pensándolo. Algo sencillo, con orientación e ideas claras para nuestra gente. Eran los años setenta y nuestro pobre mundo post- conciliar estaba enrarecido, cuando no desorientado y desorientador. Recordaba aquella conversación con San Josemaría en la que me repitió esa expresión tan suya: “ Hijo mío, tenemos que envolver el mundo con papel escrito con buena doctrina”.

Pasaba el tiempo y no acertaba a concretar.. Fue un día. Fue un día de excursión al volcán todavía inactivo del Yanajaja, para pescar unas truchas, cuando me vino la idea. Me quedé cerca del coche, sentado a la orilla del río, oyendo la música singular de sus aguas. Mis compañeros se fueron a pescar. Fui escribiendo lo que mejor me parecía en el reverso de un sobre color paja ya usado. La publicación se llamaría SIR, porque sería un Servicio de Información Religiosa. Abordaría un tema monográfico en cada número : evangelización y promoción humana, cristianismo y liberación, Iglesia y política, misión de los laicos, abortar es matar, amor a la confesión, paternidad responsable, derecho a la propiedad privada. En fin, temas diversos.

Cuando regresaron felices los pescadores mostrando las truchas colgadas de unos palitos, yo les mostré también el sobre de la revista escrito de arriba a abajo. Acababa de nacer la publicación soñada.

( Penúltima entrega del libro “Abancay…” publicado por Rialp)

26 noviembre, 2009

El río Pachachaca

Pachachaca significa puente de tierra. Nace ya valiente en un cerro de lagunas del cerro Chucchurana. Tiene fama merecida de “río truchero”. Durante más de 150 kms de su recorrido tiene abundantes truchas. Seguramente por eso la capital se llama Chalhuanca: “el hombre que pesca” o el hombre del pescado”.

Durante muchos años el P. Pepino fue párroco de Chalhuanca y cada semana nos traía al obispado una canasta de truchas, pescada por él mismo.
Había sido buen pescador en Galicia. Al destinarlo a Chalhuanca fue como darle en la yema del gusto. Pescaba él más con su caña y una cucharilla que otros con atarraya.

Una vez el padre Vicente Pazos, consiliario entonces del Opus Dei en Perú, al regresar de un viaje a Roma, le obsequió con una cucharilla francesa. El P. Pepino estaba feliz. Nos decía que con ella pescaba mucho más.

Una tarde fue a pescar con la cucharilla francesa y al poco agarró una trucha grande. La fue acercando con cuidado hacia la orilla. En uno de los saltos la vio, era hermosa, Pero de pronto se rompió el sedal, al enredarse en una roca y la perdió. La trucha y ¡la cucharilla francesa..¡

Por la noche, el disgustó lo desveló. Decidió entonces recuperarla: la trucha había mordido bien tres anzuelos, pues a pesar de los saltos y tirones no se había soltado; por tanto tenía la cucharilla en la boca o más adentro. “Así no ha podido comer por la noche, ni podrá comer mañana. A las veinticuatro horas tendrá un hambre canina. A media tarde voy a pescarla. Estará allí mismo, porque cada trucha está en una poza , que es para ella como su barrio. ¡No puede fallar¡ “ Cerró los ojos, apretó los parpados, rezó una avemaría y cree que antes del amén se quedó dormido.

Al día siguiente, a media tarde, allí estaba el P. Pepino unos pasos más arriba para evitar la piedra. Echó la cucharilla más pequeña y de menos brillante que la célebre francesa. Con el carrete fue recogiendo lentamente el sedal. ¡Nada…¡ Se dijo para sí mismo: “¡más despacio Pepino¡” Y ¡ya, ya¡, pero debe ser otra más pequeña: casi no ofrece resistencia¡ “¡Es la misma”, gritó al sacarla del agua. Bien metidas en la boca estaban las dos cucharillas, y tres cuartos de sedal colgaban de la cabeza del pez. Se alegró tanto que sin pescar más regresó a la casa parroquial con aquella hermosa trucha de poco más de un kilo y.. ¡la cucharilla francesa¡

( de "Abancay, un obispo en los Andes peruanos)

24 noviembre, 2009

¿Qué cuento yo?

Como ya dije estoy leyendo después de desayunar un libro estimulante: “Abancay, un Obispo en los Andes Peruanos”, escrito por quien vivió los hechos relatados: Enrique Pélach, Lo paso bien leyéndolo y es difícil elegir que contar. Pero a ello voy, y dedicaré más de una sesión al tema. Valga como introducción lo que se lee en la contraportada:

“Cuando llegué a Abancay , la ciudad tenía 12.habitantes y había seis sagrarios. Hoy la ciudad tiene80.000habitantes y hay 27 sagrarios. El notable aumento de sagrarios se debe a la creación de seminarios, noviciados, parroquias y obras apostólicas que exigen la presencia del gran Amigo de todos. En otras poblaciones de la diócesis el crecimiento ha sido parecido.

Al recordar tantas construcciones de toda clase salta al cielo mi agradecimiento a instituciones internacionales y a personas particulares que han hecho posible tanta maravilla (…)

Aquel joven que se imaginaba estar lejos de la casa de sus padres; el sacerdote que soñaba con ser misionero… ese sacerdote gracias a Dios y al Opus Dei, llegó a los Andes del Perú y a Abancay. He besado muchas veces este nuevo suelo patrio. Lo he amado y he tratado de servir en nombre de Dios, que me ha enviado a él.”

Literatura

Anoche acabé de leer, una vez más la obra de Bernanos “Diálogo de Carmelitas”. Cómo se echan de menos hoy autores que como él cuentan con Dios. Hablar de la auténtica problemática del hombre, de las relaciones de éste con Dios, de el papel que Dios juega en sus vidas no está de moda en Literatura. Lo que a mi juicio, hará de este tiempo un erial literario cuando pasen los años. ¿Quién se acuerda ya de Vargas Llosa o de Gabriel García Márquez?. De joven yo leí a ambos: “Conversación en la Catedral”
y “Cien años de soledad”. De está última, en realidad, debieron ser sesenta años de soledad porque acabé hasta el moño de los Arcadios Buendía. “Conversación en la Catedral”, que me leyó mi marido en voz alta, el verano en Mora, no me interesó jamás. Pero si recuerdo una cosa, una sola por la quizá mereciese la lectura. Es ésta:

“Zavalita ¿cuándo nos corrompemos? ¿Cuándo cambiamos nuestros ideales por intereses?”

Hace días me vino a la cabeza una frase oída mucho de niña: “Vuestra soy, para vos nací ¿Qué queréis Señor de mí?”. No sabia de donde salía. Leyendo “Diálogos de Carmelitas la encontré engarzada en su texto. Es de Santa Teresa de Jesús:

“Vuestra soy para vos nací, / qué mandáis hacer de mi?
Dadme riqueza o pobreza / dadme amor o desconsuelo,
Dadme alegría o tristeza / dadme infierno o dadme cielo
Pues del todo me rendí. / ¿Qué mandáis hacer de mí?”

Cuatro siglos entre Teresa y Bernanos… Pretender hacer tabla rasa de una cultura cristiana a demás de triste es estéril.

22 noviembre, 2009

A propósito de Don Álvaro del Portillo

Mi nieto Álvaro,poco más de un año, ronda por aquí; su padre ve el fútbol, y yo intento escribir. Porque aunque hoy es la fiesta de Cristo Rey, “que no ha venido a ser servido sino a servir”, una,poca cosa,está hasta el gorro de, siendo domingo, guisar para la familia, recoger la cocina, hacerle castillos a Álvaro, también llamado por sus padres Javibón, y no haber parado desde que me levanté, de estar pendiente de unos y otros. Mi nieto y su padre juegan y yo quiero jugar también. Escribir es una manera de hacerlo.

Cuando mi hijo mayor era adolescente se lo encomendé a D. Álvaro del Portillo,cuya beatificación tal vez vea. Para "concienciarlo" y me fuera propicio, le decía: “D. Álvaro: Quino es rubio como tú, tiene ojos azules como tú, es tímido como tú y también le gustan los plátanos”. Si me toca rezarle por mi nieto Álvaro, podré esgrimir que se llama como él y también que es rubio y de ojos azules, quizá lo de los plátanos, pero de timidez,poca. Con su piel morena y sus dos hoyitos cuando se ríe, es un seductor de mucho cuidado.

Bueno, yo quería contar de D. Álvaro.Leí hace poco, en el Libro de Postulación de su Causa, que cuando tenía que elegir carrera se dijo así mismo algo así: “Seré abogado como mi padre y así podré heredar su clientela.” Pero luego pensó: “Abogado no, que yo soy tímido y los abogados tienen que hablar mucho en público. Me decidiré por una ingeniería”. D. Álvaro fue desde muy jóvej Ingeniero de Caminos Canales, y Puertos, y después, Doctor en Filosofía y Derecho Canónico y como Padre y Prelado del Opus Dei, habló en público ante multitudes de gentes de todas las razas.

Fina

Hace dos días me dijeron que había muerto Fina, Fue el 19 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco. ¡Que cosas¡ porque Fina era “muy de derechas”. Una embolia, después de dos meses “químio” por un tumor cerebral. Tenía 72 años. Me impresionó. La conocí en Rubielos, las dos éramos madres jóvenes. Un día se presenta en mi casa trayendo una sudadera con capucha de uno de sus hijos: “ estó puede aprovecharlo uno de los tuyos”. Me sentó un poco mal, pero disimulé. “¿A santo de qué me trae ésta, ropa vieja?”, pensé. Entonces no había trasiego de ropa. Hoy, mis hijas y sus amigas se pasan: ropa normal, de embarazadas, de niños… En las casas hay siempre bolsas de plástico con ropa clasificada: esto a Pro-vida, esto a fulanita, esto al contenedor….Hay que reconocer que es bonito. Una de las buenas cosas de la globalización.

La sudadera era mona y Juan con diez años estaba bonísimo con ella. Parecía un cartujito. Acabábamos de estrenar la casa de Rubielos. Un chalet hermoso, construido en piedra, mitad ermita románica, con su abside y mitad castillo. La casa poética de un arquitecto, para su familia.

Fina en mi vida pertenece a esa época. Un día en Valencia quedamos para ir juntas a un retiro. Llovía, ella en una esquina, me vió de lejos y subió el paraguas en vertical a modo de alegre saludo. Parecía una colegiala. Fina era alegre. Seguramente alegre de oficio: su marido, era tristón y la necesitaba para todo. Cuando se hicieron mayores, él, alto y corpulento, y medio inválido de luna pierna la llevaba siempre cogida por el hombro, no era solo romanticismo. Fina era su bastón. Un día que la vi sola, hablando de él me dijo: “¡si vieras como me duele el hombro¡”. Descanse en paz.

19 noviembre, 2009

Sigo con los libros

Ojeando la Selección literaria de "Librerías Troa" me ha llegado a la mano un dato que me interesaba hace tiempo, pero no hacía nada por conseguirlo, es éste:

En el 70 aniversario de la publicación de "Camino" de Josemaría Escrivá de Balaguer, el libro tiene en su haber, 460 ediciones, 4.780.000 ejemplares, 51 idiomas. Apabullante ¿no?

Esta vez la selección de libros no me ha abierto demasiado el apetito. Aunque me compraría a gusto Perder y ganar de John Henry Newman,

He recordado, por que se ha vuelto a editar Diálogo de carmelitas de Bernanos y le echaré un vistazo porque la tengo por ahí,

Y leería de gorra si la encuentro en bibliotecas: El club de los viernes de Kate Jacobs.

También me compraría La taberna ambulante de Chesterton. Acabará cayendo, como increiblemente ocurrió, 23 euros son muchos euros, con la Columna de hierro.

Me está esperando un pequeño libro que disfrutaré: “Homilías de Benedicto XVI, volumen de Adviento y digo que disfrutaré porque además de que a Ratzinger da gusto leerlo, los textos están preparados por José Pedro Manglano, sacerdote simpático y con garra.

Entre libros anda el juego

He leído recientemente, El último encuentro de Sándor Madori. Es una novela bonita y de extensión discreta, lo que se agradece, He encontrado en su lectura varios puntos en común con otra obra suya La mujer justa. En ambas novelas:

La diferencia de clases entre hombre y mujer, casados o amantes es un obstáculo para su mutua convivencia y felicidad
Los dos protagonistas masculinos, en su edad madura tienen absoluta necesidad de encontrar la verdad de sus vidas,
En ellas, cuando se producen un adulterio ( nudo de ambas novelas) se da a éste la gravedad que tiene.

Véase una cita de “El último encuentro”, como apoyo a lo dicho.

“….¿Qué puedo hacer con los secretos corrompidos de una casa de soltero, con la podredumbre de un adulterio, con los viejos secretos de alcobas de aire viciado, con los recuerdos de unos ancianos muertos o a punto de morirse (….) Quiero la verdad, y la verdad ya no son para mí los hechos polvorientos, ni los secretos de las pasiones y equivocaciones de un cuerpo de mujer, ya muerto y convertido en polvo… ¿qué importancia tiene todo eso ya para nosotros, para el marido y para el amante, ahora que o existe ese cuerpo, ahora que somos unos ancianos, ahora que intentamos aclarar algunas cuestiones, saber la verdad, para, a continuación, encaminarnos hacia la muerte, yo aquí, mezclando mis huesos con los de mis antepasados, tú allá en algún remoto lugar del mundo…”

EStoy leyendo poco a poco y disfrutando: "El molino del Floss" de George Eliot

18 noviembre, 2009

El don de la vida

Ayer oí a una mujer de 36 años decir que va a empezar a plantarle a su novio el tema de los niños, poco a poco. Quiere tenerlos y tiene miedo a que se asuste. Al escucharla, pensé que si se descuida… Cuando le preguntaron a Cristina Hoyos – la bailarina - por qué no había tenido hijos, contestó: “Cuando pude, no quise y cuando quise no pude.” No está todo en nuestras manos, aunque la tele trate de hacérnoslo creer así.
Permítaseme compartir unas palabras que escucho a diario en la misa, en la oración de los fieles y que considero lúcidas y esperanzadoras:
“ Oremos al Señor para que las familias no dejen de anunciar el evangelio de la vida, Los cristianos nunca nos cansemos de defender el don de la vida. Los estados no dejen de defender este derecho fundamental. Y la humanidad consiga desterrar de sí los fermentos del egoísmo y de la muerte.” Creo que aclaran muchas cosas.
La vida es un don y como tal debe ser recibida. Olvidarlo es no haber entendido nada. Es decir, nadie tiene derecho a un hijo, un hijo es un regalo. Pero a la transmisión de la vida si se tiene tiene derecho y los estados deben protegerlo y no castrarlo.
¿Nadie ve que con la reforma de la ley del aborto – ya una monstruosidad la primera – vamos al suicidio de España y contribuimos al de Europa?.

(carta publicada en "Las Provincias" el 17 de noviembre)

Soy consciente de que ésto lo había tratado en el blog, pero como carta al periódico, queda más "apañado"

18 – nov – 09

Mi padre murió el 18 de noviembre del 57 y esa fecha, tiene que salir en mi escritura de hoy, porque me acompaña durante el día y he vuelto a caer en la cuenta que un hombre recto y bueno, murió en una fecha bonita. El santoral dice lo siguiente: Dedicación de las Basílicas de San Pedro y San Pablo, San Román mártir, Nuestra Señora de la Divina Providencia.

Lo de las Basílicas lo sabía, pero lo de Nuestra Señora de la Divina Providencia no, y además de haberme alegrado del descubrimiento, doy fe – y podría atestiguarlo con multitud de sucesos ya que mi vida va siendo largar – que esa fiesta responde a una gozosa realidad.

En cuanto a lo de San Román, no me parece mal, Encaja con lo de “El varón que tiene corazón de lis / alma de querube, lengua celestial / el mínimo y dulce Francisco de Asís… ” y tantos otros poemas que le gustaba recitar cuando estaba contento, sentado en la mesa camilla, al calor del brasero de piñol al que a veces se agregaba cortezas secas de naranja o algo de romero.

Sabía, pero lo he vuelto a descubrir, que mi padre habrá visto desde el cielo que entre sus cuatro nietos, figuran un Pedro y un Pablo. En este momento me acaba de llamar mi nieta Marta pidiéndome información sobre Santa Marta, se lo han pedido para la clase de inglés…Será de ver el resultado.
Se la he dado pero no había manera de meterle en la cabeza que de Marta, María y Lázaro ni ningún coetáneo de Jesús, hay manera de saber la fecha de nacimiento.

Los nietos de mi padre, mis nietos…la vida siugue.

17 noviembre, 2009

Destellos

Hace años, Juan Pablo II al hablar de la nueva evangelización, dijo: “Se necesitan heraldos del evangelio, expertos en humanidad”. Me acordé de esas palabras hace poco, que para nada han perdido actualidad y fuerza. Me impactó la frase y aquí sigue.

De vez en cuando, me visita algunas frases certeras y vivas de los santos,
Visita que siempre agradezco. De los tiempos en que oía a Joaquín Sabina, se me quedó, con su melodía el : “ Busco acaso un encuentro que me ilumine el día”. Bueno, pues algo así me pasa a mí cuando me viene a la cabeza esos pequeños destellos.

De San Josemaría, me vienen muchos. Una muestra:
“De que tu y yo nos portemos como Dios quiere, dependen muchas cosas grandes” . ¿No es una frase estimulante a tope?
“El mayor mal en el orden natural, es la ignorancia”. Y la última: “Hay que envolver el mundo en letra impresa”. San Josemaría no conoció internet. Ni falta que le hizo.

Pero no hace falta que sean solo frases de santos las que figuren en nuestro acervo para poder ser visitados por ellas, como por el trozo de un poema, que también anima lo suyo. Diré unas cuantas:

“La patria de todos los hombres es su infancia” (Reiner Mª Rilke)
“ La cólera de la mujer, es infinita!” (Miguel de Cervantes)
“Los dones que pedimos al cielo están frecuentemente en nuestras manos” (William Sakespeare).

“¡Cómo se pasa la vida¡,¡Cómo se viene la muerte tan callando”. Ya son las diez de la mañana y tengo un montón de cosas que hacer, antes de la misa de 11,30. Hasta pronto.

15 noviembre, 2009

San Alberto Magno, patrono de los Químicos

Esta mañana he ido a la misa de una de la parroquia y no me apetecía nada porque no todos tenemos el mismo sentido de la solemnidad, y en la misa de hoy, que prometía ser larga, se celebraba la festividad de San Alberto, patrono de la Parroquia, y los 41 años de erección de la misma.

San Alberto, que también es patrón mío por ser Química, de profesión, me ha premiado la asistencia y he pasado un domingo estupendo. Creo que es pues de justicia que, en agradecimiento cuente algo de él.

Alberto Magno llamado así por la magnitud de su saber, era Duque de Baviera y no solo rechazó ese Ducado sino que se hizo fraile de una orden mendicante: los dominicos. Enseñó como, en la universidad de París y en las principales universidades europeas. Ralizó una síntesis del pensamiento pagano musulmán y cristiano. El entusiasmo en sus clases era tal que al no caber los alumnos en ninguna aula, las clases se daban en la plaza. Junto con Rogelio Bacon se distinguió por su conocimiento de las leyes naturales que culminó en el descubrimiento del sistema heliocéntrico por Copérnico. El Papa lo nombró Obispo de Ratisbona y con gran sentimiento
Tuvo que dejar las clases. A los dos años el Papa le autorizó a volver a ocupar su Cátedra. Fue el maestro de Santo Tomás de Aquino. A éste sun compañeros le llamaban “el buey mudo” por su timidez y san Alberto Magno al enterarse dijo unas palabras proféticas: “este buey mudo, mugirá muy alto”. Murió en 1280 y está enterrado en la catedral de Colonia.

Hace días…

Hace días que quiero aprenderme la oración que dice el sacerdote a diario antes de leer la epístola, para copiarla aquí. Veremos si soy capaz de recordar.

La primera: “Cada dia es una gracia que Dios nos concede para hacer el bien y para contribuir a instaurar el reino de Dios en la tierra”. Oración estimulante cuando se oye la misa mañanera y se tiene todo el día por delante.

La segunda creo que dice así :“ Oremos al Señor para que las familias no dejen de anunciar el evangelio de la vida, Los cristianos nunca nos cansemos de defender el don de la vida. Los estados no dejen de defender este derecho fundamental. Y la humanidad consiga desterrar de sí los fermentos del egoísmo y de la muerte. “

Ayer escuché a una mujer de 36 años decir que va a empezar a plantarle a su novio el tema de los niños, poco a poco. Quiere tenerlos y no se atreve. Me dio pena, Si se descuida, se morirá sin tenerlos. Cuando le preguntaron a Cristina Hoyos – la bailarina - por qué no había tenido hijos, contestó: “Cuando pude, no quise y cuando quise no pude.” No está todo en nuestras manos, aunque la tele trate de hacérnoslo creer así, en un mundo por otra parte cada vez más difícil, sobre todo para la mujer.

Los estados deben ser solidarios del hombre. No castradores de él. ¿No se ve que con la reforma de la ley del aborto – ya una monstruiosidad la primera – vamos al suicidio de Europa?.

La transmisión de la vida es un derecho. Pero la vida es un don. Olvidarlo es no haber entendido nada

11 noviembre, 2009

A la tarde de la vida

Decía San Juan de la Cruz que : “A la tarde de la vida, seremos examinados sobre el amor”. Se ve que había aprendido bien lo que San Juan evangelista, en su ancianidad, repetía insistentemente a sus discípulos: “Hijitos míos: amaos unos a otros”. Nos recordaba a San Juan de la Cruz, una vez más, D. Justo Luis al empezar nuestro retiro mensual de noviembre. D. Justo, se ha pasado la vida predicando y ejercitando la caridad. Ahora, desde que le han operado de cataratas – D. Justo es pintor - se ha hecho viejito. Antes cumplía años sin perder su cara de monaguillo y sonrisa angelical. Me impresionó verlo.

He hablado con Mila por teléfono. Estudiamos juntas la carrera. Tiene 72 años y aunque su leucemia está vencida, le da por acobardarse y no sale de casa. Me ha contado, una vez más su vida. Esto de oír más de una vez lo que nos cuentan, es como decía Juan Pablo I, el Papa de la sonrisa, como ver otra vez un paisaje ya conocido, siempre lo podemos disfrutar de nuevo.

Mila, a los nueve años se iba con su padre al campo a coger aceitunas. Luego, cuando se hizo constructor iba con pocos años cargada de dinero para pagar a los albañiles y a veces llevarles la comida. Consiguió hacer Químicas, aunque en su familia solo tenían carrera los varones. La “Termo” la estudió vendiendo entradas en la taquilla del Cine Lido, cuando a su padre le dio por ahí. Se casó, ejerció su carrera como profesora de Instituto, a pesar de tener cinco hijos. Entonces no había pañales de celulosa, había que lavar, meter en lejía, tender y doblar picos y gasas. Luego tuvo de ancianitos en su casa a su padre - que vivió hasta los 93 -, su madre y su suegra. Los tres murieron en ella. Ahora Mila, por su inactividad, se siente inútil. Le he recordado la frase de San Juan de la Cruz del principio, y otra de Juan Pablo II: “ Ser santos es vivir alegremente la voluntad de Dios”

10 noviembre, 2009

Los suplementos culturales ( III)

El tercer apartado del artículo de Lorda, lo títula: “Cultura tuerta..y un poco de oxígeno”. Resumo:

“Ni diálogo ni intercambio. Muerte civil. La ficción de no mirar en esa dirección para no ver. Y, en consecuencia, claro una cultura tuerta, porque se le escapa una inmensa parte de la realidad, del pensamiento y de la historia. Y con el ojo que le queda al pensamiento después de haber ignorado todo lo vivo, solo puede repasar semanalmente el sinsentido, un repertorio de deshechos culturales e ideológicos a la deriva, y unas pocas novedades independientes(…)

Lorda, como oxigeno cita una serie de novedades aparecidas. (cuando escribió el artículo, claro) Aquí están:

“Ciudad Nueva” publicó: “Cinco panes y dos peces” (Van Thuan) , “precioso testimonio de fe, pura autenticidad con toda lo poesía de una vida fiel y perseguida”. “Palabra” la vida de Von Hildebrand “interesantísimo pensador converso de la primera fenomenología, activista frente a los nazis”. “Sígueme” “se ha animado a reditar el “Ensayo sobre los datos inmediatos de la conciencia” de Bergson. “Eunsa” “ha sacado tres estupendas conferencias de Eugenio D´ Ors sobre la vida intelectual y el , trabajo bien hecho en “Trilogía” de la “Residencia de Estudiantes”. “Caparrós la “ Ética” de Max Scheler “libro que García Morente llevaba siempre bajo el brazo y sobre quien hizo la tesís doctoral Juan Pablo II”…

Al copiar el nombre de García Morente he recordado una narración autobiografíca preciosa: “El hecho extraordinario” en la que cuenta su conversión. La editó Rialp. Vale la pèna hacerse con ella.

09 noviembre, 2009

Los suplementos culturales (II)

Continúo copiando el artículo de Lorda:

“Ahora viene la segunda parte del experimento: Subrayen en verde ( por no decir en azul) las veces que aparecen libros de BAC, Encuentro, Rialp, Palabra, Caparrós, Eu, Edibesa, Ciudad Nueva, Edicep, Herder, Atenas, Paulinas, San Pablo,PPC, Monte Carmelo, Narcea, SM, icluiso Gredos, Clásicas, Juventud . Por no citar otras más teológicas como Desclée, Cristiandad, Sígueme, Secretariado Trinitario, Sal Tarrae y tantas más. Si hay mucha suerte en una semana encuentran uno. Y si se empeñan en buscarlos, es posible que salgan tres o cuatro al año, entre varios miles de libros recensionados. Y, aún en estos casos, entenderán que se trata de concesiones y de favores “ad personam”.”

“Es un silencio sonoro. Ahora podrán comprender por qué tanto vértigo existencial, tanta desesperación ( por despecho) tanto afán de transgredir lo que sea. Y es probable que ante ese vacío, recuerden las palabras del Señor:
“Vosotros sois la sal de la tierra…”. Parece mentira, pero se nota por contraste. A pesar de la mediocridad con que vivimos el mensaje de Jesucristo, a pesar de las escasa vitalidad de nuestro cristianismo, el contraste es llamativo. Quítenlo de nuestra cultura, y miren lo que queda
en valores, en belleza, en verdad, en sentido moral, en amor personal, en amor personal, en vida familiar, en alegría”

“ (…) Yo no sé explicar esta censura. No se a qué nivel está el filtro. Si se trata solo de un prejuicio cultural, o es un acuerdo tácito y en esta España tan pudorosa se siente que ser laico, significa ignorar lo cristiano. No se si a los cristianos les da vergüenza o les falta cultura. Quizá no hay gente con pensamiento cristiano. O quizá no les dejan estar. No conozco la tramoya.
Pero la mayoría dee las editoriales que he citado han sido quemadas en efigie y nunca pasarán la censura.”

Ya solo me queda última entrega.

08 noviembre, 2009

Los suplementos culturales (I)

Ya hace años, y las cosas creo que no van a mejor, que decía Juan Luis Lorda en uno de sus artículos, hablando de los suplementos culturales aparecidos en los periódicos, que él al principio leía con gusto hasta que empezó a pasarle, como al protagonista de “La náusea” de Sastre. Después de esa lectura, le invadía una vaga angustia y un sentimiento de opresión. Propone un experimento:

“Hacerse con un rotulador rojo y con tres suplementos culturales principales de una semana cualquiera. Subrayar en rojo cada vez que en las novelas recomendadas aparezca un personaje desestructurado; un tránsfuga de la vida, un acosado por el sinsentido. Y los argumentos desesperados y absurdos. Subrayar también las obsesiones sexuales ( no los hechos). Vertemos cuántas páginas enrojecidas.”

“Después en las entrevistas, comentarios y ensayos subrayar cada vez que alguien declara que todo es relativo y que ya no queda ningún valor y que él personalmente está de vuelta de todo y no cree en nada. Fijarse además en el recurrente vocabulario con que los críticos alaban una novela o ensayo. Subrayar cada vez que dicen que es provocador, polémico, transgresor y que ha suscitado escándolo. Lizar y transgredir se ha convertido en valor literario y objetivo intelectual. Deben quedar poquísimos inocentes en condiciones de ser escandalizados y desde luego nada que transgredir.”

Al ver tanto enrojecido, se verá que estos suplementos no son útiles para gente joven. Antes les quitarán el gusto por la vida que despertárselo por la cultura. Para la tradición humanística, que es la mía, es cultura lo que cultiva y estructura a la persona. Pero este conjunto de desestructuraciones e inhumanidades no está en condiciones de estructurar a nadie. Es lo que hay con escasas excepciones.”

Seguiré copiando. Todo sea por tratar desenrarecer la atmósfera. Por insuflar oxigeno en ella.

07 noviembre, 2009

De ésto y de aquello

Miguel de Unamuno escribió una serie de ensayos bajo el título. “Contra ésto y aquello”. Hay que reconocer, que el bueno de Unamuno era un tanto cascarrabias. Aprovecho su título para escribir unas líneas de esto, aquello y lo de más allá. A mí gusta más no ir contra nada sino a favor de.. Aprovecho en parte su título para
escribir de ésto, de aquello y de lo demás allá.

Así pués, a salto de mata escribo, como se vive, llevada un poco por “la loca de la cas”, como Teresa de Jesús llamaba a la imaginación y, que yo creo que tan loca no ésta, Unamuno, una de las muchas veces que opositó, dijo arrogantemente “según fulano de tal (una autoridad en la materia)… pero según mi opinión…”. Lo suspendieron. Pero ¡cómo lo comprendo¡ Unamuno se ve que había leído muchas veces: “Habéis oído que se dijo, pero Yo os digo..”

Escribo pues a salto de mata, como se vive, y así se va andando el camino, con más o menos aprovechamiento. Reciclándolo todo, porque todo sirve. Nada cae en saco roto, porque no solo la naturaleza, dónde absolutamente todo se aprovecha, sino que hasta al mismo Señor de ella, hemos oído decir a sus apóstoles que guardaran los mendrugos sobrantes, después de la multiplicación de los panes.

En esto del reciclaje echo de menos el corral de la casa de mi tía Pilar en Samper de Calanda. Aquello era emocionante: no solo las niñas íbamos al corral, con Mary Carmen, a buscar los huevos que acababan de poner las gallinas, a ver el cerdo y como los conejos corrían a esconderse en sus madrigueras, sino que levábamos allí las peladuras de patatas, melón y sandía y de los los magníficos melocotones de Calanda, las pepìtas de las calabazas, las sobrasos tomates y pepinos…Una gozada, una fiesta de color de la que las gallinas – “titas, titas, titas” – daban buena cuenta.

Por aquellos tiempos, mi primo Ángel César de seis años, que también frecuentaba el corral, un día sentado encima de la mesa del comedor dijo , alegremente: “Mi padre manda en mi madre, mi madre manda en mí, yo mando en las gallinas, todos mandamos aquí.”

A falta de gallinas tengo, para el reciclaje orgánico, mi saquito de mendrugos. Mis hijos de pequeños, y alguna vez mis nietos, rallaban ese pan, tan útil para rebozar, y según el nivel alcanzado en el bote de cristal, se ganaban un dinerito. Pero ahora quien da cuenta de ese pan duro soy yo. A veces me dá por desayunar café con leche con sopas, como en la post-guerra. Si se le pone bastante azúcar esta buenísimo y a mí el comerlo, me da buen rollo.

05 noviembre, 2009

Alejandrina

Creo que era Tomás de Kempis quien decía: “Vano es entristecerse o angustiarse por lo que ha de venir, que quizá no venga”.

La frase viene a propósito de Alejandrina, que ha saltado mi mente mientras hablaba con Maru. Ésta, estaba derrapando un poco sobre posibles futuras tragedias que pueden acontecernos y entonces yo le he hablado de Alejandrina.

Alejandrina era una hermanastra de la suegra de mi hermana. La pobre era grande, ciega y un poco retrasada mental. Mi hermana, casada con un hombre que era hijo único veía en su horizonte una nube negra: muchas veces me había dicho: “ Si se muere mi suegra ( que es quien vivía con Alejandrina), yo tendré que cargar co0n Alejandrina”.

Por aquellas calendas, no se metía a los familiares en residencias, que no son sino almacenes de viejos, salvando a las llevadas por Monjas que siempre son mas llevaderas . El caso es que esa perspectiva amargaba a mi hermana. Pero las ciosas sucedieron de otra manera: mi hermana murió a los 34 años y Alejandrina vivió hasta casi los ochenta…

Esa situación me ha servido a mi mucho para no hacer cábalas y dejar el futuro en manos de Dios. Confiando en que, como decía Virginia – que se murió un 22 de agosto: Santa María Reina – “Siempre que ha hecho falta, Él ha estado allí.”

La Biblia

He recibido una presentación sobre la Biblia. No soy aficionada a las presentaciones – creo que se invierte en ellas demasiado tiempo y abundan las cursilerías en imágenes aunque el texto no lo sea – pero en ésta que habla de lo útil que sería “marcar” la Biblia con la misma frecuencia que el móvil, vienen una seríe de “teléfonos de emergencia” que vale la pena transcribir:

Cuando estés triste, marca Juan 14
Cuando la gente hable mal de ti, marca el Salmo 27
Cuando estés nervioso, marca el Salmo 51
Cuando estés preocupado, marca Mateo 6,19-34
Cuando estés en peligro, marca el Salmo 91
Cuando Dios parece distante, marca el Salmo 63
Cuando tu fe necesite ser activada, marca Hebreos, 11
Cuando estés solo y con miedo, marca el Salmo 23
Cuando estés áspero y crítico 1 Corintios, cap 13
Cuando quieras saber el secreto para ser feliz, Colosenses 2,12-17
Cuando estés triste y solo, marca Rom 8,31-39
Cuando quieras paz y descanso, Mateo 11,25-30
Cuando el mundo parece mayor que Dios, Salmo 90

De mi cosecha:

Esta mañana en el retiro, D. justo nos ha leído el capítulo 3 de Santiago: Pecados contra la lengua. Es inmenso. Sé que en alguna ocasión he transcrito algo de él. Vale la pena leerlo y saborearlo.

03 noviembre, 2009

3 de noviembre

Ayer leí un comentario muy bonito en el blog y me puse contenta. Hay que ver lo que ayuda recibirlo y lo que se agradece.

Luego caí en la cuenta que era día 2: conmemoración de los fieles difuntos, y pensé: “mis buenas amigas las almas del Purgatorio me han alegrado la vida. Y es que la buena gente – aunque realmente solo Dios es bueno – estamos todos conectados, con red de silicio o no.

Después vino, con esfuerzo, diez minutos a verme mi hija Marta. Cuando acaba sus clases le esperan los deberes de su hijo Alejandro de once años, que buen chaval es bastante vago. Sus otros cuatro hijos tienen que contentarse con saber que su madre está en casa encerrada con el mayor.
Le dijo una cosa que al niño le impresionó: “Alejandro: tu sabes cuantas alegrías me puedes dar”.

De las benditas ánimas del Purgatorio – en cuyo mes estamos – procuro no olvidarme. Por la cuenta que me trae. La verdad es que tengo muchos amigos cerca de Dios. Gente que me ha querido. Y eso sin contar los santos declarados a los que por la lectura de sus vidas, considero amigos fuertes.

Hay es el aniversario de la muerte de Josefina Fernández Ruiz. ES de las que: “vienen de la gran tribulación y han blanqueado sus túnicas en la Sangre del Cordero”. Ella me enseñó lo de: “Tengo el alma de nardo del árabe espoañol”.

He empezado un nuevo libro de lectura espiritual: “Abancay, un obispo en los Andes peruanos”. Lo edita Rialp. Toda una odisea escrita con humor la evangelización allí. Perfecto para poner a uno en su sitio y estimularle a dar un poco el callo.

01 noviembre, 2009

Duras palabras

Con el asunto de la búsqueda de las fotos de mis abuelos me he encontrado
una ficha, escrita con Hispano – Olivetti, de una biografía que leí hace tiempo, escrita por Alma Malher. Dice Alma hablando de la convivencia con su marido:

“Yo vivía su vida. No tenía nada mío. Él nunca observaba esta entrega de mi existencia. Estaba tan absorbido en su trabajo, que toda perturbación por pequeña que fuese, le era insoportable. Anulé mi voluntad y mi ser; como el equilibrista que camina sobre una cuerda floja, solo me preocupaba de mantener el equilibrio. El no se percataba en absoluto de todo lo que me costaba. Me separé internamente de él, aunque con reverencia…Él solo veía en mí a la compañera, la madre y la ama de casa, e iba a aprender demasiado tarde lo que había perdido. ¡Esos genios carnívoros que se creen vegetarianos¡ Lo he comprobado toda mi vida. La gente habla de ética pero raramente la experimenta”.

Quienes hemos creído en la excelencia del trabajo intelectual de nuestros maridos, y fuimos educadas en la abnegación, comprendemos perfectamente a Alma Mahaler. Muchas cosas podrían sacarse de sus líneas. Yo solamente sacaré dos:

“El canto de la tierra” no fue exclusivamente obra de Malher. Sin Alma, que le propició el ambiente adecuado no se habría compuesto. Los bienes espirituales del marido, son también gananciales.

Aunque se ame y se respete al marido, las cosas – la abnegación – debe hacerse por Dios sino una al fin está cosiendo con aguja sin hilo. Además, haciéndolo así nbo se siente la frustración: “ El que pierda su vida por Mí, la encontrará”.

El árbol genealógico

Hace poco, mi sobrina Lola me pidió fotos de mis padres, y a ser posible de mis abuelos, porque a su hijo Javier, de diez años, le habían puesto como trabajo escolar, hacer su árbol genealógico llegando hasta donde pudiera. Trabajo evidentemente mandado a los padres de la criatura que son quienes están en condiciones de llevarlo a cabo. Trabajo por otra parte magnífico que propicia el diálogo de padres e hijos sobre un tema que les incumbe a ambos: su familia. El caso es que mi sobrina Lola se puso a la tarea y Javier estaba encantado oyéndole contar historias de sus ancestros mientras su madre pegaba las fotos. “Mamá, tienes que escribir un libro con todas esas historias, porque si no, se me olvidarán”. Parece que Lola ha acogido la idea, porque me dijo: “ quedaré contigo una tarde, día para que me cuentes historias de tu familia”. Me espera pues una buena tarde: contar historias de mi familia, de viva voz frente a una mirada atenta. No se si los niños ahora se aprenden o no la lista de los Reyes Godos, pero cuando si nos la aprendíamos, no necesitábamos trabajo escolar alguno para saber de los nuestros. Alrededor de la mesa camilla en invierno o tomando la fresca a la puerta en verano, había bastante tiempo para escuchar a nuestros padres, de los suyos. Oyendo a mi sobrina, supe también, que en la clase de Javier, por el trabajo del árbol genealógico, un niño se había enterado de que su abuelo había sido Alcalde de Valencia…

(Carta enviada a "Las Provincias")