31 julio, 2011

¡Vete al Congo¡

Cuando me sentaba al ordenador para tratar de escribir algo, he recordado, y si se por qué, esas palabras de mi madre : “¡ Véte al Congo¡” cuando quería zanjar una discusión conmigo. Y digo que si se por qué, porque ayer en la confesión, el sacerdote, al final de ella y ponerme la penitencia me dijo: “Encomienda el viaje del Padre – el Padre del Opus Dei - al Congo. Estará allí hasta el cinco de agosto”. Seguro que en esa batidora que a cierta edad jubilosa – jubilado viene de júbilo - a veces es nuestra cabeza en los tiempos muertos, se han mezclado ambas cosas.

Por otro lado en mi misa de 10 de San Juan del Hospital, ayuda a ella todos los días un seminarista absolutamente negro. Emociona ver resaltar su cabeza contra el alba blanca impecable, sus manos juntas desde que sale de la sacristía, y su perfecto castellano cuando hace la lectura. Sí, África es la esperanza de Europa. Viéndolo me acordé de un par de angelitos de madera, uno negro y uno blanco que me regaló Adelaida cuando yo tendría diez años. Entonces cantaba Antonio Machín eso de “Pintor de santos de alcoba / si tienes alma el cuerpo / porque al pintar en tus cuadros te olvidaste de los negros… y terminaba con lo de: ¡píntame angelitos negros¡ El seminarista adulto, en grande, es totalmente como mi angelito negro.

Me voy quince días a Javea con mi hijo Quino, allí están dos de mis otros hijos. Preparar el equipaje y cerrar la casa, como decía mi madre:” me coge mucho monte”. Ofreceré a Dios ese trabajo por el fruto apostólico de la visita de D. Javier Echevarría al Congo.

Mi aversión a los equipajes viene de mis tiempos de niña. Mi madre se agobiaba bastante, y eso que ella no hacía las maletas. Las hacía mi padre. “ Tú, sácame todo lo que quieres que meta”, le decía. En aquellos tiempos felices teníamos cada uno: dos pares de zapatos, unas zapatillas, pocos trajes y una rebeca, porque en los pueblos de secano refresca por las noches. Luego nosotras, en un descuido de mi padre, camuflabámos novelas entre las prendas de ropa.

30 julio, 2011

Héctor, Pablo y Tierra Santa

Ayer fue mi cumpleaños: mucho que agradecer, lo que veo y mucho más que no veo, pero si Dios quiere veré. El día fué agridulce y a contrapelo. A contrapelo vamos mucho en esta vida y seguro que esos tramos del camino serán los que luego veremos más fecundos. A parte de mis hijos, que cumplieron largamente:visita, felicitación y regalos, solo tuve dos felicitaciones telefónicas – y eso que no hay amiga y tengo muchas a quien yo no felicite por santo y cumpleaños - : Ángeles y Mary Ángeles, por ese orden. De las dos sabe este blog y “Las Provincias”.

Ángeles, aislada en “la casita” del campo con marido y nietos – sus hijos solo van los fines de semana – me contó que dos de ellos, Héctor y Pablo de 15 y 13 años se van a Madrid a ver al Papa - sus padres y ellos son de Comunidades – dormirán en Segovia.. Va a ser glorioso ver por la tele la J.M.J del 18 al 21 de agosto en Madrid… Esa entusiasta riada de jóvenes – tres millones decían que se esperaban – alrededor del vicario de Cristo..
Las clases - hasta la bandera - del antes catedrático de teología de las universidades de Bonn, Münster, Tubinga y Ratisbona, este agosto en Madrid, totalmente desbordadas de jóvenes.. Algo así como la multiplicación de los panes. “Ya puedes rezar por ellos” – le dije, com o si Ángeles no lo suipiera – y añadí: “dentro de nada me toca a mí: Alejandro y Marta tienen 13 y 12 años”.

Mary Ángeles – soltera - , me contó que se va en Agosto a Tierra Santa.
Ya es la segunda vez que va, y seguramente no será la última. En la anterior – que tuvo la alegría de estar metida en el Jordán en el aniversario del día de su bautismo - conoció a una señora que había ido catorce veces..
Por mi parte le hablé con entusiasmo de la presencia real de Cristo en la Custodia. Nunca agradeceremos bastante que se haya quedado en los numerosos sagrarios de nuestras ciudades.

Aunque la tarde del 29 de julio fui a contrapelo – el día lo empecé muy bien: misa y desayuno con mi hija Marta, que celebraba su santo -, me pongo a contar el día de mi cumpleaños y lo veo estupendo. Y eso que no lo he contado todo. Cuando iba a cenar, aparecieron Fe – a la que ya había visto – y Nacho con los niños y una caja de bombones. Los niños dan la vida. Eso mismo me dijo Isabel – a la que encontré en Mercadona - que ha tenido dos nietos gemelos, y con la que departí un poco entre tomate y lechuga.

Hay que luchar salvajemente con la melancolía. Recordando lo que decía Santa Teresa: “Tristeza y melancolía, no la quiero en casa mía”

29 julio, 2011

Hermanos

La mayor riqueza que uno puede dar a un hijo es darle hermanos. Es una obviedad que la gente olvida o no se plantea y que conviene transmitir a las parejas jóvenes. Al hilo de esto, copio un hermoso fragmento de la novela de Sigrid Undset, “Cristina hija de Lavrans”, en la que dos hermanos ya adultos, se reconcilian después de haber estado un tiempo sin tratarse .

“ …. Gyrd se levantó de un brinco y ofreció una mano a su hermano menos ágil.
Cuando estuvo de pie, Simón conservó un instante la mano de de Gyrd entre la suya. Luego apoyó la mano en el hombro de su hermano mayor. Éste hizo loo mismo, y así, cogidos ambos hermanos, subieron lentamente la cuesta que conducía a la granja.
Por la noche se sentaron en la cabaña de Saemund; Simón iba a compartir la cama de su hermano. Habían rezado las oraciones de la noche, pero querían acabarse la jarra de cerveza antes de acostarse.
- “Benedictus tu in muliebris..mulieribus…”¿te acuerdas? – preguntó Simón, de pronto, riendo.
- ¡Ah, sí¡ Me llevé más de un golpe antes de que Sira Magnus consiguiera quitarmne de la cabeza el latín de la abuela. – Gyrd sonrió ante el recuerdo (….)
Simón sonrió. Le parecía de pronto ver el rostro infantil de su hermano a punto de estallar de risa; en aquel tiempo eran jóvenes y Sira Magnus pegaba duro cuando les corregía.
Gyrd no había sido un chico listo. Simón quería a su hermano, y no precisamente porque al hacerse hombre se hubiera hecho más capaz. Pero una oleada de gratitud le indundó el corazón al recordar aquellos cuartenta años de afecto fraternal que le unían a Gyrd. Gyrd era el más noble, el más fiel entre todos los hombres.

Por el hecho de haber recobrado a su hermano Gyrd, Simón tuvo la impresión de que acababa de afianzarse en la vida. Desde hacía tiempo todos sus días habían sido difíciles.
En un impulso afectuoso pensó que Gyrd había venido para poner fin a un error cuya responsabilidad recaía sobre él, Simón, porque había abandonado la casa de su hermano enfadado y soltando improperios. Su corazón desbordaba de gratitud; experimentaba la necesidad de no dar unicamente gracias a Gyrd.”

28 julio, 2011

Los abuelos

Algunos tenemos la suerte de ser abuelos. “¡Qué veas los hijos de tus hijos, hasta la tercera o cuarta generación..¡ es la bendición de la Iglesia en la misa de esponsales y cuando se cumple en los nietos, yo más no querría, es glorioso. De los abuelos – que hoy hacen muchas veces de padres -habría muchas cosas bonitas que contar pero no lo haré. Sí copiaré la oración que a ellos a dedicado Benedicto XVI:

Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana. Mira con amor a los abuelos del mundo.

¡Protégelos¡ son una fuente de enriquecimiento para las familias,
para la Iglesia y para toda la sociedad. ¡Sostenlos¡ Que cuando envejezcan
sigan siendo para sus familias pilares fuertes de la fe evangélica,
custodios de las nobles ideas, hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.

Haz que sean maestros de sabiduría y valentía, que transmitan a generaciuones fururas los frutos de su madura experiencia huma na y espiritual.

Amén.

Santa Cristina, San Joaquín, Santa Ana…

“¡A tapar la calle, que no pase nadie / sólo mis abuelos, comiendo ciuruelos… lo que cántabamos de niñas, cogidas de la mano, lo canté el domingo pasado, festividad de Santa Cristina, de la mano de mi nieto Álvaro, de tres años, que se rió de la ocurrencia. Los niños aún muy pequeños, tienen sentido del humor y agradecen que hagamos payasadas. Fué uno de esos magníficos días de cielo azul intenso, salpicado de retazos de nubes muy blancas, tan frecuentes en el verano de Rubielos. Mi hijo Juan y su mujer, me llevaron de excursión y lo agradecí. Dos días después sería San Joaquín y Santana, fiesta de los abuelos. Fue un día bonito.

Fui al convento – de San Ignacio - que las Agustinas Ermitañas, tienen en Rubiuelos de Mora. Me acompañó Juan, y llevábamos a Álvaro y Lucía, ésta de cuatro meses. Me hacía ilusión que las monjas de clausura vieran a los niños. La madre Gema, la Superiora, una gallega pequeñita, por la que no pasa el tiempo - es más o menos de mi edad y está casí igual que cuando la conocí en 1978, salió al locutorio acompañada de Bernardette una monja de Kenia, negra como el tizón y de no despreciable estatura y volumen. Al acercar los niños a la reja, tras la que estaban las monjas, los dos lloraron amargamente y hubo que retirarlos. Con Bernardette son ya tres las mujeres de Kenia, monjas en las Agustinas. La Madre Gema hace las gestines, las trae de prueba y se quedan. El convento – que está hace más de trescientos años en Rubielos – pasó durante unos cuantos años por una mala racha: viejecitas, enfermas y pocas, si seguían así tendrían que cerrarlo. Rezaron. Luego hubo un pequeño goteo de vocaciones: Mary Ángeles, Mª Antonia, y Rocío y ahora esas además las tres de Kenia.

En “Cristina hija de Lavrans” de Sigrid Undset – Premio novel del 25 – la autora sitúa los hechos del relato acudiendo como yo al santoral. Empieza un capítulo diciendo: “la víspera de la fiesta de San Esteban..” o “de Santa Margarita..”.

23 julio, 2011

El secador

Cuando era joven – lo soy aún, porque el espíritu no envejece – me gustaba al ir a la peluquería, hablar con la peluquera que me atendía. Era una especie de servicio, que a mi vez prestraba yo. La conversación, cuando no es a tontas y a locas, enriquece, nos aproxima y , si es sensata, puede hacernos más llevadera la vida. Creo que eso es así, por lo menos hasta que uno tiene ya mucha vida dentro, puede que no le quede demasiado tiempo por delante, y a fuerza de oración, gratitud y memoria, ha llegado a ser una buena compañía para sí mismo. Entonces se valora y saborea el silencio. En cuanto a tratar de hablar en la peluquería, hoy sin embargo, para mí la cosa ha cambiado: la peluquera, a la que le llevo un montón de años – lo que desde luego por su parte no facilita el diálogo – es bastante probable que añada su sordera profesional, a la mía por edad. Fue Silvia – con la que mantuve a lo largo de años - hasta que se casó y tuvo su primer hijo- conversaciones interesantes, quien me dijo múchas veces al hacerme repetir: “es que yo, con el uso constante del secador, estoy un poco sorda”. Me ha apenado oírlo cuando hace poco me ha dicho Alicia lo mismo. No es que no oigan cuando utilizan el secador, que eso ya se sabe. Antes, cuando el marcado se hacía con rulos, y secador de casco puede que las cosas no fueran así. Esa “sordera” de oficio es una deuda de gratitud contraída con quienes nos ponen guapas. Habrá que compensarla.

21 julio, 2011

El firmamento

“Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento la obra de sus manos”.
No voy a comentar ese salmo enardecedor, sino traer a colación unas palabras de Benedicto XVI – ¡Dios lo bendiga¡, y que deuda de gratitud tenemos con su escritura - a propósito del fin del tiempo: del discurso apocalíptico de Jesús que en la redacción de los evangelios no hay manera de desenbridar de la ruína de Jerusalén ocurrida en el año 70. Ese lío con el que siempre nos hemos tropezado.

Dice el Papa, que Jesús al anunciar el fin del mundo, su discurso está entretejido con palabras del Antiguo Testamento: Libro de Daniel , Ezequiel .. y el hecho de que Jesús no hable de cosas futuras con palabras propias, sino que se refiera a ellas de manera nueva con antiguas palabras proféticas, tiene un significado profundo. “A sí al centrar las imágenes cósmicas en una persona, en una persona actualmente presente y conocida el contexto cósmico se conviuerte en algo secundario y también la cuestión cronológica pierde importancia: en el desarrollo de las cosas físiucamente mensurables, la persona “es”, tiene “su tiempo” propio, “peremanece”.

“ Esta relativización de lo cósmico o mejor su concentración en lo personal, se muestra con especial claridad en la palabra final de la parte apocalíptica: “El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán” (Mc13,31). Y ahora viene un párrafo bellísimo: “ La palabra, casi nada en comparación con el enorme poder del inmenso cosmos material, un soplo del momento en la magnitud silenciosa del universo, es más real y duradera que todo el mundo material. Es la realidad verdadera y fiable, el terreno sólido sobre el que podemos apoyarnos y que resiste incluso al obscurecerse del sol y al derrumbe del firmamento. Los elementos pasan; la palabra de Jesús es en verdadero “firmamento” bajo el cual el hombre puede estar y permanecer.”

(“Jesús de Nazaret”, Joseph Ratzizinger)

18 julio, 2011

Polvo

Hace tiempo que me viene a la cabeza decir aquí, una cosa muy cierta : que al andar por los caminos del alma. En nuestras relaciones con los demás - aunque éstas sean buenas, levantamos mucho polvo. De eso, no nos advertía Machado al decirnos que se hace camino al andar. Deberíamos no sorprendernos del hecho, máxime los que durante años al recibir sobre nuestras frentes la ceniza, con que se inicia la cuaresma, oíamos al sacerdote recordar: “polvo eres, y en polvo te convertirás”. Pues eso, que en definitiva: se nos ve siempre demasiado el plumero de nuestra vanagloria – que es eso: gloria vana - aún cuando queremos obrar cara a Dios. De ahí, la necesidad y la sensatez de “rectificar la intención”, en nuestro obrar. como nos aconsejaba San Josemaría. Creemos que somos quienes manejamos el timón y lo conveniente es ser dóciles al capitán, para que no se tuerza el rumbo de nuestra vida, que desviándose un pequeño ángulo cada vez, puede llevarnos, poco a poco en dirección muy alejada de la meta. De ahí la necesidad de la confesión frecuente, aún de cosas de poca monta.

San Josemaría nos enseñó una jaculatoria bonita que no es malo menudear: “Señor, Tú lo haces todo: antes, más y mejor ”. El obrar bien cara a los demás, o lo que es más frecuente, o cara a uno mismo, es coser sin hilo. Y al hilo de lo dicho a mi misma y a quienes puedan estar en onda con estas líneas, viene a pelo el punto 851 de “Forja”: No vivimos para la tierra, ni para nuestra honra, sino para la honra de Dios, para el servicio de Dios: ¡esto es lo que nos ha de mover¡

Buen día

17 julio, 2011

La lucecita del corazón

Ayer tuve un día bonito. Previsible: festividad de la Virgen, la Virgen del Carmen, y santo de dos de mi gente : padre, y hermana Carmen. Veáse por donde, caigo en la cuenta de dos cosas: de que tengo en común con San Josemaría el tener una hermana Carmen. Y también que mis padres Carmelo y Rosa repitieron sus nombres, aunque enriquecidos: ella era Carmen Nieves Cristina y yo Rosa Pilar. Mi reconciliación con mi nombre, que estuvo años sin gustarme, es total. Es más, el que me cuadraba según se han ido desarrollado las cosas.

Me he levantado, recitándo, lo que siempre alegra, “ y ve el capitán pirata, / cantando alegre den la popa / Asia a un lado; al otro Europa / y allá a su frente Estambul”. Eso sí después de la correspondiente pesadilla, de la que no me libro ninguna noche. En esa guisa, he cogido la “Antología de la poesía Española”, que estudiaron mis hijos y he disfrutado un rato.

“Ntra Sra del Carmen. Patrona de la gente del mar.
En la antigüedad, los marineros dependían de las estrellas para marcar el rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con la Virgen María quien como Estrella del Mar, nos guía por las aguas díficiles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.” ( se lee en la Agenda del 2011 que cada año edita la Iglesia de San Juan del Hospital) luego se lee: Bendición e imposición de escapulariuos después de cada misa.
Volveré sobre esto último.

Virgen del Carmen, patrona de marineros…. Allí estaba, bajo cubierta, en la estancia común donde dormían los marineros de la carabela “Pinta”, mi hijo Juan entree ellos..Al verla pensé: cuántos de esos hombres, que de niños habrían dormido bajo una imagen de la Virgen, volvían a hacerlo…

Estoy contenta, lo he pasado mal estos días atrás. Le dije a una amiga: reza por mi, para que el Señor vuelva a encenderme la lucecita del corazón.. Seguro que lo ha hecho, lo he notado. Yo también he rezado mucho, conozco esas palabras del Apóstol Santiago: “¿Hay entre vosotros alguno que esté triste? Haga oración.”

16 julio, 2011

Tarta de almendra

“¡Cristóbal se quedó tonto¡”, decía Adelaida – con más frecuencia de la conveniente - a mi madre cada vez que quería ponderar ante ella la excelencia de algo. Cristóbal era el marido de Adelaida. Mi madre luego comentaba: “¡el pobre Cristóbal, se pasa la vida tonto¡”. Recuerdo estas cosas ahora, porque hoy es la Virgen del Carmen, el santo de mi padre. En ese día, Adelaida – nuestra vecina - nos pasaba, hecha por ella, una riquísima tarta de almendra. Por otra parte Cristóbal, como ya conté, le trajo un sacerdote a mi padre cuando se estaba muriendo,que le administró la extremaunción, antes de que yo llegara a mi vez con un dominíco. La tarta de almendra, con mucha almendra – como era el caso - era un verdadero lujo en los cincuenta. Y más teniendo en cuenta que nuestros vecinos – que no tenían teléfono - vivían, al parecer, mucho más austeramente que nosotros. Adelaida, inmediatamente después de la comida, pasaba casi todos los días a llamar por teléfono – situado en la pared por encima del sillón donde se sentaba mi padre – a llamar por teléfono a sus hermanas para quedar para la tarde. “¡Adelaida es una pesada, viniendo a llamar todos los días¡ ” – comentaba mi madre – “además, ¡la cuenta sube un pico¡”. Algo se barruntaría la vecina, cuando propuso que dejaría algo de dinero por las llamadas en una arqueta granadina que había en la estantería cercana. No sé si la tarta de almendra ¡por el santo de Carmelo¡ – decía al traerla - sería para compensar el que mi padre día tras día tuviera a Adelaida, detrás de su sillón dando la paliza, o porque él era médico, y – sobre todo con niños pequeños - es reconfortante tener a un médico en la puerta de en frente. El caso es que los vecinos, entonces, no eran unos extraños como ocurre ahora, sino que nos tratábamos y acompañaban nuestras vidas. La soledad se notaba menos y uno tenía ocasión de amar al prójimo.

15 julio, 2011

Mis conversaciones con Vega

A punto he estado de empezar una carpeta titulada “Mis conversaciones con Vega”. Por lo mucho que me distraen y enseñan. Los niños ayudan a refexionar sobre cualquier cosa. Vega es – lo recuerdo – mi nieta de cinco años y, como diría mi abuela, “es mas viva que el hambre”, o como dijo mi madre, hablando de la madre de Vega: “esta niña ve crecer la hierba”. No es extraño, sus padres son: inteligentes y “espabilados”, que son cosas distintas. Además, se nota mucho en la niña, que al salir del Colegio, se pasa todas las tardes, con su madre. Vega tiene mucha conversación porque no hay que olvidar que al referirnos a la lengua que usamos, hablamos de “lengua materna”.

El curso escolar hoy – para niños de madres que trabajan – no acaba en junio, sino en julio. Así es que al recogerla del cole el último día de clase le dije: “Vega, ¿te gusta ir al Colegio ese que vas en verano? ¿ Cómo se llama?” contestó pausada: “San Patricio” y luego siguió con la misma resignada serenidad: “ No”. Al preguntarle que porque no le gustaba contestó: “Primero porque no se pasa a Primaria, y segundo porque se va todos los días a natación y a mi no me gusta ir todos los días a natacion. A Juan, tampoco le gusta”.

Un día también al salir del cole me pregunta: “¿ A ti que te gusta más del mundo?”.Le contesté: “el sol”. Se me quedó mirando con picardía y me dijo: “ A mi, lo que más me gusta del mundo es Jesús”.
Otro día que no se a cuento de qué le dije en el ascensor que ella era pequeña, me contestó : “Todos somos pequeños, menos Jesús”. Tuve que reconocer que efectivamente así era. En “Guadalaviar” – el Colegio de Vega – procuran que las niñas, sean piadosas, que de lo mismo que decir que sean alegres. Nada propicia tanto la alegría infantil comno el tener una visión de conjunto del mundo. Quien lo probó, lo sabe.

Le conté a la madre de Vega, lo de la natación. No dijo nada, pero este año no ha apuntado a ella a los niños. Eso que se ahorra – porque nadar, nadan como peces - . Las abuelas hacemos “mucho papel”, y además lo pasamos en grande con los nietos.

14 julio, 2011

Artículo interesante

Carmen, me mandó también un artículo interesante de Vicente Verdú : “La enseñanza del fin”. Me alegró leerlo porque, como redactor de “El País”- periódico que no leo – no esperaba que abordara un tema “politicamente incorrecto”. Quizá con la edad, fuente de sabiduría – ha caído en la cuenta de algo que una mujer que haya recibido una buena catequésis cristiana, ha sabido siempre: que hay que dar un sentido a la vida que uno trae al mundo. Y ese sentido es religioso.

Copiaré el primer párrafo y el último de un artículo que merecería ser leído entero:

“Todos los estudios denotan que los adolescentes salen de las escuelas mal preparados para el trabajo. Lo grave, sin embargo es lo mal prepaArados que salen para la vida. O, lo que es más importante: para asumir la muerte.”


“Ahora, tal como se encuentran las cosas, todos los alumnos de los colegios de curas y monjas llevan una ventaja decisiva a los que reciben una educación seglar. Es muy posible, en el mejor de los casos, que unos y otros sepan lo mismo de materias para ganar dinero, crear una familia y construirse una vida, pero los segundos no poseen recursos existenciales para cuando pierden el dinero, se destruye la familia o empieza a desfallecer la salud. Todo lo tienen que inventar sobre la marcha. Y a solas. Sin que la escuela haya meditado colectivamente con ellos el dolor del fin”

Pues eso. Los cristianos son “la sal y la luz de la tierra” y tienen recursos existenciales. Y un futuro más que esperanzador. Da mucha alegría verlos – los redactores - volver a pasitos o a pasos hacia la casa del Padre.

13 julio, 2011

Katyn

Según nos cuenta Juan Manuel Prada un artículo, que me ha hecho llegar una amiga:

“ Se ha estrenado con dos años de retraso y relegada a las salas de menor relumbrón, la película dirigida por el veterano maestro Andrej Wadja sobre la masacre ordenada por Stalin y perpetrada en u bosque que presta su título a la película, a escasos kilómetros de la ciudad rusa de Smolensko. La matanza de Katyn, uno de los episdodios más turbios y extremecedores de la historia contemporánea…”

Y continúa contándonos Prada que podemos imaginarnos lo que la masacre de Katyn significa para la memoria colectiva del pueblo polaco, que además Wadja es hijo de uno de esos oficiales que asesinaron con un tiro en la nuca y por eso sorprende que la pelíciula este tan limpia de odio y de resentimiento. Nos dice que Wadja no es in ideólogo sino un verdadero artista; y como a todo verdadero artista le interesa más el dolor de sus
criaturas que la utilización biliosa de ese dolor.

Copio uno de los fragmentos finales

“En medio del horror hay siempre una mirada enaltecedora, trascendente, que abraza el dolor de los inocentes. Y esa mirada es divina; es la mirada de un Dios que baja de kla cruz y se funde con los cuerpos de esos jóvenes polacos que son arrojados como fardos a una fosa, y que entre sus dedos, sacudidos por el temblor de la agonía, desgranan las cuentas de un rosario.Wajda ha hecho una película llena de cielo, una película religiosa en el sentido más hondo de la palabra, anegada de amor hacia las víctimas y de perdón hacia los verdugos.”

12 julio, 2011

Tela

Cuando la tía Amparo iba a hacer una crítica velada a mi modo de vestir, mientras sonreía, empezaba así : “Decía el Padre Casas:“¡Siempre andáis escasas de tela¡” Por aquel entonces yo tendría alrededor de los veinte y ella debía andar cerca de los setenta. En mis vestidos de verano - sin manga y nunca con escote - la tela terminaba justo a ras del hombro y justo a mitad de rodilla. Pero a ella no le parecía suficiente. La pobre tía Amparo murió a los ochenta y tres años, de repente, soltera, piadosa y casta. Murió después de haber hecho - en su sillón de siempre - kilómetros y kilómetros de encaje de bolillos, el día de los Santos Inocentes. Cuando supe la festividad del día, pensé que en el cielo tienen sentido del humor.

Gracias a Dios, uno acaba sus días antes de que ya no comprenda absolutamente nada del mundo en que vive. De ahí el: “¡Si su padre levantara la cabeza¡”…Hoy, el Padre Casas hubiera muerto de infarto. Aceptando que cada cual es libre de vestir como quiera, también a mi me asiste la libertad de decir que tanta “carnicería” como vemos, apenas empieza el calor, las más de las veces resulta desagradable. El envejecimiento de la ploblación – que voces sensatas auguraban en los setenta – es un hecho. Por lo cual no hace falta ser un esteta para desear que no se exiba ni la “la carne trémula”, que se cubra. Al menos, ya que la tela no envejece, podíamos aprovechar esa oportunidad, digo yo.

10 julio, 2011

El séptimo, matrimonio

Ayer, a la salida de misa de 12 de San Juan y San Vicente me encontré con Maribel y Pilar. Las tres nos conocemos desde que erámos madres de niños chicos. Cambiamos unas sabrosas palabras, como no podía ser menos dado que el lugar del encuentro y la riqueza que supone el habernos visto vivir a lo largo de casi toda una vida.

Maribel contó que tiene a su yerno Jordi – 32 años – ingresado desde enero, paralítico de cintura para abajo, a raíz de una caída de sky. Ella ya no sabe a quien rezar – y no le falta santoral - . Le dije que rezaría. No hace demasiado que mucha gente ha rezado por el trasplante de pulmones del mío. Qué gran cosa la comunión de los santos y que gran oportunidad de vivir la caridad unos con otros que al fin y a la postre es lo único que importa. Me encantó su aplomo cuando dijo: “ Desde ese día, Jordi tiene su misa diaria para que ese chico pueda andar. Aunque me quede sin dinero”. Le dije: “ Andará. Con una suegra así…”. De momento hace falta que tenga movilidad en los dedos, que no haya que darle de comer.. Nos contó que cuando va a ver a su yerno y a su hija – llevan año y medio casados -, éste sonrie, no se queja aunque tenga dolores, hace chistes…

Pilar se iba al cementerio a llevar unas flores a su marido - de la boda del pequeño de sus seis hijos que se casó el día anterior –, y a contarle la boda.
Cuando éramos jóvenes, envidiaba – discretamente - a Pilar: siempre sonriente, siempre embarazada…Nos despedimos. Maribel se iba a cuidar a su marido que está muy mal, Pilar al cementerio y yo me iba de rebajas…De las tres: una ya no tenía marido, el de la otra estaba desahuciado y el mío, aunque no viva conmigo, ante Dios lo sigue siendo, …también necesita. “dedicación”. Está visto que los hombres que nos llevaron al altar de una manera u otra “nos hacen santas”. De eso se trataba ¿no? Ya decía mi madre que el matrimonio es una cruz tan pesada que hay que llevarla entre dos.

Me fui de rebajas…, pero rezando por Jordi.

08 julio, 2011

La gordita (narración)

Las tres tías Dominguez, Leonor, Pilar y Ción – Encarnación- , primas hermanas de mi padre, eran hijas de la tía Paca, hermana de mi abuelo Matías - un niño bien de Zaragoza, que tenía cabriolé cuando no lo tenía nadie- . No conocí a la tía Paca, pero ¡llamarse así, con lo hermoso que es el nombre de Francisca, tan lleno de resonancias literarias¡: Francisca se llamó la madre de Lope de Vega, la mujer de Rubén Darío y la “tata de toda la vida ” de Marcel Proust a la que no puede menos de sacar en “En busca del tiempo perdido”. Y hasta mi profesora de Literatura de bachillerato, se llamaba Mª Francisca, que tenía todo un nombre: Mª Francisca Hurtado de Mendoza, muy adecuado a las disciplinas de Historia y Literatura que impartía. Además, eso de Paca, que bien mirado suena a poca, no estaba a tono con el repostero de fieltro de colores, del escudo de los Dominguez, que ocupaba media pared del recibidor de la casa, creo recordar de semisótano como las londinenses que tenían sus hijas en la Gran –Vía de Zaragoza, y a la que mi madre de niña me llevó algunas veces.

La casa, de tres hacendosas solteras, era una cajita de bombones por lo cuidada y cuca. Por la limpieza, orden y coquetería con que estaba puesta Mi madre, nuera al fin, decía comentaba tras la visita: “¿Te das cuenta? Igualito que en casa de mamá Pilar…”. La casa de mi abuela, superpoblada y follonera en la que las grescas entre hermanos - que por otra parte se querían - eran frecuentes, desde luego era muy distinta. Poco tenían en común las primas hermanas: las Navarro Garriga y las Dominguez Navarro.

La tía Leonor, la mayor de las Dominguez, morena pizpireta y dulce me fabricó a la gordita. La gordita era una muñeca de trapo preciosa que aún recuerdo. La llevaba al retortero a juzgar por las fotos de entonces. No se que sería de ella. Ahora tengo otra gordita de trapo, sobre la cama de mi cuarto que me regaló uno de mis hijos.

La tía Ción, cuando fui moza, me hizo llegar una pequeña obrita suya sobre santa Isabel de Portugal, -que trataba en mi anterior entrada – y ese es el recuerdo que tengo suyo.

La tía Pilar- que yo encontraba sencillamente horrorosa – resulta que de joven había sido guapísima y tenía chiflado al Marqués de la Cadena, pero ella, que por lo visto no tenía cadena, no supo amarrar y un día él se cansó de sus desplantes y ella se quedó sin novio.

Si no cuentara yo esas cosas ¿quién las contaría?. Seguro que de niña se me quedarton en la cabeza para que las contara cuando ya era abuela.

05 julio, 2011

Recuerdos y amistades

Ayer, 4 de julio, era Santa Isabel, Reina de Portugal, y llamé a mi amiga Isabel para felicitarla. Tengo dos amigas más de nombre Isabel: una de Santa Isabel, la prima de la Virgen (5 de noviembre) y la otra de Santa Isabel, Reina de Hungría (17 de noviembre). Dl caso es que recordándo que Santa Isabel de Portugal es colega mía - por aragonesa - le dije: “Supongo que sabrás que Santa Isabel era una infanta aragonesa. Hasta ahí llegas ¿no?”. Llegaba. Luego al colgar el teléfono pensé - eso tienen de bueno las conversaciones - que además de aragonesa tengo más de un punto en común con Santa Isabel de Portugal.. Uno de ellos que consiguió hacerme sonrteír: si no Infanta, si soy Infanzona por parte de padre y recordé lo que gustaba a mi padre la héraldica y si el escudo de los Garriga era- pongamos por caso – leones dorados sobre campo azur o cruces rojas sobre campo blanco. Mi madre, sentada junto a él en la mesa camilla del cuarto de estar- – que no era Infanzona por parte de nadie sino que procedía de campesinos, más o menos acomodados – debía mirarlo enfrascado en su árbol geneálogico – con una cierta ironía.

Isabel de Aragón, o de Portugal, (1282 – 1325) era hija de Pedro el Grande de Aragón y Constanza de Sicilia, de acuerdo con la política matrimonial de la casa de Aragón fue prometida en matrimonio en 1281 – nacía ya con novio la pobre – a Dionisio el Liberal, Rey de Portugal. Éste, aunque muy enamorado de ella en los primeros años de matrimonio, luego se divirtió con las damas de la cortes de las que tuvo hijos bastardos. Que santa Isabel hizo educar en Palacio con el suyo que más tarde sería Alfonso IV. Dionisio el Liberal murió arrepentido entre los brazos de su mujer que al quedar víuda (1325) entró en la tercera orden franciscana y fundó en Coimbra el monasterio de Santa Clara.

04 julio, 2011

Oneguin

He vuelto a ver la película “Oneguin”, que proyectó la “ l3”- canal de televisión que yo tengo entre los favoritos y al que le estoy muy agradecioda porque todas las noches alrededor de las diez hay película con muchos probabilidades de que sea interesante.

En él he visto: “Karol” – la vida de Juan Pablo II – que es magnífica, “Juan XXIII” – otra película espléndida – , “Amazing grace” – dura pero aque vale la pena ver, “Teresa de Calcuta” y la estupenda serie “Teresa de Jesús” que protagonizó Conchita Velasco y cuyos diálogos son de Carmen Martín Gaite. De esto último me enteré al final y pensé: “ya decía yo que los diálogos tienen “garra”. Dicho todo esto para que quien me lee, que alguno es, tenga a bien, si lo estima oportuno, “coger su mando y sintonizar la “13” con el 13”

Vuelvo a “Oneguin” película que da mucho de sí y sobre la que al margen de la estética – que está conseguida – arroja mucha luz – no en balde es llevar al cine una obra de Puskin – sobre muchas cosas: lo lejos en el mal que puede llevar el status, la riqueza, el egoísmo y la frivolidad, del protagonista. Tan lejos que además de arruinar una vida, la suya, termina en un duelo con la de su amigo con quien tiene que batirse porque ha tratado de seducir a la novia de éste – habiéndola humillado previamente ante él por su “provincianismo” – animado por la ligereza del comportamiento de ésta . Mas daño hubiera podido hacer aún: convertir en adúltera a una mujer casada que estuvo enamorada de él en su juventud. Es hermoso ver como ella resiste al asedio de Oneguin entre lágrimas: “Has llegado demasiado tarde, soy la esposa de un hombre”. Cuánto bien puede hacer una mujer con su fortaleza y como puede arruinar la vida de los hombres si es casquivana. Antes, las obras de arte – “Ana Karenina” es un ejemplo - hacían reflexionar sobre ello. La belleza formal, no estaba disociada de la belleza moral.

03 julio, 2011

De San Josemaría

Fragmentos de su biografía escrita por Vázquez de Prada:

“En noviembre del siguiente año, 1942, se encontraba dando unos ejercicios en el monasterio del Parral, en Segovia. Le habían asignado una celda pared por medio del Sagrario de la Iglesia y, del otro lado, a dos metros escasos de la cama, tenía la sepultura de dos monjes jerónimos. “Me han puesto entre la Vida y la muerte”, decía a sus hijos;y como discúlpandose de no poder seguir el régimen impuesto por los médicos escribe:”Aquí no puedo seguir el plan: como solo pan y patata y leche y algo de verdura. No cabe otra cosa ante la vida de penitencia de estos benditos”

“Una tarde del mes de noviembre de 1942 apareció por Jorge Manrique -el primer centro de mujeres del Opus Dei, -la labor con mujeres la había empezado en 1930 - y reunió en la bibliotreca de la casa a las tres que entonces se encontraban allí. Encarnita Ortega refiere el suceso: “Sobre la mesa extendió un cuadro que exponía las distintas labores que la Sección femenina del Opus Dei iba a realizar en el mundo. Sólo el hecho de seguir al Padre que nos las explicaba con viveza, casi producía sensación de vértigo: granjas para campesinas; distintas casas de capacitación profesional para la mujer; residencias universitarias; acrtividades dee la moda; casas de maternidad en distintas ciudades deel mundo; bibliotecas circulantes que harían llegar lectura sana y formativa hasta los pueblos más remotos; librerías..Y (…) doblando despacio aquel cuadro dijo_ - “Ante esto se pueden tener dos reacciones: Una, la dee pensar que es algo muy bonito, pero quimérico, irrealizable; y otra de confianza en el Señor que, si nos ha pedido todo esto, nos ayudará a sacarlo adelante. Espero que tengáis la segunda.”

A mi, leer estas cosas me pone las pilas.

A mi modo de ver

A mi modo de ver es grave, que en el Debate sobre el Estado de la Nación, cuando un Zapatero, acorralado por presentación que de su gestión económica hicieron distintos grupos parlamentarios, presentara como “logros” conseguidos en su legislatura: el matrimonio entre homosexuales, aborto libre, “eutanasia disfrazada”.., no se alzara ni una sola voz valiente que ante semejantes dislates, saliera a la liza. La economía no lo es todo porque no solo de pan vive el hombre. Lo que constituyen flagrantes atentados contra el humanismo cristiano que construyó Europa y la hizo -concretamente de España – descubridora y civilizadora de pueblos, son presentados como conquistas. Se olvida que en una democracia digna hay valores los que se refieren a la libertad de la persona y al origen y respeto de la vida humana – desde la concepción hasta la muerte - que son innegocialbles. Felipe Gónzalez abrió la puerta al aborto bajo tres supuestos que luego se ampliaron a un cuarto. En tema tan serio como es la vida humana, tristemente Aznar dejó las cosas como estaban: el PP perdió entonces el respeto de mucha gente buena, que lo consideró desde entonces solo “como mal menor”. Luego Zapatero ha estado obsesionado por dejar en la historia la triste, y en muchos casos irreparable, huella del mal: la oposición encarnizada a la ley de Dios. Si así, según Zapatero, estamos más cerca de Europa, tampoco es para alardear: Europa está hecha cisco.