30 agosto, 2010

Alegrías

“Anochece y oscurece, más deprisa cada vez”…(me falta un trozo) y viene aquello de: “ …con creciente lobreguez”. ¿ De dónde demonios será esto que me encontré diciéndome a mi misma el otro día? De todas formas me ha gustado recordarlo. Como también: “Ya a mi edad nadie me quita / de sentarme como ves / a la sombra del ciprés / en el atrio de la eremita”. Pero esto si que se de dónde sale: de “La ermita, la fuente y el río” de Don Eduardo Marquina. Autor así mismo de “En Flandes se ha puesto el sol”. Versos que dije a mi hijo Juan, a propósito de que, con la mejor intención quería coartar mi libertad – los hijos suelen hacerlo a veces- sobre el asunto de que tenía que embarcarme para su boda en el mar. Y al decirlos me alegró recordar los cipreses de la ermita del Calvario de Samper de Calanda, a cuya sombra he sido feliz con pocos años.

Glorioso oír recitar esos versos, o cualquier pedazo de buena prosa de “El sueño de una noche de verano”, “Los intereses creados” o “La importancia de llamarse Ernesto”, las noches – creo que de los miércoles – en las que arrebujados alrededor de la mesa camilla de brasero de piñol y faldas de fieltro, tropezando los pies de unos con otros, hasta meter algunas veces la zapatilla dentro del brasero - con el correspondiente olor a goma quemada - nos disponíamos, mi padre, mi madre, mi hermana y yo oír una de esas obras que “¡La Sociedad Española de Radio Difusión¡” transmitía para regocijo de todos, en la década de los cincuenta. Allí empezó mi amor por los libros que me iban a acompañar la vida entera. No eran tan grises, como quieren hacernos creer, los tiempos que viví.

Y lo del olor a goma quemada, me trae el recuerdo la muerte de Unamuno, el 31 de diciembre de 1936, ya de anciano cuando años hablaba con un colega. Aquel se calló un rato y éste, al percibir ese olor y ver que D. Miguel no se inmutaba, se dio cuenta de que no es que estuviera pensando lo que iba a decir, sino sencillamente que se había muerto. Con lo que se hizo realidad en su vida, aquellos versos que escribió una vez: “Quiero morir con los ojos abiertos / quiero morir bien abiertos los ojos.” Corto y cierro, que más contaría.

29 agosto, 2010

El peliculón y un libro

Anoche volví a ver “Doce hombres sin piedad”, de Sydney Lumet. Se agradece pasar un buen rato, no solo sin conciencia de pérdida de tiempo sino con el convencimiento de estarlo aprovechando. Henry Fonda, magnífico: bueno, inteligente, atractivo…El buen cine nos mejora, como nos mejora un buen libro.

Juan me ha devuelto el primer tomo de “Memorias de Ultratumba” (1768- 1800) que leía con gusto: la infancia y la juventud de Chateubriand. Me encantaba leer sobre Saint- Malo o el castillo de Combourg, al mismo tiempo que mi hija Fe en su viaje a Bretaña con su marido y sus hijos, visitaba eso lugares. Luego disfruté ojeando “Bretaña”, un libro con fotografías magníficas, que trajeron de allá. Voy a la caza de alguna de las frases que leí en él, que me impactaron:

“ ¿Creéis que esta forma de educarme podría haberme llevado a detestar a los autores de mis días? En absoluto; el recuerdo de mi rigor me es casi grato. Cuando mi padre murió, mis camaradas del regimiento de Navarra fueron testigos de mi pesar. Fue mi madre de quien recibí el consuelo de mi vida, pues fue ella quien me acercó a la religión; yo recogía las verdades cristianas de su boca, como Pedro de Sangres estudiaba por la noche en una iglesia, al resplandor de la lámpara que ardía delante del Santísimo
Sacramento.”

“ …Bien hecho está lo que hace Dios: es la Providencia la que nos dirige, cuando nos destina a desempeñar un papel en la escena del mundo.”

Se continuará..

28 agosto, 2010

Caminos trillados

“Santa Mónica, la viuda, madre de San Agustín. A Dios encomiendo el alma, cuando me voy a dormir. Si me muero: poerdonarme, si me duermo despertarme..…” Siempre, el 27 de agosto, festividad de Santa Mónica, me acuerdo de esa oración larga e ingenua que me enseñó mi abuela. Y también, por asociación, de aquella otra: “Cuatro pilares tiene mi cama y cuatro ángeles que la acompañan….”. Mi abuela Rosa no pudo suponer, que su enseñanza me duraría hasta mis setenta… Así como tampoco que, con los años aprendería otras muchas oraciones - éstas teológicamente correctas - Y, lo que quizá es más importante: saber – como dice Santa Teresa – que orar es hablar con Dios. Con quien sabemos nos ama”. ¿De qué?: “De sus cosas y de mis cosas, de nuestras cosas”. Con estas palabras,una castellana y un baturro - San Josemaría - nos hablan de algo esencial.

El que quizá vuelva a contar algo que probablemente he contado, no me preocupa demasiado. No puede sorprender en un blog ya cercano a las mil entradas. Amén de que en familia - ¿ no es éste en realidad una larga carta familiar? – las cosas se cuentan una y otra vez porque para el que las cuenta, no es que olvide que ya las ha contado ( como a veces se dice: “ el abuelo no se acuerda de que eso nos lo ha contado ya cien veces”) sino que le gusta volverlas a recordar andar otra vez por caminos trillados, los caminos de su juventud.

Me acaba de llamar por teléfono Totón – 73 años – está cuidando a su hermana Cuqui – nombre familiar de Maria Dolores. Totón tiene gran fac ilidad para hablar de Dios a la gente. Raro es que cuando hablo con ella no me diga algo que ,merezca ser reseñado. Hoy ha sido esta oración atribuida a Santa Teresa, a quien cita con frecuencia: “Séñor: si el amor que me tenéis/ es igual que el que yo os tengo / decidme en que me detengo / o Vos en que os detenéis.” Totón es una abuela, más sabia que mi abuela Rosa. Ojalá sepa con certeza que la enseñanza de las abuelas no se olvida.

25 agosto, 2010

De “El diadio de la felicidad”

Gherla, noviembre ,1960

"A causa de la bruma que ha penetrado también en la celda, sospechamos que se avecina una tormenta.
Casi nadie habla.
El cura católico Traian Pop aconseja en voz baja a los que están cerca de él que sean tolerantes con los demás y severos consigo mismos.
Pero añade inmediatamente:
Tampoco demasiado severos con nosotros mismos. A veces hay que reírse del diablo; no hay que darle el privilegio de la grandeza trágica. Los grandes místicos españoles – santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz- eran especialmente alegres. Esto proviene de la capacidad de ser compasivos también con nosotros; De saber perdonarnos como Dios nos perdona. Así como no conviene que nos enfurezcamos porque nos hayamos enfurecido, igualmente no tenemos que eternizar el mal por falta de compasión con nuestro yo.
En la celda, donde cada vez está más oscuro, un mecánico de máquinas de coser que también toca el acordeón nos cuenta guarradas y recuerdos de las bodas en las que ha “actuado” y una voz ha empezado a tararear en voz baja una canción de fiesta, acentuando la extraña amenaza del estribillo:
“¡Hay de mí, que lluvia viene de Cluj”


¿A que parece que hayamos estado en la celda 87?

El diablo

“Gherla, 1965, celda 87 ( tras una conversación con el padre I.P)

¡Pase que no creas en Dios¡ No todo el mundo tiene suficiente cerebro para concebirlo o suficiente alma como para conocer su amor. ¡Pero que no creas en el diablo¡ ¡ Eso no se entiende¡ ¡ Por amor de Dios¡, tenemos suficiente material perceptivo para poder sentir al diablo a nuestro alrededor, siempre al acecho, agitándose, enredando, dando coletazos – “waiting, como Mr. Miacawber, for something to turn up”, igual cae algo –siempre a nuestra disposición, aprovechando cualquier ocasión, listo para cualquier llamada, camarero atento, incansable pedigüeño que se contentra con cualquier cosa. No hay que olvidar que su principal táctica, bien conocida por Thomas Mann, Dostoyuevski y todos los que lo han estudiado de cerca, consiste en pretender hacer creer qiue no existe. Cuando Lucero le arrojó el tintero, hizo lo más natural – y lo más inteligente – de toda su vida.”

(“El Diarioi de la felicidad”,N. Steinhardt,Ediciones Sígueme, pág 558)

22 agosto, 2010

El esfuerzo

“La sabiduría popular ha entendido hace mucho que entre la fe y la estupidez hay un abismo.
El refrán alemán: Dios ayuda al marinero en tiempo de tempestad, pero hace falta que el timonel esté en su sitio; el refrán inglés: Dios te da las manos pero no te construye los puentes; el refrán danés: Dios alimenta a los pájaros que mueven las alas; el refrán checo: aquel a quien Dios le descubre dónde hay un tesoro tiene que sacarlo con sus propios medios; el refrán vasco: el buen Dios es bueno pero no es tonto. Juana de Arco: esforcémonos y Dios se esforzará”

Nicolaie Steinhardt ( El diario de la felicidad)

Entre nosotros: A Dios rogando y con el mazo dando.
Mi madre empleaba mucho este refrán y otro que se parece al de Juana de Arco: Ayudáte y Te ayudaré.

Steinhardt, en su libro, hace una reflexión interesante sobre el ser y el hacer. Encabezada por estas palabras del Eclesiastés: “Todo lo que encuentres a mano hazlo con empeño, porque no hay obra, ni razón , ni ciecia , ni sabiduría en el abismo adonde vas” ( Eclesiastés 9, 10). Ahora estámos en el tiempo del hacer.

Meto a mi ves la cucharada sobre este tema con unas palabras de Jesucristo: “ Caminad, mientras tenéis luz”. Mal asunto para los que ven pasar la vida…

El esfuerzo

“La sabiduría popular ha entendido hace mucho que entre la fe y la estupidez hay un abismo.
El refrán alemán: Dios ayuda al marinero en tiempo de tempestad, pero hace falta que el timonel esté en su sitio; el refrán inglés: Dios te da las manos pero no te construye los puentes; el refrán danés: Dios alimenta a los pájaros que mueven las alas; el refrán checo: aquel a quien Dios le descubre dónde hay un tesoro tiene que sacarlo con sus propios medios; el refrán vasco: el buen Dios es bueno pero no es tonto. Juana de Arco: esforcémonos y Dios se esforzará”

Nicolaie Steinhardt ( El diario de la felicidad)

Entre nosotros: A Dios rogando y con el mazo dando.
Mi madre empleaba mucho este refrán y otro que se parece al de Juana de Arco: Ayudáte y Te ayudaré.

Steinhardt, en su libro, hace una reflexión interesante sobre el ser y el hacer. Encabezada por estas palabras del Eclesiastés: “Todo lo que encuentres a mano hazlo con empeño, porque no hay obra, ni razón , ni ciecia , ni sabiduría en el abismo adonde vas” ( Eclesiastés 9, 10). Ahora estámos en el tiempo del hacer.

Meto a mi ves la cucharada sobre este tema con unas palabras de Jesucristo: “ Caminad, mientras tenéis luz”. Mal asunto para los que ven pasar la vida…

21 agosto, 2010

Como termina “El diario de la felicidad”

Diciembre 1971

“El cristianismo me mantiene con algo juvenil en mi; no estoy aburrido, no estoy decepcionado, no estoy asqueado, no estoy enfadado. A la presencia siempre viva de Cristo le debo el hecho de no pudrirme y de no fermentar en un odio contra los demás y contra mi. Esta es mi suerte, inesperada, insospechada: que se me haya concedido creer en Dios y en Cristo, sabiendo por otro lado lo que ha dicho Unamuno: creer en Dios significa desear que exista y además comportarte como si existiera.
Solo porque soy cristiano me visita - a despecho de cualquier razón- la felicidad ¡un extraño delirio¡. Solo gracias al cristianismo no deambulo – crispado y humillado – por las calles nocturnas y diurnas de la ciudad – espacio proustiano descompuesto por el tiempo – y solo gracias al cristianismo no llego a ser también yo – como dice François Mauriac en “Destino”- uno de esos cadáveres que arrastra vivos el agua de la vida, ni a contarme entre los que todavía no han entendido – Hechos 20,35 – que “hay más felicidad en dar que en recibir”.

20 agosto, 2010

De “El Diario de la Felicidad”

“Tal vez no insistimos suficientemente en el hecho de que la Jerusalén celeste no será “otro” mundo, sino éste mismo, desembrujado con otros sentidos y valores y a otros niveles de pureza e intensidad; pero no separa del imaginario de los seres creados a imagen y semejanza de la divinidad.
Al viejo Haydn le preguntaron porque su música religiosa es alegre, en lugar de ser ceremoniosa y solemne.
Respuesta: porque cada vez que pienso en Dios me embarga la alegría.”


“Los monjes son alegres, aunque de cara al mundo se abstienen de mostrarlo en público, pero su comportamiento secreto es otro; amargados solo están los diablos y los funcionarios, pero en el cielo, me apuesto lo que quieras no hay más que alborozo. ¿Cómo iba a ser de otra manera si el Redentor, nos dice claramente que allí no entras si no eres como un niño? ¿Cómo son los niños, son serios o poseen una irrefrenable alegría?"


“El profesor Tomescu me enseña la oración vespertina “Luz dulce” ( en rumano en el libro), cuyo encanto inefable me conquista desde el primer momento.
Como puede ser que los que saben esta oración desde siempre puedan preferir en su lugar el mantra “om maná padmè hom?
Y ya que estamos, ¿cómo pueden colocar la teosofía, el zen y el tantrismo por encima del evangelio?
"Luz dulce de la santa gloria” ¿hay otro verso igual en la lengua rumana?
En 1937, cuando se formó el gobierno en Navidad, Tomescu envió a todos sus colegas una Biblia.
( en aquel entonces, de rabia, yo me metí enfermo en la cama. Nevaba sin cesar)”


“El diario de la Felicidad” es de Nicolaie Steinhard. Pertenece a la generación de entreguerras que ha dado a la literatura rumana nombres de talla internacional como Mircea Eliade ( del que fue compañero de instituto), Emil Ciorá y Eugen Ionesco. “El Diario de la Felicidad” (1991) es en la actualidad el libro más leído en Rumanía con más de 200.000 ejemplares vendidos.

19 agosto, 2010

”Dos fragmentos de “El Diario de la felicidad”

N. Steinhard, quería ser bautizado en la cárcel si tenía esa posibilidad. Sabido esto:

“Los milagros existen. Dios trabaja siempre. Los presagios de N.P. se cumplen enseguida. Apenas cesa la ráfaga de trompetas, mi benevolente amigo se presenta : es un cura-monje ortodoxo. Cerca de él se levantan otros dos fantasmas, uno corpùlento y pesa otro esbelto y joven: son dos curas greco “ “- católicos.
Y sé, después de acabar el tumulto que se produce en la celda al acabar la “diana”, cuando un mar de calvas llena el espacio y cuando delante del cubo tapado, ya se ha formado una cola como de cometa, se que estoy en las manos de Dios vivo.”


“H.G.Wells: existen dos grandes fuerzas: el miedo y la aristocracia. Ahora lo entiendo. Hay que vencer el miedo. En el mundo solo hay una cosa. Simplemente una: el valor. Y el secreto consiste en portarse de manera aristocrática. Solamente la gentileza, la serenidad, las buenas maneras tienen sentido.
Empiezo a darme cuenta de que solo el carácter importa. Las convicciones políticas, las opiniones filosóficas, el origen social, las creencias religiosas, no son más que accidentes. Tras los filtros producidos por los años de cárcel – o de vida -, tras el desgaste y el cansancio, solo queda el carácter: esqueleto, código, modelo eléctrico.”

Comentario a éste último párrafo:

Creo que al final lo que queda en nosotros es el resultado de esa pequeña pero constante – si somos sabios - lucha que mantenemos con nosotros mismos: “yo estoy en paz con nosotros y en guerra con mis entrañas” por acepar la realidad, la vida como es, no la realidad virtual –en la que el demonio, padre de la mentira no tiene una parte pequeña.Dios, que es Padre, cuenta con esa lucha para poder decirnos al final de la vida: “muy bien siervo bueno y fiel…”

La boda

El 16 de agosto, según lo previsto, Juan y Su se casaron en el mar de Javea. En la cala “El Pope”. Marilén – alcaldesa de Guardamar – ofició en la ceremonia civil. El mar – que por la mañana había estado picado – a las siete de la tarde estaba sereno y la tarde preciosa. Había tres barcos: el de los contrayentes, testigos, etc, una “Zodiac” con dos personas más, y en el que me ubicaron a mí –tipo bañera – con otro grupo de familiares. Así pues, pese a mi miedo, me embarqué. Al contárselo a Maribel por teléfono me dijo: “Si no te hubieras embarcado, te retiro el saludo. ¡tanto rezar, tanto rezar¡ y ¿dónde está tu confianza en Dios?”. Me encantó que lo dijera.

Realmente la boda fue preciosa, con champán abordo, apenas pronunciaron el “sí quiero”. Después el barco de los contrayentes, a instigación de Juan, sacó la vela para navegar un poco. Juan, como seguro que ya he contado se embarcó en la carabela “Pinta” en el 92 cuando una réplica de las tres carabelas repetía la “Derrota histórica de Colón” para celebrar el Quinto Centenario del Descubrimiento”. Al izar ellos la vela, los de mi barco quisieron también largarla y mi miedo – discreto pero ahí estaba - al ver que Alejandro que llevaba el barco dejaba el timón a su mujer y se ponía a la maniobra, aumentó. Me dijeron que ella era casi mejor marinero que él. Tremeno: guapa, alta, delgada, con larga melena, lucidora y encima marinero… Me recordó el chiste: nosotras hacemos todo lo que vosotros podéis hacer y encima con tacones altos.

Al bajar a tierra, Pedro, un amigo de Juan desde la infancia – educado como él en un colegio con una seria formación religiosa – y al que después, ya adolescente, le di una Hoja Informativa de San Josemaría, delante de mi hijo Juan – una es arriesgada – nada más saludarme – estábamos solos – me espeta –lo que demuestra que el buen corazón que tenía de niño lo conserva – “¿Y esta boda…? Entendí perfectamente por dónde iba y le contesté: “Espero que haya una segunda, rezo por ello”. Nada de lo que hagamos es indiferente a los ojos atentos de los demás, porque como dec ía Ortega y Gasset: “la vida es alistarse bajo una bandera.”

Cenamos en “Beti Bó”. La noche era magnífica, el ambiente poético, velas, abundantes jazmineros en flor.. y cosa rara: la cena exquisita. Y además gracias a Dios, y al “curro” que me di buscando un buen atuendo, yo estaba segura de mi misma. Reforzando esa seguridad el atractivo de mis dos hijas, que estaban estupendas. Creo que el ir todos de blanco fue un acierto.

18 agosto, 2010

La memoria

La memoria - una de las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad – es algo estupendo. Por eso lamento que en la escuela no se le de la importancia que tiene, no se la cultive: bendita lista de los reyes godos. Según esto, me he alegrado leer en “El diario de la felicidad” -,libro al que estoy enganchada – como su autor, Nicolaie Steinhardt, que estuvo doce años en las terribles cárceles comunistas de Rumanía, hace un elogio de indirecto de ella al contar el gran alivio supuso para él, que con sus compañeros de celda – intelectuales todos – se pusieran a la tarea de enseñar unos a otros aquello en lo que eran especialistas. Dice así: “ Desde el primer día me doy cuenta de que en la celda hay una sed enorme de poesía. Memorizar poemas es nuestra diversión más continua y placentera. Quien sabe muchos poemas, es un hombre fuerte en la cárcel. Suyo es el café Flore, suyo es el helado servido en la terraza del Florián ene la plaza de San Marcos (…) Nunca se aburrirá en la prisión aquel a quien le gusta aprender poemas, y nunca estará solo.” La Iglesia –madre y sabia - con la repetición de los salmos : “¡Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres¡” o bien “¡Hay cantos de victoria en las tiendas de los justos¡”, consigue que frases así, hermosas y verdaderas, queden grabadas en nosotros, para que podamos echar mano de ellas en el momento justo. La memoria aplicada a la poesía es fuente de gozo.

(carta enviada a "Las Provincias")

13 agosto, 2010

La llegada

La llegada a “La Vega”: con tormenta y granizo a penas pusimos pie en tierra. Ya en el Puerto de San Rafael, una nube negra se cernía amenazadora sobre nuestras cabezas. Dejamos en Valencia una mañana de calor aplanante y pegajoso y nos encontramos aquí una tarde húmeda y fría, completamente invernal. Nada de tormenta de verano en la que acaba saliendo un sol radiante y aquí no ha pasado nada. Mi equipaje, como siempre mal resuelto: alguna rebequilla, y un par de vaqueros y lo demás de verano… En fin se aguza el ingenio en casos como este.

Le dejé a Juan el primer tomo de las “Memorias de ultratumba” que leía a gusto, porque además a veces tiene frases felices. Empecé el segundo y me interesa poco. Quizá porque Chateubriand se mete mucho en la política de su tiempo. Así que lo dejé en Valencia. Aquí me he traído “Elogio del asombro”, de mi hijo Juan, que trataré de leer mientras pueda. E incluso tomaré notas ya puestos, por si puedo comentarlas con el autor. Es decir me embarco en su libro como me embarcaré, Dios mediante, en su boda en el mar de Javea. Lo que no se hace por un hijo..

Una gran ventaja de estar aquí es que el Santuario de la Virgen de la Vega está abierto el día entero y el Santísimo reservado en él. Se puede ir a cualquier hora. Increíble que Dios nos quiera tanto que haya hecho realidad su presencia física entre nosotros.

Chispa

Una buena chispa sería continuar estando conectada en “La Virgen de la Vega” desde dónde escribo.. Hace un momento lo estaba. Veremos. Hoy es el santo de las Auroras. Yo tengo en el cielo una buena amiga Aurora. A ella le encargo la conexión para los días de mi estancia aquí. Tengo dos Auroras más a las que debo atención y cariño, cuyos nombres familiares son Bori y Chispa. Por las dos, en paradero desconocido, he rezado bastante, para que sigan siendo buenas.

De niña conocí a una Aurora que entonces era “pollita”, tenía quince hermanos. Sus padres y mis padres eran amigos. Y aunque graciosa de cara, su padre la consideraba feucha – muchas de sus siete hermanas eran francamente guapas. Quizá por eso, su padre, refiriéndose a ella le decía al mío, sonriendo: “A ésta la meteremos monja”. No era profeta: Aurora que en simpatía compensaba lo exótico de sus rasgos, no solo se casó sino que cuando su marido murió en accidente de coche - dejándole cuatro hijos - se volvió a casar con un hombre soltero, con buena carrera, con el que tuvo el quinto. Es de señalar que Aurora, como se entiende sin dificultad, no tenía un duro. Ahora eso sí, con tanto hermano curtida para la vida, estraba.

De los dieciséis hijos de un Director de Instituto con mucha fe, y casado con una mujer guapa y con simpatía: “monita” - diría mi madre – los chicos estudiaron todos carreras brillantes y las chicas hicieron todas buenas bodas menos una que se quedó soltera. He ahí un claro ejemplo de
que Dios ayuda a quienes cooperan con Él a traer hijos al mundo.

Hoy cumple 39 años mi yerno Nacho. El mismo día que los cumple su padre.

12 agosto, 2010

Meditación en agosto

Ayer estuve en el retiro mensual y tuve la suerte de ir con dos amigas. A mi me enseñaron que en la vida cara a Dios no hay vacaciones y por ello en agostpo como en cualquier otro mes, los medios de formación no se interrumpen. Como me sigue en el blog más de una amiga, a su salud y a la de muchos otros voy a transmitir las frases de las que tomé nota tal, como lo iba haciendo en mi agenda:

1ª Meditación: cumplir la voluntad de Dios.

Palabras de Jesucristo: “ Mi alimento es cumplir la voluntad de mi Padre, que me ha enviado”.
Palabras de la Virgen: “Eh aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.
Obedecemos libremente, porque nos da la gana. La obediencia a Dios no quita la libertad, la potencia. La Libertad no es autonomía completa. No es hacer lo que me da la gana, sino hacer lo que tengo que hacer porque me da la gana.( Juan Pablo II en el 82). No centrar la obediencia en el voluntarismo, en el sometimiento sino en el convencimiento de que la voluntad de Dios es mejor que la nuestra. No se nos pide una obediencia ciega sino una obediencia inteligente. Nuestra obediencia es voluntaria y responsable. Seremos, lo que queramos ser. Por parte de Dios, los medios para alcanzar la santridad no faltarán.

Me tengo que ir sin seguir escribiendo. Viene a las 2, 30 mi hijo Quino para llevarme a “La Virgen de la Vega” a pasar diez días interrumpidos por la boda de Juan.. Allí podré escribir pero no internet. Lo guardaré para cuando venga a Valencia.

10 agosto, 2010

Recordando fechas

El 9 de agosto fue el aniversario de la explosión de la bomba atómica en Nagasaki. Hubiera querido escribir algo del libro “Requien por Nagasaki”, porque dije hace mucho tiempo muy poco de él y mucho habría que decir. No pude hacerlo porque el libro en cuestión se lo he dejado – no suelo hacerlo - a Lola, que quería leer un testimonio estimulante. Tengo pues que recurrir a la memoria para poder contar algo:

El protagonista, hijo de un médico japonés, es enviado por su padre a estudiar medicina a Alemania ( 1928 ). Allí el claustro de profesores es ateo y materialista y éste por contagio, abandona el budismo en el que fue educado por su madre. Deja de creer en que el hombre esté compuesto de respíritu. Vuelve a Japón, llamado por su padre, porque la madre esta gravemente enferma. Cuando llega ya no puede hablar. Pero la mirada de ésta se le clava en el alma. Parece decirle: “Aunque me vaya, yo estaré contigo”. Esto le hace dudar de su materialismo. Se dice a sí mismo: “ tiene que haber espíritu”. Vuelve a leer los “Pensamientos” de Pascal, que le causaron una profunda impresión. La experiencia vivida, la lectura y la gracia de Dios hacen que empiece a dar pasos para conocer el cristianismo.
Más tarde las oraciones de Madori – la japonesa de quien está enamorado – que es católica, hija de católicos clandestinos que se jugaban la vida por serlo harán de éste hombre un católico ejemplar que acaba – aunque sabía que sería así- muriendo de cáncer, porque además de introducir los rayos X en Japón, dedica a su vida a curar con ellos y entonces no había protección contra ellos.

El dia 9 también fue el aniversario de la muerte - gaseada en un campo de concentración – de Edith Stein: Santa Teresa Benedicta de la Cruz,co-patrona de Europa con Santa Catalina de Siena y Santa Brígida.

Hoy, 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, murió “en su casa de Borja”, mi abuelo Matías Navarro Sancho, Médico Militar padre de doce hijos.

09 agosto, 2010

Cuando las chicas éramos princesas

Recién llegada de Javea, con su hermoso mar azul y la exuberancia de sus jazmines en la cabeza, abro el correo y encuentro el siguiente comentario a una entrada de mi blog: “ Qué maravilla es Internet! A mis 62 años, reencontrarme con Mio Lo San y su mundo maravilloso tantos años después y descubrir que mi hermano Beto y yo , no estábamos solos y no la habíamos soñado... Gracias por publicarlo. El libro era bellísimo y sus dibujos alucinantes. De lo mejor de nuestra infancia. Gracias de nuevo, desde Buenos Aires. Susana Larrambebere”. Es, un comentario más de los muchos recibidos a “Leyenda de la Pricesita Mío-lo-San”. Como reencontrarse con la propia infancia - la patria - es algo grande, y muchas abuelitas o nietas – de todo hay – no manejan Internet, he pensado copiar aquí el principio de la leyenda. A algunas, les ayudara a continuarlo por su cuenta, en aquellos ya lejanos tiempos – el cuento de José Mallorquí es del 45 – la memoria en la escuela, se cultivaba. Dice así: “Allá en la China, allá en Pekín, / en su palacio, en su jardín / la princesita Mio-Lo-San, / cuyo abuelito es el gran Khan / vive guardada por mil guerreros, / tigres feroces, dragones fieros / quinientos buitres y un gavilán. / Todos defienden a Mio-Lo- San./ Porque hace años, casi unos veinte…”. Las mujeres de mi generación, somos un poco como esa Princesita, como a ella, nos defendieron. Gracias a Dios, no había ni mención de la ministra Aído

(carta enviada a "Las Provincias")

08 agosto, 2010

En el estribo y ya de vuelta

Con el equipaje a la puerta, esperando a que mi hijo mayor venga a por mí, para ir a pasar ocho días a Javea, escribo estas líneas, sin plan preconcebido, según vaya saliendo. Espero pasarlo bien: tengo amigas en Javea. Además me llevo el ordenador y los benditos libros: el Nuevo Testamento, “Conocer la Biblia” de D. Josemaría Monforte, sacerdote del Opus Dei. Es Astrofísico, conoce el hebreo, y he tenido la suerte de oírle predicar muchas veces. De lectura profana el primer tomo de “Memorias de Ultratumba” de Chateaubriand y “Perder y Ganar” de John Henry Newman, que me he regalado a mi misma por mi cumpleaños.

Las “Memorias de Ultratumba”, me las ha regalado Juan, aunque en realidad se las ha regalado a sí mismo, porque no tengo yo ni tiempo ni liberalismo – que supondría creer que mi tiempo es ilimitado – para tragarme los cuatro tomos de que constan, que ha publicado “Acantilado”.

Le echaré un vistazo al primero por puro sentimentalismo: me lo leía en voz alta un verano en Viver, quien con el tiempo sería el padre de mis hijos. No me interesaba para nada. porque además el lo iba traduciendo del francés a medida que lo leía. Ese verano leímos también juntos una obra de :.G Wodehouse, con la que lo pasamos en grande.

Ya he vuelto de Javea. No me dio tiempo a decir que me iba, por dejar la casa arreglada y regar las macetas. Ha estado muy bien. El ordenador ni tocarlo. Y eso que me lo instalé en la cocina que es donde tenía mesa, enchufe y sol en la ventana dando a un gran jazminero. Espero que el viaje le haya sentado tan bien como a mí. Es claro: “primus vívere, dehinde filosofare” ( no se si se escribe así). El mar azul, increíble. El jazminero apabullante y “Las Memorias” entran solas. Con razón mi futuro suegro, erudito devorador de libros, quería que su hijo – que se educó con el “Telémaco” de Fenelón, las teyese.

En el estribo y ya de vuelta

Con el equipaje a la puerta, esperando a que mi hijo mayor venga a por mí, para ir a pasar ocho días a Javea, escribo estas líneas, sin plan preconcebido, según vaya saliendo. Espero pasarlo bien: tengo amigas en Javea. Además me llevo el ordenador y los benditos libros: el Nuevo Testamento, “Conocer la Biblia” de D. Josemaría Monforte, sacerdote del Opus Dei. Es Astrofísico, conoce el hebreo, y he tenido la suerte de oírle predicar muchas veces. De lectura profana el primer tomo de “Memorias de Ultratumba” de Chateaubriand y “Perder y Ganar” de John Henry Newman, que me he regalado a mi misma por mi cumpleaños.

Las “Memorias de Ultratumba”, me las ha regalado Juan, aunque en realidad se las ha regalado a sí mismo, porque no tengo yo ni tiempo ni liberalismo – que supondría creer que mi tiempo es ilimitado – para tragarme los cuatro tomos de que constan, que ha publicado “Acantilado”.

Le echaré un vistazo al primero por puro sentimentalismo: me lo leía en voz alta un verano en Viver, quien con el tiempo sería el padre de mis hijos. No me interesaba para nada. porque además el lo iba traduciendo del francés a medida que lo leía. Ese verano leímos también juntos una obra de :.G Wodehouse, con la que lo pasamos en grande.

Ya he vuelto de Javea. No me dio tiempo a decir que me iba, por dejar la casa arreglada y regar las macetas. Ha estado muy bien. El ordenador ni tocarlo. Y eso que me lo instalé en la cocina que es donde tenía mesa, enchufe y sol en la ventana dando a un gran jazminero. Espero que el viaje le haya sentado tan bien como a mí. Es claro: “primus vívere, dehinde filosofare” ( no se si se escribe así). El mar azul, increíble. El jazminero apabullante y “Las Memorias” entran solas. Con razón mi futuro suegro, erudito devorador de libros, quería que su hijo – que se educó con el “Telémaco” de Fenelón, las teyese.

En el estribo y ya de vuelta

Con el equipaje a la puerta, esperando a que mi hijo mayor venga a por mí, para ir a pasar ocho días a Javea, escribo estas líneas, sin plan preconcebido, según vaya saliendo. Espero pasarlo bien: tengo amigas en Javea. Además me llevo el ordenador y los benditos libros: el Nuevo Testamento, “Conocer la Biblia” de D. Josemaría Monforte, sacerdote del Opus Dei. Es Astrofísico, conoce el hebreo, y he tenido la suerte de oírle predicar muchas veces. De lectura profana el primer tomo de “Memorias de Ultratumba” de Chateaubriand y “Perder y Ganar” de John Henry Newman, que me he regalado a mi misma por mi cumpleaños.

Las “Memorias de Ultratumba”, me las ha regalado Juan, aunque en realidad se las ha regalado a sí mismo, porque no tengo yo ni tiempo ni liberalismo – que supondría creer que mi tiempo es ilimitado – para tragarme los cuatro tomos de que constan, que ha publicado “Acantilado”.

Le echaré un vistazo al primero por puro sentimentalismo: me lo leía en voz alta un verano en Viver, quien con el tiempo sería el padre de mis hijos. No me interesaba para nada. porque además el lo iba traduciendo del francés a medida que lo leía. Ese verano leímos también juntos una obra de :.G Wodehouse, con la que lo pasamos en grande.

Ya he vuelto de Javea. No me dio tiempo a decir que me iba, por dejar la casa arreglada y regar las macetas. Ha estado muy bien. El ordenador ni tocarlo. Y eso que me lo instalé en la cocina que es donde tenía mesa, enchufe y sol en la ventana dando a un gran jazminero. Espero que el viaje le haya sentado tan bien como a mí. Es claro: “primus vívere, dehinde filosofare” ( no se si se escribe así). El mar azul, increíble. El jazminero apabullante y “Las Memorias” entran solas. Con razón mi futuro suegro, erudito devorador de libros, quería que su hijo – que se educó con el “Telémaco” de Fenelón, las teyese.

En el estribo y ya de vuelta

Con el equipaje a la puerta, esperando a que mi hijo mayor venga a por mí, para ir a pasar ocho días a Javea, escribo estas líneas, sin plan preconcebido, según vaya saliendo. Espero pasarlo bien: tengo amigas en Javea. Además me llevo el ordenador y los benditos libros: el Nuevo Testamento, “Conocer la Biblia” de D. Josemaría Monforte, sacerdote del Opus Dei. Es Astrofísico, conoce el hebreo, y he tenido la suerte de oírle predicar muchas veces. De lectura profana el primer tomo de “Memorias de Ultratumba” de Chateaubriand y “Perder y Ganar” de John Henry Newman, que me he regalado a mi misma por mi cumpleaños.

Las “Memorias de Ultratumba”, me las ha regalado Juan, aunque en realidad se las ha regalado a sí mismo, porque no tengo yo ni tiempo ni liberalismo – que supondría creer que mi tiempo es ilimitado – para tragarme los cuatro tomos de que constan, que ha publicado “Acantilado”.

Le echaré un vistazo al primero por puro sentimentalismo: me lo leía en voz alta un verano en Viver, quien con el tiempo sería el padre de mis hijos. No me interesaba para nada. porque además el lo iba traduciendo del francés a medida que lo leía. Ese verano leímos también juntos una obra de :.G Wodehouse, con la que lo pasamos en grande.

Ya he vuelto de Javea. No me dio tiempo a decir que me iba, por dejar la casa arreglada y regar las macetas. Ha estado muy bien. El ordenador ni tocarlo. Y eso que me lo instalé en la cocina que es donde tenía mesa, enchufe y sol en la ventana dando a un gran jazminero. Espero que el viaje le haya sentado tan bien como a mí. Es claro: “primus vívere, dehinde filosofare” ( no se si se escribe así). El mar azul, increíble. El jazminero apabullante y “Las Memorias” entran solas. Con razón mi futuro suegro, erudito devorador de libros, quería que su hijo – que se educó con el “Telémaco” de Fenelón, las teyese.