28 octubre, 2014

Compromisos definitivos

Estoy releyendo y disfrutando – la nuestra es una generación privilegiada por los grandes Papas que hemos conocido – “Nadar a contracorriente” de Planeta Testimonio, que recoje algunas de las entrevistas realizadas a Ratzinger, antes y después de ser Papa. He aquí sus palabras en una entrevista realizada en Castelgandolfo y retransmitida el 16 de 2005 en Polonia . Preguntado por un mensaje especial para los jóvenes, que tan bién le acogieron en Colonia, dijo: “Quisiera decir, antes que nada que estoy muy contento de que haya jóvenes que quieran estar juntos, que quieran estar juntos en la fe, y que quieran hacer el bien. La disponibilidad al bién es muy fuerte en la juventud; basta pensar en las distintas formas dee voluntariado. El compromiso para dar una contribución personal ante las necesidades del mundo es algo grande. (…) Luego quizá podría recordar el valor de las decisiones definitivas. Los jóvenes son muy generosos, pero ante el riesgo de comprometerse para toda la vida, sea en el matrimonio, sea en el sacerdocio tienen miedo. El mundo está en continuo movimiento de manera dramática: ¿Puedo disponer ya desde ahora de mi vida entera con todos sus imprevisibles acontecimientos futuros? ¿Con una decisión definitiva, no renuncio yo mismo a mi libertad, privándome dee la posiblidad de cambiar?Conviene fomentar la valentía de tomar decisiones definitivas, que en realidad son la únicas que permiten crecer, caminar hacia delante y lograr algo importante en la vida, son las únicas que no destruyen nla libertad, sino que le indican la justa dirección en el espacio. Tener el valor de dar estew salto – por así decir- a algo definitivo y acoger plenamente la vida, es algo que me alegraría poder comunicar.” Estoy leyendo y también disfrutando “Por capricho de Dios” de Jean D´ Ormesson, que cuenta la historia de siu familia, una rancia familia francesa que arranca en las cruzadas. En ella, cuando Anne-Marie se enamora de un hombre casado, su padre su abuelo y sus tíos, que viven todos juntos en el castillo de Plessis –lez –Vaudreuil no daban crédito. “¡Que está casado¡, le decían, ¡Ca- sa –do¡ como si fuese sorda” Su larga estirpe no había aceptado nunca el divorcio, aunque no hubieran faltado en ella disolutos y disolutas. Me gustó encontrármelo.

24 octubre, 2014

Octubre me revive

Hoy 23 de octubre, mi querida tía Pilar cumpliría 114 años, Aunque lo que se dice cumplir, fueron 98. Nació con el siglo: una fecha redonda. Ella tambien era un poco redonda, no solo de cuerpo. Hermana de mi madre, mucho la admiré de niña. La veía: serena, amable, sonriente, abnegada…Cuando crecí, advertí también su prudencia e inteligencia. De modo incosciente la compararla con mi madre, y ésta salía perjudicada, Fué de mayor cuando mi madre empezó para mí a ganar altura. A la tía Pilar debo un ejemplo formidable y los gratamente aburridos veranos de Samper, que pasábamos en su casa y que con tanto agradecimiento recuerdo ahora. Ellos propiciaron mi amor a la lectura, otra no había. Pero gracias a la tía Pilar, en Samper se comía muy bien con cubiertos de plata y se dormía en blancas sábanas bordadas y planchadas.La tía Pilar no tenía hijos. Pilar y Rosa, dos hermanas “que solo se parecían – según mi madre – en lo blanco del ojo.”y es que Dios, no se repite. Samper de Calanda evoca en mí la subida a la ermita de Santa Quiteria, aún sin caer el sol, el Calvario blanco con sus esmirriados cipreses, la mermelada de tomate hecha en casa, el huerto de abajo donde íbamos por las tardes después de la merienda, buen jamón con pan de pueblo del de verdad, a coger algo de uva, higos, judías verdes y algún calabacín para una buena tortilla. “Gracias tibi Deus, gracias tibi”. Y en octubre están las grandes fechas: el día 1, Santa Teresita de Lisieux a la que conocí por “Historia de un alma” , el 2 los Santos Ángeles Custodios: “Mi ángel marchará delante de ti..” el 4 San Francisco de Asís, el 7 la Virgen del Rosario, el 11 la Maternidad divina de María y el 12 la Virgen del Pilar y que me desperté cantando el himno en su honor: “ Virgen Santa, Madre mía, luz hermosa, claro día / que la tierra aragonesa, te dignaste visitar..” Es largo pero me lo sé entero y se lo pienso enseñár a mi nietas, como les enseñé en su día el cuento en verso de Mío – lo – San. La festuvidad Virgen del Pilar trae además prendido de su manto, a Rodrigo de Triana gritando “ ¡¡Tierra¡¡ al llegar a San Salvador. Me suena que era marinero de “La Pinta”, pero vaya usted a saber. San Juan Pablo II – cuya fiesta es el 22 de octubre -, en un viaje a España aludió en el Rocío la oración de Colón en Palos de la Frontera a la Virgen de los Milagros antes de partir para América y pudimos oír esta bonita coplilla: “ Y Dios coronó a Milagros / de la Fe, Madre y Estrella / porque hace quinientos años / Ella se hizo Carabela.”. En una réplica de “La Pinta”, llegó allá mi hijo Juan a lo 500 años del descubrimiento. El 15 de octubre: Santa Teresa de Jesús - “La Teresona”, la santa grande, como la llamó expresivamente San Josemaría en su última catequésis americana Y el 19 de este año beatificaron a Pablo VI. Al que siempre admiré por lanzar al mundo, contra viento y marea la “Humanae vitae”. Fechas de un peso alegre que suenan como campanas, año tras año. Y para terminar esta larga y cre que cálida “entrada” El 28 de octubre celebraremos a San Judas Tadeo, patrono de mi familia, que empezó como ya dije un 4 de octubre.

16 octubre, 2014

Teresiana

En la Vida de Santa Teresa de Jesús, escrita por ella misma, que revisó para la imprenta Fray Luis de León dice éste en el prólogo: “ Yo no conocí ni vi a la Santa Madre Teresa de Jesús mientras estuvo en la tierra, más ahora que vive en el cielo la conozco, y veo casi siempre en dos imágenes vivas que nos dejó de sí, que son sus hijas y sus libros, que a mi juicio son también testigos fieles (…) Porque los frutos que deja uno de sí, cuando falta, esos son el verdadero testigo de su vida, y por tal le tiene Cristo, cuando en el Evangelio, para diferenciar al malo del bueno, nos remite solamente a sus frutos. De sus frutos, dice, le conoceréis.” Leí ese mismo libro cuando era universitaria, y lo disfruté mucho y fuí tan insensata como para subrayar a troche y moche un volumen impreso en 1851. Así que me auguro un buen empezar mañanero, leyendo mis 15 minutos diarios – Santa Teresa nació en 1515, tenía que decirlo– de este libro en tres tomos, dignamente encuadernado, que heredé de mis ancestros. Al morir mi futuro suegro, se salvó de la venta de su bien provista biblioteca, seguramente porque lo tenía yo. Me lo dejó Joaquín - que sería el padre de mis hijos – cuando eramos novios porque me habían educado las teresianas y me gustaba escribir. El libro se editó en Barcelona en “Librería Religiosa”, imprenta de D. Pablo Riera, como ya he dicho en en 1851. Concretamente el mes de noviembre. Y héte aquí que yo me casé en noviembre (1964). Como San Juan recordó la hora en que conoció a Jesús, yo siempre he recordado el día y la hora en que conocí a Joaquín. Fué un 4 de octubre. Éste año he sabido que Santa Teresa murió un 4 de octubre aunque su fiesta se celebre el 15. Vuelvo a la rama principal: Santa Teresa tiene un lenguaje vivo y jugoso que muchas veces se siente una impulsada a decirle: “¡Viva tu madre¡”, como le dijeron a Cristo, con otra expresión. Y para muestra, - casi al azar – transcribo un, párrafo que subrayé es entoneces: “…porque andan ya las cosas:del servicio de Dios tan flacas, que es menesterhacerse espaldas uynos a otros los que le sirven para ir adelante, según se tiene por bueno andare en las vanidades y contentos del mundo; y para estos hay pocos ojos: y si uno comienza a darse a Dios hay tantos que murmuran, que es menester buscar compañía, para defenderse hasta que estén fuertes. En no les pesar de padecer; y si no veránse en mucho aprieto.”. Y para acabar: mucho espero yo de este año teresiano en el que además, D.m, comulgará mi nieta Vega. De Teresa hablaremos, seguiremos su rastro.

11 octubre, 2014

Apología del cristianismo

Dice François de Chateubriand ( 1786 -1848 ) en “El genio del cristianismo” : “Desde que el cristianismo apareció sobre la tierra, lo han atacado constantemente tres tipos de enemigos: los heresiarcas, los sofistas y esos hombres, en apariencia frívolos, que destruyen con una sonrisa. (…) Los defensores del cristianismo cayeron en un error desde el principio. No veían que no se trataba de discutir sobre tal o cual dogma: rechazaban absolutamente las bases.Esos defensores al hablar de la misión de Jesucristo, mostrando consecuencia tras consecuencia , establecían solidamente las verdades de la fe. Pero este modo de argumentar, bueno en el siglo XVII,cuando el fondo no estaba cuestionado, no sirve en nuestros días. Había que tomar un camino contrario pasar del efecto a la causa. No probaré que el cristianismo es excelente porque viene de Dios, sino que porque es excelente no tiene más remedio que venir de Dios. Se debía probar que, entre todas las religiones que han existido, el cristianismo es la más poética, la más humana, la más favorable a la libertad, a las artes, a las letras, que el mundo moderno le debe todo, desde la agricultura hasta las ciencias abstractas, desde los hospicios para los desgraciados, hasta los templos construidos por Miguel Ángel y decorados por Rafael. Se tenía que mostrar que no hay nada más divino que su moral, nada más amable y magnífico que sus dogmas, su doctrina y su culto. Sde debía decir que ella favorece el genio, depura el gusto, desarrolla la virtud,da vigor al pensamiento, ofrece formás nobles a quien escribe y acabados modelos al artista. Que no hay vergüenza alguna en creer con Newton, Bossuet, Pascal y Racine.; en fin, había que apelar a todos los encantos de la imaginación y a todos los intereses del corazón, en defensa de esa misma religión contra la cual se habían armado corazón e imaginación.” Ha pasado mucho tiempo desde que Chateaubriand hablaba así. El cvardenal Ratzinger – antes de ser Benedicto XVI (2005) Definió la esencia del cristianismo como “una historia de amor ente Dios y el hombre”. Lo acabo de leer hace un momento.

Diálogo con Juan Arnau

Leí en el Semanal de “El País”del 20 de septiembre, sección “la mirada” el artículo “¿Quién soy?” ( la Filosofía sale a la calle par ayudar a entender el mundo). En él había dos citas de Juan Arnau, a propósito de su último libro “Manual de Filosofía portátil” (Atalanta), que quisiera comentar. Respecto a la relación entre la filosofía práctica y la necesidad de tener un maestro, el autor escribe: “Los orientales dicen que cada ser humano nace con tres deudas. Una a los dioses, que se paga con ofrendas; otra a los padres, que se salda cuidándolos en la vejez, y otra al gurú. Ésta última no se liquida nunca”. La cita tiene su aquel y me ha traído a la memoria unas conmovedoras palabras que San Pablo dirije a los corintios: “No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos. Pues aunque hayáis tenido diez mil pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús.” (1 Cor. 4,14-15) Son las palabras de un padre que espera respuesta, que lo ha dado todo y a veces tiene que recordarlo. Cuando se habla de gurus, no puedo dejar de pensar que si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo. Creo que nadie puede guiar la vida de otro si no es el eco del que, por derecho propio, es el único Maestro. La salvación viene de los judíos. La otra cita de Juan Arnau, es desde luego hermosa: “ Estamos en el mundo para buscar el conocimiento. Es torpeza perseguir la felicidad. Solo si tenemos la oportunidad de conocer, podremos acercarnos un poco a la idea de ser felices.”. Estoy de acuerdo: hemos venido al mundo para conocer. de paso seremos felices aunque sin comer perdices. Pero aún necesitando los conocimientos, el primero de ellos es saber para qué estamos aquí, qué se espera de nosotros. Yo,lo aprendí de niña en el Catecismo: a la primera pregunta “¿Para que fin fue creado el hombre?, seguía la respuesta: “El hombre fué creado para conocer, amar y servir a Dios en esta vida y después verle y gozarle en la otra.”. Saberlo es tranquilizador y estimulante. Después aprendí el cálculo diferencial, las integrales triples, los ácidos grasos y las leyes de la Termodinámica. Lo he olvidado todo. Queda en pié esa pregunta del Catecismo, que me ha arreglado la vida hasta klos 74 años, por lo que no puedo menos de dar gracias a Dios.

08 octubre, 2014

Las obras de misericordia

Hace tiempo que quería postear las Obras de Misericordia que aprendí en el Catecismo de niña y que tanto ayudan a llevar la vida, como Dios manda. Las he encontrado en un pequeño libro que vale 1,5 euros: “Mensaje de Misericordia de Jesucristo al mundo actual” – un tesoro – (confiado a Santa Faustina Kovalaska). Así pues, copio para provecho de todos, que esta vida son cuatro días. “¡Oh si las almas supieran que si tuviesen misericordia – compasión – de los demás, merecerían el eterno tesoro del cielo, de tal manera que no sería necesario que tuvieran que pasar por mi juicio¡” (Diario de Santa Faustina, n. 724) “ Si el alma no practica la Misericordia de alguna manera, no conseguirá mi misericordia.” (Diario de Santa Faustina,n.131” “Te doy tres formas de ejercer la misericordia con el prójimo: la acción , la palabra y la oración” ( Diario dee Santa Faustina, n.131) Las Obras de Misericordia son catorce, siete corporales y siete espirituales. Al escribirlo vuelvo a ser niña y lo disfruto a la vez que agradezco a Dios el don de la memoria que me permite saberlas sin libro. Las corporales: La primera, dar de comer al hambriento. La segunda, dar de beber al sediento. La tercera, vestir al desnudo. La cuarta visitar a los enfermos. La quinta acoger al peregrino. La sexta redimir al cautivo. La séptima, enterrar a los muertos. Las espitituales: La primera, enseñar al que no sabe. La segunda, dar buen consejo al que lo necesita. La tercera, corregir al que yerra. La cuarta, consolar al triste. La quinta, perdonar las injurias. La sexta, sufrir con paciencia los defectos de los deemás. La séptima rogar a Dios por los vivos y muertos.

06 octubre, 2014

Químicos 64, (25-9-2014)

No fuí a la comida – aunque me hubiera gustado – en la que celebrábamos los cincuenta años de haber acabado la carrera. Pero el día anterior en una cafetería, y al día siguiente después de la misa, en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, en acción de gracias por ello, tuvimos la oportunidad de vernos algunos que nos dejamos con la carita de entonces. Pese a lo cual no ningún infarto, aunque no descarto que alguna pensara: “Dios mío, ¿y éste es aquel?”; y ellos: “¿Dios mío, y ésta es aquella?”. Cosa que no me hubiera parecido mal porque la referencia a Dios en la vida ordinaria siempre ha sido lucidez. En cuanto a mí, cuando se acercaba alguno con timidez, antes que abriera la boca le espetaba: “¡Tony La cruz¡” o “¡Enrique Ramos”¡. A lo que contestaban “¡Rosita Navarro¡”. Yo entonces era Rosita, cuando se cantaba: “La casa era colorada y estaba recién pintada / con la sangre de Rosita le dieron otra pasada…” y pese a la macabrez de la letra podía cantarse alegremente. Fue bonito vernos y diré en honor a la verdad que quienes conservaban la mujer de su juventud, se conservaban bastante mejor. Lógico: la humildad.el realismo, el aceptar la vida como es,la compasión, la calma en las crisis y en las adversidades, en definitiva la confianza en Dios de sacar adelante a pesar de los pesares el propio proyecto vital no pueden si no rejuvenecer. Ésta ristra de virtudes que acompañan la fidelidad matrimonial, aunque implicitamente las sabía,estan así tan majas expresadas en un libro estupendo: “Fidelidad” de José Morales, editado por Rialp. Quienes me conocen saben, que no pierdo ocasión de recomendar un buen libro. Las lecturas de la misa no pudieron ser más apropiadas: después de oír lo de “Vanidad de vanidades…” del (1, 1-11) el salmo nos recordó que la antorcha recibida hay que pasarla: “Señor Tu has sido nuestro refugio de generación en generación”, e igualmente el paso de los años: “Señor enséñanos a calcular nuestro años para que adquiramos un corazón sensato”. No viene mal recordar eso a esas alturas de película. En fin..que pudimos ver lo majos que éramos entonces en fotos 7 por 9 en clanco y negro con los cantos picados y que pudimos dar gracias de haber llegado hasta aquí.

04 octubre, 2014

El 27 de septiembre de 2014

El 27 de sepitiembre, sábado, festidad de San Vicente de Pául, beatificaron en Madrid a Don Álvaro del Portillo. Muchos que hubiéramos deseado estar allí, vimos y disfrutamos la ceremonia desde “La 13”. De mi gente, , fueron mi hija y mi nieta. Mucho se había rezado y reza, desde el mundo entero, por el fruto apostólico de este suceso. Porque una beatificación es algo grande que nos compete a todos: en la Iglesia hay un nuevo modelo de santidad al que “agarrarse”, para sacar adelante, con la ayuda de Dios, la propia. Hay una jaculatoria, que inventó el nuevo Beato, que ha hecho furor entre mis amigas para decirla con frecuencia. Es ésta “Señor, gracias, perdón y ayúdame más”. Se nota en ella que el Beato Álvaro era ingeniero, porque es una jaculatoria: completa, concisa y eficaz. Pudímos oír: “Don Álvaro era humilde, silencioso, tenía empatía e iba al núcleo de las cosas”. Transmitía, con sonrisa continua, a quienes le veían, serenidad. Recomendaba llevar una vida “Alegre, humilde, escondida y silenciosa”, una santidad “humilde, alegre y amable que contrareste, en el ambiente - ecología de la santidad - los miasmas de la soberbia”. Se ganaba a la gente porque “quien está muy metido en Dios sabe estar cerca de los demás” Sobre la virtud de la humildad, recordaba esta hermosa frase de Cervantes: “Sin humildad, no hay virtud que lo sea.”. La beatificación de Don Álvaro además de caer en sábado - día de la Virgen - era San Vicente de Paúl. Él, iba de universitario a las “Conferencias de San Vicente de Paúl”. A las que, cuando yo era niña, también iba mi madre los miércoles, en la parroquia de San Andrés en la calle de Colón.