27 febrero, 2018

Baltasar Gracián habla del sol

“Es el sol, ponderó Critilo, la criatura que más ostentosamente retrata la majestuosa grandeza del Creador. Llámase sol porque en su presencia todas las demás lumbreras se retiran; solo él campea. Está en medio de los celestes orbes, como en su centro, corazón del lucimiento y manantial perenne de la luz. Es indefectible, siempre él mismo, único en la belleza. Él hace que se vean todas las cosas y no permite ser visto, celando su decoro y recatando su decencia. Influye y concurre con las demás causas a dar el ser a todas las cosas, hasta el hombre mismo. Es afectadamente comunicativo de su luz y de su alegría, esparciéndose por todas partes y penetrando hasta las mismas entrañas de la tierra. Todo lo baña, alegra e ilustra, fecunda e influye. Es igual pues nace y todos le reconocen dependencias. Él es al fin criatura de ostentación, el más luciente espejo en que las divinas grandezas se representan. ( “El criticón” )Recogí esta ficha hace años, porque me gustó. Pero prefiero lo que sobre el sol me dijo hace pocos días mi nieta Vega (12 años) cuando al llevarla del colegio a casa me dijo al mirar las dos un hermoso sol entre nubes: “ ¿Sabes? yo de pequeña creía que el sol era el trono de Dios”

Buen consejo

Nada puedes hacer de más agradable a Dios y de más provecho para tu alma que hojear y leer día y noche los Libros de la Sagrada Escritura; en ellos reside una fuerza secreta y celeste, viva y eficaz, que con un poder maravilloso transforma el espíritu del lector y lo cola de amor de Dios.. (Pico de la Mirándola, Carta a sub sobrino J. Francis )

19 febrero, 2018

"Ordet"

He vuelto a ver, son ya muchas veces, la película “Ordet ” de Carl Theodor Dreyer y he vuelto a disfrutarla no solo por la poesía y fuerza de sus imágenes, que quedan fuertemente gravadas, sino por haber descubrir en ella cosas a que antes no había visto. Aunque haya en ella una parte que pueda resultar dura y desagrade en gran parte por la estética de la época con que está tratada la muerte, compensa con creces ver la película. Está hecha a la medida del hombre y verla hace recuperar el tamaño de éste que la tele – consumista y “políticamente correcta” - se encarga de achicar sin tregua. Al terminar de verla, acaba uno esponjado, esperanzado, sonriente, conmovido… Sin saber como, ni pretender compararlos, me han venido ha venido juntos Dreyer y Isak Dinessen a la memoria, los dos son daneses. “Europa: ¡Sé tú misma” que dijo en el monte Gozo San Juan Pablo II. América tiene que aprender de Europa y no al revés.

Saulius Matulevicius

En Lituania, en el tiempo que fue invadida por los comunistas Saulius Matulevicius en “El baile tras la tormenta” (Jose Miguel Cejas, Ed. Palabra) nos cuenta que de vez en cuando en casa de su abuela organizaban reuniones secretas, en las que hablaban de cosas misteriosas en voz baja y un día descubrió que estaban relacionadas con una palabra que no se atrevía a decir nadie. Aunque preguntaba a sus compañeros de juegos, si sabían algo de esa palabra nadie le decía nada. “ Al fin me enteré de que mi abuela estaba preparando a mi hermana y mis primas para hacer la “Primera Comunión” ; y un día a los seis años, me dijeron que podía formar parte del grupo si me aprendía unas cuantas oraciones. Me las aprendí, recibí mi primera catequesis, y después de confesarme, hice la Primera Comunión. “Pero no tienes que decir nada en la escuela”, me recordaron muchas veces. No entendía el sentido ce esa prohibición pero obedecía. Hasta que un día la maestra preguntó en clase: “A ver, niños, ¿quién de vosotros piensa que Dios existe?”. ¡Había Dicho “la palabra ¡”¡ Había dicho “Dios”. Enmudecí y no me atreví a contestar. Entonces una niña de mi misma edad exclamó: - ¡Sí¡ ¡Dios existe¡ La maestra se enfureció y empezó a gritar argumentos a favor del ateísmo. Entendí el porqué de las prevenciones familiares y empecé a reflexionar sobre el asunto pero aquella respuesta visceral me desagradó, aun con mis ocho o nueve años pensaba que las cosas hay que razonarlas más que gritarlas.” Dejo la historia aquí. Es bonita y merece leerse, como todas las que contiene el libro.

10 febrero, 2018

De Benedicto XVI

“Hace años, al comienzo de su pontificado, Benedicto XVI ponía en guardia contra una tentación frecuente en el día de hoy: la de pensar equivocadamente “que la libertad de decir no (a Dios), el bajar a las tinieblas del pecado y querer actuar por sí mismos forma parte del verdadero hecho de ser hombres; que solo entonces se puede disfrutar a fondo de toda la amplitud y la profundidad del hecho de ser hombres, de ser verdaderamente nosotros mismos; que debemos poner a prueba esta libertad incluso contra Dios, para llegar a ser realmente nosotros mismos. En una palabra - decía el Papa -,pensamos que en el fondo el mal es bueno, que lo necesitamos al menos un poco para experimentar la plenitud del ser” (Benedicto XVI, homilía en la solemnidad de la Inmaculada, 8-12-2005)