31 marzo, 2015

30 de enero del 2005

Ayer hizo 10 años que “El rastro”, corretea por ahí. Espero que en ese tiempo, el rastro de “El rastro” haya sido eficaz. Aunque en unos meses no haya habido “entradas”, la mala conciencia de no sentarme a escribir me acompañaba. Y no será porque no haya leído cosas estupendas que compartir. A veces tantas, en tantos libros, que me decía ¿Por dónde empiezo? Y lo dejaba estar. Porque a mí, como a tantos escritores, me pasa que prefiero leer sin tregua a escribir un poco. Pero se acabó. No estoy dispuesta a que mi blog, en el que tanto entusiasmo he puesto siempre, se vaya a hacer gárgaras por pereza y falta de miras. Así que, con la ayuda de Dios, lo reflotaré con nuevo brío. Y como empieza abril – Cervantes murió el día 23 de abril - y además he vuelto a coger “Fidelidad”, de José Morales, editado por Rialp, saco de este libro una hermosa cita de “El Quijote”. Yo la he disfrutado enormemente. Héla aquí: “Sancho Panza, que encarna inicialmente la sabiduría popular de quienes viven con los pies en la tierra, sigue a su amo con escepticismo, perplejidad y algo de temor, pero le sigue también con fidelidad. Dice Sancho a la Duquesa: “si yo fuera discreto, días ha que había de haber dejado a mi amo. Pero esta fue mi suerte y esta mi malandanza; no puedo más; seguirle tengo: somos de un mismo lugar; he comido su pan; quiérole bien; es agradecido; dióme sus pollinos, y, sobre todo, yo soy fiely así es imposible que nos pueda apartar otro suceso que el de la pala y el azadón. Y si vuestra altanería no quisiere se me dé el prometido gobierno, de menos me hizo Dios, y podía ser que el no dármelo redundase en pro de mi conciencia; que maguera tonto, se me entiende aquel refrán de “por su mal le nacieron alas a la hormiga” y aun podría ser que fuese más aína escudero al cielo, que no sancho gobernador”. A mi amiga Charo que adora “El Quijote”, se la leí por teléfono. “¡Quiero leer ese libro¡”me dijo. Le he consegudo un ejemplar y eso que el libro estraba descatalogado. ¡Que triste que descataloguen los buienos libros¡