17 noviembre, 2018

El Rey Salomón


“ Como las hermosas flores del campo que acaban, sin embargo, secas en el fuego, Salomón no acertó a retener la gloria, y se marchitó en su trono. El más devoto se hizo el más pervertido. El autor del Cantar de los Cantares termino presa de afecciones viles. “El Rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras…y se apegó a ellas con gran pasión. Cuando era anciano, sus mujeres inclinaron su corazón a otros dioses, como Astarté, diosa de los Sidonios y a Moloch, ídolo de los amonitas; y siguió la conducta de sus mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban a sus propios dioses” (1 Re 11,1,4,8).
“¡Qué contraste entre este apóstata de cabello gris, cargado de años y de pecados y aquella figura juvenil y brillante que en la Dedicación del Templo que había construído aparecía como mediador entre Dios  y el pueblo¡
“ Esta advertencia hermanos míos, no se aplica solamente a  reyes, profetas.., se aplica también a nosotros. Es verdad que cuanto más santo es un hombre y cuanto mayor es sun altura en el reino de Dios, mas necesita vigilar continuamente su proceder, no sea que caiga y se pierda. Una honda convicción e esta necesidad ha sido la gran protección de los santos. Si no hubieran temido a Dios no hubieran perseverado”. (Cardenal J.H. Newman, “Discursos sobre la fe” )