29 noviembre, 2007

Se va noviembre

No hay como tener un calendario de esos grandes de hoja por mes, e ir haciendo círculos alrededor de las fechas sacandoles flechas con apuntamientos de citas y horas, para darse cuenta de que apenas estrenada la hoja ya está llenita de compromisos y quehaceres y en nada hay que arrancarla porque ha pasado el mes.
Y en el mes de noviembre que mira a la eternidad, poco cuesta recordar a Jorge Manrique: “como se pasa la vida / como se viene la muerte tan callando..”. Sigo siendo joven. Incluso muy joven porque como entonces, al escribir esto sigo estando alegre.

El día 27 festividad de la Milagrosa, fue un día bonito como está mandado. Por la mañana fui con Cristina a hacer un rato de oración donde estaba el Santísimo expuesto. Ambas a pedir seriamente por nuestras familias. Una mujer que no rezador su gente es como un jardín sin flores.

Al llegar a casa dos llamadas que me alegraron: Ángeles había conseguido el día anterior su carnet de conducir lo cual requiere comentario aparte. Luego Mary Carmen me contó de su vida: de Ángel su marido, y de Osel y Mary Carmen sus hijos. Mary Carmen estuvo en mi casa como asistenta y en ella conoció por dvd a San Josemaría Escrivá y ya ha entrado a formar parte de su vida. Reza la oración de la estampa y le pone una vela una vez al mes.

Por la tarde, “tarde con Teresa”. La conocí. Como ya dije cuando mi cuarta hija era de capazo y ella estudiaba Económicas porque me ayudaba en casa y con los niños. Ahora ella tiene hijos uniersitarios… Después de treinta años sin vernos hemos vuelto a conectar por esas casualidades que no lo son. “Todo está en los libros…” que cantaba la tele por los sesenta. O como dice Borges:
“cada encuentro es una cita”. Pasamos un rato estupendo porque ambas somos mujeres de raíces profundas, como la película de Alan Lad ( que no se como se escribe, pero al que siempre encontré un rubio insulso). Todo ello condimentado por el recuerdo y la oración por Milagrosa, que está en el cielo seguro y seguro también que quiso que Cristina y yo pasáramos un buen día de su santo, que amiga de las dos era.

28 noviembre, 2007

Marxismo

Leyendo hace días “Vivir cara a Dios y cara a los hombres”, una homilía de San Josemaría Escrivá, del 3 –XI - 63 me encontré con lo que ahora transcribo:

“Hemos de sostener el derecho de todos los hombres a vivir, a poseer lo necesario para llevar una existencia digna, a trabajar y a descansar, a elegir estado, a formar un hogar, a traer hijos al mundo dentro del matrimonio y poder educarlos, a pasar serenamente el tiempo de la enfermedad o de la vejez, a acceder a la cultura, a asociarse con los demás ciudadanos para alcanzar fines lícitos, y, primer término, a conocer y a amar a Dios con plena libertad, porque la conciencia – si es recta descubrirá las huellas del Creador en todas las cosas.”

“Precisamente por eso, urge repetir – no me meto en política, afirmo la doctrina de la Iglesia – que el marxismo es incompatible con la fe de Cristo. ¿Existe algo más opuesto a la fe, que un sistema que todo lo basa en eliminar del alma la presencia de Dios? Gritadlo muy fuerte de modo que se oiga vuestra voz: para practicar la justicia no precisamos del marxismo para nada. Al contrario, ese error gravísimo, por sus soluciones exclusivamente materialistas que ignoran al Dios de la paz, levanta obstáculos para alcanzar la felicidad y el entendimiento de los hombres.”

Tuve la suerte de leer estas cosas cuando el marxismo gozaba de prestigio entre los intelectuales. Ahora ha caído, como han ido cayendo tantas y tantas ideologías a lo largo de la historia. Una vez más se han cumplido esas palabras de Jesucristo dirigidas a sus discípulos: “Vosotros sois la luz del mundo”.

27 noviembre, 2007

Carta de una Carmelita Descalza

La Madre María Asunción de la Trinidad, en el Carmelo de Caudiel desde los dieciocho años y tiene 92, me ha escrito. Con letra hermosa y de rectos renglones, se lee: “Dice Santa Catalina que el mundo está podrido porque los buenos callan demasiado…También es cierto que el saber hablar es difícil; y las palabras persuasivas se tejen en el silencio de la oración”. Se me va la mente a los hueros discursos de los políticos, pero más vale seguir con su carta. En las cartas de la Madre María Asunción, el sobre viene repleto de recortes impresos estimulantes, estampas… Es como un regalo lleno de cariño, que abro como de niña abría un sobre sorpresa, o como ahora un niño abre un huevo kinder. Son unos minutos de descanso y de ver las cosas desde la pobreza ( valdría la pena ver ésta su christma de fabricación casera ) y desde la lucidez. En esta ocasión, el sobre traía entre otras cosas, una estampa de José Toledo Pellicer, sacerdote, oriundo de Llaurí que murió asesinado en el Saler el 10 de septiembre de 1936 y al que tuvieron que atarle las manos para que no siguiera bendiciendo. El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 11- 2- 2001. Sabía que era primo hermano suyo, y le pedí noticias: “ Mi primo nos enseñaba a cantar, a disfrutar de excursiones, a ser alegres”. Me gustó saberlo

25 noviembre, 2007

Madariaga habla de Shaw

“Como las grandes primadonnas, Shaw llegó tarde a la cita convenida con mis alumnos, algunos de los cuales para no perder el tiempo me propusieron a mí la pregunta que se proponían hacerle a él. Acababa de salir un libro de Shaw titulado Guia del socialismo para mujeres inteligentes, y los chicos me preguntaban que entendía Shaw por “mujer inteligente”. Cuando me la pasaron a mí, les contesté: “Yo me asocio de antemano a la definición que les de Shaw”.
Al fin llegó el gran hombre cuando la sala repleta de jóvenes y menos jóvenes se hallaba en alta tensión. El rostro, mas sonrosado y floreciente que el de la más floreciente y sonrosada de las muchachas que le esperaban, irradiaba una malicia casi infantil, aunque armada de ferocidad en reserva, y los ojos azules bebían la luz de su popularidad con un deleite que le hacía parecer joven. Había en él algo de asexuado, una luz fría y diabólica que transfiguraba todo encuentro con él en algo ultraterreno. La famosa pregunta salió pronto a relucir, y él la contestó al instante: “Entiendo por mujer inteligente la que se da cuenta de que sale ganando si se gasta quince chelines y medio en comprar un ejemplar de mi libro”. Yo enseguida me asocié a la definición”

(“Memorias”. Madariaga. Espasa – Calpe,pág200)

Pequeño cuento

Cuenta Salvador de Madariaga: en su libro “Memorias (1921-1936)

“Aquellos cuentos de Dmowski y el ambiente en que florecieron figuran entre mis mejores recuerdos de Cliveden. El más profundo me pareció ser el del campesino polaco que de regreso a su aldea convaleciente de una herida explica como fue la “batalla”.Íbamos formados carretera arriba; a la dercha un prado con una vaca encima, luego un foso, luego un cerro. El coronel mandó que tomáramos el cerro, así que cruzamos el prado y la vaca quedaba a la derecha; pero el enemigo nos rechazó, y echamos a correr hacia la carretera, y la vaca quedaba a la izquierda; entonces el coronel mandó atacar otra vez, y cruzamos la pradera y la vaca estaba en el foso, que yo bien le veía los cuernos, y entonces caí herido y no se que fue de la vaca.”
Para mí es la mejor descripción que jamás he leído de una batalla” ( Ed. Espasa Calpe, pág 192)

24 noviembre, 2007

Y sin embargo...

En la catequesis del jueves se me ocurrió, para preparar la fiesta de la Inmaculada, enseñarles la oración de “Bendita sea tu pureza”. Que voy a recordar o enseñar a mis amigos invisibles:

Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea
Pues todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza
A ti celestial Princesa
Virgen sagrada María
Te ofrezco desde este día
Alma vida y corazón
Mírame con compasión
No me dejes Madre Mía.

Se, que en una clase de lengua o literatura de la universidad, después de que el catedrático se despachó a gusto con un lenguaje
indecente, se levantó un alumno y aprovechando la figura poética (¿será una décima? ) a la que pertenece, este pequeño poema, recitó en voz alta el “Bendita sea tu pureza”.

El caso es que después de hacer que los niños, mal que bien la escribiesen, Alejandro perfectamente y Rául de pena, se me ocurrió preguntarles: “¿Qué es la pureza?”. Ninguno me supo decir palabra. Y lo que es peor, tampoco yo acobardada por la asfixiante atmósfera que la televisión ha introducido en nuestras casas, tuve “explicaderas” para sus “entendederas”. Creo que es un buen reto hablar a los niños de pureza, y sin embargo creo que es un reto que hay que asumir.

23 noviembre, 2007

Asombro y Agradecimiento

El sol nos calienta a cada uno como si no hubiera nadie más, aunque seamos millones. Cada uno tiene el sol para él solo. ¿No es esto un buen ejemplo para entender esa gozosa realidad de que Dios, con su inmensidad, está plenamente con cada uno de nosotros cuando comulgamos, aunque se repartan miles de comuniones? ¿O cuando imploramos su ayuda de mil maneras?

¿Nos hemos parado a pensar y a agradecer el capital que Dios (¿quién si no ha podido diseñar al hombre?) ha invertido en cada uno de nosotros, simplemente dándonos un cuerpo y una mente tan perfectos?. Bastaría pagar la factura de un dentista para darnos cuenta del dineral que vale una dentadura sana. Por poner un ejemplo: una prótesis de rodilla puede costar como mínimo, medio millón de pesetas.

Cuantos de nosotros podemos aplicarnos las palabras que el Señor
dijo a los Israelitas al hablarles de la Tierra Prometida: “habitaréis casas que no habéis construido y beberéis vino de viñas que no habéis plantado”

Cuando voy a cuidar a mi nieta de casi dos años, algún rato dibujo para entretenerla. Le hago patitos, como mi madre me los hacía a mí. A penas dibujo un pato, me dice sonriente: “otra vez” y así puedo pasarme una hora dibujando pato, tras pato. He podido comprobar por mi misma, la verdad de lo que decía Chestreto en Ortodoxia: los niños no dejan de asombrarse de las cosas por su gran vitalidad. Nosotros nos cansamos, ¿Quién sabe si cuando salió el sol por primera vez Dios le gustó y dijo: “que lo haga otra vez” y no se ha cansado de repetírselo cada mañana desde entonces.

21 noviembre, 2007

Todo está previsto

Hoy 21 de noviembre se cumplen cincuenta años de la erección de la Iglesia en que me casé: Nuestra Señora del Remedio. (por cierto, dice San Agustín que uno de los fines del matrimonio es el “remedio” de la concupiscencia, pero no voy a ir por ahí). Así que el 21 de noviembre de 1957 (cuando yo tenía 17 años), cuatro días después de morir mi padre y un año antes de que conociera al que sería mi marido, Dios ya me preparó la Iglesia. Se valió para ello del Sr. Arzobispo D. Marcelino Olaechea que creó nuevos templos para una Valencia en desarrollo y de un Arquitecto joven y competente: D. Vicente Valls Abad. Los dos tendrían su papel en mi vida.

Respecto a D. Marcelino, vino al Colegio un año a visitar la exposición de muñecas que se rifarían en la Tómbola de Caridad. Y al verlo corrí como otras niñas a besarle el anillo episcopal, que era una hermosa amatista. Y tengo una foto a su lado, en la susodicha Tómbola, a los trece años con mi cesto de boletos delante y mi cara de buena. En cuanto a Vicente Vallas Abad, en fechas recientes, he compartido con él una columna que semana sí semana no escribíamos uno u otro en el “Aleluya” boletín del Arzobispado.

Un 21 de noviembre, festividad de la Presentación de María en el templo
“se presentó” mi madre a vivir en mi casa. Fue una mujer valiente que resistió viviendo en su casa sola hasta los 85 años. La recta final fue dura.
Felizmente olvidamos la dureza, y nos quedan los buenos recuerdos. Agradezco a Dios que pudiera “cubrir aguas” y mi madre muriera en mi casa, arropada por el cariño de todos y no en una fría clínica. Murió dulcemente el domingo 4 de febrero de 1990, a las diez de la mañana. El domingo celebramos los cristianos la Resurrección

20 noviembre, 2007

Versos que acompañan

Mi madre a veces, cuando estaba de buen humor, canturreaba alegremente:

“Ya sale la luna vomitando estrellas
¡ uyu yuyuyuy que bellas¡
Este chico dará un óptimo fruto
uyu yuyuyuy que bruto”

Revoloteaba esta pequeña estrofa en mi cabeza el otro día, a la vez que algunos versos sueltos del padre Cué, que estaba de moda cuando yo tenía dieciséis años.

“Por estas culpas secretas,
pido público perdón
Señor, yo he sido un ladrón
consumado de violetas”.

Luego, con mis cuatro hijos pequeños, Serrat y Paco Ibáñez,
hacían realidad lo que escribió no se si Celaya o uno de su camada:

“Poesía para el pobre
como el pan de cada día
como el aire que exigimos
trece veces por minuto”

Pues eso. Que cuando los niños tienen jóvenes neuronas, es bueno que se alojen en ella lo que los hombres han sabido extractar, para conmover, o para hacer reír. Como cuando Carlos Arniches puso ese simpático título
A una obra teatral: “El sofá, la radio, el peque y la hija de Palomeque”.
Figuraba en la biblioteca de mi padre, como obras de los Quintero y de Muñoz Seca. ¿Habría dinero para pagarle a Muñoz Seca “La venganza de Don Mendo?

19 noviembre, 2007

La historia interminable

Trataba de dormir un poco o en el sofá, o al menos descansar algo, mientras mis nietos veían “La historia interminable”. En el duermevela, un par de frases oídas me impactaron. Pensé que las comentaría.

“Todo depende de ti”. Nuestra actuación es importante. Sí, en cierto modo y de un modo inexplicable toda la creación, la humanidad entera depende de cada uno de nosotros. La realidad de que esto es así, se puede intuir o no; pero cuánta energía y cuánta juventud de espíritu proporciona al hombre el saberse responsable del comportamiento de sus hermanos. Desde que el Señor nos enseñó el Padrenuestro, nadie puede vivir solo para sí mismo.

“Los hombres que no tienen esperanza son fácilmente dominables”. ¿Quién puede no estar de acuerdo con esto? Cuando nuestra esperanza llega desde esta orilla en que vivimos, hasta la otra en la que Dios mediante viviremos, ¿Quién va a ser capaz de darnos gato por liebre?. El cristianismo ha sido y será siempre combatido por quienes ostentan el poder y el dinero. No puede ser de otra manera, porque nadie puede servir a dos señores.

Fue la tarde de ayer una tarde bonita. Hacía cincuenta años que había muerto mi padre a los cincuenta años (el 18 de noviembre de 1957) y invité
a comer a todos sin haberlo previsto. Creo que el abuelo,los convocó.

17 noviembre, 2007

¿Por qué envejecemos?

¿ Hace poco salió en televisión Kirk Douglas. Es un ancianito decrépito en el que es imposible imaginar que pudo ser Espartaco o el protagonista de “Cautivos por el mal”.
Se cumple el cuento de la Cenicienta: ( el gran papel educativo el de los cuentos de siempre). “A las doce de la noche – le dijo el hada madrina a Cenicienta – la carroza se convertirá en calabaza, los caballos en ratones y tu hermoso vestido en andrajos”. Con el paso del tiempo, no somos ni la sombra de lo que fuimos. La vejez, y el cambio de imagen, es una de las grandes pruebas de la vida. No se si para la mujer, ésta es o no mayor que para el hombre. “Cada mujer tiene, de mayor, la cara que se merece” me dijo una vez a un varón. Y me explicó el aserto. Explicación innecesaria pero inevitable, porque es propio del hombre hacer a la mujer menos inteligente de lo que es, olvidando que a él lo educó su madre. Al menos antes así era. Pero vuelvo al tema. “Envejecemos porque nos oxidamos”, ciencia de divulgación. Como si eso explicara algo. O como si nos fuéramos a conformar con eso. Me convence más la explicación que me dieron en el catecismo: “el dolor, la enfermedad, la vejez y la muerte, son consecuencia del pecado de nuestros primeros padres”. Éstos nos transmitieron la inclinación a la pereza, a la envidia a la vanidad, etc, etc , lo mismo que nos transmitieron las orejas. Desde entonces, como dijo Job, es milicia la vida del hombre sobre la tierra. Pero ya que hay que dar la cara, tratamos de proteger ésta de los agravios del tiempo. Y como Dios no envejece, y acabamos pareciéndonos a lo que contemplamos, puede que sea un buen consejo para ello, el que da la Escritura: “Sí, tu rostro Señor es lo que busco; no me ocultes tu rostro.”. Creo que la vejez hace patente al hombre el señorío de Dios.

16 noviembre, 2007

“No se mueve una hoja del árbol…”

Ayer día de San Alberto Magno, patrón de los Químicos por sus conocimientos de Alquimia, pretendí hablar de él en la catequesis. No me dejaron, pero poco a poco todos se sabrán la Salve y me prestan atención en muchas cosas. San Alberto, el sabio mayor de la Europa de su tiempo, nació en 1206, fue Obispo de Colonia y Maestro de Santo Tomás de Aquino. Cuando a la muerte de éste, sus tesis fueron atacadas en La Sorbona, a sus 74 años hizo un viaje a París para defenderlas. Bastó su presencia para que fueran aceptadas.

Aproveché para llamar a mis amigas Químicas como yo. Una de ellas, Mila, casada también con un Químico esperaba para ese día su primer y deseado nieto. Recibí la llamada de Amparo, amiga de colegio. “Una mala noticia Rosa” – me dijo - “Victor tiene un cáncer de colón” Victor es su yerno. Cuarenta y cinco años. Un escalofrío me recorrió la espalda. Le dije que rezaría. En la misa, principalmente. Es el mejor sitio para pedir.

Ahora por las mañanas viene Marta a dibujar a casa. Son unas láminas preciosas de hadas nubes y estrellas. El mundo de Marta es un mundo hermoso, un mundo que hace sonreír. Hoy me ha dado una alegría: va a ilustrar la Agenda de Guadalaviar, el Colegio del Opus Dei en Valencia, al que ha ido de niña y que yo conocí, en 1959 un sábado en una meditación para universitarias. Hay cosas que no se olvidan nunca. La he dejado dibujando y me he ido a misa de 11 a Guadalaviar. El sacerdote nos ha dicho que era el aniversario de cuando consagró el altar San Josemaría. Me he alegrado de haber ido a esa misa, este día precisamente. Por la tarde he llevado a Alejandro ( mi nieto de nueve años, que ha sacado seis suspensos) a ver en una tienda un montón de láminas de su madre en el mejor escaparate. Luego hemos rezado juntos un padrenuestro en la Iglesia en que me casé.

“No se mueve una hoja del árbol sin la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos.”

14 noviembre, 2007

Isabel Canori

Nace en Roma en 1774. “Desde niña me dediqué por entero al Señor. Me agradaba hablarle, contarle lo que pensaba. Le ofrecía pequeños sacrificios, no por el hecho de padecer, sino por querer así fortificar mi voluntad, controlar tendencias malsanas y dirigir mi pensamiento, bien entrenado y controlado, hacia todo lo bello y bondadoso. Sentía un íntimo
Sentimiento de su Presencia en mi interior que me ayudaba a perseverar en la paciencia ante las dificultades”. “Dios que hermosa es tu luz. Cuánto consuelo hay en la comunicación contigo. Cómo noto la asistencia de tu Espíritu cuandio mi corazón pide protección.”

Se casa a los 21 años con Cristóbal, un joven abogado de buena familia. Sabe de la infidelidad de su marido. Le habla, le hace ver la incompatibilidad de amar a dos mujeres o incluso a más. Sufre mucho, se esfuerza por reconquistarlo y pone esa situación en manos de Jesús. Cree en el matrimonio y ama a su marido pese a que mi interior me dice que le
rechace, que le deje. Cristóbal persiste en su infidelidad. Comparte su vida y sus ingresos con la otra mujer. Isabel y sus dos hijas saben lo que es la pobreza. “Teníamos días en que a penas contábamos con un pedazo de pan”

Isabel intensifica su espiritualidad y se hace terciaria trinitaria. “En Jesús encuentro consuelo y perdón hacia mi marido; perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos…” “Señor, mi impaciencia, mi resentimiento, mi enojo también se deben a mi orgullo. Creo que tengo derecho a enojarme , pero Tu quieres que acepte lo que yo con mis fuerzas no puedo cambiar (…) que mi memoria no se aliumente del pecado de mi esposo, al que perdono de corazón y pongo su vida a tus pies. Señor tu dijiste que habría mucha alegría en el cielo por un pecador que se convierta. Por la conversión de Cristóbal te ofrezco todo el dolor que tengo. Ofrezco mi vida por su conversión.

Reza ella y rezan sus hijas. “No olvidéis el amor y el aprecio que debéis a vuestro padre. Por su medio estáis en este mundo. Rezad por él y perdonarle siempre”

“He querido cambiarle, pero mi marido obra libremente pensando solo en él. Sufro su abandono pero no puedo hacer lo mismo que él. No puedo usar mi libertad para ser negativa y caer en la ira y en el desasosiego”.

Isabel confía año tras año que su oración, su sacrificio, el ofrecimiento de su propia vida tendrán sus frutos.
Cae enferma. Su enfermedad es breve, fallece el 5 de febrero de 1825 a los 51 años de edad. Sus –últimas palabras fueron: “Señor que mi vida que acoges ahora sea la nueva vida para Cristóbal al que amo y perdono. En tus manos lo dejo”.

Transcurridos varios meses, Cristóbal tiene una conmoción. “Reconocí en un instante la conducta con mi mujer y con mis hijas.Vi su talante, su fe , su grandeza humana y espiritual. Lloro amargamente uy abandono mi poromiscuidad sexual”.
Se despoja de su vestimenta y con ropa sencilla peregrina descalzo por las calles de Roma. Se hace Terciario Trinitario “porque ella lo fue y quiero seguir su ejemplo”. En 1833, con 56 años ingresa en los franciscanos y se ordena luego sacerdote. Fallece santamente en 1845 a los 68 años.

Juan Pablo II beatificó a Isabel Canori en 1994 Año Internacional de la Familia. Sus fiesta se celebra el 4 de febrero y sus restos se conservan en la Iglesia de los Trinitarios españoles de San Carlino, en la calle de las Cuatro Fuentes en Roma.

13 noviembre, 2007

Nuestros mayores

Sin decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, que todo tiempo tiene sus más y sus menos, hay en nuestra sociedad tal vez un poco roma ( en la medida en que se prescinde de la trascendencia las cosas dejan de tener relieve) ciertos trazos de insensatez. Uno de ello sería la manera de tratar a los ancianos. Son “nuestros mayores”, se dice con sonrisa condescendiente y aire de perdona vidas ( y ojalá sea así, que nunca se sabe cuando no se tiene claro el quinto mandamiento de la ley de Dios). Pero no es eso. No se trata de hacinarlos en residencias e irlos a ver cuando la conciencia chilla demasiado ( felizmente la conciencia, voz de Dios en el hombre, habla bajito, pero habla) Se trata de valorar al anciano, porque sabe ( más sabe el diablo por viejo que por diablo), porque ha sufrido, porque ha vivido mucho y por ello ha tenido que ejercitar largamente la paciencia y el perdón. Por sus años, tienen el doctorado de la vida, de más valor que el obtenido por cualquier universidad, cuando ésta ha sabido aprovecharse.El anciano que esté calladito, ¿para que va a hablar si no sabe informática? Que aprenda, le daremos clase, con tal que no moleste, algo tiene que hacer el pobre. Y se pierde la posibilidad de, escuchándolos saber historia, la familiar y la otra, no como la cuentan los libros y la tele sino como uno la vivió. Y se pierde la posibilidad de escuchar relatos de hombres ejemplares, hombres que no se dejaron comprar, de maridos fieles a lo largo y a lo ancho de una existencia dilatada. Se pierden muchas cosas, desde el orgullo y la autosuficiencia. Es posible que les escuchen los niños, si les dejan a su lado. Los niños siempre han sido mucho más inteligentes que los adultos.

12 noviembre, 2007

Danos hoy nuestro pan de cada día

Copio parte de lo que dice Joseph Ratzinger sobre la cuarta petición del Padre nuestro:

“ … Él, que dice a sus Apóstoles: “No estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer” (Mt 6,25), nos invita no obstante a pedir nuestra comida y transmitir a Dios está preocupación nuestra. “El pan es fruto de la tierra y del trabajo del hombre”, pero la tierra no da fruto sino recibe desde arriba el sol y la lluvia. Esta combinación de las fuerzas cósmicas que escapa a nuestras manos se contrapone a la tentación de nuestro orgullo, de pensar que podemos darnos la vida por nosotros mismos o sólo con nuestras fuerzas. Este orgullo nos hace violentos y fríos.
Termina por destruir la tierra; no puede ser de otro modo, pues contrasta con la verdad, es decir que los seres humanos estamos llamados a superarnos y solo abriéndonos a Dios nos hacemos grandes y libres, llegamos a ser nosotros mismos. Podemos y debemos pedir. Ya lo sabemos : si los padrees terrenales dan cosas buenas a los hijos cuando las piden, Dios no nos va a negar bienes que sólo Él puede dar. (Lc 11, 9-13)"

“Jesús de Nazaret”, pág 186

11 noviembre, 2007

Buenas noches Jesús

Hace años que sé que mi primer y último pensamiento, deben ser para Dios. Es una manera sensata de vivir. Hablando con Amparo D. no se con relación a qué, me contó que su madre, antes de dormirse, siempre decía : “Buenas noches Jesús”, se enteró porque hubo un tiempo que compartían habitación. Me emocionó saber esa pequeña intimidad de Mercedes, aquella italiana, madre de ocho hijos, que cocinaba la pasta de todas las formas posibles. Y siguió diciéndome Amparo: “yo digo antes de dormirme, algo que me enseñaste tú una vez: “Jesús hijo de David, ten compasión de mí”. Me vino bien que me lo recordara.

Me ha llegado de la madre Mª Asunción de la Trinidad, carmelita descalza de 92 años que está en el convento desde los dieciocho, unas hojitas impresas (de las que pienso “postear” algunas cosas) y a propósito de lo que vengo diciendo, he leído
“ Con la actitud de infancia espiritual, a la que nos invita en sus escritos Santa Teresa del Niño Jesús, podemos decirle aca noche a nuestro Dios lo que leemos en el diurnal:

Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
Al final de la jornada,
¡buenas noches, Padre Dios¡

Gracias por todas las gracias
que nos ha dado tu amor
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos
En tu presencia mejor.
A la sombra de tus alas,
Padre nuestro, abríganos
Quédate junto a nosotros
Y danos tu bendición”


A mi nieta Marta que tiene las neuronas de ocho años y le gusta la poesía, voy a tratar de enseñarle ésta.

09 noviembre, 2007

9 de noviembre de 1989

Ayer recordé que hoy tendría que felicitar a Tere. Pensé, que Tere nació en un día hermoso: la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma. Tere ha hecho mucho bien en esta vida. Natural de Molina de Aragón y mayor de ocho hermanos, interrumpió su Licenciatura en Letras para ejercer su titulación de Maestra, porque tenía que ganarse la vida. Quienes la han tenido como tal, siempre tendrán que agradecer eso en la vida. Ella fundó la Escuela de Hostelería y Turismo “Altaviana” ( (nombre de una de las colinas de Molina de Aragón) que hoy tiene gran prestigio en su ramo, y empezó, como el grano de mostaza, con unas clases jueves y sábados para enseñar a leer, escribir, cuentas, corte, confección y catecismo a las pocas “siervientas” que acudían a un piso alquilado de la Gran Vía Marqués del Turia donde se daban las clases.

A las seis, como todos los jueves, acudí a la parroquia a dar catequesis y a propósito del estudio de la Salve, pregunté a los niños: “¿Quién me dice por que llamamos a la Virgen “Esperanza nuestra?” Alguno dijo: porque es nuestra madre. No me conformé. Entonces Alejandro levantó la mano y dijo: “Porque es nuestra única solución”. No pude por menos de decirle “¡Viva tu madre¡”. Por su boca había hablado el Espíritu Santo.

Por la noche vi la película “La vida de los otros”, que cuenta la terrible vida de la Alemania del este, dominada por el comunismo. En ella aparece: un letrero: “9 de noviembre de 1989, caída del muro de Berlín.” Me encantó la coincidencia de fechas. Recordé a Juan Pablo II, a quien se debe, en buena parte, la caída del muro. Tuvo lugar en un aniversario de la fundación de la catedral del Obispo de Roma.

07 noviembre, 2007

¡Nos pasan tantas cosas¡

Nos pasan tantas cosas. Somos tan desvalidos y tan ambiciosos. Y ahí está Él al que necesariamente hemos de volver una y otra vez, si es que nuestra ambición merece ese nombre. Porque nada que no tenga dimensión de eternidad, aunque en sí sea efímero, contenta al hombre.

Esta mañana me he levantado cansada, cansada de la vida, o de la lucha por vivir. Se que en estos casos lo primero es rezar. Pedir fuerzas. “Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo libra de sus angustias”. También funciona agarrarse al trabajo, no como trabajo en sí, guardar la ropa de verano y sacar la otra no es de suyo tarea apasionante, sino como a algo que un día nos será pagado y veremos brillar. Pensándolo o no, sigue siendo verdad el “ Mira que te mira Dios / mira que te está mirando / mira que te has de morir / mira que no sabes cuando.”•Y también lo es llamar a una amiga y hablar con ella un par de minutos. Lo suficiente para resurgir. Acabo de llamar a Amparo, de mi quinta,. Nuestra conversación ha terminado diciéndole yo: “A ver cuando aprendemos a no renegar interiormente” Se ha echado a reír.¿qué mejor que esa risa para continuar?

05 noviembre, 2007

Teilhard de Chardin

Vicky me ha enviado esta cita, que comparto.

"No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir, más o menos sombrío. Quiere lo que Dios quiere. Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de su Providencia. Poco importa que te consideres frustado, si Dios te considera plenamente realizado, a su gusto. Piérdete confiado ciegamente en ese Dios que te quiere para sí y que llegará hasta ti, aunque jamás le veas. Piensa que estás en sus manos tanto más firmemente asido cuanto más decaído y triste te encuentres. Vive feliz. Te lo suplico. Vive en paz. Que nada te altere. Que nada sea capaz de arrebatarte tu paz. Ni la fatiga psíquica. Ni tus faltas morales. Haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor continuamente te dirige. Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada, como fuente de energía y criterio de verdad, todo aquello que te llene de la paz de Dios. Recuerda: cuanto te reprima e inquiete es falso. Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida y de las promesas de Dsios. Por eso, cuando te sientas apesadumbrado, triste, adora y confía.

"ADORA Y CONFIA" Pierre Teilhard de Chardin S.J.

Charla a madres jóvenes

Mañana tengo que dar una charla sobre la confesión a un grupo de madres jóvenes. Tema que conozco y practico. Mientras la preparaba he recordado que Chesterton habla de la confesión en distintos sitios. He ido a por su autobiografía y creo que lo que dice bien vale para muchos ambientes tristes pero nada lejanos:

“Como Bunyan que en su etapa de perturbación, se describía así mismo como dispuesto a proferir blasfemias, yo sentía un arrollador impulso de grabar o dibujare horribles ideas o imágenes, y me hundía cada vez más en un ciego suicidio espiritual. Por aquel ,entonces, nunca había oído hablar de la confesión en serio, pero eso es precisamente lo que se necesita en esos casos. Me figuro que no son casos nada raros. Lo cierto es que descendí lo suficiente como para descubrir al demonio e incluso de una forma oscura para reconocer al demonio. Nunca, por lo menos, ni siquiera en esta etapa primera etapa confusa y escéptica, me abandoné totalmente a las ideas del momento sobre la relatividad del mal o la irrealidad del pecado. Tal vez cuando por fin me manifesté como una especie de teórico y me describieron como un “optimista”, fuera porque era uno de los pocos que, en aquel mundo de satanismo, creía realmente en los demonios.”

Decía San Josemaría Escrivá que para conseguir una confesión vale la pena dedicar una vida.

03 noviembre, 2007

Silvia

Cuando murió Josefina un 3 de noviembre, festividad de San Martín de Porres, natural de Lima, como Santa Rosa, nacido en el siglo XV, hijo de español y peruana y también dominico, aunque lego – conocido como Fray Escoba –, pensé que todo estaba en orden. Josefina además de tener una hija Rosa, había colgado su licenciatura en Pedagogía, pero la ejerció en casa. Casada con un lunático absorvente, se dedicó en cuerpo y alma a éste y a sus dos hijas. “ No puedo buscar trabajo”, me decía “ Paco – al que el negocio se le fue al traste - se acomplejaría todavía más, si además de no ganar él, trajera yo un sueldo a casa”. Así que Josefina, como Fray Escoba sabía bien lo que es servir, no solo manejando ésta, sino dando cariño, él a todos y ella a los suyos.

Pero resulta que el 3 de noviembre es también Santa Silvia, mártir romana. Y por ello quiero desde aquí felicitar a Silvia, de Buenos Aires, que buscando a Simone Weil, se encontró con mi “blog” y leyó: “Carmen Nieves Cristina”, le gustó y adjunto a le lectura un simpático comentario. Y justo la felicito el día que he estado, por primera vez, ante la tumba de Carmen Nieves Cristina. Así son las cosas.

Conozco a dos Silvias más. Una es peluquera a la que he dejado por encontrar otra más barata y la otra es una chica de Palencia, con cuento, con garra y con carácter que se ha cambiado el apellido, poniendo en primer lugar el de su madre, en vista de que su padre es un bohemio que los abandonó ella y su hermano eran niños y a ambos sacó adelante su madre dándole a la aguja.

Camposanto

Esta mañana he ido al cementerio con Asun. No había ido desde el año 90 que murió mi madre. Pensaba seguir sin ir y ella me ha convencido de la importancia de rezar ante las tumbas de los nuestros. Hemos visitado la tumba de sus padres y la de los míos (fidelidad matrimonial), la de mi hermana Carmen, que murió con treinta y cuatro años, en el parto de su cuarto hijo y la de Charles su marido, que sin ser católico rezaba cada noche a la Virgencita. El día era soleado y el cementerio estaba precioso de flores frescas puestas sobre las tumbas el día de Todos Santos. Hemos andado mucho y hemos rezado mucho también. Una experiencia jugosa y repetible. No vale la pena “ponerse moños”. La muerte nos iguala a todos. No entiendo la incineración. No es de nuestra cultura. Y mucho menos que las cenizas se desparramen por ahí a la buena de Dios.

Por la tarde Asun, Pepa, Esther, Mary Luz, Mary Carmen, Maribel y yo hemos visto en casa “Un hombre para la eternidad” de Zinneman. Magnífica película sobre la vida de Santo Tomás Moro. Antes de empezar, he pedido silencio porque el diálogo es espléndido. No se ha oído una mosca. Al acabar, todas estábamos emocionadas. Lo habíamos pasado bien y éramos, al menos con el deseo, un poco mejores.

Hoy 3 de noviembre era el 2º aniversario de la mudarte de mi amiga Josefina. No falla: he tenido un buen día, como esperaba.

01 noviembre, 2007

Solo mis abuelos, comiendo ciruelos

En el pueblo, a veces cantábamos de niñas a voz en grito: “A tapar la calle, que no pase nadie / solo mis abuelos, comiendo ciruelos…”. Y hoy, Día de Todos los Santos, esa cancioncilla me ha venido a la cabeza con razón, porque mis abuelos, probablemente gracias a los suyos, formaran parte de esa multitud que nadie podía contar, de la que nos habla San Juan. Dicho de otra manera: nuestros abuelos, nuestros padres, muchos de nuestros amigos, han sido en la vida amigos de Dios, y ahora están con Él en el cielo. Y ni ellos nos olvidan, ni nosotros los olvidamos.

Sabía que tendría un día bonito y así ha sido: “Levante” me ha publicado “La ciudanía”, de modo impecable: respetándome la letra cursiva. He comido con Quino y Juan. He comprado pasteles de chocolate para celebrar la solemnidad y no valían nada. Lo que me ha servido para desmitificarlos y no lamentar que no compro nunca. He oído la misa de 7 en San Juan del Hospital y he tenido la suerte de que, por ser jueves, antes de la misa estaba el Santísimo expuesto. Ha venido Pier y me ha dicho: como está el cura simpático, me voy a confesar. Que se confiese una amiga siempre es una alegría. Ha salido contenta. Riéndose. El sacerdote en vista de que se extendía le ha dicho: “Bueno joven, que hay gente esperando”. La joven en cuestión está cerca de los setenta.