31 mayo, 2013

Antón pirulero

Mi madre, cuando estaba de buen humor cantaba alguna trova que solía venir a cuento,como: “Antón , Antón, pirulero / cada cuál, cada cuál que prenda su juego…”. Me alegra el recordarlo. Y ¿a cuento de qué viene que recuede yo ahora dicha trova o como quiera que se llame? Pues viene a cuento de que he encontrado unas palabras de San Josemaría que dicen que él, frente a Dios, se veía así mismo como un “pobre pirulero” y ello no le producía la más miníma inquietud. Ha sido la palabra “pirulero”, que nunca he oído en Valencia, la que me ha recordado la coplilla de mi madre. Él y ella eran aragoneses y nacieron el mismo año, 1902. No es pues de extrañar, que leyendo a San Josemaría, escuche a veces un lenguaje materno. He aquí esas palabras, tomadas de “Amor y autoestima” de Michel Esparza: “…como un pobre pirulero, o como un cuatro huesos ya sin fuerza física, lleno de costras y miserias, como un personaje bien feíllo. Pero al miusmo t tiempo, ¡que me importa todo esto si se que Dios me quiere, si se que Dios me espera, si se que Dios se sirve de mí tal como soy, y no desea darme nada más aquí en la tierra¡¡ Soy feliz porque así me quiere él.!”. Buena receta, creo, para cuando nos entra el desánimo al analizar como somos frente a como nos gustaría ser, cuando comprobamos que al hacer camino al andar levantamos polvo, a veces mucho polvo. “

29 mayo, 2013

El mensaje de Santa Faustina

Volví a sacar de la biblioteca que frecuento “Amor y autoestima” consciente de que había en él muchas cosas que no sería mal asunto volcar aquí. En especial una cita de C.S. Lewis que no reseñé en su momento, y que luego no hubo modo de encontrar. Buscándola ahora sin éxito he dado con algo valioso: “El mensaje de Santa Faustina, en síntesis, insiste en tres puntos: extender la devoción al Amor misericordioso, rezar por los pecadores y comportarse de modo misericordioso con los demás. Juan Pablo II indicó en la encíclica “Dives in misiricordia”, que es función principal de la Iglesia proclamar, practicar y pedir la misericorsdia divina: “Desde el comienzo de mi pontificado he considerado este mensaje como mi cometido especial. La Providencia me lo ha asignado” (Discurso, en Collevalenza, 22- XI-1981). En el año 2002, Juan Pablo II consagró el Santuario de Cristo Misericordioso en Lagiewniki, próximo a Cracovia, donde murió y está enterrada Santa Faustina. Llama la atención que este santo Papa muriera precisamente la víspera de un segundo domingo de Pascua, cuando se celebraba por quinta vez, la Fiesta de la Divina Misericordia. Como recuerda Stanislao Dziwisz, el Santo Padre falleció poco después de colmulgar en la misa de esa fiesta.” Creo que el mensaje de Santa Faustina es algo que nos interesa muy mucho gravarlo en mente.

23 mayo, 2013

Providencia

Hace tiempo que quería contar dos episodios de la vida de D. Álvaro del Portillo. Ha llegado el momento: El 23 de septiembre de 1928, Álvaro del Portillo tenía 14 años, su hermano deseaba invitarlo ese día al teatro “Novedades” de Madrid, donde estaba en cartel un sainete popular. Por motivos que desconocemos no pudieron asistir. Pues bién durante esa función se produjo un incendio, cuyas llamas se veían desde Getafe, que los bomberos no pudieron sofocar, solo impedir que se transmitiese a los edificios vecinos. El local contaba con noveciuentas plazas y estaba lleno – suceso narrado por el periódico ABC de Madrtid del 25-9- 1928 –Hubo sesenta y siete muertos y más de doscientos heridos y contusionados: muchos de ellos aplastados o pisoteados. Fue una gran tragedia. Alrededor de 1931, en La Isla, una población de la costa asuriana donde Álvaro veraneaba con su familia ocurrió un suceso providencial. Álvaro y un hermano suyo habían quedado para salir con unos amigos de excursión. Pensaban hacer una travesía en motora hasta Villaviciosa o Ribadesella. Inmediatamente antes de zarpar, cuando ya estaban embarcados, su hermano le dijo que se quedaba en tierra, porque no se encontraba bién. eN tonces Álvaro decidió acompañarle y no se embarcó. A las pocas horas y sin previo aviso, se desencadenó una tremenda galerna en esa zona costera y naufragó la lancha. Se ahogaron todos los tripulantes, excepto el más joven que logró llegar a la orilla, a pesar de la marejada. Mientras luchaba contra las olas, prometió que, si no se moría entregaría su vida al Señor. Alcanzó unas rocas y se salvó. Se le había quedado el pelo completamente blanco. Al poco, ingresó en el convento de Valdediós. Más adelante , Álvaro afirmaría que este suceso le había hecho pensar que el Señor lo había dejado con vida porque tenía pensado algo para él. ( “Álvaro del Portillo, un hombre fiel”, Javier Medina Arroyo)

22 mayo, 2013

Antes de que acabe mayo

Cuando el 13 de mayo fuí a por mi nieta Vega de siete años al Colegio, me alegró el camino cantando: “El 13 de Mayo la Virgen María / bajo de los cielos a Cova de Iría / Ave, Ave, Ave María…” . Recordé que ese día, Juan Pablo II, en 1981, cinco días antes de su cumpleaños, sufrió el atentado, que por poco le cuesta la vida: “la Virgen desvió la bala”, decía él. Quise volver a leer el relato de las apariciones de Fátima y haciéndolo, caí en la cuenta de algo que quiero compartir: las edades que tenían los pastorcitos de Ajustrel cuando la Virgen se les apareció y confío el mensaje que debían transmitir al mundo eran las siguientes: Lucía 10 años, Francisco 9 y Jacinta 7… Me quedé perpleja, creo que conviene meditar el dato y sacar consecuencias, se pueden sacar muchas. Tomémonos en serio a los niños, no los trivialicemos, porque ya vemos que Dios se los toma profundamente en serio. Durante su vida en la tierra, Jesucristo los abrazó, los bendijo, nos advirtió que quien no fuera como un niño no entraría en el reino de los cielos y empleó unas palabras durísimas para quien los escandalizare. El siglo pasado, 1917, la Virgen, a unos niños, les dijo muchas cosas : pidió que se rezara por el fin de la guerra, que hiciéramos penitencia, condicionó la conversión de Rusia al rezo del santo rosario… El pasado 13 de mayo también caí en la cuenta de que ahora tengo tres nietos de la edad de los niños que vieron a la Virgen y además por ese orden: Belén 10 años, Juan 9 y Vega 7, procuraré aprovechar el descubrimiento.

19 mayo, 2013

Reseña

Ayer, 18 de mayo de 2013 hizo la primera comunión mi nieto Juan. Tiene nombre de Torero: Juan Alegre. Es espigadito y bueno. Conoce por sus nombres, por enrevesados que sean, todo animal que corre o vuela sobre la tierra. Ha comulgado siendo preparado para ello a conciencia. Además, tiene unos padres buenos y piadosos. Como a cierta edad los niños “hacen migas” con los padres y las niñas con las madres, me tranquiliza mucho el pensar en el padre de Juan, porque los padres enseñan a vivir a los hijos. Decía Álvaro del Portillo, en proceso de santidad , cuya biografía estoy leyendo gracias al padre de Juan, “ Dios Nuestro Señor quiso que fuera amigo de mi padre, – éste tuvo ocho hijos - y esto, evidentemente evitó que tuviese malas amistades.” Conviene recordar que los padres deben hacerse acreedores de la honra que sus hijos deben dispensarles. Juan comulgó en “El Colegio de “El Vedat”, donde la formación religiosa es esencial, así como se dá mucha importancia a la educación en virtudes humanas: sinceridad, lealtad, laboriosidad, generosidad, valentía..: “Dí la verdad aunque te cueste”. Éste, tiene capilla en la que a diario se puede encontrar al Señor en el sagrario, una hermosa y grande imagen de Santa María, al Arcángel San Miguel – que nos defiende del demonio – y a San José, imagen pequeña según su discreción habitual, y un sacerdote dispuesto a confesar a chiquilleria y mozos. Éstos últimos por la edad tienen las hormonas revolucionadas y conviene que se conserven limpios de alma y cuerpo. La pureza, por más que sea pisoteada en estos tiempos, es indispensable: “bienaventurados los liumpios de corazón porque ellos verán a Dios”. La confesión devuelve la paz y la alegría y nos hace renacer de nuevo. Pecando, no solo se tiene miedo del infierno- si los educadores han tenido la valentía de hablar de él – sino que después se está fatal. Después de la comunión nos fuimos todos a comer y pasamos un día estupendo.

14 mayo, 2013

Corona de rosas

Si se ha cultivado la amistad con los hijos uno a uno, como se hace con los amigos, es una alegría cuando ya adultos, alguno nos cuenta algo de su infancia que, o no conocemos o ha tenido para él o ella un relieve especial. Eso me ocurrió hace poco con mi hija Marta, la pintora. Sentadas en una terraza al sol, no recuerdo acerca de qué hablabamos, cuando me dijo sonriendo: “¡Pero que inteligente era la abuela y cuántas cosas ha hecho bién¡”. Al decirlo, miraba a lo lejos, como si recordara en voz alta. Y continuó: “¿Te acuerdas de la imagen de la Virgen que había en casa de la abuela en el rincón de la estantería?” ¡Cómo olvidarla¡. Era una imagen de la Inmaculada de buen tamaño, regaló mi abuela Pilar cuando mi comunión. Llevaba el manto azul recogido en el brazo derecho, una corona de estrellas y el pie con sandalia de la Virgen aplastaba la cabeza de la serpiente que llevaba una manzana en la boca. Mirando esa imagen de la Virgen, le he pedido ayuda muchas veces. Pero Marta siguió con su relato de niña: “ pues una vez que me subí a una silla y le puse flores en los huecos que dejaban las estrellas de la corona, la abuela me dijo: “Marta, a la Virgen las flores se le ponen siempre a los pies”. Me gustó saber esa sabia indicación de mi madre. Luego, ella que de joven tantos años para la novena de la Inmaculada había arreglado su altar en la Colegiata de Santa María la Mayor de Alcañiz se iría al cielo a ver a la Virgen de verdad, Marta estudiaría Bellas Artes y pintaría cientos de Vírgenes ingenuas y alegres y yo, que escribo esto en el mes de mayo, rezaría muchos rosarios en mi vida sabiendo que un rosario es una corona de rosas.

12 mayo, 2013

Valores no negociables

Recojo unas palabras de Benedicto XVI pronunciadas el 3-III-2006 a los parlamentarios de la Unión Europea que los políticos, y cualquiera de nosotros deberíamos tener presentes, y a mano, para no para no ser culpables, por omisión, del oscurecimiento mental y el desvío moral de nuestra sociedad: “La protección de la vida en todas sus etapasal momento de la concepción hasta la muerte natural,el reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como unión natural de un hombre y una mujer basada en el matrimonio,y su defensa contra los intentos de equipararla juridicamente a formas radicalmente diferentes de unión que, en realidad la perjudican y contribuyen a su desestabilización, oscureciendo su carácter particular y su irremplazable papel social; la protección del derecho de los padres a educar a los hijos”. Y el Papa aclaraba que: “estos principios no son verdades de fe, aunque reciban de la fe una nueva luz y confirmación. Están inscritos en la misma naturaleza humana y por tanto son comunes a toda la humanidad. La acción de la Iglesia en su promoción no es, pues, de carácter confesional, sino que se dirije a todas las personas, prescindiendo de su afiliación religiosa. Esta acción es tanto más necesaria cuanto más se niegan o tergiversan estos principios, porque eso constituye una ofensa contra la verdad de la poersona humana, una grave herida causada a la justicia misma.” Palabras que si las asimilamos, sabremos decirlas cuando convenga y a quien convenga y ¿por qué no? tratar de difundirlas en letra impresa, tal cual.

09 mayo, 2013

Testimonio

En el programa de “Intereconomía” titulado “Lágrimas en la lluvia” figuraba entre los tertulianos el doctor Palacios. Hombre que, aún lejos de ser polémico, traía a la memoria a Chesterton por su gran humanidad en todos los sentidos. Ver al doctor Palacios, tranquilizaba por su aire humilde de patriarca a buenas con Dios y con la vida. Me recordó a mi abuelo Gregorio, que murió rodeado de sus hijos, fumando un “cigarrico” para quitar hierro al asunto, después de haberse confesado y recibido la Santa Extremaunción, que así es como se llamaba antes a la Unción de Enfermos. Don José Palacios, mencionando a su esposa, contó que tenía ocho hijos, treinta nietos y tres biznietos, aclarando que no le llaban abuelo sino Pepe, ¡hasta ahí podían llegar las cosas¡, porque él era amigo de todos ellos. Lo expuesto, aún edificante, no es sino un preámbulo necesario para encajar algo que él dijo,sonriendo: “ Todas las noches rezo así : “ Señor: te doy gracias porque me has creado, redimido y elegido” y continuó: “elegido, lo ha dicho Él: “No me habéis eligido vosotros a Mí, soy Yo el que os ha elegido a vosotros”.Seáme permitidio completar su cita: “Y os he destinado para que vayáis y déis fruto y vuestro fruto dure.”. Su oración era parecida a la demi madre. Ella decía: “Señor, os doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiana y conservado hasta este día”. Bueno, pues eso es todo. Creo que es bonito.

05 mayo, 2013

Del pasado 2 de mayo

Bernardo López García (1840- 1877) escribió sobre el “ 2 de Mayo”, un conocido poema que empieza así: “Oigo Patria tu aflicción / y escucho el triste concierto / que forman tocando a muerto,/ la campana y el cañón. / Sobre tu invicto pendón / miro flotantes crespones / y oigo alzarse otras regiones, en estrofas funerarias, / de la Iglesia, las plegarias y del arte las canciones. “Lloras porque te insultaron / los que tu amor te ofrecieron. /¡ A tí a quien siempre temieron, / porque tu gloria admiraron; / a ti por quien se inclinaron los mundos / los mundos de zona a zona; / a ti soberbia matyrona, / que libre de extraño yugo , / no has tenido más verdugo/ que el peso de tu corona... El poeta años despúes de la invasión napoleónica de 1802, oía aún la aflicción de la Patria por este triste suceso, y yo años después de oírle muchas veces recitar la poesía a mi padre, lo recordé, y se la recité a mi nieta de 14 años eso, sí con la ayuda del libro suyo que conservo: “Las mil mejores poesías de la lengua castellana”. Aunque, gracias a Dios que me dió y conserva buena memoria, recordaba cuanto del poema he escrito y aún un poco más. Sabía, y se lo dije, que Marta no entendería muchas palabras del poema pero algo le entraría, sobre todo el entusiasmo de su abuela al recitarlo; como también, que aumentaría su vocabulario leyendo poesía. A este tenor, la emprendí el otro día leyéndole a Bécquer, que tanto disfruté yo a los 14 años . Más de una vez he comentado la gozada que supone a la vejez conservar un acerbo de poesías en la mollera. Mi nieta Marta es rusa, llegó a España a los tres años. Yo no pedo leerle los versos de Puskin, pero conozco y he disfrutado a los grandes novelistas rusos del XIX. Y de niña mi padre después de regalarme “La leyenda de Mío-lo –San”- que tanta gente de tantas mujeres de mi generación leyeron y tantos alegres comentarios ha suscitado en “El rastro” – me regaló un hermoso libro de cuentos “Los Diez mejores cuentos eslavos”. No quiero dejar en el tintero que la noche del 2 de mayo Marta iba a hacer vela al Santisímo con algunas compañeras de colegio. Como tampoco que mi padre era de La Hermandad de Jesús Sacramentado.