26 septiembre, 2017

Henry James habla sobre el alma rusa

Henry James, en el epílogo de "Primer amor" de Iván Turguénev habla con cariño y admiración de éste, al que le unía una gran amistad. Brindo a Tatiana Marta Aznar, mi hermosa nieta rusa de 18 años, estas líneas que copio en su honor: “ Era (Turguénev ) increíblemente alto, y ancho y de proporciones robustas. Su cabeza era una de las más elegantes que pueda imaginarse, y aunque sus rasgos eran irregulares poseía una gran belleza. Era eminentemente del tipo ruso, prácticamente todo en él era ancho. Su expresión poseía una gran dulzura con un toque de langor eslavo (…) En los últimos años de su vida, escribe en “Senilia”, una colección de relatos: “En los días de duda, en los días de meditaciones ansiosas sobre el destino de mi tierra natal, tú y solo tú constituyes mi apoyo y mi cayado. ¡Oh, poderosa lengua rusa, auténtica y libre ¡Si no fuera por ti, ¿cómo no desesperaría un hombre ante la visión de lo que ocurre en nuestra patria? Pero resulta inconcebible que un idioma de tal altura no haya sido entregado a un pueblo auténticamente grande”

22 septiembre, 2017

Documento Nacional de Identidad

Esta mañana he ido a que me hicieran el D.N.I, porque el 18 de agosto, festividad de santa Elena, me robaron la agenda con el D.N.I, las tarjetas del banco, de Adeslas, dinero... La funcionaria al dármelo, me ha dicho, con una sonrisa: “¡No lo pierda, que es el último¡” porque después de cierta edad, ya no se renueva. También yo he sonreído y he recordado un salmo familiar: “Señor, enséñanos a calcular nuestro años, para que adquiramos un corazón sensato” Es estupendo no “perder el oremus” con el pensamiento de la muerte. Al salir de la Policía he entrado en la Ermita de Santa Lucía que es preciosa y está justo enfrente. En ese momento empezaba la misa de 10. Me he quedado a oírla por mi nieta Lucía y por mí porque Santa Lucía es la patrona de la vista y a mí me gustaría poder pasar de este mundo al otro, viendo nubes blancas bañadas de sol y pudiendo leer buenos libros. La primera noticia de Santa Lucía la debo a mi madre. Ella, además de rezarle, cuando sobre cualquier cosa no coincidía su punto de vista con el mío, no se amilanaba – como hacía la madre de Wislava Szymborska con su hija – cuando quería poner punto final a la discusión, decía triunfante: “¡Que santa Lucía te conserve la vista¡”. Al lado de la ermita, está la hermosa Biblioteca Municipal de la calle del Hospital, rodeada de jardines. He entrado y he sacado un par de libros. Uno de ellos, uno de ellos, sin buscarlo me ha salido al camino. Ha sido como un regalo: un tomo de obras escogidas de Sigrid Undset, hace tiempo que quería leerla. Como dice C. S. Lewis “Dios nos quita con una mano, y nos lo da con la otra”. Un día nos roban y otro nos regalan un libro.

18 septiembre, 2017

De “Cartas del diablo a su sobrino” ( C.S.Lewis)

Uno de estos días, uno de mis hijos me compró en una librería de viejo, “Cartas del diablo a su sobrino” de C.S. Lewis, porque sabe que el autor es uno de mis preferidos. La había leído de joven, he vuelto a empezarla ( el cartero siempre llama dos veces). La disfruto más que antes. Trancribo lo que el diablo Escrutopo aconseja a su sobrino Orugario, para tentar al personal: “ Dirás que son pecadillos y, sin duda como todos los tentadores jóvenes, estás deseando dar cuenta de maldades espectaculares. Pero, recuérdalo bien, lo único que deberás importa es en que medida apartas al hombre del Enemigo. No importa lo leves que puedan ser sus faltas, con tal que su efecto acumulativo sea empujar al hombre lejos de la Luz y hacia el interior de la Nada. El asesinato no es mejor que la baraja, si la baraja es suficiente para lograr este fin. De hecho el camino. De hecho el camino más seguro hacia el infierno es gradual: la suave ladera blanda bajo el pie, sin giros bruscos, sin mojones, sin señalizaciones. Tu cariñoso tío”. Estoy aprendiendo mucho con él. Algo más diré para quienes no se lo compren

12 septiembre, 2017

Del santo Cura de Ars, (1786 – 1843)

“A aquellas muchachas, a las cuales el Cura de Ars “había hecho salir como de otro mundo”, las asociaba a su solicitud y a sus penitencias por los pecadores. Cuando el señor Cura, refiere Catalina, nos decía que Dios había sido ofendido por los escándalos en las fiestas y en los bailes, las mayores pedían permiso para pasar la noche en oración a fin de pedir perdón por los culpables (…) Cuando aquellas niñas iban de paseo arrancaban ortigas y se frotaban con ellas el rostro. El Rvdo. Vianney les había dicho que era necesario padecer por los pecadores. El Santo gozaba en el orfanato un prestigio maravilloso. Una de las pequeñas adoraba a una muñeca, por otra parte fea y muy mal hecha, pero a la que quería con toda su alma, hasta llevarla consigo a todas partes. El Rvdo. Vianney le exigió un sacrificio y la movió…a que la echase al fuego. – La cosa pasó en la cocina del orfanato – La pobre niña pareció un momento desconcertada. De repente se decidió, y resueltamente echó su ídolo a las llamas. Fue sencillamente heroico. Muchas jóvenes tuvieron un fin admirable, tal que podría escribirse una “Leyenda de oro”. Unas se alegraban de morir porque iban al cielo; otras cantaban o pedían que se cantase un himno de acción de gracias. Una, que siempre había temblado ante la idea de la muerte exclamaba antes de morir: “Oh, qué contenta estoy¡ Cuán grande es la felicidad que se encuentra en la religión¡” Y mientras cantaban en torno suyo un himno que le gustaba mucho, unía con todas sus fuerzas su voz a la de sus compañeras.” (“El cura de Ars”, Francis Trochu)

10 septiembre, 2017

De verano y libros

Este verano me he quedado en Valencia y estoy contenta de haberlo hecho. Entre otras razones porque los hijos, cada cual con su familia, a veces complicada, agradecen el no tener que ocuparse de su madre. Además, es de justicia porque recuerdo muy bien lo feliz que me quedaba yo, cuando de joven íbamos todos a llevar a mi madre a pasar el mes de agosto en Samper de Calanda con su hermana, también viuda y nos íbamos nosotros alegremente con nuestros cuatro hijos, por esos mundos de Dios. El caso es que el quedarme sin los míos, me ha supuesto leer mucho, cosa magnífica. Me he zampado, con disfrute y aprovechamiento, las 815 págs. de “Los Buddenbroo” (Thomas Mann), plato fuerte y novela que marca porque la había leído ya, cuando tenía alrededor de los 30 y me acordaba de mucho. Luego he leído: “Dulce hogar” (1924), la recomiendo vivamente. Está editada por “Palabra” y su autora Canfield Fisher, merece ser rescatada hoy porque el tema es actual. Ahora estoy leyendo “El cura de Ars” de Francis Trochou, (“Palabra”), también la había leído pero no hace tantos años. Leer vidas de santos, serias, es buen negocio: siempre se le pega a uno algo.

03 septiembre, 2017

Dos citas de Ravasi (La Biblia en un frabmento)

En su libro Nunca me preguntes (1970) Natalia Ginzburg observaba: “La fe no es una bandera para agitarla en momentos gloriosos. Al contrario es una vela encendida que se lleva en la mano entre la lluvia y el viento en una noche de invierno ” “Sabemos que Voltaire era mordaz con los sacerdotes. Sin embargo no se equivocaba del todo cuando decía que su predicación es a menudo como la espada de Carlomagno, larga y plana” y otro francés famoso, Montesquieu, comentaba “Lo que los predicadores no saben darte en profundidad, te lo dan en duración”. Recemos por los sacerdotes, para que sean doctos y sabios así ganaremos todos.