24 julio, 2013

De el libro:"El olvido de sí"

Pablo d´Ors, hablando de Charles Foucauld, en un hermoso libro: “El olvido de sí”, - en el que a su vez no se deja de aprender-, publicado por Pre-Textos y recientemente presentado en la librería “Leo” de Valencia dice muchas cosas que me gustaría reseñar. Hé aquí una de ellas que habla sobre la amistad: “El prójimo, todo prójimo, ha dejado de ser para mí un destinatario de mi acción y ha pasado a convertirse en un hermano. El otro no es ya alguien que tenga que recibir algo de mí, sino algien con quien compartir lo que soy: mi pobre humanidad. La amistad tiene un valor apostólico aun cuando no haya anuncio; quizá sobre todo cuando no lo hay o no puede haberlo. No hay mejor modo de predicar a Jesucristo que la amistad sobre todo. El amigo busca el bien del amigo y se alegra cuando este lo encuentra, aunque sea sin su mediación. Solo se quiere a un amigo cuando se acepta que es diferente a quien soy yo y aquien me gustaría que él fuera. Quizá no haya hecho demasiado en mi vida, pero he tenido buenos amigos. En el Cielo –estoy seguro-, cuando llegue mi hora – sí, lo estoy viendo -, serán ellos quienes me abran la puerta y allí, en el umbral, me den la bienvenida” Compartida la belleza y la verdad de este texto, quiero comentar algo, sobre esta frase: “ La amistad tiene un valor apostólico aun cuando no haya anuncio; quizá sobre todo cuando no lo hay o no puede haberlo”. Es lo siguiente: el bien de suyo es difusivo y cuando se ha encontrado al Señor en la propia vida, de forma que ésta queda iluminada y acompañada de principio a fin, no hay más remedio que comunicarlo. Otra cosa será que encuentre uno la ocasión y palabras apropiadas. Amén de que el mensaje que llevamos, en vasijas de barro, tiene fuerza por sí mismo. Amén de que el anunciarlo nos compromete a ser mejores y además cumplimos un mandato imperativo de Cristo de llevarlo al mundo entero.

17 julio, 2013

El grito silencioso

Ojalá resonara en nuestro corazón, el grito silencioso de los miles de niños que mueren cada año al amparo, emplear ese término escalofría, de la ley del aborto que sigue ahí para vergüenza nuestra. No nos crucemos de brazos. No seamos cómplices, por omisión, del aborto. Causa, según la Madre Teresa de Calcuta, de todos los males de nuestro tiempo. Y es lógico que así sea, ¿qué puede esperarse de una sociedad que no protege la vida humana? Se acabó el tiempo de justificar el aborto, porque esté legalizado en otros países europeos, ya que Europa no está como para echar cohetes. Hablando de ella decía el cardenal Ratzinger con su habitual mesura: “Europa está en una cierta decadencia”. Pero dejemos Europa y volvamos al tema que nos ocupa, o debería ocuparnos, aunque solo fuera por una razón práctica necesitamos que nazcan 280.000 niños al año, para que haya relevo de generaciones, y se abortan cada año120.000. Y, aunque “el Sr Rajoy lleva desde que empezó su gobiereno 160.000 abortos a sus espaldas sin que se le mueva el bigote”, entre todos podemos cambiar las cosas. Para sacar la vida adelante, en las leyes y en la práctica, se necesita mucho coraje porque la vida nos va muy grande a todos. Vuelvo a citar al cardenal Ratzinger: “.. me parece necesario volver a descubrir que también la esfera poolítica y económica tienen necesidad de una responsabilidad moral, una responsabilidad que nace del corazón del hombre y en última instancia tiene que ver con la presencia o ausencia de Dios. Una sociedad en la que Dios está absolutamente ausente se autodestruye. Lo hemos visto en los regímenes totalitareios del siglo pasado.”. Baste lo dicho, en un tema inagotable.

15 julio, 2013

LOs atrios de las Iglesias

El atrio de la Iglesia de San Juan y San Vicente que dá a la calle “Jorge Juan” era un alegre espacio con árboles y tenía bancos adosados al muro. La reforma del mismo, con razones funcionales sin duda poderosas, se ha cargado árboles y bancos. Estos últimos hubieran podido y debido conservarse, pese a que con dicha reforma el patio haya perdido su encanto. Los bancos en el atrios de las iglesias son importantes. Deberían tenerlo en cuenta los arquitectos que diseñan y la autoridad eclesiástica que aprueba, ya que completan el ámbito cálido de acogida que debe circundar a una iglesia. Siempre deben propiciarse el diálogo y el descanso, que humanizan la vida, y los bancos ayudan a ambos: “Ya a mi edad nadie me quita / de sentarme , como vés / a la sombra del ciprés/ en el atrio de la ermita” que decía Eduardo Marquina en una de sus obras de teatro. Como es sabido, la citada Iglesia, en su puerta a “Isabel la Católica”, tiene un bonito atrio ajardinado, con dos banquitos de azulejos de pañoleta blancos y verdes. Antes esos bancos, llegaban hasta el final del muro, y había además dos pequeños a mitad de los muros adyacentes, que alguién mando quitar, según dijeron, porque al anochecer no estaban iluminados. Hoy este bonito jardín interior es un grato refrigerio enclavado en el frío asfalto, que invita al encuentro y a la confidencia. Sería bueno, si podemos, salvar los bancos que nos dejaron quienes nos precedieron.

09 julio, 2013

Matrimonio

Me la encontré al salir de misa y nos sentamos un ratito en el banco del atrio. Frágil, con pantalón y blusa negros y un gran mechón blanco en el pelo, parecía una figurita oriental. Había peredido 23 kilos – me dijo- desde la muerte de su marido, hacía pocos meses. A pesar de sus 74 seguía teniendo esos ojos castaños, grandes, africanos, tan frecuentes en las mujeres de levante. Hablaba con la paz que tienen en la vida, quienes tratan a Dios. Nos conocíamos hace muchos años y siempre admiré su matrimonio. No tenían hijos y a cambio, muchos jóvenes que se preparaban para el sacerdocio, de todas las partes del mundo, encontraban hospitalidad en su casa. Una vez, que elogié, de algun modo su dedicación al marido, me contestó que, aunque nunca pensó que fuera capaz de hacerlo, estaba repitiendo la conducta de su madre: mimar a su marido. Cuando nos sentamos a hablar me contó, ya lo había hecho y me alegré de que lo hiciera, la muerte de Carlos: ella le dijo: “¿Qué quieres que te haga para cenar?”, le contestó: “Hazme un huevo frito, dos salchichas abiertas a la plancha y un plátano”. Le contesté – pensando en sus 76 años: “no iba mal”. Continuó: “al acabar de cenar me dice: ¿nos vamos a la cama? Eso hicimos y mientras se acostaba, fuí al cuarto de baño un momento y al llegar al dormitorio estaba muerto”. Pensé en el consejo de Don Quijote a Sancho: “Sancho, come poco y cena aún más poco” y pensé también que el Señor le quiso dar una última alegría antes de llevárselo con Él.

07 julio, 2013

Palabras lúcidas sobre el pecado

Vamos a ellas: “Hablo de pecado deliberadamente, pues conozco muy bien sus consecuencias: la mirada se enturbia, por ejemplo, impidiendo que las cosas se vean en su verdadera tonalidad; el horizonte se estrcha, procurando que el hombre se conforme con metas que, en otro momento, jamás habría aceptado como suyas; el juicio se embota, consiguiendo que se tergiverse lo mása diáfano y elemental; las palabras se agríany, por ello, se lanzan con frecuencia como dardos, con propósito de que se claven y hagan el mayor daño posible”. “Otras consecuencias del pecado son :tristeza y malestar general, aún sin conocer el motivo; ira incontrolada, volcada habitualmente en quienes más se quiere; temor permanente a todo, hasta lo más inofensivo; angustia ante el día de mañana, como si necesariuamente hubiera de compotar una amenaza; irinía constante , dirigida preferewntemente a quienes son más bondadosos o tienen mayor piedad; vertiginoisa carrera para aturdir los sentidos con todo lo imaginable; rechazo del silencio y de la soledad, de los que se huye como de la peste; afición a la mentira, como si hacer creíble lo increíble fuera un arte y como si con ello no se resintiera la verdad…En todo esto no hay exageración alguna, más bien al contrario: he intentado ser conciso y escueto para no dar cauce al pecado mientras escribo sobre él.” ( “ El olvido de sí”, Pablo d´Ors. Ed Pre-Textos)

Leyendo a Tolstoi

Hace meses que leí “Resurrección” . No recuerdo si la había leído ya de joven, sin embargo recuerdo haber leído “Guerra y Paz” y “Ana Karenina”. “Resurrección”la leí muy a gusto – en modo alguno Tolstoi es un tostón, como tontamente se repite - en un tomo de “Obras Inmortales”, que me dejaron. Quise haber dado cuenta de esa lectura, pero tuve que esperar a que me devolviesen el libro, que a m,i vez dejé. Y quise esperar, porque de ninguna manera renunciaba a transcribir las dos citas del evangelio de San Mateo con las que Tolstoi empieza su relato de “La sonata a Kreutzer”obra que sigue en el libro a “Resurrección”. Las citas son estas: “Pero en verdad os digo que cualquiera que mire a una mujer para desearla, ha cometido ya con ella adulteri en su corazón.” (S. Mateo, vers 28) “Y sus discípulos le dijeron: “Si tal es la condición del hombre con la mujer no conviene casarse”; pero el les dijo: “No todos pueden con eso, sino solamente a quienes está permitido; porque hay eunucos que nacieron tales del vientre de su madre, otros los hicieron los hombres, y otros se hicieron a sí mismos para ganar el reino de los cielos. Quien pueda enteder esto que lo entienda” (S. Mateo XIX 10,11,12) Creo que en occidente no se puede escribir bien - esto es, interesando a la gente durante generaciones - sin conocimiento del Nuevo Testamento. Tanta es la sabiduría moral y humana que encierra y tanta la inmediatez de su relato en el notamos que nos atañe de cerca, que se nos mete dentro. Creo que la familiaridad con el Nuevo Testamento que tenía Cervantes, no es en modo alguno ajena a la inmortalidad de Don Quijote. A veces los grandes autores – ahora escribe todo el mundo- citan textualmente el evangelio( Dostoievski, Tolstoi ) otras lo dejan traslucir al escribir su historia. En “Resurrección” leemos: “Hay gente que asegura que aquí se encuentra respuesta para todo”, pensó mientras abría al azar el librito. Leyó era un capítulo XXIII del evangelio de San Mateo.” Y el amigo Tolstoi se toma la molestia de transcribirlo entero…

02 julio, 2013

El mal (André Frossard)

“Los hombres han vivido de pan y de religión durante un siglo y no se f figuraban que podrían prescindir de éstra más que de aquel.” “; Después unos espíritus mediocres de ágil pluma o unos ideólogos provistos de argumentos agresivos les persuadieron de que la religión les exigía mucho y no les aportaba nada; que los misterios limitaban su inteligencia y los principios morales coartaban su libertad; que el cielo estaba vacío y el mundo se había creado a sí mismo según un proceso que estaba a punto de descubrirse; que la fe no hacía más que acunar sus miserias y prometer compensaciones imaginarias a sus desgracias; que no podían llegar a ser ellos mismos bajo la dependencia de un ser incognoscible y cuya existencia estaba aún por demostrar; y, por fin, que lo que tenían que hacer era renunciar a sus esperanzas quiméricas para consagrarse por completo a la edeificación de su felicidad terrena, la única que tenían al alcance de la mano, como la manzana del primer jardín. Han obedecido al revésel consejo de Pascal: “Apostad por la vida eterna – decía ese maestro de la religión del corazón – y podréis ganar todo sin haber arriesgado nada; porque de todos modos, apostéis o no, vuestros días aquí abajo están contados”. “Apostemos todo a éste mundo – se dijeron – y, no perderemos nada”. De hecho han perdido mucho porque la realidad es cruel con los realistas.” (André Frossard: “El mundo de Juan Pablo II)

01 julio, 2013

Resulta

Hace muchos, muchísimos años…iba con mi marido en el “600” y mi hijo Quino, de tres años, sin cinturón, en el asiento de atrás. Algo le estaba contando a aquél cuando dije: “resulta…” y Quino que podría ser el único interesado en lo que iba diciendo, intervino: “¿qué susulta?” Bueno pues en hoy digo también: “ resulta… que no quiero tirar “Paraula” sin dejar constancia de las dos líneas que dedica en su contraportada a los diez últimos papas. Empecemos: León XIII (1878-1903): Incansable promoción de los obreros. San Pío X (1903-1914) : Impulsó grandes reformas sociales Benedicto XV (1914-1922):Gran entrega por la paz en medio de la Gran Guerra Pío XI (1922-1939) Lucha por la libertad religiosa frente a los Totalitareismos Pío XII (1939- 1958) Gran defensa de los judíos Juan Pablo I (1978): Su fugaz pontificado estuvo marcado por su humildad Juan Pablo II (1078-2005): Magno esfuerzo evamgelizador para llegar al último rincón del mundo Benedicto XVI (2005-2013): Extraordinario magisterio en la fe , desde la sencillez Francisco (2013 ..) Apenas elegido entusiasmó a todos Misión cumplida y un poco más de orden que buena falta me hace.

Convivencias 2013

He estado de Convivencias fuera de Valencia toda la semana y por eso no he escrito una letra. Pero me he llenado, eso espero, de contenido porque allí había tiempo para rezar – vivir bajo el techo de un sagrario es mucho en la vida –, mucha gente buena, clases de moral, libros – uno de ellos estupendo que vale la pena leer si se encuentra: “El mundo de Juan Pablo II” de André Frossarsd, Ed. Rialp – y un estupendo jardin con pinos, higueras, pájaros y dos ardillas. Adobado con todo eso no hay que guisar.. Eso de hacer cuatro comidas diarias que son una sorpresa, no tiene precio. Tampoco resulta mal eso de aumentar el conocimiento de atuendos, viendo los de las otras, y recibir el estímulo para arreglarse algo más de lo habitual, por estar entre mujeres. Aunque da mucha pereza convivir con gente, dejar la casa y hacer el equipaje, algo que odio profundamente - supongo que porque a mi madre le ponía mala solo pensar en sacar las maletas cuando nos íbamos a Samper, y eso que las maletas las hacía mi padre: “tú saca solo todo lo que quieres meter” – lo cierto es que hay que irse. He venido contenta y espero que algo mejor. Ayer,al volver tuve un día estupendo: me invitó a comer mi hijo Quino a su hermosa casa, donde los domingos , además de la compañia, se comen unas chuletas de cordero estupendas. Al salir de su casa e irme a San Martín a rezar un rato, pude comprar a la puerta dos magníficos libros, editados por Planeta: "Nadar a contra corriente" -magna entrevista con Ratzinger - y "Orar" - fragmentos seleccionados de San Josemaría - Los jóvenes que los vendían me dijeron que pusiera yo el precio...