27 noviembre, 2015

Duermevela

Si duermo cuatro horas seguidas,doy gracias a Dios por ello; otras no tengo esa suerte pero al poco, logro reengancharme y otras ya veo que no hay manera de volver a conciliar el sueño. ¿Qué hacer entonces? A veces rezo un poco, algo que siempre tranquiliza y a veces lo paso bien recordando. Y entonces, como una gracia vienen a visitarme alguno de los versos que aprendí de joven Esta noche pasada he recordado dos: uno de una obra de teatro de Calderón de la Barca y otro de una de Lope de Vega. Ahí van: Hermosísima Justina En quien hoy ostenta En En quien hoy ostenta ufana La naturaleza humana Tantas señas de divina (Calderón de la Barca) Al fin señora me veo Sin mí, sin vos y sin Dios. Sin Dios, por lo que os deseo Sin mí porque estoy sin vos Sin vos porque no os poseo (Lope de Vega) Que suerte hemos tenido los de mi generación que nos enseñaron a desarrollar la memoria¡… Tengo para mí, como decía Unamuno, que dejó de cultivarse esta potencia del alma, cuando se dejó de aprenderse de memoria el catecismo de la doctrina cristiana. He rehecho la entrada, ¡menos mal que se me ocurrió verla¡ ¡Menudo galimatías¡ y todo por querer poner cada verso en una columna. Es importante el desarrollo de la memoria, tan desprestigiada en la educación desde que se dejó de estudiar masivamente el catecismo

"Ensayos" (Gilbert K.Chesterton)

El libro “Ensayos” editado en México en 1985, está prologado por Hilaire Belloc. Lo que me ha hecho gran ilusión porque era amigo de Chesterton e influyó poderosamente en su conversión. Es de difícil lectura por estar escrito a dos columnas. Asi pues como la letra es demasiado pequeña para mí vista, leo solo los subrayados de mi hijo Juan que de allí lo trajo. Estar un rato leyendo a Chesterton es pasar un buen rato y salir reconfortada. En el ensayo “sobre el cristianismo” se lee: “…Lo que producutilizado siempree una perplejidad práctica es el odio que sienten sincero y salvaje que sienten muchos europeos por la religión de su propio pasado europeo y esto es una curiosidad histórica (..).No parece haber habido nada semejante en el paganismo. En otro tiempo quizá se adoraba realmente a los viejos dioses como tales, o se les celebraba como leyendas, o inclusive se les trataba a la ligera como bromas, pero nunca fueron odiados como símbolos (…) Mucho tiempo después de que Apolo se hubiera convertido en una abstracción, en una alegoría de la música o de la poesía no había un solo escultor en el imperio romano que hubiera tenido algún inconveniente de esculpir a Apolo conduciendo su carro. Los pagano se hacían más indiferentes respecto a su religión pero no sentían irritación alguna contra ella que los impulsase a negarse a utilizar sus imágenes en el reino de la imaginación. (…)Si el cristianismo fuera realmente uno de los cultos estudiados en la religión comparada, si fuese realmente como a veces dicen los críticos, algo hecho con los materiales tomados del paganismo, no habría razón alguna para que su simbolismo no hubiera sido utilizado siempre por cualquiera. El verdadero motivo es que esta religión se diferencia en un detalle de todas las verdaderas religiones antiguas. No está muerta. Todos saben en el fondo de su corazón que no está muerta, y nadie mejor que quienes desean que muera.” Creo que ha valido la pena copiar esto, es de aplicación inmediata en el mundo de hoy.

20 noviembre, 2015

Santa Juana Francisca de Chantal

La primera vez que oí hablar de la baronesa de Chantal, fue a la tía Elisa, viejecita encantadora que me quiso y a la que quise, que era en realidad tía de mi novio entonces, y luego tía abuela de mis hijos. Elisa era soltera, tenía una hermosa sonrisa, facciones agradables y porte distinguido; quizá porque en su juventud vivió en los aledaños de la aristocracia y ya de anciana, cuando la conocí, vivía en el último piso del Palacio de Colomina, quizá en mejores tiempos dedicado a la sevidumbre. Me contaba como en Nochebuena, en vida de la marquesa de Colomina, a la que llamaba por el nombre, bajaba la familia a la Misa del Gallo que en su oratorio celebraban los Padres Jesuitas. ¿Influiría en la simpatía por la santa el origen aristocrático de ésta?. Quien sabe. Ella siempre la llamaba: “la baronesa de Chantal”. Fue este recuerdo de mis años mozos el que me llevó muchos años después a leer una vida de ella, y recientemente a recordarla citada en un libro de espiritualidad clásico: “El santo abandono”, cuyo autor es un cisterciense. Hablemos pues de ella: Juana Francisca de Chantal, se casó con el barón de Chantal y tuvo cuatro hijos. Al quedarse viuda a los veintiocho años recibió la orden de su suegro de trasladarse a vivir con él el compañía de sus cuatro hijos. “…sin dificultad pudo entrever la amargura del cáliz que había de beber, pues conocía el carácter del viejo barón los desordenes de su casa, y los aún mayores de su conducta. Este anciano sombrío ante quien todo había de doblegarse, había de doblegarse, había caído bajo la dependencia de una criada que mandaba como ama en el castillo dilapidaba los bienes y hacía murmurar a todo el mundo. Durante más de siete años la Santa será tratada como una extraña que se admite en el hogar doméstico, pero a la que en nada se la consulta ni tiene derecho a hacer observación alguna. Estará bajo la férula de una inferior insolente que no le ahorrará humillaciones. Los hijos de ésta serán preferidos a los suyos …”. Ella llegó al heroísmo de cuidar a los hijos de la sirvienta como los propios y prestarles los cuidados más humildes. Todo esto lo sufría por la conversión de su suegro y de la criada. “En esta ruda escuela, mejor que en el más severo noviciado, hízolo Dios adquiriese la rara humildad y esa perfecta obediencia que muy pronto hicieron de ella, bajo la dirección de San Francisco de Sales el instrumento de tan grandes obras”. A la calle de San Francisco de Sales en Madrid escribí de moza cientos de cartas…Luego lo conocería porque es patrón de periodistas… Qué poco pudo imaginar Elisa Arnau que murió en la década de los 70, que esta “entrada” la inició ella compartiendo conmigo su admiración por la santa, cuando de Internet era impensable. A los viejos hay que oírlos, tienen mucho que contar.

14 noviembre, 2015

Dos buenos libros

Recientemente he leído dos buenos libros el primero en el tiempo ha sido: “La tierra no es nuestra patria, Vida de Luis y Celia Martin Padres de Teresa de Lisieaux,” de Carlos Ros, edición Monte Carmelo. Lo he disfrutado mucho. Como tanta gente que lee libros de espiritualidad, soy amiga de Santa Teresita desde que leí su “Historia de un alma”, que escribió por obediencia y que he leído más de una vez. Y como el 18 de octubre pasado Francisco canonizó en Roma a sus padres me tentó el libro en cuestión para volver a “Les Buissonets” a incrustarme en la familia de Teresita de la que nos había hablado ella. Me viene ahora a la memoria, eso es lo que tiene el escribir que que se empieza a tirar del hilo…pero, tranquilos, acabaré en mi caso en buen puerto, los libros que gozosamente leí a los 12 o 13 años de Berthe Bernage cuya protagonista era una tal Cristina, y le los que no me acuerdo de nada, pero de ellos quedó en mi mente el nombre de “Los Buissonets”, que yo le daba eco mágico. Nombre que más tarde encontraría leyendo, alrededor de los 40 años, la vida de la santa, éste era el nombre de la casa de su infancia. Por el tiempo a que me he referido, las niñas que teníamos la suerte de poder leer, leíamos también los libros de la colección Escelicer, uno de cuyos títulos era “Colibrí ”. Y esta digresión va a la salud de algunos de mi generación al que tales nombres pueden evocarles un “mundo feliz”. Más tarde llegó a mis manos “La vida sale al encuentro” de José Luis Martín Vigil, que también disfruté. También he leído “La Familia regalo de Dios”, que recoge textos del Papa Francisco sobre la familia en alocuciones en Brasil, Manila Filadelfia, Roma. La claridad, la sencillez, la valentía, la lucidez, la ternura acompañan los textos de Francisco, como hombre de Dios que es. No puedo dar ninguna cata de él libro porque lo he devuelto a la biblioteca del colegio de mis hijas, pero me lo pienso comprar.

02 noviembre, 2015

Isidoro Zorzano

Para mí Isidoro Zorzano – primer miembro Numerario del Opus Dei en el mundo - cuya vida leí: “Isidoro Zorzano , Ingeniero Industrial”, J.M. Pero- Sanz, testmonio mc,” hace algunos años, es un gran amigo,al que rezo cuando me encuentro en algún apuro y siempre me oye. Eso tiene leer un libro de alguien santo o en proceso de beatificación: que te haces amigo. Forma ya parte de tu vida. A veces le rezo su oración, que es bien bonita: “Dios todopoderoso, que llenaste a tu siervo Isidoro de abundantes tesoros de gracia en el ejercicio de sus deberes profesionales en medio del mundo: haz que yo sepa también santificar mi trabajo ordinario y llevar la luz de Cristo a mis amigos y compañeros; dígnate glorificar a tu Siervo y concédeme por su intercesión el favor que te pido…. Así sea.” ( Padrenuestro, Avemaría, Gloria) Otras veces si la cosa es pequeñita, en aras de la amistad, le digo simplemente: Isidoro… y zás noto la ayuda. Bueno pues el caso es que hace tiempo le recé para que se vendiera un chalet de mis hijos, cosa difícil no solo por la crisis sino porque en él priva la belleza frente a la practicidad y estaba algo deteriorado. Bueno pues se ha vendido. Al día siguiente de San Judas Tadeo, patrono de la familia de mi marido, vaya usted a saber por qué, pues a nadie hay para preguntárselo. Pero hay otro favor que me ha concedido y también lo recé: me voy esta semana de convivencias a un Centro del Opus Dei. Sabía que debía hacerlas y me daba una pereza atroz: dejar mi casa, no ver a mis hijos, hacer el equipaje.. le pedí fuerzas y me las ha dado y me voy esta tarde si Dios quiere. No sé si llevarme o no el ordenador. Veremos.

La Virgen de los mandarinos

El Papa Francisco en “La familia regalo de Dios”, habla como es natural mucho de la Virgen y dice cosas muy bonitas y algunas curiosas. Nos dice que a él cuando tiene un rato libre le gusta leer historias de San Alfonso María de Ligorio, aunque tenga un lenguaje anticuado y nos cuenta la historia de “La Virgen de los mandarinos”. Resulta que en Sicilia o en Calabria, no se acuerda bien, hay muchas mandarinas y existe ésta advocación de la Virgen. “ Y cuentan que la Virgen de los mandarinos, en buena parte granujas y ladrones, los quiere. Y ellos le rezan porque cuando lleguen al cielo, Ella está mirando la cola de gente que llega. ¿no? Y cuando ve a algunos de ellos “les hace así” con la mano y les dice a que no pasen, que se escondan. Y a la noche cuando está todo oscuro y no está San Pedro les abre la puerta” Y sigue diciendo el Papa: “Es una manera muy folklórica y muy popular de una verdad muy grande, ¿no?. De una teología muy grande. Una madre cuida a su hijo hasta el fin. De ahí la tesis de San Alfonso María de Ligorio de que un devoto de la Virgen no se condena”.