19 febrero, 2017

Leyendo y disfrutando "Dios o nada"t

Al abrir el correo me he encontrado un comentario en “el rastro” de “misael” – que me sigue desde hace años – diciéndome que le gustaría que le regalen para su aniversario el libro del cardenal Sarah.. ¡Ojala sea así¡. Es curioso porque esta mañana leyéndolo, me he dicho: “le gustaría leer todo esto a “misael” y mira por dónde…Doy como acostumbro una cita del libro: “La familia africana se construye ante todo en torno a una vida en común. Para muchos el dinero ocupa un lugar secundario. Mi familia era pobre, pero éramos felices y estábamos unidos. En Guinea la familia constituye la célula básica de la sociedad, el lugar donde aprendemos a atender a los otros y a servirles sin ostentación. Creo que Europa y occidente deben redescubrir su sentido fijándose en unas tradiciones que África nunca ha abandonado. En mi continente la familia representa el crisol de los valores que irrigan toda la cultura, el lugar de la trasmisión de las costumbres, de la sabiduría y de los principios morales, la cuna del amo gratuito. Sin familia no hay sociedad ni hay iglesia. Los padres transmiten la fe en familia (…). Mi padre me enseñó a querer mucho a la Virgen. Aún le veo arrodillarse en el suelo de Ourous, para rezar el ángelus todos los días a mediodía y por la tarde. No he olvidado jamás esos momentos en que cerraba los ojos para dar gracias a María. Yo le imitaba y rezaba mis oraciones a la madre de Jesús”. Hasta pronto.

11 febrero, 2017

Talmud

La dignidad de la pareja humana radica en que es la “imagen de Dios” en la tierra. Un profundo texto del Talmud da cuenta de ello: “¡Tened mucho cuidado en hacer llorar a una mujer¡, porque Dios cuenta sus lágrimas¡ La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies, para no tener que ser pisoteada; ni de la cabeza, para no ser superior, sino del costado, para ser igual; un poco más abajo del brazo, para ser protegida, y del lado del corazón para ser amada” (Talmud, la gran colección de las tradiciones judías). Cita sacada de “La Biblia en un fragmento”, doscientas puertas al Antiguo y al Nuevo Testamento, Gianfranco Ravasi.

05 febrero, 2017

"Dios a nada"

He leído “Dios o nada”. Me ha ayudado espiritualmente, como le ha pasado a Benedicto XVI que también lo ha leído. Al ver el libro, me encantó su llamativas portada: el título por su bendita “desfachatez” y la figura a todo color: negro, rojo y blanco que la llena: la del Cardenal Robert Sarah un hombre negro, de hermosas facciones, con expresión de una gran humanidad. Vale la pena buscarla en Google para verla. La lectura de su vida, (entrevista con Nicolas Diat) engancha desde el principio. Me ha conmovido especialmente su gran amor a Dios desde niño y su heroísmo, mantenido a lo largo de tantos años: a los siete años ayudaba como monaguillo a diario en misa de 6.. después iba a casa a desayunar y a las 7 tenía que estar en la escuela de los misioneros espiritanos cuya piedad y valentía lo marcaron desde niño y a los que está profundamente agradecido y diciendo en repetidas ocasiones que a ellos debe su vocación. Termino con estas palabras que sobre el libro sobre el libro le escribe Benedicto XVI: “He leído “Dios o nada con gran provecho espiritual, alegría y gratitud. Vuestro testimonio de la Iglesia en África, del sufrimiento durante la época del marxismo en Guinea y de una vida espiritual dinámica, tiene gran importancia para la Iglesia (…)Su valiente respuesta a los planteamientos de la “teoría de género” clarifica una cuestión antropológica fundamental”.

Infierno

Leí el artículo en Babelia el artículo de Juan Arnau “ Viaje al fin de la noche” en el que se habla del Infierno en “La divina comedia” de Dante. Y aunque disfruté lo disfrutable, me siento obligada a decir algo sobre el infierno para no confundir al personal. Vamos a ello: Jesucristo dijo: “ Id malditos al fuego eterno, preparado para el diablo y sus secuaces, porque tuve hambre y no me distéis de comer, porque tuve sed y no me distéis de beber, porque estuve enfermo y no me visitasteis…” cualquiera puede encontrarlas en los Evangelios. Son palabras que no nos conviene olvidar. El infierno es para siempre. Hoy no se habla de él y si se habla, se falsea su realidad: “nada es irremediable.. todo camino tiene una salida..”. Sí, mientras se tiene vida porque Dios no se cansa de perdonar como nos recuerda frecuentemente el Papa Francisco. El más allá es otro cantar: con la muerte la voluntad queda fijada en el camino elegido. “Dios no predestina a nadie al infierno y este viene. La vida es seria, en ella nos lo jugamos todo. Luego, cogí el “Catecismo de la Iglesia Católica” y busque la voz Infierno. Hablan de él los puntos : 1033, 1034,1035,1036 y1037. Pocas lecturas son tan interesantes. Que claras teníamos estas cosas quienes fuimos educadas por las benditas madres teresianas. Pronto aprendimos que cuando Teresa de Ávila, de niña hablaba del cielo con su hermano Rodrigo en el jardín de su casa se encandilaban repitiendo “para siempre, para siempre, para siempre…” por eso decidieron escaparse de su casa para ir a tierra de moros y allí ser descabezados por Cristo. Su tío Rodrigo los encontró cerca de la muralla y los reintegró al hogar. Por cierto, hace dos días ver en “La 2” la película de su vida dirigida por Juan de Orduña. Un buen rato y mucho que agradecer.