28 noviembre, 2016

Poniendo orden se lleva uno alegrías

“El orden conduce a Dios”, decía la Madre Mª Teresa Quintana a mi hermana Carmen, cuando en la revista, abriéndole la tapa del pupitre estaba todo manga por hombro. Y otras veces: “ Señorita Navarro: ¡Vaya a peinarse”¡- las monjas entonces nos llamaban por el apellido y de usted, lo que para nada era síntoma de falta de cariño, ya que vivían para nosotras . Mí hermana Carmen era una chica valiosa de buenas notas y buen corazón. Alguna vez, la monja añadía : “parece mentira que sea usted así con lo aseada que es su madre” Mi hermana Carmen: Carmen Nieves Cristina no fue monja teresiana como la Madre Mª Teresa hubiera querido sino que se casó y tuvo cuatro hijos. Bueno pues poniendo ayer orden en mi Bilioteca he encontrado tres buenos libros de bolsillo que hace tiempo echaba en falta. Son para gente culta ¡ que le campos a hacer¡ Permítaseme decir que una siempre ha procurado picar alto en la lectura y en la vida. Los libros son estos: “Dostoyesky lee a Hegel en Siberia y rompe a llorar” (ensayo) Galaxia Gutenber, “Meimorias de Ultratumba” y “El Genio del cristianismo” de Chateaubriand y “Confesión” de Lev Tolstói. Disfrútenlos si ha lugar.

24 noviembre, 2016

Para Rita

Rita Barberá ha muerto sola en un hotel de Madrid. Ella, que estuvo siempre rodeada de gente. La recordaremos con esos kilos de más, que no parecían preocuparle, con su largo collar de perlas y su acogedora sonrisa de vividora. Quienes la conocían hablan de sus sólidas convicciones, de su entrega y de su lucha. Muchos hemos, visto con tristeza como los medios, que reflejan la actuación de los políticos, caían sobre ella sin respeto ni compasión, haciendo leña del árbol caído, antes de que fuera juzgada. La habrá juzgado Dios que es Padre misericordioso, como tanto nos recuerda Francisco. Ahora que ya ha pasado todo, alegra pensar que tanto la soledad como el sufrimiento que la han acompañado en este último tramo de su vida, figuran en su haber, en su hoja de servicios. Porque el sufrimiento purifica el alma, nos hermana con el Crucificado. Dios bendice con la cruz, eso creemos los cristianos. ¡Que consuelo da serlo en los tragos amargos de la vida¡ Estoy segura de que Rita rezó cuando aparecieron los síntomas del infarto. Yo la recordaré siempre, el segundo domingo de mayo, en el balcón de “La Casa del Vestuario” echando pétalos de flor, con alegría y entusiasmo, sobre la Virgen de los Desamparados, al pasar la imagen de la Virgen en la procesión, cuando va a enfilar la calle de Caballeros.

14 noviembre, 2016

Simpático gesto del Rey Balduino de Bélgica con Sandro Pertini

El Rey recuerda así su encuentro con Sandro Pertini – Presidente de la República Italiana - en el Quirinal: “Yo me daba cuenta de que tenía que decir a ese viejo socialista que había rezado por él para que tuviera fuerza y luz para cumplir su misión. El se quedó muy impresionado. Mientras hablábamos iba sintiendo cariño hacia ese hombre animoso y honrado y me daban ganas de abrazarlo pero no me parecía oportuno. Al despedirnos, en el momento en que yo iba a abrir la puerta, me llama diciéndome que quería darme un abrazo. Yo le apreté fuertemente contra mí y una vez más comprendí que el amor viene del Señor y que es maravilloso dejarse conducir por él. ( “Balduino, el secreto del Rey”, Cardenal Suenens)

12 noviembre, 2016

De "La cena del Cordero",Scott Hanh

"Allí estaba yo, de incógnito: un ministro protestante de paisano, deslizándome al fondo de una capilla católica de Milwaukee para presenciar mi primera misa. Me había llevado hasta allí la curiosidad, y todavía no estaba seguro de que fuera una curiosidad "sana". Estudiando los escritos de los primeros cristianos había encontrado incontables referencias a "la liturgia","la Eucaristía", "el sacrificio". Para aquellos primeros cristianos, la Biblia- el libro que yo amaba por encima de todo - era incomprensible si se la separaba del acontecimiento que los católicos de hoy llamaban "la Misa". Quería entender a los primeros cristianos; pero no tenía ninguna experiencia de la liturgia. Así que me convencí para ir y ver, como si se tratara continuamente de un ejercicio académico, pero prometiéndome continuamente que ni me arrodillaría, ni tomaría parte en ninguna idolatría. Me senté en la penumbra, en un banco de la parte de más atrás de aquella cripta. Delante de mí había un buen número de fieles, hombres y mujeres de todas las edades. Me impresionaron sus genuflexiones y su aparente concentración en la oración. Entonces sonó una campana y todos se pusieron de pie mientras el sacerdote aparecía por una puerta junto al altar. Inseguro de mí mismo, me quedé sentado. Como evangélico calvinista, se me había preparado para creer que la Misa era el mayor sacrilegio que un hombre podría cometer. La misa, me habían enseñado, era un ritual que pretendía "volver a sacrificar a Jesucristo".Así que permanecería como mero observador. Me quedaría sentado con mi Biblia abierta junto a mí. Sin embargo, a medida que avanzaba la Misa, algo me golpeaba. La Biblia ya no estaba junto a mí. Estaba delante de mí: "¡en las palabras de la misa¡". Una línea era de Isaías, otra de los Salmos y otra de Pablo. La experiencia fue sobrecogedora. Quería interrumpir a cada momento y gritar: "Eh ¿puedo explicar en que sitio de la Escritura sale eso.¡ esto es fantástico¡" Aún mantenía mi posición de observador. Permanecí al margen hasta que oí al sacerdote pronunciar las palabras de la consagración: "Esto es mi Cuerpo...éste es el cáliz de mi Sangre." Sentí entonces que toda mi duda se esfumaba. Mientras veía al sacerdote alzar la blanca hostia, sentí que surgía en mi corazón una palabra como un susurro: "¡Señor mío y Dios mío . Realmente eres tú¡". Desde ese momento, era lo que se podría llamar un caso perdido. La experiencia se intensificó cuando oí a la comunidad recitar: "Cordero de Dios..Cordero de Dios..Cordero de Dios..", y al sacerdote responder: "Este es el Cordero de Dios..", mientras elevaba la hostia. En menos de un minuto, la frase "Cordero de Dios" había sonado cuatro veces. Con muchos años de estudio de la Biblia, sabía inmediatamente dónde me encontraba. Estaba en el libro del Apocalipsis, donde a Jesús se le llama Cordero no menos de veintiocho veces en veintidós capítulos. Estaba en la fiesta de bodas que describe San Juan al final del último libro de la Biblia. Estaba ante el trono celestial, donde Jesús es aclamado eternamente como Cordero. No estaba preparado para esto, sin embargo..¡estaba en misa¡ Regresaría a misa al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente. Cada vez que volvía "descubría" que se cumplían ante mis ojos más escrituras..." Espero que haya valido la pena transcribir todo esto, y… sacar conclusiones.

01 noviembre, 2016

A Todos los Santos, Gustavo Adolfo Bécquer

Patriarcas que fuisteis la semilla del árbol de la fe en siglos remotos, al vencedor divino de la muerte rogadle por nosotros. Profetas que rasgasteis inspirados del porvenir el velo misterioso, al que sacó la luz de las tinieblas rogadle por nosotros. Almas cándidas, Santos Inocentes que aumentáis de los ángeles el coro, al que llamó a los niños a su lado rogadle por nosotros. Apóstoles que echasteis en el mundo de la Iglesia el cimiento poderoso, al que es de la verdad depositario rogadle por nosotros. Mártires que ganasteis vuestra palma en la arena del circo, en sangre rojo, al que os dio fortaleza en los combates rogadle por nosotros. Vírgenes semejantes a azucenas, que el verano vistió de nieve y oro, al que es fuente de vida y hermosura rogadle por nosotros. Monjes que de la vida en el combate pedisteis paz al claustro silencioso, al que es iris de calma en las tormentas rogadle por nosotros. Doctores cuyas plumas nos legaron de virtud y saber rico tesoro, al que es raudal de ciencia inextinguible rogadle por nosotros. Soldados del Ejército de Cristo Santas y Santos todos, rogadle que perdone nuestras culpas a Aquel que vive y reina entre vosotros. De: Rimas, leyendas y narraciones