30 junio, 2007

Broche de oro para finalizar junio

Mañana:
Día bonito, con contrariedades, como está mandado.
Había quedado con Conchita en misa de 12 en la catedral. No sabía que ésta estaba invadida desde las 11 con ordenaciones de diáconos y claro está no había misa de 12. Conchita, con muletas y atrapada por la gente no ha podido llegar a encontrarme. Lástima. Pequeña alegría: yendo hacia Santa Catalina para oír misa de una, veo a mis dos hijos hablando en una terraza. Al acabar la misa me recoge uno de ellos y se viene a comer conmigo.

Hoy se celebraban los mártires, cuyo nombre solo Dios conoce , que en el año 64 dieron su vida en el circo en la persecución de Nerón

Tarde:
Con Mª Luz y Mª Amparo a la feria de Muestras - autobús especial - a la macro tertulia con D. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei. Mucha, mucha gente: clima sereno y relajado. Teníamos paz, se palpaba. A la salida, entre el tropel, me he encontrado a mis dos hijas con maridos y niños. El autobús que nos tenía que devolver, no estaba. Nervios.
Al fin, renegando algo – a pesar de que de quería ofrecer la contrariedad por Rusia – hemos conseguido que nos trajera otro.

Antes de la tertulia D. Javier recibía, a mi consuegros, Justo y Vicen, con sus diez hijos (que son veinte) y sus nietos (que suman veintiocho). Los han elegido desde Roma, para ello. Justo, hasta la jubilación Jefe de Departamento de Biopatología, Director de Pro-Vida y Profesor de la Universidad Católica de Valencia, ha defendido la vida, desde su concepción, con artículos, conferencias, ponencias, disertaciones.. y con su propia vida de padre de diez hijos. El acto, según me ha contado Marta ha sido muy emotivo y su marido, que no quería ir,- cuando su padre ha estado a punto de llorar.

Gracias tibi Deus, gracias tibi

26 junio, 2007

Memoria

Esta mañana he ido a misa con mi nieto Alejandro a San Juan del Hospital. Por ser 26 de junio, era en honor de San Josemaría. Con sus nueve años recién cumplidos, la ha seguido seriamente durante una hora. Misa solemne: tres celebrantes, incensación del altar, homilía.. Justo hoy, van a quedarse en Moscú los primeros miembros del Opus Dei en Rusia. Un sueño. Para quienes hemos conocido el comunismo y el telón de acero, poder hablar abiertamente de Dios en Rusia era impensable por soñador que uno fuera. “Soñad, y os quedaréis cortos” decía San Josemaría a los suyos en las primeras andaduras de la Obra en España..

Le he encomendado a Alejandro y he recordado.
Cuando murió en el año 1975, sus hijos oímos multitud de misas, en sufragio por su alma, durante el mes de julio con un calor asfixiante. Yo entonces tenía menos mansedumbre que ahora y ello me sulfuraba bastante: todos sabíamos que era un santo y sufragios no necesitaba. Luego todos los años, misa solemne en su díapor el eterno descanso de su alma. Ahora tras la canonización: en su honor.
En el 90, a mi hija Marta la dejó Pablo, su novio. Lloró, rezó al entonces Monseñor Escrivá de Balaguer y se mantuvo en su sitio. No movió un dedo por verlo. El 26 de junio, Pablo vino con un ramo de flores a casa para pedirle perdón.

Marta, ya casada no podía tener hijos sin una fecundación “in vitro”. No estuvo dispuesta a ella. Rezó y adoptaron un par de niños
rusos: Alejandro y Tatiana . Cuando fueron a recogerlos, iba ya embarazada de Belén, luego vino Carla y ahora está nuevamente embarazada. Hoy en “El Mundo”, una noticia con letras grandes: “Juan Arnau habla de las interioridades del budismo”. Juan Arnau es mi hijo.

Todavía espero, por intercesión de San Josemaría, en mi familia cosas más grandes.

25 junio, 2007

25 de junio de 1944

Nunca llega un 25 de junio sin que recuerde que el 25 de junio de 1944, yo tenía cuatro años, se ordenaron los tres primeros sacerdotes del Opus Dei. Después de ellos muchos más, si arriesgara una cifra me equivocaría.
Es una multitud de hombres, buenos profesionales en el desempeño de una
su profesión civil, a quienes san Josemaría ha llevado al sacerdocio, para
“servir a la Iglesia”, para ayudar en su camino hacia el cielo a sus hermanos los hombres, ( me niego a tener que decir: y mujeres. Estamos haciendo un mundo de tontos en el que hay que nombrar lo que es obvio). Son muchos
los sacerdotes del Opus Dei a quienes Dios ha puesto en mi camino desde mi juventud: Don. Justo Luis, D. Salvador, D. Antonio, D. Francico, D. José Mª, D. Juan Fernando, D. Rutger (holandés que habla un magnífico castellano) y tantos otros. Algunos de ellos están ya en el cielo. Todos me han ayudado a seguir “pa lante” o como diría una andaluza graciosilla: “anda, que Dios te lo manda”.

En un día como hoy se ordenaron: Don Älvaro del Portillo Ingeniero de Caminos, D. Josemaría Hernández Garnica, Ingeniero de minas y D. José Luis Múzquiz, creo que Ingeniero Industrial. Ellos abrieron brecha. D. Álvaro y D. Josemaría están en proceso de beatificación. D. Jose Luis, no lo sé. Me enteraré.

Siempre he querido tener un hijo sacerdote. De momento, no lo tengo. Pero tengo dos nietos... El mayor Alejandro de nueve años está conmigo hoy. El con su ordenador y yo con el mío. Alejandro como ya he dicho, es ruso. Veremos.

24 junio, 2007

Perder la cabeza

Sabido es que una mujer, puede hacerle perder la cabeza a un hombre. O por lo menos, podía. Pero tanto San Juan el Bautista, como Santo Tomás Moro (festividades del 24 y 22 de junio respectivamente) perdieron literalmente la cabeza por decirles uno a Herodes y otro a Enrique VIII que no era lícita la relación con las mujeres con las que convivían. En honor de Tomás Moro, Canciller de Inglaterra, que con su vida defendió la indisolubilidad del matrimonio, copiaré, algo de lo que escribió, cuando encarcelado en la Torre de Londres, esperaba la ejecución de su sentencia. Esta sacado de “Un hombre solo. Cartas desde la torre” (Rialp)

De la correspondencia entre Tomás Moro y su hija Margaret:

“De entre las gracias que tan abundantemente el Rey me ha otorgado, estoy convencido de que mi encarcelamiento es la mayor de todas” (pág22)

“…querida hija mía, he abierto para ti el fondo más secreto de mi mente (..) te aseguro Margaret que nunca he pedido a Dios que me saque de aquí ni que me libre de la muerte, sino que abandono todo el asunto por entero a su propia voluntad, como aquel que ve mejor lo que es mejor para mí que yo mismo.”

“ Mi amadísimo padre: Pienso que nunca podré agradecerte bastante el consuelo inestimable que mi pobre corazón recibió con la lectura de tu carta tan cariñosa y espiritual, representando la claridad brillante de tu alma, el templo puro del Espíritu Santo de Dios, que no dudo descansará perpetuamente contigo y tu con Él. Padre, si me hubieran dado el mundo entero, así Dios me salve, tal regalo hubiera sido un pequeño deleite en comparación con el que concebí del tesoro de tu carta, que aunque fuera escrita con un carbón, es digna en mi opinión de ser escrita en letras de oro…”

Sobre Santo Tomás Moro su actuación en el malhadado asunto de Enrique VIII y Ana Bolena hay una poelícula muy hermosa de Mankievitz: “UN hombre para la eternidad”,

22 junio, 2007

Psicólogos, confesores y vida

No me acostumbro yo a eso de la confesión, aunque la menudeo porque sé que es necesaria para ir por la vida sin lastres: “Tus pecados te son perdonados,… vete en paz”. Y en paz te vas. Una paz que no podrá dar nunca ningún psicólogo. En fin…tristes tiempos estos que menudean los psicólogos en lugar de los confesores. Ya lo decía D. Gregorio Marañón hace muchos años y lo transmitía D. Tomás Alcober, médico psiquiatra: y Director de Psiquiátrico: “Ahora que la gente no se confiesa, abundan los psicólogos”. Sin menospreciar en modo alguno el trabajo de éstos, apuntaré que la Iglesia, lleva veinte siglos de psicología a cuestas y además, acoge sin halagar, dice no lo que quieres oír sino lo que te conviene oír.

Ayer me encaminaba a confesarme, sin pizca de ganas, cuando me encuentro con mi amiga Amparo, perteneciente a los Neo- catecumenales. Le doy cuenta de mi estado de ánimo, añadiendo: “a veces hay que ir a contrapelo”. Me contesta “¿Y por qué te cuesta confesarte?. Vas a hablar con el Señor”. Me quedé pensando en ello agradecida. “Exhortaos unos a otros” que decía San Pablo. Al despedirnos. recordé esas palabras de Teresa de Jesús: “Aunque me canse, aunque no pueda, aunque reviente, aunque me muera”. Nunca será motivo para dejar de confesarse ( si uno es católico) el “no me apetece”, como no lo es para dejar de hacer otras cosas necesarias.

21 junio, 2007

Amalasunta

He terminado de leer “Ciudadelas de Dios”. Me he entretenido con las batallas de ostrogodos y bizantinos allá por el siglo V, y he conocido un poco a Boecio que escribió “De la consolación Filosófica”, libro del que teníamos noticia quienes estudiamos un bachillerato serio. Resulta que lo escribió encerrado en una torre esperando ser condenado a muerte por el rey Teodorico, a quien había servido con lealtad toda su vida. Boecio por su vida ejemplar es considerado mártir. Tampoco han faltado en el libro, los amores necesarios. Amalasunta es hija del rey Teodorico y está enamorado de ella Casiodoro ( que también lo estudiamos). Pero éste se deja a tiempo la política, salva el pellejo, retirándose a Calabria, donde funda un monasterio.

Por la lectura del libro, tengo un amigo más: San Benito de Nursia, el del “ora et labora”, lema que de algún modo procura vivir toda persona sensata que ha dejado atrás su juventud y unos pocos valientes que lo viven, radicalmente, sin haberla dejado atrás. San Benito de joven fue a encontrarse con Dios viviendo en una cueva y allí fue a por él un monje que consiguió llevárselo a su monasterio. Lo nombraron abad y trataron de envenenarlo porque quería hacer de él un monasterio estricto. Más tarde fundó los monasterios benedictinos: trabajo duro, una comida al día y nunca carne y alabar a Dios cantando siete veces al día. Cantando de pie ayudado por sus monjes murió San Benito

20 junio, 2007

El día de los nubarrones

El día de los nubarrones


Siempre me ha tentado copiar, aquellos trozos de la Escritura que me impactan especialmente. Hoy voy a sucumbir a la tentación. Se trata del evangelio que se leyó en la misa de la festividad del Sagrado Corazón Además, el título: “El día de los nubarrones” es especialmente evocador.

“ Porque así dice el Señor Yaveh: Aquí estoy yo; yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él. Como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, así velaré yo por mis ovejas. Las recobraré de todos los lugares donde se habían dispersado el día de los nubarrones. Las sacaré de en medio de los pueblos, las reuniré de los países, y las llevaré de nuevo a su suelo. Las pastorearé por los montes de Israel (…)Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a sestear, oráculo del Señor Yaveh. Buscaré a lo oveja perdida, traeré a la descarriada, curaré a la herida, restableceré a la enferma,…” (Ez. 34,11)

Confortador y relajante para quienes tenemos cerca del corazón ovejas que se extraviaron el día de los nubarrones.

19 junio, 2007

Encontronazo

Ayer en el autobús iba leyendo un testimonio que sobre Isidoro Zorzano (cuya Positio sobre su vida y virtudes se presentó en la Congregación para las causas de los santos. el 28 de diciembre de 2006) da su sobrina, hija de su hermana.:

“Aunque durante la guerra yo era muy pequeña, coincidí algunas v eces con el tío Isidoro, en casa de su madre, mi abuela Teresa, en el ático de Serrano 51. Recuerdo que cuando había alarma de bombardeos, Isidoro
decía: “Yo no bajo al refugio, me voy a quedar”. Allí lo encontrábamos cuando subíamos de nuevo, pasado el bombardeo. La casa nunca sufrió perjuicios en esas ocasiones en que Isidoro se quedó arriba. Solo hubo contratiempos (que yo recuerde) que el tío decidió acompañarnos al refugio. Ese día cuando volvimos al piso, comprobamos que un obús había entrado; había roto circularmente el vidrio de un cuadro de San José; había atravesado la pared donde colgaba el cuadro (sin perforar la imagen)y había terminado alojándose en la habitación contigua, en el colchón de la cama del tío Isidoro. El episodio produjo a todos gran admiración y en la familia hemos conservado el cuadro.”

Cuando leía esto, un coche se dio un buen encontronazo con el autobús. Y tuvimos que bajarnos todos de él. Oí el ruido y noté el frenazo. Pero seguí leyendo, hasta que tuve que bajar.

17 junio, 2007

Cada día su afán

El verano, cuando se tiene una edad respetable, a veces es un pequeño huerto. En alguna medida, se hace realidad lo que le dijo el Señor a San Pedro: “Cuando eras joven, tu mismo te ceñías e ibas a donde querías, cuando seas viejo otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras ir”, porque ¿qué se me ha perdido a mí en “La Virgen de la Vega”, que además me va a costar mis buenos euros alquilar el apartamento? Pues se me han perdido dos hijas y seis nietos. Y allá que iré. Y que Dios me ampare y agradecida de que tengo mi propio techo, que no es moco de pavo ser independiente, y tener un par de piernas ágiles. Comentábamos estas cosas Mary Luz Maribel y yo, cuando cambiando un poco el sesgo de la conversación, dijo Maribel: “A Lola le preocupa mucho el futuro” y era claro que lo que le preocupaba era quien la iba a cuidar a ella, que tan bien cuidó a Luis su marido.

Al oírla, me vino al pelo esa frase de Tomás de Kempis: “Vano es inquietarse y preocuparse por algo que vendrá, ven que quizá no venga”. El futuro está en manos de Dios y es una tontería tratar de cargar con él. “Bástale a cada día su afán”.Y les conté el caso de mi hermana. Siempre le preocupó el hecho de que al ser su marido hijo único, al morir su suegra tendría que “cargar” ella con la hermana de ésta, la tía Alejandrina: ciega, voluminosa y un poco subnormal. Pues ocurrió que mi hermana murió a los 34 años en el parto de su cuarto hijo y la tía Alejandrina murió de anciana muchos años después.

16 junio, 2007

Boda a los sesenta y seis

Hoy, a las doce de la mañana, festividad del Inmaculado Corazón de María, en Barcelona, en la capilla de las Madres Teresianas, obra de Gaudí, (Ganduxer) se ha casado mi amiga Teresa con Alberto su novio de un montón de años. Nada de particular salvo la edad de los contrayentes. Conozco a la novia desde que ambas teníamos diez años e íbamos en Valencia, a las Madres Teresianas de la calle Cirilo Amorós 62, obra de Valls. He seguido desde entonces, su trayectoria vital: carrera de medicina, noviazgo de los de antes con José Mº, estudiante de medicina, que llegó a ser una lumbrera en catecismo, boda, nacimiento de tres niñas.. Teresa multiplicándose para compaginar sus dos consultas de endocrinóloga con su maternidad, muerte a los nueve años de edad de Cristina, su segunda hija de un cáncer de pulmón. Y no mucho tiempo después abandono del marido, que acabó casándose por lo civil con otra mujer. Teresa luchó por su matrimonio, y sufrió, pero no estuvo dispuesta a quedarse ahí. Se buscó novio. Alberto, de su edad, Ingeniero Industrial, alto y guapo fue el elegido. Él era víudo, pero ella era divorciada. No cabía la boda por la Iglesia. Así ha pasado el tiemo. El jueves Santo del año pasado murió José Mª. Ya no había impedimento alguno para hacer las cosas como es debido, y son ante Dios: marido y mujer. Hoy, estoy de celebración.

15 junio, 2007

La octava del Corpus

Ayer tuve la suerte de poder ir un año más a la celebración de la octava del Corpus en el Colegio del Corpus Christi, conocido en Valencia como “el Patriarca”, porque lo fundó San Juan de Ribera cuando era no se si gobernador de Valencia virrey. Lo fundó para que sus sacerdotes dieran a la Eucaristía un culto espléndido y lo hacen. Ya la visita a la Iglesia es una gozada: la profusión de luz hace que sus muros, capillas y cúpula totalmente decorados con pinturas que representan escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, nos envuelvan y transporten a un mundo que nada tiene que ver con el que hemos dejado fuera. A ello hay que añadir además de la música: órgano y polifonía, el latín en que se canta, las nubes de incienso las casullas y dalmáticas bordadas en oro, los movimientos pausados y solemnes de los oficiantes.. La liturgia bien vivida es algo magnífico. Es toda la tarde dedicada a cantar y agasajar, como Dios manda, ese Cuerpo de Cristo, contenido bajo apariencia de pan. En la Iglesia desde primeras horas de la tarde no cabe un alfiler, porque además de los adoradores, están los filarmónicos y los estetas que no están dispuestos a perderse el festín. Ya cerca de las nueve de la noche sacan la monumental y rica custodia en procesión por el claustro renacentista, cubierto de olorosa enramada. Cada doce pasos la paran, inciensan y echan pétalos de rosa, para que pase por encima. Se vuelve a casa pletórica.

12 junio, 2007

Recortes

Me sacaron en “Las Provincias”: “Como niños”, reducido a la mitad. Cortaron todo lo que era “apostólico”. La verdad es que saben cortar bien, pero la carta (que es columna, yo siempre escribo columnas) sabía a poco. Mi hijo Juan me dijo: “Leí tu carta en el Periódico. Me pareció un poco pobre”. Le expliqué el caso. También puede ser que la cortaran por la enmaquetación. Bueno. Como decía mi madre: más se perdió en la guerra de Cuba.


Con Chesterton una vez más

La verdad es que resulta encantador conversar con él a la hora del café. Toda lectura es diálogo y ¿dónde va a encontrar una interlocutor más lúcido y más bueno, en el buen sentido de la palabra?. Ya había leído hace años su “ San Francisco de Asís” y su “Santo Tomás de Aquino”. Una delicia. Y un tormento porque una querría tomar nota de todo y no se puede. Acaba una la lectura con ganas de decirle: ¡viva la madre que te echo al mundo¡ Por cierto, que a su madre dedicó “Ortodoxia”. Nada más, ni nada menos.

Los pollos

Mi abuelo Gregorio, hombre simpático, del que alguna vez he contado algo, decía lleno de satisfacción y de evidente gratitud ( las cosas, cuando se ven como regalos mejoran, la frase aunque no textual es de mi amigo Gilbert Kheit): “No cabrían en esta habitación, los pollos que me llevo comidos”. Es de notar que en esos tiempos el pollo era un manjar de fiesta, y riquísimo de sabor. Nada que ver con los pollos que ahora conocemos. Y yo me digo ¿Cuánto ocuparían los miles de palabras aque he leído en mi vida?. Como mi abuelo, lo agradezco

10 junio, 2007

Como niños

El día de San Efrén, nació Belén.
San Efrén fue sirio, un fecundo escritor y doctor de la iglesia del siglo 7.
Belén es, valenciana, pizpireta y hoy ha cumplido cuatro años.
Como sus padres están en Ibiza, para ayudarla a ella y a “la cuidadora”, la he tenido yo de 12 a 6 … Misa con ella en Santa Catalina, ofrecida a su salud (eso que tendrá), compra de chucherías, comida que le gusta y como no quería dormir siesta me he bajado con ella al bar turco de al lado que tiene terraza. Colores, pegatinas, dominó para hacer castillos y dedicación plena porque con Belén no hay ninguna posibilidad de que juegue sola y me deje leer. No es que no sea inteligente, lo es y mucho, sino que, consciente de sus encantos y con muchos recursos, acapara la atención del todo. Han sido muchas horas. No pregunta por su madre, pero la echa de menos. Hacia las cuatro ha empezado a decir cada cinco minutos que cuando se iba a su casa y le ponían el pijama. “Maida vendrá a por ti a las 6”. “¿Y que hora es”. “Las cinco”. “¿Y cuánto falta?”. Todo, sin perder la sonrisa y tratando de pasar el tiempo como podía. Yo, que quería pasarlo mirándola de vez en cuando pero con mi juguete: una vida novelada de San Benito de Nursia, me daba cuenta lo cercanos y desvalidos que estamos los adultos y los niños. Y también la cantidad de horas, de dedicación y cariño que un niño exige para que su inteligencia y su afectividad se desarrollen bien. “La enseñanza no está pagada”, decía mi madre cuando mi padre protestaba de que las monjas hubieran vuelto a subir el recibo. Pobres monjas: estábamos con ellas de nueve a una y de tres a siete y media…

Belén quería irse a casa. También a los niños les cuesta vivir.
Belén era una pesada diciéndomelo veces y veces.
Yo soy una pesada pidiéndole al Señor siempre las mismas cosas.
Pero Dios tiene mucho aguante. Además, le gusta que le pidamos. Nos lo ha dicho.

07 junio, 2007

Las águilas

Las Águilas


Jesucristo en la eucaristía nos da a comer su Cuerpo y su Sangre. El pan y el vino, después de la consagración, dejan de ser pan y vino. Solo tienen de éstos la apariencia. Son como una máscara que oculta su Realidad. “ En los clanes religiosos primitivos, la máscara es esencialmente litúrgica: va asociada a la adoración, a la justicia, a la curación a la educación, a la iniciación, siempre en función de espíritus o de la divinidad”. La máscara en sentido profano: máscara de criminal , para desorientar la persecución, desorienta. Pero la máscara “en lugar de desorientar puede ser un indicador infalible; en lugar ; en lugar de extraviar, puede ser una puerta abierta hacia el tesoro buscado; en lugar de engañar puede confirmar la identidad de la persona”.

“ Eso es lo que pasa con la eucaristía. Las apariencias son ambiguas. El incrédulo no es idiota, cuandi fiándose de lo que ve, dice aquí hay pan y vin, y nada más. El creyente tampocio es idiota cuando fiándose de la palabra de Criso dice: No, verdaderamente es el cuerpo y la sangre de Cristo, pero bajo apariencias extrañas. (…) Quedan las apariencias del poan y del vino, una máscara”

“Pero ésta máscara es verídica y revela tanto como esconde. Las apariencias no engañan , porque ese cuerpo está ahí para ser comido y esa sangre está ahí para ser bebida. Ese cuerpo está ahí más nutricio, más verdaderamente pan que el pan ordinario, cuyo lugar ha tomado a escondidas. Esa sangre está ahí, más reconfortante, más embriagadora, más vino que el vino ordinario cuyo lugar ha tomado a , eficaz y sutil, el que rodea a ese hombre mudo y enmascarado, en el centro de la liturgia cristiana, pero cuya máscara no es más que franqueza, sinceridad, pudor, generosidad también, pues así es como puede entregarse sin reticencias,
como un alimento y una bebida, bajo apariencias extrañas y verídicas.”

Textos tomados de “La Historia de Jesucristo”, R.L. Bruckberger

7 de junio festividad del Corpus Christy

06 junio, 2007

Evolución

Aunque sé que la Iglesia acepta la teoría de la evolución siempre y cuando se reconozca la intervención directa de Dios, en la creación del alma humana, el tema de que descendamos del mono, siempre me ha parecido, con el debido respeto para el señor Darwin, una soberana estupidez. Hace falta mucha fe para ver a un chimpancé pariente propio, aunque lejano. A menudo sucede eso, que hace más fe para creer lo que dice la ciencia (por un tiempo, porque en la ciencia también hay modas), que lo que dice la Escritura. Por ello me alegré de encontrar las palabras que sobre este tema pronunció William J. Bryan :

“Yo no voy tan lejos como algunos en cuanto a la doctrina de la evolución. Todavía no estoy convencido de que el hombre descienda literalmente de los animales inferiores. Yo no voy a atacarlos a ustedes porque deseen aceptar esa teoría; lo único que les digo es que, si bien pueden buscar su ascendencia en el mono si ello les produce placer u orgullo, les pido que no me relacionen a mí en su árbol genealógico sin más pruebas que las que tenemos hasta ahora.”

Punto bobo

Cuando mis hijos eran pequeños, me gustaba hacer jerseys de punto, o colchas inacabables de ganchillo. Eran ratos alegres y relajados. Tricotar, da paz. A veces también engancha y se emplea en ello más tiempo del necesario. Cuando en verano jugábamos después de cenar al parchís con los niños, a veces cogía la labor durante la partida, con el general descontento. Alguién decía: “A ver si dejas el punto bobo”. Y es que hay un punto que se llama así, el que todas las pasadas se hacen del derecho.
Ahora, no tricoto, pero lo echo de menos. No me dejan. Mis hijas se oponen a que sus niños lleven jerseys caseros. Tampoco se de la necesidad de tricotar para los indigentes. Todo requiere siempre organización. Por eso me ha hecho gracia encontrar en la lectura de Santa Faustina, que voy a abandonare por un tiempo después de haber leído 376 páginas, lo que dice aislada en su habitación de hospital:

“Esta mañana, después de haber hecho mis ejercicios espirituales, me puse enseguida a hacer labor de gancho. Sentía silencio en mi corazón y que Jesús descansaba en él, Este profundo y dulce conocimiento de la presencia de Dios me impulsó a decir al Señor: “Oh Santísima Trinidad que vives en mi corazón, Te ruego la gracia de la conversión de tantas almas cuantos puntos haré hoy con este ganchillo. De pronto oí en el alma estas palabras: “Hija mía , tus peticiones son demasiado grandes”. Jesús si para Ti es más fácil dar mucho que poco. “ Es verdad, Me es más fácil dar mucho al alma que poco, pero cada conversión de un alma pecadora exige sacrificio”. Y por eso Jesús te ofrezco este sincero trabajo mío; este sacrificio no me parece demasiado pequeño por un número tan grande de almas; pues, Tú Jesús, durante treinta años, salvabas las almas con el trabajo manual y como la santa obediencia me prohibe penitencias y grandes mortificaciones, por eso te pido que aceptes estas pequeñeces con el sello de la obediencia como cosas grandes. Entonces oí en el alma la voz: “Hija mía atiendo tu petición”.

05 junio, 2007

Faustino

Hace tiempo que había oído hablar de Faustino, un joven que murió a los 17 años alumno de los marianistas de Valencia y cuyo proceso de beatificación ha sido abierto. Ahora acabo de leer un pequeño libro sobre su corta vida. Faustino Pérez- Manglano, nació el 4 de agosto de 1946 y murió el 3 de marzo de 1963, después de una dolorosa enfermedad. Casi un niño que quiso ser marianista pero el Señor se lo llevó sin que pudiera serlo. Como yo nací en el 40 y estoy desde el 46 en Valencia, cogí el libro con la ilusión de encontrar en él algo del ambiente de esos años. De hecho encontré que salía Rábielos, donde pasó Faustino unos días de verano en casa de gente a la que después conocería yo.

Por otro lado, hace tiempo que quería escribir algo sobre “Camino”, libro que estaba en mi casa cuando era niña, lo cual quiere decir que alguno de mis padres o los dos lo leyeron entonces. Luego yo me sabría muchos puntos de él de memoria. Escribir yo sobre “Camino”, después de tantas ediciones, tantas traducciones y tanto comentario de plumas preclaras, como que parecía una insensatez. Quizá por eso, aún intiéndolo, no lo hacía. Y héte aquí que en la vida de Faustino me encuentro con que Faustino copió de él en una cuartilla unos puntos sobre el dolor, que colocó sobre su mesilla de noche, para que le ayudaran en su enfermedad. Son éstos:

“Te acogota el dolor porque lo recibes con cobardía.- recíbelo valiente, con espíritu cristiano: y lo estimarás como un tesoro.”

“La pureza limpísima de toda la vida de Juan le hace fuerte ante la cruz, - Los demás apóstoles huyen del Gólgota: él con la madre de Cristo, se queda. No olvides que la pureza enrecia, viriliza el carácter”.

“Bendito sea el dolor – Amado sea el dolor –Santificado sea el dolor…¡Glorificado sea el dolor¡”

“Contigo, Jesús, ¡qué placentero es el dolor y que luminosa la oscuridad¡”

El Padre Salaverri que escribe la vida de Faustino nos dice que son los puntos169,144,208,229. Faustino escribe más, pero yo lo dejo aquí. Y dice en su diario:
“Mamá, esa hoja que no se pierda. Quiero tenerla siempre a mano”. Y por detrás de esa hoja lleva un proyecto de selección nacional de fútbol