31 octubre, 2010

Las dos rosas

El día 2 de octubre, salíamos Amparo y yo de misa de 11 de la Catedral, cuando nos abordaron dos señoras diciendo: “¿Podemos hacerles un regalo a cambio de nada?”. Me interesó el negocio y nos paramos. El regalo eran dos espléndidas rosas rojas, de tallo largo, una para cada una.
El día empezaba inmejorable. Amparo - amiga desde que en el Colegio se manchaba los labios de sobrasada – y yo, íbamos a tomarnos un buen café con leche en una terraza una terraza de la Plaza de la Virgen, que ya es suficiente fiesta, ahora las rosas.

Pensé – soy de naturaleza optimista – que esas rosas eran como una confirmación “de arriba” de la vida de Amparo y la mía. Pensé también, que una rosa de ese color me regalaba, cada domingo al principio del noviazgo quien luego sería mi marido. Pensé también, que ese día: 2 de octubre, además de sábado, era el 82 aniversario de la Fundación del Opus Dei. En poco rato pensé muchas cosas. Y al escribir estas líneas, esto caigo en la cuenta que la rosa – “la rosa de Rialp” - tiene un lugar de honor bajo el sello del Opus Dei: una circunferencia – el mundo – que lleva inscrita – en sus entrañas – la cruz de Cristo.

Además de darnos las rosas, nos explicaron el motivo de ello: se trataba de una fundación que pretendía evitar a los ancianos la marginación social, la soledad, hacer que se oyera su voz… Me gustó y pensé que quizá podría colaborar en ella. En fin, lejos de sentirme anciana – llevaba mi desenfadado mejor conjunto, y estaba contenta por lo que el día iba trayendo – me vi dentro del posible voluntariado…. Hasta que llegué a casa y leí el impreso no caí en la cuenta que las dos rosas eran un homenaje a nuestros años. El amor a uno mismo, es algo estupendo.

Creo, y me gusta creerlo, que el amor propio, que llega hasta hacernos olvidar nuestra edad, es un rastro que ha dejado en nosotros el amor de Dios. Nos queremos porque Él nos quiere.

Cogimos nuestras rosas y dejamos éstas – a través de la celosía - en el cercano convento de clarisas para que las pusieran ante el sagrario. Las monjas las recibieron encantadas: “Se las pondremos a nuestro padre San Francisco, que el lunes es su fiesta” dijeron. Y me pareció bien porque el día de San Francisco: 4 de octubre, es también otro aniversario: el del día que conocí a quien me regalaba rosas.

29 octubre, 2010

Lucía y mi gente

“¡Que Santa Lucía te conserve la vista¡”, me decía mi madre con irónica superioridad en mi tiempo de universitaria. Parece que la estoy viendo con sus chispeantes ojos azules, en los que había siempre su poquito de burla. Lo decía, cuando mi idealismo - “¡Estás en las nubes¡” - chocaba con su “sensatez”, con su “estar en la realidad”. Cuando alardeaba de que ella estaba en la realidad y yo no, le decía triunfante: “¿En que realidad mamá?”. Realidades hay muchas. O, por mejor decir, hay una sola: que de este mundo no salimos vivos por más que corramos. La creencia en el más allá y su relación con el más acá, me ha acompañado siempre. .

Creo que santa Lucía – a instancias de mi madre – no solo me conservaba la vista sino que me hizo lúcida. A instancias de mi madre: yo nací con vista solo en el ojo derecho. En su laborioso parto – mi madre tenía 38 años -, los forces se cargaron la vista del otro. Seguro que rezó a mucho a santa Lucía, por mí. Como mis padres eran inteligentes ambos, recibí una educación que no consideraba para nada esa mengua de visión al nacer, el otro ojo se ve que suplió y yo era una chica alegre con una vista estupenda. Ahora las cosas han cambiado: tengo en el ojo bueno, una seria catarata. Aunque he perdido bastante visión, me da miedo operarme: “más vale malo conocido…”.

“¡Qué yo vea con Tus ojos, ¡Cristo mío, Jesús de mi alma¡” exclamaba San Josemaría cuando tenía la edad que tengo yo ahora. Cuando se lanzó a su gran catequesis por América, tenía más de setenta años y por sus cataratas estaba prácticamente ciego. La gente, que multitudinariamente, acudió a escucharle no lo sabía. Como murió en 1975. – con setenta y tres años – creo que el Señor le libró de la incertidumbre de operarse o no, caso de que en ese tiempo hubiera opción para ello.

Mi hijo Juan espera su segundo hijo. En este caso una niña. Me enteré el 24 de julio – festividad de Santa Cristina, Reina de Suecia – la noticia fue un estupendo regalo de cumpleaños ( 29 de julio, festividad de santa Marta). Es muy probable que se llamé Lucía. Los padres atienden solo a que el nombre es hermoso y hace relación con las estrellas… A mi me ha hecho gracia que pase eso justo ahora.

27 octubre, 2010

Mi Nácar Colunga

A juzgar por lo descuajeringado que está mi Nuevo Testamento - llevo manejándolo la vida entera - debería ser muy buena. Está hecho polvo. Es una versión directa del texto original en griego por Eloíno Nácar y Alberto Colunga O. P. ¡Dios los bendiga¡. Me he acostumbrado a su traducción, y la he hecho mía porque me he criado con ella por lo que me molesta bastante oír en la iglesia cualquier otra, porque como es natural hay muchos trozos de la Escritura que se me de memoria. De ahí la obligación de que esa sabiduría se ponga en práctica…La edición es de 1967 – la correcta en tiempos, a raíz de la falsa comprensión del Concilio Vaticano II no demasiado ortodoxos-. Pertenece a la Biblioteca de Autores Cristianos. Cuando lo empecé a usar llevaba tres años de casada y luego lo utilizó en el Colegio una de mis hijas porque está su nombre, en bonita letra pequeña, por muchas de sus hojas.

Hace años, un salesiano que veraneaba en Rubielos, y me conocía de verme frecuentar su misa, me dio un montoncito de sellos de María Auxiliadora, para que protegiera a mi familia. Me gustó la y pegué con ilusión uno de ellos en la primera hoja de mi nuevo Testamento – llena de ciervos – que inicia el libro, justo al lado de uno de los nombres de Fe, puesto por ella. El buen salesiano, ha mucho que está en el otro lado.

Hace dos años, me encontré en la Catedral a Gloria – una de las santas mujeres que Dios ha puesto en mi camino – tiene en su haber además de ocho hijos, muchos años dando Catequesis de Primera Comunión, una sonrisa que no se borra de su cara – Como ese año yo también iba a dar catequesis, me dijo una comunión espiritual que ella enseñaba a sus niños.. Me gustó y para no olvidarla, la escribí en mi Nuevo Testamento. Es ésta: “ Jesús, deja tu casita / Ven a la mía, te espero / mi corazón necesita / decirte cuánto te quiero.”

Hoy justo, el sacerdote ha hablado de la importancia de la comunión espiritual, como fuente de gracia. Recuerdo haber contado la que yo aprendí. La que rezaba San Josemaría y ahora rezan sus hijos. Se la enseñó un escolapio cuando era niño. Dice así: “Yo quisiera Señor recibirte, con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu Santísima Madre. Con el espíritu y fervor de los santos.” San Josemaría decía que no mejoraría la situación de la Iglesia hasta que sacerdotes y fieles tratáramos con cariño Al Señor en la Eucaristía.

Aunque consciente de que esta entrada está siendo demasiado larga, añadiré que en la misa de hoy- no en mi parroquia - me ha dado la comunión un chaval, vestido malamente: camisa por fuera y zapatillas de deporte.. ¿Iría así vestido a ver al Rey? A ese pobre infeliz, quizá por miedo a que se vaya , nadie le ha hecho el favor de formarlo.

24 octubre, 2010

Frases que querría dejar en herencia a mis hijos

¿Qué les dejo yo a mis hijos?, me decía Pilar, sentada frente a mí con los ojos un tanto arrasado. La conversación, como tantas entre mujeres mayores - y por lo tanto doblemente sabias - versaba sobre el “más allá”, el tiempo en que las madres no estemos aquí. Pilar cree que no ha sido valiente en la transmisión a sus hijos del único mensaje que vale la pena transmitir y ahora querría compensarlo. Ha tenido una buena idea: se le ha ocurrido explicar a sus nietos la Historia Sagrada. En lo que a mi respecta, desde que vi a mi abuela paterna vivir austeramente, sin vender una sola finca, para poder pasar a sus hijos, íntegro, el patrimonio familiar, comprendí que el patrimonio espiritual recibido – bastante más importante que el otro – hay que transmitirlo fielmente. Y en ese tiempo arduo en que los hijos empiezan a desparramarse, conecté – quizá en exceso - con lo que le dijo San Pablo a Timoteo: “Predica la Palabra, a tiempo y a destiempo, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. Por todo ello contesté, de algún modo, a la pregunta de Pilar: “Hay dos frases de la Escritura que me gustaría dejar grabadas en mis hijos. Son éstas: “Para los que aman a Dios, todo sucede para bien”. La otra, también tremendamente consoladora: “¿Puede una madre olvidarse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvidare, Yo no me olvidaré de ti”. A ver si me sale el intento.


(Carta enviada a "Levante")

22 octubre, 2010

Una carta al periódico

“La regla y la medida del deber no es ni la utilidad ni la conveniencia personal ni la felicidad de la mayoría ni la conveniencia del estado, ni el bienestar, orden y belleza. La conciencia no es una especie de egoísmo previsor ni un deseo de ser coherente con uno mismo; es un mensajero de Dios, que tanto en la naturaleza como en la Gracia nos habla desde detrás de un velo y nos enseña y rige mediante sus representantes” Me ha parecido oportuno transcribir estas palabras del Beato Newman, porque creo que en nuestra sociedad relativista y permisiva, en la que muchos hacen de su capa o un sayo o practican alegremente la ley del embudo nos pueden ayudar a colocar las cosas en su sitio.
Mucho mejor nos iría si en lugar de apacentarnos con el adoctrinamiento – totalitario y hedonista – que nos llega puntualmente, como el biberón al niño, dedicáramos algo de nuestro tiempo a leer a aquellos que dotados de inteligencia preclara que han sabido hacer de sus vidas algo hermoso lleno de coraje y servicio para los demás. Las vidas xde santos, vaya. Por decirlo brevemente. Cuando era niña – y supongo que a muchas niñas más – mi padre colocó en mis manos un libro del que solo recuerdo la cubierta: “Modelos de santidad”. Desde estas veinte líneas de periódico, a las que tengo acceso, quiero darle las gracias por esa siembra de heroísmo y sensatez con la que procuró que se iniciase mi vida.


(Carta enviada a "Las Provincias")

21 octubre, 2010

Marcelino Pan y Vino

Anoche vi “Marcelino Pan y Vino”. Una delicia, por la que el tiempo no pasa. Ladislao Vadja – al que Juan Manuel Prada admira mucho - tiene que ver en la realización. Las buenas películas españolas de entonces tenían mucho de pictóricas, lo que para mi no es ningún defecto: un buen paseo por el Museo del Prado, siempre es de agradecer.

Una gozada ver a los doce frailes que cuidan a Marcelino. Están perfectamente elegidos. Solo no me convenció el ver vestido de buen franciscano a Fernando Rey con sus mofletes y aire satisfecho. Seguro que se hizo para bien: un guapo mozo deja el mundo por Cristo. Solo que para mí no es un guapo mozo sino un hombre con cara sensual, algo que nunca he digerido. Los demás, tienen mi aprobación. Y luego, los actores son nuestra gente, comediantes de un tiempo pasado que muchos disfrutamos, en el que la ingenuidad y la pureza estaban bien vistos, en la vida había ideales, y metas emparentadas con ellos y la gente si no era buena, al menos, intentaba parecerlo. ¿Hipocresía? La había, no cabe duda. Pero hay algo de verdad cuando se dice que “la hipocresía es el tributo que el vicio rinde a la virtud”. Pablito Calvo es “el niño”. El niño que toda mujer habría querido tener. “ Las madres lo dan todo, Marcelino”, le dice el Cristo. “ Se dan a sí mismas, hasta que se convierten en viejas y arrugadas” y el niño contesta: “¿ Y feas?”. “Marcelino, las madres nunca son feas”

Y luego esas canciones pegadizas con las que nos quedamos cuando se ha terminado la película para no aterrizar en la realidad tan pronto: “Sueña, sueña Marcelino doce frailes cuidan tu vida…”

Lástima que no se la pueda poner a mis nietos rusos…

Más sobre la conciencia

John Henry Newman escribía:

“Cuando los hombres invocan nos derechos de la conciencia no quieren decir para nada los derechos del Creador ni los deeberes dee la criatura para con Él. Lo que quieren decir es el derecho de pensar, hablar, escribir y actuar de acuerdo con su juicio su temple o su capricho, sin pensamiento alguno de Dios en absoluto. Ni siquiera intentan regirse por una regla moral, sino que exigen lo que consideran una prerrogativa del inglés: ser cada uno su propio señor en todo, profesar lo que le venga en gana sin pedirle permiso a nadie, y considerar que es un entrometido y que hay que fusilar a cualquier sacerdote, pastor, escritor u orador que se atreva a decir algo contra el camino que él – a su manera – ha elegido hacia la perdición, porque así le place. La conciencia tiene derechos porque tiene deberes”.

Todos conocemos a gente así. Personas en quienes la conciencia – el tenue hilo de la voz de Dios en nosotros – no se oye ya a fuerza de haber sido sordo a él durante años. Es entonces cuando el nombre de conciencia es esgrimido para hacer “lo que me rota”. Existe la obligación moral de formar la conciencia, de acuerdo con la Ley moral que el Creador no solo ha explicitó a Moisés sino que ha impreso en el corazón del hombre. El Papa es el garante de que esa ley moral no se ofusque en el hombre por su capricho. Como dice Newman: “la existencia de la misión del Papa es la respuesta a las quejas de quienes sienten la insuficiencia de la luz natural, y la insuficiencia de esa luz es la justificación de su misión.”

Algo de todo esto habrá que decir en prensa en tiempos en que cualquier político, que pasando del Supremo Legislador se cree con derecho a configurar las leyes a su capricho y consiguiente corrupción de las mismas.

20 octubre, 2010

La conciencia

Comparto unas nociones sobre la conciencia – tan maltratada en estos tiempos - que tienen por autor al Beato Newman:

“La regla y la medida del deber no es ni la utilidad ni la conveniencia personal ni la felicidad de la mayoría ni la conveniencia del estado, ni el bienestar orden y belleza. La conciencia no es una especie de egoísmo previsor ni un deseo de ser coherente con uno mismo; es un mensajero de Dios, que tanto en la naturaleza como en la Gracia nos habla desde detrás dee un velo y nos enseña y rige mediante sus representantes. La conciencia es el más genuino Vicario de Cristo, un profeta en sus mensajes, con autoridad perentoria como la de un Rey; un Sumo Sacerdote en sus bendiciones y anatemas. Aunque el eterno sacerdocio dejara de existir en la Iglesia, en la conciencia permanecería el principio sacerdotal y en ella tendría su poder.”

Y continúa diciendo :

“Afirmaciones como estas no son mas que hueca charlatanería para el gran mundo de la filosofía de hoy. En los últimos tiempos ha habido una campaña deliberada, contra los derechos de la conciencia tal como los he descrito. A la literatura y a la ciencia ha sido encomendada en las grandes instituciones el derribarla. Nobles edificios han sido erigidos como fortalezas contra esa influencia espiritual e invisible que es demasiado sutil para la ciencia y demasiado profunda para la literatura. Las Catédras de las universidades han sido convertidas en asiento de una tradición hostil a ella. Distintos escritores, día tras día, han adoctrinado las mentes de un sinnúmero de lectores con teorías que desechan los derechos de la conciencia. En los tiempos de Roma y de la Edad Media su supremacía fue atacada por la fuerza física; ahora se utiliza el intelecto para socavar los cimientos de un poder que no pudo socavar la espada.”

(“Carta al Duque de Norfolk”, J.H.Newman, Ed. Palabra)

19 octubre, 2010

Reflexión a propósito de la lectura de“La bien plantada”

Gracias a uno de mis hijos, he pasado un buen rato leyendo “La bien plantada”, una de “Las Oceánidas” de Eugenio dÒrs. En parte, porque describe bien un ambiente que de alguna manera he vivido. Aunque el autor nace en 1881, y yo estaba “entonces en la mente”, según me decía mi padre cuando le preguntaba sobre mi anterior existencia, antes de la revolución de París de mayo del 68 - “haz el amor y no la guerra”- , en el trato entre chicos y chicas, había una fuerte componente de respeto y admiración por ambas partes. La componente espiritual – humana - era importante. La televisión y el post- capitalismo no habían hecho todavía estragos en la relación entre ellos, y ésta podría ser, de alguna manera, como la de Adán y Eva antes de la caída. Existía en ella, por así decir, un cierto estado de gracia. Si cabe, más acusado en el varón, que veía con claridad en la mujer a quien, para bien o para mal, podía dirigir en buena parte su vida. Para los chicos, y para sus madres, encontrar una buena chica era importante. Las había capaces de arruinar una vida, las películas daban buena cuenta de ello. En ese contexto, Domenico Modugno, cantaba lo de “Tu eres la estrella que alumbra mi ser / yo sin tu amor no soy nada”. En otro registro, bastante más años después, diría el Papa Juan Pablo II: “Dios a ha puesto al hombre, en manos de la mujer”. En el tiempo, entre ambas citas un slogan lúcido: “ Si se corrompe a la mujer, se corrompe a la familia y si se corrompe a la familia se corrompe a la sociedad.”. Aunque por desgracia algo sabemos de ello, es claro que está en nuestras manos quelas aguas vuelvan a cauce.

15 octubre, 2010

Teresa

“Teresa, nombre lleno de gracias cuando se pronuncia a la manera de los catalanes.
Teresa es un nombre castellano. Allá es un nombre místico,ardiente, amarillo, áspero. Es un nombre que rima con todas estas cosas de que ahora se habla tanto: “la fuerte tierra castellana”, “el paisaje austero, desnudo, pardo”, los hombres graves vestidos de fosca bayeta”,”Avila de los Caballeros”, “el alma ardiente de la santa”, “Zuloaga, pintor de Castilla”, “El retablo del amor”, “la mística sensualidad, esposa de Cristo o mujeruca”.

Pero llega el mismo nombre a nuestra tierra y de pasarlo por la boca de otra manera adquiere otro sabor. Un sabor aún mismo tiempo dulce y casero, caliente y sustancioso como el de la torta azucarada. Teresa es un nombre que tiene manos capaces de la caricia, de la labor y del abrazo. Teresa es a la vez un nombre modoso y muy fino. Teresa es un nombre hacendoso Teresa es un nombre para responder con voz de ciontraalto: “Servidorame llamo Teresa”. Teresa es el nombre de las que tienen como la Adelaida del Conde Arnaldo – que se llamó Adelaida porque vivió en unos tiempos muy góticos, historiados y ornamentales -, un poco de sotabarba y un hoyuelo en cada mejilla.”
( "La Bien Plantada”, Eugenio dÔrs )

15 de octubre festividad de Santa Tereea de Jesús. Gran fiesta para las Carmelitas Descalzas.

Maru y su lote de revistas

“¡Maruxella¡ , ¡Maruxella¡…sus ojos son de verde mar.. / sus encantos imposibles de olvidar…” El disco sonaba por los altavoces del estadio al que las de cuarto de bachillerato, habíamos ido a ver un campeonato de baloncesto entre colegios. Sentado más bajo, delante de mí, había un sonriente marinero americano de ojos azules de los de la Sexta Flota, que de vez en cuando invadían Valencia, porque te los encontrabas por todas partes. La cancioncita de marras estuvo sonando durante dos días en mis oídos unida a la cara, continuamente vuelta hacia atrás, del soldado americano..

Cuento esta historia, por asociación. Ayer mi amiga Maru, que me conoce bien y que pone orden en su casa mucho más de lo que yo quisiera, me vino con un montón de números de revistas “Palabra” - a las que está suscrito su bondadoso y paciente marido - del año 2.009, por si las quería. Como ella esperaba, le dije que sí. Y aquí estoy yo nadando en un montón de “Palabras” por si no fuera poca la información que almacenada, tanto de buenos libros que por mi entorno andan, esparcidos o esperando turno, como de cine o televisión que merece haber visto. Información que luego me siento obligada a compartir, y para bien que sea.

En este contexto de información almacenada, diré dos cosas:

La película Blood, Money ( documental sobre el aborto: información y testimonios, nada “desagradable”) más que merecer verse es que hay que verla. Es una manera de dar el callo en la batalla por la vida. Ojalá profesoras de Colegio fueran a verla rodeadas de chicas de dieciséis años. Si no es nuestro caso, ahí están amigas, hijas y nietas esperando nuestra invitación.

El programa de cine de “Intereconomía” de los viernes a las diez de la noche “Lágrimas en la lluvia” de Juan Manuel Prada, es realmente bueno. Aunque D. Juan Manuel, es quizá un poco retórico y su disertación un poco larga, no da puntada sin hilo. Con motivo de la presentación de “Tarde de Toros”, dijo una frase de Agustín de Foxá que me gustó:
“El pueblo español es un pueblo religioso, que se pasea tranquilamente entre el más acá y el más allá”.

12 octubre, 2010

La Virgen del Pilar dice…

La Virgen del Pilar dice, que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana, de la tropa aragonesa. La Virgen del Pilar es, la que más altares tiene; porque no hay aragonés, que en su pecho no la lleve.

De niña tenía una imagen de la Virgen del Pilar, de unos quince centímetros, a la que podía abarcar con la mano. No he podido volver a encontrarla. Me apropié, no recuerdo como, de la casa de Paz 9 - la casa de las tías de Zaragoza - y a la que me aferraba cada vez que, en el colegio, me sabía de cine, la historia, la literatura o la religión y deseaba que me preguntaran. Impepinablemente lo hacían y me ponían un diez - ante el regocijo de alguna que otra compañera, que me había visto sacarla de dentro del pupitre. El “numerito”, en realidad, lo era solo en parte, porque fe en la protección del cielo, gracias a Dios, la he tenido siempre y para nada me molestaba, de paso, hacer reír a alguna que otra..

Aquellos eran tiempos en los que “Caste” y yo éramos amigas. “Caste” era Rosa Ángeles Castellano – mi compañera de pupitre – el nombre de Rosa Ángeles era, a mi juicio, demasiado largo y pomposo. ¡Rosa era mi nombre¡ no podía utilizarlo, hubiera sido un desacato para conmigo misma - aunque yo entonces era Rosita o Rosipi –, así que decidí llamarla “Caste”, cosa que llevó bien. Sonriendo, Como llevó después, la vida entera y no le faltó sufrimiento en ella.

Ayer asistí al funeral de Caste. Murió – de un cáncer de pulmón - este 9 de septiembre de 2010. Cuando volvía de este, en el coche de una amiga de ésta a la que no había vuelto a ver desde entonces, caí en la cuenta de que el “dies natali” de Caste había sido hermoso, por dos razones: por el día de la semana: sábado, día de la Virgen, y por la fecha: 9 de septiembre: aniversario de la liberación de Valencia por Jaime I el Conquistador en 1234. Arriba, hacen las cosas bien: un día escogido cuidadosamente, porque Caste, como buena valenciana, era devota de la Virgen y festera.

“Rosipi”: conjunción del nombre Rosa Pilar que me dieron en el bautismo, en la Basílica del Pilar,. Los nombres de mis dos abuelas. Y por el que nunca me llamaron. Yo era entonces Rosita, nombre que me reventaba y que me duró mucho tiempo. Rosipi lo inventé yo. La última sílaba escrita con la letra griega. La del número 2,1416 utilizado para calcular la longitud de la circunferencia. Y lo hice en honor de nuestra Madre encargada de curso: la Madre Pilar de Felipe del Espíritu Santo: nuestra profesora de Matemáticas, Física y Química – a la que yo quería mucho y Caste también. La sonrisa de la Madre Pilar era continúa. Ese creo yo que fue el gancho con el que se nos metió en mi corazón . Ahora, Caste y ella se habrán visto en el cielo.

Felices tiempos aquellos en que lasa chicas de dieciséis años apenas sabían de la vida, pero ,lo suficiente para trazar ésta con rectitud. Ayer pasé un día fatal. Descanse en paz.

09 octubre, 2010

El puente

Desde mucho tiempo antes, de que sea visible en el horizonte del calendario, la gente, nuestros hijos, empiezan a hablar de “el puente”. Y nosotros, los mayores – lo de “la tercera edad”, como dice Felipe González es cursi – que nos vamos a quedar en la ciudad, mientras los demás emigran, empezamos a ver “el puente” de una magnitud parecida a la del acueducto de Segovia. La imaginación es así, hace montañas de un grano de arena. A la imaginación hay que tenerla muy controlada. Porque como decía Santa Teresa, cuya fiesta parte por la mitad el mes de octubre, la imaginación es “la loca de la casa” y los locos no suelen ser buenos consejeros . A mi hermana Carmen – que en el cielo está – le gustaba mucho una frase de un comediógrafo cuyo nombre no recuerdo: “No son de cerca los hombres ni tan grandes, ni tan chicos.”. Creo que eso mismo puede aplicarse a los puentes. Cuando este pase, llegará, Dios mediante, el de la Constitución, de la que – dicho sea de paso - a penas se acuerda nadie salvo cuando llega el puente de Inmaculada. Que no cunda pues el pánico entre quienes nos quedamos aquí. No estamos solos: nos quedamos con Dios, con nuestro entorno, amigos, aficiones y descanso . Irse “de puente” no es ninguna obligación, aunque en estos tiempos lo parezca.


(carta enviada a "Las Provincias")

07 octubre, 2010

Complejos

Aunque sabido es que tener complejos es de simplejos, la verdad es que cuesta liberarse de ellos. Ayer, como otras veces, en casa de una de mis hijas, me sentí un poco triste. Las abuelitas me entenderán. “Qué hago yo aquí - me decía - si los niños quieren estar con su madre, después de tantas horas en el Colegio, sin haber ido a comer a casa”. Y seguí pensando : “.. también ella deseará estar con ellos, libremente, y se ve obligada a darme conversación, a hacerme caso… Pero claro, si no vengo – y eso que recojo a la niña del cole y la traigo y ese trabajo que le ahorro - ¿cuándo la veo a y a los niños? ” Así discurría mientras me iba mustiando, lo que evidentemente no facilitaba las cosas. En la vida de las mujeres jóvenes con hijos, si son responsables, no hay tiempo para ir de compras o a merendar con sus madres, salen escopetadas del trabajo para incrustarse en su casa. Aunque a cierta edad los complejos, el perder pie, los arrugamientos, la desconfianza en una misma…pueden ser frecuentes, creo que esto muchas veces se produce, porque el diablo ha metido el rabo. A éste le interesa pasar desapercibido – en eso es muy “humildico”- ,que no se crea en su existencia – a veces tan evidente -, ni se hable de él, incluso se le tome a broma - así puede trabajar eficazmente - , pero la realidad es que nos ronda de continúo y sabe aprovechar nuestra tristeza: un hombre o una mujer tristes, dejan de hacer muchas cosas buenas.

(Carta enviada a "Las Provincias")

05 octubre, 2010

La fe del carbonero

Cuando era niña se oía a veces la frase: “Ese tiene la fe del carbonero” a propósito de quienes tienen fe, sin intentar, como sería lógico, que ésta, esté apoyada, sin tomarse la molestia de profundizar en ella. Sobre esto he encontrado unas líneas de Pilar Urbano en “El hombre de Villa Tevere” que me propongo compartir:

“Cuando se dice que “el Opus Dei es una gran catequesis”, se está diciendo - y no es cosa menuda – que cualquier persona de la Obra (médico, futbolista, catedrática, vinatero, periodista, cantante de ópera, ama de casa, taxista…) ha dee poder dar a sus iguales una noticia atractiva y clara, muy clara, de Dios. O sea a de poder dar razón de qué de su fe, del quién de su amor y del porqué de su esperanza.
“ En el Opus Dei no se funciona con el “ir tirando”mínimo de “la fe del carbonero”. Hasta el carbonero tendrá que coger un libro. Y el mismo talento, poco o mucho, con que se maneja un negocio de compra y venta de cisco, de leña y de carbón, lo aplicará tambien a conocer las verdades fundamentales del credo católico. Por qué ha de haber “castas” en el conocimiento de la fe? Por qué los diversísimos “carboneros” del mundo han de tener una piedad analfabeta, sin argumentos de razón, una religión a espasmos de emociones, una moral a ojos cerrados y sin asiento de recia doctrina?”

Reconozco que me ha empujado a copiar estas líneas, el hechizo que los carboneros ejercieron sobre mí de niña: con sus montañas de cisco y de carbón de hulla y de otra clase que era más barata que el de hulla y cuyo nombre no recuerdo, con su rostro y sus manos tiznadas.. Y lo importante que era que viniera a casa con el saco de piñol para poder encender el brasero a cuyo calor nos reuníamos todos.

04 octubre, 2010

Campanas

Es un recuerdo inolvidable, volver a “ver” la cara de mi nieto Nacho – que realmente es precioso – decir sonriendo alegremente, cuando veíamos las iglesias románicas de Lérida : “Mira: ¡campanas¡”.Aunque casí siempre lo decía no al ver el campanario sino cuando las oía tocar, no se le pasaba uno solo sin llamar nuestra atención ante “tanta magnificencia”, como diría mi amiga Charo. Al contemplar la alegría de Nachito, al volteo de las campanas, recordé, no con menos regocijo, aunque nada dijera , que la Fundación del Opus Dei, el 2 de octubre de 1928, había tenido lugar, precisamente, cuando San Josemaría, que estaba haciendo un curso de retiro con los Paúles, estaba tomando notas y meditando en su habitación, mientras oía sonar las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la Glorieta de Cuatro Caminos. Aquel día era la festividad de los Santos Ángeles Custodios. Hasta aquí, todo esto lo he sabido desde siempre. Pero este año gracias a D. Fernando Cuevas, sacerdote del Opus Dei, sobrino carnal de Gloria - a la que le debo mucho buen ejemplo desde que la conocí, cuando yo era joven, con su perenne sonrisa, sus ocho hijos y sus piernas llenas de varices - he sabido un dato más. El 2 de octubre de 1928 era martes, y alrededor de las 10,30. San Josemaría había ya oído la misa y la primera meditación cuando el Señor “le hizo ver” el Opus Dei, tal como sería a lo largo de los años.

¿Por me ha alegrado conocer este dato? por la coincidencia de la hora en la que también a mí, me cambió la vida. Yo me casé a las 10,30 un jueves 26 de noviembre de 1964, en la Parroquia de Nuestra Señora del Remedio. Durante todos estos años que hace que estoy sola, le he pedido a San Josemaría – que además era abogado – que lo fuera en nuestro matrimonio.
Aunque nada tiene de fácil el asunto, para eso están los buenos abogados ¿no? . Me encanta también otra coincidencia de números: San Josemaría murió un día 26. De junio.

Es un recuerdo inolvidable, volver a “ver” la cara de mi nieto Nacho – que realmente es precioso – decir sonriendo alegremente, cuando veíamos las iglesias románicas de Lérida : “Mira: ¡campanas¡”.Aunque casí siempre lo decía no al ver el campanario sino cuando las oía tocar, no se le pasaba uno solo sin llamar nuestra atención ante “tanta magnificencia”, como diría mi amiga Charo. Al contemplar la alegría de Nachito, al volteo de las campanas, recordé, no con menos regocijo, aunque nada dijera , que la Fundación del Opus Dei, el 2 de octubre de 1928, había tenido lugar, precisamente, cuando San Josemaría, que estaba haciendo un curso de retiro con los Paúles, estaba tomando notas y meditando en su habitación, mientras oía sonar las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la Glorieta de Cuatro Caminos. Aquel día era la festividad de los Santos Ángeles Custodios. Hasta aquí, todo esto lo he sabido desde siempre. Pero este año gracias a D. Fernando Cuevas, sacerdote del Opus Dei, sobrino carnal de Gloria - a la que le debo mucho buen ejemplo desde que la conocí, cuando yo era joven, con su perenne sonrisa, sus ocho hijos y sus piernas llenas de varices - he sabido un dato más. El 2 de octubre de 1928 era martes, y alrededor de las 10,30. San Josemaría había ya oído la misa y la primera meditación cuando el Señor “le hizo ver” el Opus Dei, tal como sería a lo largo de los años.

¿Por me ha alegrado conocer este dato? por la coincidencia de la hora en la que también a mí, me cambió la vida. Yo me casé a las 10,30 un jueves 26 de noviembre de 1964, en la Parroquia de Nuestra Señora del Remedio. Durante todos estos años que hace que estoy sola, le he pedido a San Josemaría – que además era abogado – que lo fuera en nuestro matrimonio.
Aunque nada tiene de fácil el asunto, para eso están los buenos abogados ¿no? . Me encanta también otra coincidencia de números: San Josemaría murió un día 26. De junio.

03 octubre, 2010

Las cosas en su sitio

Nada, que no di pie con bola en mis líneas “Como homenaje”. Rectifico: Cervantes, como es sabido, no murió el 30 de septiembre sino que nació el 30 de octubre. Mi padre – que era algo Quijote – no murió un 30 de septiembre, sino que nació – como Cervantes - el 30 de octubre. Total que acerté en San Jerónimo – hace muchos años que nunca se me olvida su fiesta el 30 de septiembre – y en el cumpleaños de mi prima Mary Luz…

El 30 de septiembre es el aniversario de la muerte de Santa Teresita del Niño Jesús (1873-1896), que murió con 23 años. Quería pasar su cielo, haciendo bien en la tierra”. A ella es bueno encomendarle la conversión de pecadores porque parece ser su especialidad. Su fiesta no se celebra el 30 de septiembre sino el 1 de octubre, porque no van a coincidir el mismo día dos santos de “campanillas”, ella y San Jerónimo, (366-384) ambos Doctores de La Iglesia y San Jerónimo, hay que reconocer que es más antiguo.

El día 2 de octubre fue la fiesta de los Ángeles Custodios y el aniversario de la Fundación del Opus Dei, pero es claro como el agua que no estaría bien que despachara éstas dos efemérides, así como para salir del paso. Habrá que hacer algo más.

01 octubre, 2010

Como homenaje

Ayer 30 de septiembre era San Jerónimo, el aniversario de la muerte de Cervantes y el de la muerte de mi padre. Empezando por éste último, dedicaré unas líneas a cada uno de ellos:

Mi padre era un hombre de bien. Recto y apasionado, no siempre era capaz de echar un freno a éste. Fué un buen marido y un buen padre. Se tomó a Dios en serio y se comprometió, también seriamente, con los acontecimientos históricos de su tiempo. Me dio un gran ejemplo. Había muchos hombres estupendos en su generación (nació en 1907 ) lo recordé leyendo a Nicolaie Steinhardty que también pertenece a la generación entre guerras.

“San Jerónimo vivió entre los años347 a 420, primero en Roma y luego en una ermita solitaria en Belén. Aconsejado por su amigo el Papa Dámaso (366-384) resolvió dotar a la Iglesia de una traducción latina de la Biblia tan perfecta como fuera posible. La Vulgata dee San Jerónimo ha sido , hasta nuestros días la referencia principal de otras versiones y la han leído durante muchos siglos los cristianos” (“Conocer la Bliblia”, Josemaría Monforte)

Cuando Don Quijote, está próximo a morir, Sancho, que le invita a no ser perezoso, levantarse de la cama y salir los dos de pastores como tenían concertado - como vemos, Sancho se ha “quijotizado” ha perdido el sentido de la realidad : Don Quijotre se muere. Alonso Quijano el Bueno le contesta: “.y consiento en mi morir con voluntad placentera clara y pura que querer hombre vivir cuando Dios quiere que muera es locura”

El 30 se septiembre también fue el cumpleaños de mi prima Mary Luz. pero no creo que ello importe demasiado…