31 diciembre, 2009

Agenda (I)

Último día del año.. Cogeré mi agenda, y contaré cosas de los apuntes que tomo en ella. A mí me ayudan. Puede que parezcan cosas aparentemente inconexas, pero no tanto. Responden a un proyecto de vida, sacado si se quiere a trompicones, pero con rumbo, como los Magos, siguiendo la estrella

Un hombre sensato que entró en un taller de reparaciones en el que había, como muchas veces ocurre, un calendario con una mujer medio desnuda, pensó con acierto: “los hombres que miran mujeres de papel, acaban siendo hombres de papel”

Sabido es que los pequeños defectos del prójimo con quién se convive, repetidos una y otra vez resultan muy difíciles de soportar. Así se cuenta que una buena mujer, cuyo marido ya había muerto. al llegar al cielo y preguntar si podía quedarse allí, San Pedro consultó su registro de entrada y le dijo: “Sí, pasa, pasa. Por haber llevado con paciencia y sin decir nada los miles de cigarrillos fumados por tu marido”.

En este mismo sentido me contaron, pero esta vez hecho real, que una mujer en su visita al siquiatra, después de despotricar un rato sobre lo harta que estaba de su marido, le dijo: “ y lo que desde luego no puedo soportar más es que mi marido se deja siempre abierta la tabla del water”.
A lo que esté con buen sentido respondió: “¿Pues sabes lo que vas a hacer?
Arranca la tapa del Water y tirála al contenedor.”

Tertulia navideña

Aprovechando que el 29 de diciembre permite un pequeño respiro hasta Nochevieja convoqué, junto a mi flamante belén, a cinco compañeras de Colegio, algunas de las cuales no se habían visto desde entonces…

Estuvimos a gusto recordando a las monjas y hablando de trivialidades… clase). Una de ellas ( siempre pasa) después de poco más una hora se levantó para irse y las demás, que se las veía a gusto se sintieron obligadas a imitarla. Lo sentí, las tertulias deben ser largas. Solo al final, si se ha conseguido un clima, la gente habla de lo que realmente le importa. De hecho, ya de pié junto al espejo dorado, que tanto me aprecio, una contó que su marido había estado treinta años con arterio esclerosis múltiple…, otra que se sintió con libertad, para “curiosear las fotos de mis nietos”, dijo que su marido había estado en coma durante mucho tiempo… En fin, la vida...

Cuando esto escribo, me viene a la cabeza lo que cantábamos de párvulas en el atrio del Colegio, antes de empezar las clases: “ La cruz en la escuela nos quieren quitar / de allí mano impía la quiere arrancar / Oh¡ que fecunda luz / da la divina cruz…”.

Ya hacia el final de la vida, allí, de píe cerca del Portal estábamos un grupo de mujeres, que habíamos llevado el peso de la vida con dignidad y fortaleza, que Dios da si se le pide porque la fortaleza, como todo lo demás es prestada. La educación de las monjas que habíamos recibido y el ejemplo de nuestros padres estaba al principio del camino.

26 diciembre, 2009

Que no se quede en el tintero..

Se me olvidaba contar algo que contribuyó a terminar agradablemente (rezar renta mucho) el día de Navidad. Al abrir el correo me llega este comentario a mi entrada en “El rastro” de “La Leyenda de la Princesita Mío – lo – San”:

“Hola , tengo 73 años, siempre he recordado este cuanto, se lo he recitado a mis nietos pero se me olvidaba algo, esta tarde de Navidad del 2009 hemos pensado que podiamos encontrarlo en internet, y nuestra sorpresa a sido muy agradable, estoy con mi hija de 49 años y mi nieta de 17 años ya casi se lo sabe de memoria, gracias por completarlo, somos de Barcelona (España), ha sido un gustazo. Pilar Garcés”

Pues para mi también ha sido un gustazo saberlo.

Lo que se alegrará mi padre desde el cielo al ver el juego que ha dado ese cuento que me trajo de Madrid a mis seis años, y aún conservo, cuando volvió de hacer su curso de Comandante, en agradecimiento a esa carta que le escribí que decía: “Querido (lo puso mi madre) papá, papá, papá…” y así la cuartilla entera. Parece que la esté viendo.

“La Leyenda de Mío- lo – San” de José Mallorquí, recitada por él fue el principio de mi fascinación por la lectura. Gracias a los dos.

A estas horas

A estas horas

Son poco más de las cinco y media de la mañana. Me he desvelado: pienso en demasiadas cosas. Escribiré algo y volveré a la cama: mañana es sábado..Tengo mucho que contar y mucho que agradecer. “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”.

A estas horas muchos cartujos y cartujas, y quien sabe si carmelitas, estarán en el coro alabando a Dios. Las carmelitas no tienen asientos en el coro, rezan de pié. Quiero, escribiendo, unirme a ellos.

Tuve un bonito día de Navidad, iniciado con la oración ante el belén.
Inagotable el pequeño relato de San Lucas. No quiero que el Señor crezca. Crece demasiado pronto, como los hijos. En cuanto te das cuenta ya estás en el Jordán. El Jordán me recuerda a Mary Ángeles. Allí estuvo este agosto en el cincuenta y tantos aniversario de su bautismo…, pero no quiero irme por las ramas.

Pude quedarme en casa y descansar. Comí solo con mi hijo mayor que se quedó toda la tarde conmigo trabajando en el portátil ( que buena compra y que amortizada) que está fijo en lo mejorcito del cuarto de estar sobre una mesa preciosa heredada del “ celestial abuelo”. Cuando vienen mis hijos a casa, cedo el portátil y me dedico a la lectura. Buena compañía, ambiente cuidado ( amo mi bonito salón cuarto de estar) silencio, trabajo…

Ayer lo pasé en grande, pero en grande volviendo a leer ( que Dios me conserve la vista) “La última del cadalso” de Gertrud von Le Fort. Hablaré de ello.

25 diciembre, 2009

Mi Nochebuena de éste año

El 24 de diciembre, día esperado con cierto respeto porque ser día de corridas y trabajo, si me pusiera sarcástica diría que ese día es “la puntilla”, para una madre de familia ya cansada, transcurrió bien gracias a Dios, a que yo fui sensata y a que mi hija Marta me ayudo de lo lindo para que la casa y la mesa estuvieran impecables. Nos reuníamos diecisiete: ocho adultos y nueve niños, tres de ellos de menos de tres años.. Yo lo veía un mundo.

Me levanté y fui directa a la confesión. Costumbre que en ese día tengo gravada a fuego: El Niño Dios quiere nacer en nuestro corazón y para ello, como hacemos en la casa, primero hay que limpiarlo bien y luego ya trataremos de arreglarlo lo mejor posible. Para estas fechas se me han ocurrido dos slogans (lamento no saber la correspondiente palabra castellana) para tratar de recomendar una buena confesión. Hélos aquí:

“Navidad sin confesión no es Navidad)” ( para bautizados, claro) y otro reciente del que me siento orgullosa: “Descárgate de tus pecados”. A Silvia la peluquera, que a las dos de la tarde me dejó lo mejor posible, éste último le hizo reír y me dijo que era muy bueno.

Luego de rezar mis oraciones y pedirle a la Virgen que me ayudara con todo, me puse al curro y curré de lo lindo. Lo primero es a rezar y luego ya trabajaremos. Si el orden es éste y no el inverso la eficacia está garantizada.

De vuelta a casa me encontré con cara de derrotada a Mary Carmen : una honorable viuda desde los 27 años con dos hijos y cuatro nietos. Mary Carmen, al quedarse viuda estudió enfermería para sacarlos adelante, y los sacó bien. Venía de trabajar, tenía que irse al pueblo…, comprar, prepararlo todo.. Le dije que ofreciera su cansancio por los que esa noche se sentarían a la mesa. Se le cambió la cara.

Por la noche en mi casa, reinó la concordia y la sonrisa, los niños no se descalabraron, yo no estuve como hubiera querido. Me había propuesto servir y no interferir en la conversación de mis hijos entre sí y con sus propios hijos. No pude. Cuando los niños empezaron a cantar villancicos en lugar de funcionar como abuela, traté de poner orden. Me sentí madre de todos…A ver si al año que viene, Dios mediante, subsano el error.

21 diciembre, 2009

19 de diciembre de 2009

El 19 de diciembre fue un día bonito, quiero compartirlo y hacer caer en la cuenta, algo que he comprobado muchas veces: que si un día tenemos un poco más de cruz de la ordinaria (enfermedad, contrariedad, y nostalgia hay siempre en la vida), el Señor, al cabo del tiempo, compensa esa fecha con otra especialmente cariñosa.

Hacía un año que le trasplantaron los pulmones a Nacho. Él había encargado una misa en acción de gracias en San Juan del Hospital. Dio la casualidad (¿hay casualidades?) que le asignaron la misa de 12 en inglés que los sábados celebra D.Rutger, sacerdote holandés que lleva muchos años en Valencia. D. Rutger había rezado mucho por Nacho, porque además de conocerlo yo que me confesaba con él, se lo había pedido

Antes de ir a San Juan del Hospital, pasé por el kiosco para ver si habían sacado mi carta: “Dejarse educar”. Lo habían hecho. En primer lugar y con recuadro ostentoso ( en periodismo estas cosas se miran). La carta era bonita, pero había en ella algo clave: había citado “Las Provincias” ( que ellos escribieron con todo mayúsculas) y colocado una fecha 1966. Lógicamente me alegré de empezar así un día ya estupendo: los míos oyendo misa juntos para agradecer. Además era sábado los sábados lee más gente el periódico.

Llegué a la Iglesia con tiempo y en el atrio me encontré con Margarita, una santa mujer a la que hacía algo más de año y medio que no veía. Y a la por entonces veía con frecuencia y le pedía que rezara por la salud de Nacho. Los médicos consideraban el trasplante y a mi me daba horror .Recuerdo que se lo comenté y lejos de asustarse dijo que el trasplante sería la solución. La miré entonces como si me hablara un marciano.
Me alegré mucho de ver a Margarita y que además fuera justo al año del trasplante. Se lo dije. Me miró sonriendo con picardía y respondió: “¿Ves? Dios es bueno”.

Después de la misa nos fuimos a celebrarlo. Por el camino dos de mis hijos ya padres de familia revivieron sus tiempos de juventud y consiguieron de propaganda un montón de globos de colores…

18 diciembre, 2009

Dejarse educar

La educación de los hijos, si es auténtica, es de ida y vuelta. A un catedrático de universidad, oí decir una vez: “yo no se si educaré a mis hijos, pero lo que si sé, es que mis hijos me educan”. La paternidad educa no solo porque cada niño que nace es un milagro que acerca a Dios, autor de toda vida: “yo no sé como Dios te tejió en mis entrañas…” decía la madre de los Macabeos al menor de sus hijos, antes de que éste aceptara el martirio. No solo por eso y por el sacrificio que entraña sacarla adelante, sino por la capacidad de réplica de los hijos. Lo que no significa tener “complicidad” con su modo de ver las cosas, pues si los hijos desbarran, que bien podría ser, que revueltos están los tiempos, el que los padres se mantengan en sus trece y no comulguen con sus ideas, creo que es el mejor servicio que podrían prestar a sus hijos. Hoy se olvida, tontamente, en aras de un pretendido progreso, que en muchos campos no es tal, el sabio refrán que dice: “del viejo, el consejo”. Refrán que utilizó, en 1966, D. José Cors Grau como título de uno de sus artículos. Muchos de los cuales leíamos con avidez, publicados con su recuadro, los domingos en “Las Provincias”. Pues bien, el otro día, uno de mis hijos, con el que he discutido mucho en esta vida, me dijo, no se a cuento de qué: “ madre, eres sabia” a lo que insensatamente respondí : “ siempre lo he sabido”. Contestó sonriendo: “pero serías más sabia si no hubieras respondido”. Agradecí la enmienda.

( carta enviada a "Las Provincias")

17 diciembre, 2009

La corona y el árbol

Maixica, una elegantona de mi barrio a la que educaron las mismas monjas que a mí y con la que me paro por la calle si me la encuentro, me dijo una vez: “ ya he puesto en casa la corona de adviento”. Al oírla pensé: “ las coronas de adviento son caras, ésta se lo puede permitir”. La corona tenía ante mis ojos el prestigio del nivelazo. Sabía lo que significaba: las cuatro velas en circulo que se van encendiendo en las cuatro semanas antes de Navidad. Pero como se verá no lo sabía todo sobre ella

Y Héte aquí que leyendo al Papa me encuentro: que de niño le enseñaron, como probablemente a vosotros – dice - que “la corona de adviento con sus luces nos recuerda los miles de años (quizá miles de siglos) en que una humanidad irredenta esperaba la salvación”pero continúa diciendo: “Pero la idea de que los tiempos posteriores a Cristo, comparados con los precedentes, son de salvación nos parecerá una cruel ironía si recordamos fechas como 1918, 1933, 1939, 1945, en las que millones de hombre perdieron sus vidas a menudo en circunstancias espantosas (…) y luego dice (resumiendo) que tanto en los tiempos anteriores a Cristo como en éstos, las tinieblas y la luz conviven juntas

En cuanto al árbol de Navidad, además de nivelazo, ni lo consideraba. Cuando me decían mis hijas: “ mamá ¿porque no ponemos árbol?”, contestaba estricta: “ el árbol es una costumbre pagana, propia de los pueblos nórdicos. En casa se pone belén.” Repetía de coro, lo que le había oído a mi padre. Antes, no rompíamos nuestras raíces.

Pues bien dice el Papá que el árbol de Navidad, con sus regalos y sus luces nos recuerda los muchos bienes que hemos recibido por el árbol de la cruz.

16 diciembre, 2009

Belén vivo

El belén no se pone, y no es poco, de ahí la frase : “se montó un belén..” cuando se quiere hablar de zafarrancho: desorden generado en la vivienda por la sacada de la mesa conveniente, figuras, arpilleras, cajas que servirán de armazón, cortezas de árbol y pequeños troncos de cubiertos de líquenes, siempre se pueden encontrar en verano en las pinadas y se conservan de cine de un año a otro, ( he desterrado los corchos por decimonónicos), musgo, manzanilla seca ( también recogida en verano) que luego queda preciosa en el techo de la cueva.. la teja de barro que se rompió en la casa de campo y se guardó prudentemente, etc.. Bueno pues decía ( lo recuerdo que el párrafo ha sido largo: que no se pone y ya está. Se pone y se acompaña.

El belén, no un belén en la entrada puesto de cualquier manera para cubrir el expediente ( no se aflijan los que así lo han hecho siempre es posible la futura mejora), sino en lo mejor del cuarto de estar, en el corazón de la casa ( si, sí, ya se lo de la tele, pero bueno…), si se acompaña a lo largo de todas las navidades ( y se tiene presente en verano para la recogida de material), está vivo. Se retoca muchas veces (con cuidado, no sea que se caiga todo ): “aquí falta un poco de musgo, al ángel le tiene que dar luz.”.A mi me emociona siempre que un hijo mío de cuarenta años ( al que querría ver por la iglesia) siempre me modifica la disposición de la Sagrada Familia. Éste año me ha dicho: “Así, porque sino no se ve bien al Niño Dios “.

Se ven los pequeños fallos del belén, cuando se pone con mimo. Cuando se hace oración a su lado porque la cueva está iluminada y se está muy bién allí. Después de todo, por el bautismo, a esa familia pertenecemos.

Un consejo; para hacer oración junto al belén, nada como leer despacio los dos primeros capítulos del evangelio de San Lucas y de San Mateo.

13 diciembre, 2009

Mi belén

Desde el día 9 de diciembre tengo puesto mi belén. Me ha quedado bonito. Este año lo he puesto muy pronto. porque leí en una homilía del Papa sobre Adviento que el belén debe ponerse inmediatamente después de la fiesta de la Inmaculada. Además he sido concienciada por mi nieta Vega que desde principios de mes canturreaba cuando iba a recogerla al Colegio, camino del autobús : “ En un pueblecito pequeño / que lleva por nombre Belén / acaba de nacer un Niño, / que más tarde será un gran rey. / Ha nacido de María, / María de Nazaret, / su padre es carpintero, / y se llamá San José”. Habría que verla y oírla. Para ambientar a cualquiera. El caso es que ya está puesto .

He puesto solo el Misterio: la agrada Sagrada Familia y un hermoso ángel adorando. Son figuras grandes, réplicas de Salzillo, que le regalaron a mi marido cuando fue a dar una conferencia de Arquitectura a Murcia. En ese viaje le acompañé yo, dormimos en un hotel cerca de la catedral, desde el que se oían las campanas. Luego, durante muchos años ese belén me acompañaría.

Cuando pongo éste y no el quede compramos cuando mus hijos eran pequeños, lo hago en el ángulo que forman los dos sofás del cuarto de estar, protegido del alcance de los niños. Si pusiera el otro belén con pastores y reyes, sobre el arcón, debajo del gran espejo dorado – herencia aquel de mis padres y el otro de mis suegros – Pablo, Carla y Álvaro que entre los tres no suman cinco años, el sufrimiento sería continuo.

Poner el belén da pereza. Yo siempre le digo a la Virgen que me ayude, y cada año me gusta más que el anterior. Para colocar alta una maceta de aucuba, cubierta con arpillera detrás de la cueva, utilicé dos tomos grandes uno de Unamuno y otro de Balzac, cubiertos por la tela de saco. Me pareció bién. Eso es Europa: los grandes arropando el Portal.

12 diciembre, 2009

Para pensar un poco

"Menos mal que Dios nos sigue los pasos. A veces llagamos a decirle que estorba, lo esquivamos como a un mendigo; pero Él está ahí. A un sacerdote santo le oí decir que Dios se convierte en mendigo del hombre, a fuerza de amarle, y que uno duda de Dios cuando duda de sí mismo. Cuánto más se vive – escribía Zubirí –más tiene el hombre que esforzarse desde la complicación de su existencia la profunda simplicidad de su persona. Si es incapaz de ello será incapaz de exiustir como persona realizada, e irá hinchándose y disolviéndose al propio tiempo en aquel tráfago vital…y sentaba está conclusión rotunda. La existencia atea, es decir la que se cree desligada de la divinidad, es una existencia que no ha llegado al fondo de sí misma, y la gran terapéutica del ateísmo. Entonces, es obligarle a afrontar sus últimas consecuencias."

(de "Tejas arriba" josé Corts Grau)

En "El quinto evangelio", daba su autor con penetrante causticidad una nueva versión delconocido pasaje de San Mateo:"el reino de los cielos es semejante a un saqgaz negociante en perlas, quien al encontrarse una de singular valor, regatea el precio
porque el negocio está en adquirirla sin renunciar a su dinero ni a las que ya posee aunque sean muy inferiores"

( Idem )

10 diciembre, 2009

Las cartas al director y otras cosas

La carta que mandé a “Las Provincias” sobre el puente de la Inmaculada, no la publicaron y sin embargo era bonita. Pero, no importae: las cartas al director, cuando no son triviales, son eficaces siempre: cuando menos, las lee el jefe de redacción. Es claro que hoy son muchos problemas que nos acucian, pero lo que no está tan claro para muchos, y es una lástima, es que tendríamos menos problemas si rezáramos más.Y desde luego los que quedaran los abordaríamos con mejor temple. Lo que, por otra parte sería una ventaja para resolverlos.

Ayer sin ir más lejos, hablaba con una bogada, un poco mayor que mis hijas, que está metida en derecho de familia. Es decir divorcio y sus penosas consecuencias. Me gustó oírle decir: un matrimonio no debe llegar a los tribunales, siendo que ella vive de eso aunque está deseando ser abogada laboralista, por la pena que le da ver a tanto niño pagando con su dolor la inmadurez o el egoísmo de los adultos.

Y traigo esto a colación por lo dicho en el primer párrafo. Me contó que ella fue la abogada de una mujer madre de una niña, cuyo padre llevaba tres años sin verla, aunque el convenio redactado en la separación, le daba muchas posibilidades para ello. La niña se había criado prácticamente con la abuela materna. Al padre, a los seis años de la niña se le había metido en la cabeza llevársela a su casa, con el petate, no se por cuanto tiempo. La niña, lógicamente no quería ir. La abogada de la madre, pedía que los domingos la niña pasara solo un rato con el padre hasta que cogiera confianza. Antes de entrar a sala, pues no fue posible el acuerdo, la abuela de la niña le dijo a la abogada: “No te preocupes porque ganaremos el pleito. No sabes lo que llevo rezado. Ahora mismo he puesto dos velas”. Lo ganron.

08 diciembre, 2009

D. José Corts Grau

Saqué de la Biblioteca un libro de Corts Grau: “De tejas arriba” (Universidad Cardenal Herrera) por puro sentimentalismo. Hace años oí una conferencia suya: “La crisis del pensamiento europeo”, quizá fuera en la década de los setenta, que me encantó y le tomé apuntes, que aún estarán por ahí. Hice una reseña y la mandé al periódico. Luego recibí una tarjeta suya, loando la reseña y agradeciéndomela. Entonces, metida de hoz y coz en mi casa con los míos - ahora los tiempos son otros - , el hecho de recibir unas líneas de Corts Grau me llenó de satisfacción: “ estás en casa porque quieres, pero ya ves…” pensé.

Durante años había leído len “Las Provincias” su artículo recuadrado de los domingos. Era con mucho mejor del periódico. A “Las Provincias mandaba yo de vez en cuando mis cartas al director, bramando contra esto. Se publicaban siempre desde que emecé a escribir en los tiempos en los que D. José Ombuena era Director. Éste, hacía honor a su apellido. En su escritura se echaba de ver que había mamado buena leche.

Luego, por los ochenta veía a D. José Corts Grau, de ancianito – alguién me lo señaló, pues lógicamente no me acordaba de su cara – en la misa diaria de una de las Esclavas. También veía en ella por el mismo tiempo a otro hombre bueno Miguel Colomina, arquitecto, que fue Director de la Escuela de Arquitectura de Valencia. Reconfortante.

D. José Corts Grau (1905- 1985 que impartió Filosofía en la Universidad de Valencia, de la que llegó a ser rector, constituye una referencia indiscutible en el pensamiento cristiano del siglo XX, se leeen la solapa de “De tejas arriba”.

07 diciembre, 2009

Contra reloj

Media horita tengo para escribir antes de irme a la novena…Así es la vida: una carrera sin tregua. Además, estos últimos días del año, todavía parece que pasan más rápido. Como si el año tuviera prisa por irse.. A eso hay que añadir la nube negra de que hay que hacer la compra de Navidad y lo que es peor para las abuelas: poner el Belén, que hay que ponerlo ¡faltaría más¡ y pensar que guisamos para la Nochebuena y el Día de Navidad, sacar la cacharrería buena, como nos sentamos a la mesa los adultos, y como evitar que el mogollón de niños ubicados en la gran mesa de cristal junto a los sofás no pongan estos perdidos y luego no se descalabren corriendo por el pasillo. En fin…lo pasaremos con la ayuda de Dios. Controlemos la imaginación.

Todo pasa: se acaba la novena de la Inmaculada y es lamentable: a última hora de la tarde todos recogiditos al calor del sagrario, oyendo palabras verdaderas que llenan el corazón de deseos de mejora… Y a la salida el pequeño “capazo” ( en mi tierra se llama capazo a pararse con alguién en la calle y charrar un poco) con las amigas, algunas van con marido, otras no, a algunas las vemos que vemos con frecuencia y otras solo de de año en año para la novena. Muy grato, si señor.

La novena de la Inmaculada es una de las muchas demostraciones palpables de que los cristianos tenemos más oportunidades para ser felices que los que no lo son. Algo de eso decía Cors Grau en un estupendo libro que he sacado de la Biblioteca de María Lázaro, poero no me da tiempo a buscar la cita. Quizá alguno de ustedes diga: ¡Menos mal¡

06 diciembre, 2009

Cuado Benedicto XVI cita literatura…

Cuando el Papa en sus homilías cita literatura es encantador. Vean:

“En una de sus historias de Navidad, el escritor inglés Charles Dickens,
narra la historia dee un hombre que perdió la memoria del corazón, Es decir, el hombre había perdido toda la cadena de sentimientos y pensamientos que había atesorado en el encuentro con el dolor humano. Tal desaparición de la memoria del amor le había sido ofrecida como liberación de la carga del pasado. Pero pronto se hizo patente que, con ello,el hombre había cambiado: el encuentro con el dolor ya no despertaba en él más recuerdos de bondad. Con la pérdida de la memoria había desaparecido también la fuente de la bondad en su interior. Se había vuelto frío y emanaba frialdad a su alrededor.”

“ El mismo pensamiento que persigue Dickens en esta historia aborda también Goethe en su relato de la primera celebración de la fiesta de San Roque en Bingen, junto al Rhin, fiesta que podía realizarse nuevamente después de las largas guerras napoleónicas. Goethe observa como los hombres que han acudido a la fiesta, se dejan arrastrar en medio de la apretada aglomeración para pasar frente a la imagen del santo y observa sus rostros: los de los niños y los de los adultos están iluminados; reflejan la alegría del día festivo. Solo los rostros de los jóvenes son diferentes comenta Gothe. Estos pasan por el lugar indiferentes, aburridos. Su explicación del hecho resulta iluminadora: nacidos en tiempos difíciles esos jóvenes no tenían nada que recordar y, por eso tampoco nada que esperar.
Es decir, solo quien puede recordar puede también esperar;quien nunca ha experimentado el bien y la bondad, los desconoce.”

(Homilías de Benedicto XVI, Adviento)

05 diciembre, 2009

Con el material de ayer

Con el material de ayer he mandado esta carta a "Las Provincias": veinte líneas, y más apañadas.

Los que nos quedamos en Valencia en el puente de la Inmaculada, me niego a hablar de puente de diciembre ni de puente de la Constitución, que Dios sabe las que tendremos, tenemos s la oportunidad de acudir a la novena en honor a la Virgen que prepara su fiesta. Se celebran tres, predicadas por sacerdotes del Opus Dei: la de San Juan y San Vicente, la de San Andrés y la de San Juan del Hospital, todas a las ocho de la tarde. Hay también otra a las siete y media en el Patriarca: la de los Abogados. Aquellas consisten en una misa, con cantos, homilía de quince minutos, cuidada y amena y rezo del “Salve Regina”. Y después, a casa tan contentos, porque de la novena se sale más alegre que se entra, y no solo por la predicación sino porque la iglesia se llenan de gente y todos necesitamos – no solo los del botellón - sentirnos acompañados por los demás. Al fin y al cabo, hermanos somos, y en el camino estamos. A la salida, siempre bailal por la cabeza algún verso, chascarrillo o anécdota con miga. Ayer me quedé con éste que hace referencia al espíritu de servicio que debe caracterizar a un cristiano y tan olvidado está. Dice así:: “Vales, si amas / amas, si sirves, sirves, si sabes”. También pude recordar unas palabras de Tagoré: “Soñé que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, después comprendí que el servicio era alegría.”. Las conocíamos bien las bien las universitarias de los años sesenta que ahora somos abuelas.

04 diciembre, 2009

El puente de la Inmaculada

Estos días la gente emigra y muchos otros nos quedamos en Valencia en el puente de la Inmaculada. Me fastidió que se hable del puente de diciembre y tampoco lo del puente de la Constitución – que Dios sabe las que tendremos – me convence nada. Donde hay patrón no manda marinero.

Algunos de los que nos quedamos, vamos a la novena en honor a la Virgen. Se celebran tres, predicadas por sacerdotes del Opus Dei: la de San Juan y San Vicente, la de San Andrés y la de San Juan del Hospital, todas a las ocho de la tarde. Hay también otra más a las siete y media en el Patriarca: la de los Abogados. La novena consiste en misa, con cantos bonitos, homilía de quince minutos, cuidada y amena que se hace corta,y canto de la “Salve Regina”.Y a casa tan contentos, porque la verdad es que de la novena, se sale más alegre que se entra. Y no solo por la predicación sino porque las iglesias se llenan de gente y todos necesitamos – no solo los del botellón sentirnos acompañados.Al fin y a la postre, hermanos somos y en el camino estamos.

Al salir,siempre se queda uno con algún verso, chascarrillo o anécdota con miga. Ayer me quedé con uno que hacía referencia al espíritu de servicio que debe caracterizar a un cristiano y que hoy es tan raro de encontrar, atrincherados en nuestros derechos. Dice así: “Vales, si amas / amas, si sirves, sirves, si sabes”. ¿A que es certero?

En la misma línea, volvimos a oír unas palabras de Rabindrath Tagore que conocíamos bien muchos universitarios de los sesenta: “Soñé que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, después comprendí que el servicio era alegría.” ¿Las saben también los universitarios hoy?.

02 diciembre, 2009

De un diálogo con un poeta

Mi hijo Juan trajo a casa a un amigo suyo, poeta consagrado y crítico literario de un periódico de éxito. Yo insensatamente me lancé a hablar con él del partidismo con que hoy se hacía reseña de libros publicados. En definitiva de la ausencia de publicaciones en las que Dios, cuenta. Me vino a la cabeza una cita de Rilke. La dije extractada. Después he ido a mi fichero de juventud, que conservo y la he encontrado junto con otras suyas. Creo que es bonito compartirlas con mi gente:

“ Los cielos se habían desplegado en toda su amplitud sobre Italia, de suerte que en Roma estaba Rafael de rodillas, y el beato Fra Angélico de Fiésole, desde una nube, se regocijaba en él. Muchas oraciones se encontraban de momento en el camino de la tierra al cielo. Pero a Dios sole le era acepta una: la fuerza de Miguel Ángel subía hacia Él como un aroma de viñedos”

“ No obstante, supuesto que nada os tiene interesados y os roba tanto el corazón como el buen Dios, añadiré siempre que tenga oportunidad lo que de Él sé”.

“- ¿A prometido usted algo concreto a los niños?
- Sí, cuando les hube referido la historia de Yagor, se quejaban de que estuviese Dios ausente de ella.
- ¿Qué? ¿Una historia sin Dios? ¿pero cómo pudo ser?.
Después reflexionaba: No comprendo cómo ha podido suceder; si alguién hubiese querido de mí semejante cosa, creo que habría estado toda la vida dándole vueltas al magín sin éxito.”

01 diciembre, 2009

Ocurrencias

Pienso que ideas,o recuerdos que a nuestro juicio merecerían reseñarse, son como los espermatozoides, solo unos pocos privilegiados llega a puerto. Dan en la diana de los otros: salen de uno mismo, hacia la imprenta o hacia la red. Y, llegados a su destino germinarán con mayor o menor eficacia. O los iremos p0asando como patrimonio común.

El no poder dar cuenta, de todo lo que nos gustaría, pasado por el filtro de la templanza, no deja de ser algo doloroso. Una prueba más de nuestra finitud. Hay sin embargo consuelo para ello: el saber que en nuestra vida si a trancas y barrancas, la vivimos cara a Dios, todo es útil. Todo florece, sin que sepamos como.

Hay tiempo para lo que hay. Lo importante es no perderlo. Asumir la programación de nuestros deberes y que no programen nuestro esparcimiento. En mi caso, la tele apagada y el buen novelón de turno o la película - preferiblemente de la década de los cincuenta. En cuanto al novelón – Dios me conserve la vista, que clara no está – estoy leyendo la mar de a gusto: “El molino del Floss” (1860), de George Eliot, considerada como la mejor de las suyas.

“Maggie”, la protagonista de “El molino…” es una niña, aunque a lo largo de las 558 páginas tiene tiempo de crecer, apasionada a quien entusiasma leer. Posee el sentimiento dramático de la vida. Lo cual todo sea dicho de paso nada tiene que ver con la falta de alegría. Yo diría que incluso la propicia.

En cuanto a lectura religiosa, estoy leyendo: "Homilías de Benedicto XVI sobre ADviento" textos recogidos por José Pêdro Manglano. Una verdadera joya.