15 noviembre, 2009

San Alberto Magno, patrono de los Químicos

Esta mañana he ido a la misa de una de la parroquia y no me apetecía nada porque no todos tenemos el mismo sentido de la solemnidad, y en la misa de hoy, que prometía ser larga, se celebraba la festividad de San Alberto, patrono de la Parroquia, y los 41 años de erección de la misma.

San Alberto, que también es patrón mío por ser Química, de profesión, me ha premiado la asistencia y he pasado un domingo estupendo. Creo que es pues de justicia que, en agradecimiento cuente algo de él.

Alberto Magno llamado así por la magnitud de su saber, era Duque de Baviera y no solo rechazó ese Ducado sino que se hizo fraile de una orden mendicante: los dominicos. Enseñó como, en la universidad de París y en las principales universidades europeas. Ralizó una síntesis del pensamiento pagano musulmán y cristiano. El entusiasmo en sus clases era tal que al no caber los alumnos en ninguna aula, las clases se daban en la plaza. Junto con Rogelio Bacon se distinguió por su conocimiento de las leyes naturales que culminó en el descubrimiento del sistema heliocéntrico por Copérnico. El Papa lo nombró Obispo de Ratisbona y con gran sentimiento
Tuvo que dejar las clases. A los dos años el Papa le autorizó a volver a ocupar su Cátedra. Fue el maestro de Santo Tomás de Aquino. A éste sun compañeros le llamaban “el buey mudo” por su timidez y san Alberto Magno al enterarse dijo unas palabras proféticas: “este buey mudo, mugirá muy alto”. Murió en 1280 y está enterrado en la catedral de Colonia.