30 septiembre, 2012

Aquí estoy, y me alegra

Echo de menos el escribir y ahora lo tendré que interrumpir nada más haber empezado. Me he comprometido – cuando me muera me alegraré, y aún antes – a ir todas las semanas a ir una hora a estar con el Señor que como ya dije está expuesto en San Martín las veinticuatro horas del día. También me he comprometido a rezar el rosario en la Parroquia los miércoles a las 7,40 .Así empiezo este curso, y a fe mía que no es empezar mal.Luego están mis cuatro hijos y diez nietos – ver a éstos,cuando salen del cole es irrenunciable – a los hijos no hay problema porque a comer viene siempre más de uno, y gracias a Dios comemos todos los días. Pero aún así lo que me impide a veces no escribir más es, además de la pereza – y eso que hacerlo me pone contenta – que está siempre ahí agazapada,tener que elegir y entrecomillar entre tanta cosa estupenda que leo. Y no será porque,gracias a Dios, dador de todo bien, tenga demasiada dificultad en contrarle engarce a la frase o al párrafo feliz. Y luego están las historias… de las que soy testigo y las que me van contando: estimulantes, enriquecedoras.. “ésto lo mandaré al mundo mundial” me digo después de oírlas y luego no le doy cauce, y es que la vida da para mucho. Por un quítame allá esas pajas, te enteras de otra vida, y su conocimiento te ayuda y claro hay que contarla para que ayude a otro. En fin..¡qué les voy a contar¡ Me tengo que arreglar para ir a San Martín a la hora santa, en la medida de lo posible no querría ir de cualquier manera y eso lleva su tiempo.

24 septiembre, 2012

De cine y libros

Acabé de leer “¡Vivir¡” (publicada por Seix Barral) la novela de Yu Hua. Es una estupenda novela, de manera que he olvidado los 18,50 euros que me costó. Amor a la vida por encima de toda su posible dureza, humanidad, conocimiento de la China rural en tiempos de la guerra civil y la Revolución Cultural …Atrapa y hace pensar como quien no quiere la cosa. Leí también “Los nuevos dioses” de Rafael Gómez Pérez. Me interesó y hubiera querido dar alguna “cata” del libro, quizá lo haga. Su contraportada dice entre otras cosas: “No es cierto que esté desaparecioendo lo sacro, que la nuestra sea una época secularizada. Lo sacro es una dimensión iunsoslayable del hombre y no se crea ni se destruye, sino que se transforma. “Los nuevos dioses” es el estudio de las transformaciones de lo sacro y de su aparición en ámbitos diversos, desde la política al rock, desde nuevas formas de magia hasta el terrorismo”. De cine he visto y disfrutado “Diálogos de Carmelitas”. Una estupenda película: G. Bernanos, Gerturd von Le Fort y mi querido Bruckberger.. Muchos autores de primer orden juntos.. Jean Moreau interpreta con acierto a la Madre María de la Encarnación. Hay que verla. Otra buena película, también en blanco y negro es “Astucias de mujer” de John Sturges, de 1953. El buen cine y los buenos libros deben acompañarnos. Como dice Enrique Rojas: amor, trabajo cultura y amistad son los cuatro ingredientes de la felicidad, estando uno en paz consigo mismo. Buen día.

Berenice

En el Vía Crucis de Joseph Ratzinger, que leo los viernes para hacer la oración, porque el Señor ha prometido misericordia a quien ese día contemple su Pasión, hay una hermosa meditación que siempre he querido transcribir. Ha llegado el momento: LA VÉRONICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS Lectura del libro del profeta Isaías 53,2-3 No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores acostumbrado a sufrimientos, ante el que se vuelve el rostro, desestimado. Del libro de los Salmos 26, 8-9 Oigo en mi corazón: “Buscad mi rostro”. Tu rostro buscaré Señor , no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo que Tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación. Meditación “Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro” (Sal26,8-9). Verónica – Berenice – según la tradición griega- encarna este anhelo que auna a todos los hombtres piadosos del Antiguo Testamento, el anhelo de todos los creyentes de ver el rostro dce Dios. Ella en principio en el via crucis no hace sino prestar un servicio de bondad femenina: ofrece un paño a Jesús. No se deja contagiar ni por la brutalidad de los soladados, ni inmovilizar por el miedo de los discípulos. Es la imagen de la mujer buena que en la turbación y en la oscuridad del corazón, mantiene el brío de la bondad, sin pewrmitir que su corazíon se endurezca. “Bienaventurados los limpios de corazó – había dicho el Señor en el Sermón de la Montaña -, porque verán a Dios” (Mt 5,8). Inicialmete Verónica ve solamente un rostro maltratado y marcado por el dolor. Pero el acto deamor imprime en su corazón la verdadera imagen de Jesús: en el rostro humano, lleno de sangre y heridas, ella ve el rostro de Dios y de su bondad, que nos acompaña también en el dolor más profundo. Unicamente podemos ver a Jesús con el corazón. Solamente el amor nos deja ver y nos hace puros. Solo el amor nos permite reconocer a Dios, que es el amor mismo.” Corto aquí la cita. En hay una frase que me emociona sobremanera : “el brío de la bondad”, La bondad no se deja amordazar, la bondad no tiene más remedio que ser valiente.

18 septiembre, 2012

En San Martín..

Para mí, la gran noticia de este mes de septiembre es que desde el día 16, Valencia tiene, en la Iglesia de San Martín, una “Capilla de Adoración Perpetua”: el Santísimo expuesto en la custodia “las 24 horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año, y todos los años mientras duren los siglos”, así lo anunció un sacerdote en la preparación de la hermosa misa que celebró nuestro arzobispo y tras la que el Santísimo fué trasladado en procesión solemne a la Iglesia de San Martín. El tener una Iglesia abierta a diario a cualquier hora del día, con el Señor en la custodia en pleno corazón de Valencia, es algo más que esperanzador. El padre Conrado, capuchino, me dijo una vez hace años: “ las iglesias, como los bares, deberían estar abiertas todo el día para que a cualquier hora la gente pueda entrar a reparar fuerzas”. Sabias palabras. Ahora en Valencia la tenemos. ¡Eureka¡ “San Martín, que era francés/ dio media capa al Señor / se la hubiera dado entera / si hubiera sido español.”. Situación que vemos representada en ese espléndido grupo escultórico, recientemente restaurado, que corona la fachada de la Iglesia. Me gusta repetir el versito, cuando paso por allí con una amiga porque éstos, como chistes o cancioncillas alegran, y a veces cambian el curso de la conversació cuando ésta, en lugar de fluir se enquista. Amo la Iglesia de San Martín, he oído en ella muchas, muchas, misas de 8,30 de la tarde – hoy a esa hora no hay – con quien sería el padre de mis hijos, después de que pasaramos la tarde veraniega en un banco del Parterre. Por otro lado el primer día de Adoración Perpetua cumple ocho años mi primer nieto, que comulgará Dios mediante el 18 de mayo próximo, aniversario del nacimiento de Juan Pablo II. Es una fuente de regocijo esto de ver la vida en clave religiosa , la única que no envejece, creo que además tiene algún parecido con esa frase de la Escritura: “ Y María ponderaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.”

14 septiembre, 2012

Un buen comienzo

He empezado a leer “ La Puerta de la fe” (Porta fidei) la Carta Apostólica a que Benedicto XVI ha escrito para preparar el “Año de la Fe” que empezará el 11 de octubre de este año ( 50 aniversario del iniocio del Concilio Vaticano II) y terminará el 24 de noviembre de 2013, festividad de Cristo Rey,tiene un buen comienzo: a mi me ha enganchado: “La puerta de la fe” (cf He 14,27), que introduce en la vida de comunión con Dios y peremite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Este empieza con el bautismo (cf Rom 6,4), con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la Resurrección del Señor Jesús que, con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma gloria a los que creen en él. (Cf Jn17,22)”. El Papa Pablo VI proclamó otro Año de la Fe en 1967, para conmemorar el martirio de los apóstoles Pedro y Pablo en el noveno centenario de ese aniversario. ¡Cuántas cosas hemos visto desde entonces los que tenemos edad para ello¡ Que nuestra vida esté jalonada por acontecimientos así, que no son agua de borrajas, es tener constancia de que no pasaremos como el humo.. Ojalá mucha gente pueda comprender esto.

10 septiembre, 2012

El recordatorio

Hoy no está al uso encargar estampas recordatorio cuando se muere un familiar. Es decir: importa un comino dejar constancia del nacimiento y la muerte, de alguién que forma parte de nuestra historia. Yo tengo a mucha honra tener los recordatorios de mis cuatro abuelos y por tener, tengo también el del Rey Alfonso XIII. Éste, es de color sepia con fino canto negro, de doble hoja, En él vienen: unas palabras del acto de consagración de España al Corazón de Jesús, la imagen esbozada del Cristo de Velázquez, una foto del Rey de uniforme militar bajo las que se lee: “Rogad a Dios en caridad por S.M. el Rey Don Alfonso XIII que entregó su alma a Dios en Roma a 28 de febrero de 1941. Confortado con los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica” , las jaculatorias que oyó en sus últimos momentos, y bajo una cruz con doble aureola : su oblación por España, al recibir el Manto de la Virgen del Pilar, el día antes de su muerte - que no transcribo – y bajo ésta, también se dá cuenta de: su jaculatoria: “Virgen del Pilar ruega por España y por mí”; su oración: “Padre, que se cumpla tu voluntad, sus últimas palabras: “España..¡ Dios mío…¡” y su último acto: besar el Crucifijo. Aunque que para mí tenga más importancia saber cómo han muerto los míos, cuando se escribe, se hace para los demás y por eso he transcrito el recordatorio del Rey, que encontré mientras buscaba el de mi tía Lolita, para cerciorarme si ésta había muerto un 5 o un 6 de septiembre.

Mi abuelo Gregorio

El 3 de septiembre era la festividad de San Gregorio Magno y yo me pregunté : ¿hubiera sido el santo de mi abuelo Gregorio, el padre de mi madre? Imposible saberlo. Y me acordé de él porque aunque murió a mis nueve años, me dejó un un recuerdo bonito. Mi abuelo Gregorio era un hombre simpático, que sentó plaza para ir a la guerra de Cuba y volvió de sargento, y se casó en tres meses con mi abuela Rosa, guapa y bien plantada. Llegaron a venerable ancianidad y pese a las discusiones, que nunca faltan, no podían vivir el uno sin el otro: amores reñidos, amores queridos. “Carmelo” – le decía a mi padre una noche de agosto “tomando la fresca” bajo la noche estrellada – “nunca le pidas consejo a tu mujer para los negocios” . Pero qué negocios - pensaba yo - , si mi padre no tiene una perra más que lo que gana con su trabajo y en casa el dinero no sobra. Los niños entienden más de las conversaciones que lo que pensamos. Mi abuelo Gregorio – quizá por lo de Cuba consiguió la tabacalera de Alcañiz y era un gozo entrar y ver los pliegos de papel de barba, las hojas de sellos.. y sentir el olor de los habanos con sus alegres vitolas…Y con la tabacalera, dió carrera a sus dos hijos, casó con dos Médicos a sus dos hijas, y compró “El Chopar” y “Las Torres” y algunos muebles del conde de San Braulio. Murió a los 81 años, como hombre de bién, porque se muere como se vive. Rodeado de sus hijos, una vez sacramentado, con lucidez y sin miedo: “ cómo me va a castigar Dios que es mi Padre, yo no os castigaría a vosotros” - les había dicho en una ocasión -, para quitar hierro, pidió un cigarrillo e intentó fumar..Fué solo un gesto, El cigarro que le encendió su hijo César, se lo quitó de la boca a penas empezado. Éste lo guardó en su cartera, durante mucho tiempo. “Quiero morir con los ojos abiertos / quiero morir bién abiertos los ojos.”, que decía D. Miguel de Unamuno. Mi abuelo murió también como deseaba morir Lorca: “decentemente en mi cama” y aunque las sábanas no fueran de holanda, seguro que estaban bordadas y muy bién planchadas: la tía Pilar hacía ambas cosas admirablemente. Doy importancia, porque la tiene a que mi abuelo muriera en su cama matrimonial. El lecho conyugal es un altar y “ no debe convertirse en catre de mancebía”, como tal debe ser considerado, en él se concibe la vida, y la vida es sagrada. Es bonito entregar la vida en ese mismo lugar. La vida de un cristiano es hermosa. Hay mucho que contar en estos tiempos revueltos..Pero sobre todo hay que contar una cosa: la Misericordia de Dios es más grande que el pecado del hombre siempre que éste tenga la humildad de pedirle perdón

La mujer teje

“La mujer teje” El buey, ya viejo, no tiraba... Pero no, dejémos que nos lo diga Yu Hua : “El buey de labranza, quizá profundamente cansado, permanecía allí plantado cabizbajo. Detrás, con la espalda desnuda, el anciano que llevaba el arado parecía descontento de la actitud ápatica del viejo buey. Le oí decir con voz sonora: - El buey ara el campo, el perro vigila la casa, el monje mendiga, el gallo anuncia la mañana, y la mujer teje, ¿dónde se ha visto un buey que no are? Así ha sido desde la antigüedad. ¡Vamos¡ ¡Muévete¡” (“¡Vivir¡”, 1992) “La mujer teje…así ha sido desde la antigüedad”. Así que yo he tejido: media, ganchillo… jerseys aceptables…, mantas para el sofá acogedoras y vistosas…Hace tiempo que no lo hago y lo echo de menos. “ ¡No hagas jerseys para los niños, mamá¡. No vale la pena, en rebajas se pueden comprar perfectos, bién de precio” En cuanto a mantas - hubo varias -siempre conté con el apoyo y estímulo de mi marido: “ ¡ esa manta va a ser como la catedral de Burgos¡”, me decía cuando perdía los ánimos de que aquello se acabara alguna vez, me decía mientras tejía a su lado en el “600”, rumbo a Jarandilla de La Vera, los ratos que no leía en voz alta “Por tierras de Portugal y España”. Yo se lo agradecía. Esta mañana, leyendo, una vez más, a Santa Faustina Kowalska encontré, miré usted por donde, que ella también tejía. Dice así: “ Sentía el silencio en mi corazón y que Jesús descansaba en él. Este profundo y dulce conocimiento de la presencia de Dios me impulsó a decir al Señor: “Oh, Santísima Trinidad que vives en mi corazón,Te ruego, dá la gracia de la conversión a tantas almas como puntos haré hoy con este ganchillo…” El diálogo con el Señor sigue, pero no lo transcribo. Sí, echo de menos tejer pero no vuelvo a ello, al menos de momento. Claro que no tejo de pensar que mi “blog” es una alegre - como las hechas de estrellas de colores y acogedora manta que abriga, o acompaña a todo tipo de “peces” que caen en la red, en este caso en la mía.