22 julio, 2005

Aniversario

Mi hermana Carmen murió el 22 de julio de 1976, festividad de Santa Maria Magdalena, en el parto de su cuarto hijo. El niño se llama Pedro porque su padre, abriendo el Nuevo Testamento al azar se topo con una epístola de San Pedro. Era mi única hermana y yo entonces pensé que nada peor podría haberme ocurrido. Tendría ocasión de comprobar que en la vida uno puede recibir golpes más duros. El saber que “para los que aman a Dios todo sucede para bien” y la convicción profunda de que Dios es nuestro Padre y sabe mejor que nosotros mismos dar rumbo satisfactorio de nuestra vida me ayuda entonces y me sigue ayudando ahora. Eh ahí una de las razones que me han impulsado siempre a buscar él dialogo con los demás para no solo para “ dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere”, como creo que aconseja San Pablo, sino para tratar de adelantarme al dolor ajeno, que acaba llegando siempre, tratando de compartir, con cuantos la vida pone en mi camino, el sentido positivo que este tiene para un cristiano.

Hace mas anos, el 22 de julio de 1939, se casaron Joaquín y Remedios, cuyo único hijo Joaquín, andando el tiempo se casaría conmigo. La Iglesia acompaño y bendijo ambos eventos así como el sepelio de mi hermana. Antes esto era frecuente. Hoy, muchas veces parece que se desprecia esta compañía de la Iglesia en los grandes momentos de la vida del hombre. No ha mucho que mi hijo mayor ha contraído matrimonio por lo civil. A veces el hombre, como Ulises, llega a lo que siempre fue su s patria después de un tiene un largo periplo. Otros hay que se han quedado siempre en ella. Han sentido la Iglesia como su casa, su gran familia, sin que sus “defectos”, que muchas veces son los propios, le hayan llevado a apartarse de ella. Suscribo y hago mías estas palabras del Papa: “ Lo más importante para mí es y ha sido siempre no apartarme de la dirección que quedo gravada en mi vida desde mi niñez, y permanecer en ella siendo fiel.”

21 julio, 2005

Cartas

.... “Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura,
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo”
(Miguel Hernández)

Que decir después de palabras tan bellas?, después de paladearlas, seguir escuchándole

“Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo este,
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré”

Hoy casi no escribimos cartas y sin embargo sin ellas, sin su contribución, se perdería una gran parte de la mejor literatura. De Madame de Sevigne, de la que otro día contare algo, tenemos un hermoso libro de “Cartas a su hija” que ella estuvo siempre ajena a escribir. Es mas, le aterraba la posibilidad de verse a si misma en letras de molde.

Hoy para quienes hacemos verdadero el refrán que dice que “de poetas y locos, todos tenemos un poco”, abrir el buzón de la correspondencia es desesperante: propaganda y cartas del banco. Ni una sola carta a mano que como paloma blanca nos trae una rama de olivo. Nada, como el coronel no tenemos quien nos escriba. Si, esta el corre electrónico
ya lo se, pero no es lo mismo, la letra de uno es insustituible. Además, hay mucha gente que no maneja Internet: los viejos, los pobrecitos viejos que sin embargo tienen tanto que contar

19 julio, 2005

Cosas que ha dicho el Papa

Otra vez estoy sin ordenador. Utilizo un portátil americano con el que no estoy familiarizada, de aquí que haya decido, ya que escribo con esfuerzo elegir aquellas cosas de fuste encontradas en mi lectura de textos del Papa. Empecemos:

“Creo que fue Voltaire quien dijo que había llegado el momento de que al fin desapareciera ese Dalai Lama europeo (el Papa) y la humanidad se librase de el. Pero continuo. Esto nos indica que su supervivencia no se debe a la eficiencia de esas personas (los papas) – muchas de ellas hicieron lo imposible por destruir el papado-, sino que aquí subyace otra fuerza. Precisamente la que se concedió a Pedro. Los poderes de l infierno, dela muerte, no vencerán a la Iglesia”

“Rezo el rosario con gran sencillez, igual que lo hacían mis padres. A los dos les encantaba el rosario. Y mucho mas a medida que envejecían. Cuanto más envejece uno menos esfuerzos intelectuales puede hacer, y más necesita un refugio interno y adentrarse en la oración de la Iglesia. Así que yo lo rezo tal como lo rezaban ellos”

“En las misiones, lo que siempre ha influido en las personas, haciéndolas accesibles a Cristo ha sido la madre (la Virgen). Esto ha sido especialmente aplicable a Sudamerica. Allí el cristianismo llego, en parte con presagios fatales debido a la espada de los españoles. En México al principio era imposible conseguir algo, hasta que sucedió el acontecimiento de Guadalupe y, a través de la madre también se volvió más cercano el Hijo”

(textos sacados de la entrevista que Peter Seewald hace al cardenal Ratzinger recogida en el libro “Dios y el mundo”)

14 julio, 2005

libertad, igualdad y fraternidad...

Mi abuela Rosa decía que las guerras se montan siempre en verano, quizá fuera porque nuestra guerra civil empezó un 18 de julio. El caso es que hoy es 14 de julio y yo me acuerdo de la Revolución Francesa. También puedo acordarme de que el 14 de julio del año pasado estaba con un montón de primos en el juzgado para desenredar la herencia de una tía. Otra guerra. Antes de ir al juzgado, tuve a bien oír misa en El Pilar ( el asunto se dirimía en Zaragoza) y tuve, como en otras ocasiones, una agradable augurio esta vez – en otras confirmación – al escuchar el versículo del salmo que repiten los fieles y que varía, como es lógico de un día para otro. En esta ocasión decía :

El justo tendrá su derecho y un porvenir los rectos de corazón

Pero volvamos al asunto que ha dado pie a estas líneas. Porque sobre la libertad, tan traida y llevada quisiera transcribir algo que dijo el Papa Juan Pablo II, de felicísima memoria. Después de todo, y amén de otras prerrogativas, él había experimentado en carne propia la falta de ella en su patria con la invasión nazi de Polonia primero y con la comunista después. Dice así “ Con la caída de los sistemas totalitarios, las sociedades se sintieron libres, pero casi simultáneamente surgió un problema de fondo: el uso de la libertad. Problema que no tiene solo una dimensión individual sino también colectiva. Si soy libre significa que puedo usar bien o mal de mi propia libertad. Si la uso bien yo mismo me hago bueno, y el bien que realizo influye positivamente en quien me rodea. Si por el contrario la uso mal, la consecuencia será la propagación del mal en mí y en mi entorno. El peligro de la situación actual consiste en que en el uso de la libertad, se pretende prescindir de la dimensión ética, de la consideración del bien y del mal moral. Ciertos modos de entender la libertad, que hoy tienen gran eco en la opinión pública, distraen la atención del hombre sobre su responsabilidad ética. Hoy se hace hincapié únicamente en la libertad (…) ser libre sin frenos ni ataduras, obrando según los propios juicios, que en realidad, son frecuntemente simples caprichos. Ciertamente una tal forma de liberalismo merece el calificativo de simplista. Pero en cualquier caso su influjo es potencialmente devastador” (Memoria e Identidad)

13 julio, 2005

Desprenderse de un libro

Cuesta a veces devolver a la Biblioteca, en este caso la de “María Lázaro”, el libro con el que tan buenos ratos hemos pasado. En este caso he renovado el plazo para devolver dos: “Dios y el mundo”, la magna entrevista con el entonces cardenal Ratzinger, del que ya hablé aquí y “Yo, Ignacio de Loyola” de Jose Luis Martín Vigil (editado por Planeta) con el que lo paso increíblemente bien. D Jose Luis Martín Vigil recuerdo que ya disfruté lo mío a los dieciséis años: “La vida sale al encuentro”. Libro que leímos muchas mujeres de mi generación. En vista de la Biblioteca la cierran en verano, tengo tiempo sobrado para tomar cuantas notas pueda desear de ambos.
Otros libros una los devuelve sin problemas pero, eso sí sin renunciar a tomar alguna nota que acreciente el “fichero”, que mira por dónde rima con joyero. Tomar notas de los libros es tomárselos en serio. Mi suegro, hombre al que conocí cuando tenía ya los ochenta y al que cuando jubilaron le dieron la alegría de su vida porque pudo dedicarse, “full time”, a “sus papelitos”, las tomaba, a plumilla, con una preciosa letra minúscula, en unos pequeños rectángulos de papel que amarillecidos por el tiempo podrían formar, en buenas manos un hermoso “collage”, porque es casi imposible ver la escritura y no por la tinta sino por la pequeñez.
De uno de estos libros de los que una se desprende sin pena, he tomado esta

“ Lo confieso, yo no he vivido y no vivo la falta de fe con la desesperación de Guerriero, de un Prezzolini…Sin embargo, siempre la he sentido y la siento como una profunda injusticia que priva a mi vida, ahora que ha llegado el momento de rendir cuentas, de cualquier sentido. Si mi destino es cerrar los ojos sin haber sabido de dónde vengo, a dónde voy y que he venido a hacer aquí, más me valía no haberlos abierto nunca.” (Indro Montanelli, “En que creen los que no creen?”

Ya decía mi suegro, que no hay libro tan malo que no tenga algo de bueno.

08 julio, 2005

Alegría rima con María

Marta iba conduciendo un coche grande y la desproporción entre el tamaño de éste y su graciosa figurita, hacía sonreír. Llevaba detrás a sus tres hijos: Alejandro de 7 años, Martita de 6 y Belén de 2. Volvían de “La Hípica”, después de haber disfrutado de lo lindo en la piscina. Belén, esa tarde casi había aprendido a nadar, y se tiraba al agua desde el borde cuando veía cerca los brazos de su madre. Todo marchaba y sin embargo, de pronto Marta empezó a cantar: “Virgen María, dame Alegría”. Los niños lo repetían. La canción, era inventada sobre la marcha: “ te quiero un montón y te doy mi corazón…” Me gustó oírlos, hubiera querido que aquello, lo presenciara más gente. Me acordé también de la invocación que se reza en la letanía del rosario: “Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros”. ¿Quién no necesita la alegría? Cuando ello sucede vale la pena acudir a Ella. La Virgen, como madre, sabe muy bien cómo consolar al niño. La Virgen, como hija, hizo siempre la voluntad de Dios.
La alegría del hombre… imprescindible y por otra parte tan amenazada… “La alegría tiene sus raíces en forma de cruz..” Cuántas veces he oído esa frase.. y cuántas también he comprobado su verdad.. Romano Guardini trata de refilón esto hablando del cumplimiento del deber, “ …¿dónde vemos lo que Dios quiere?. Para eso no necesitamos dilatadas reflexiones o grandes planes. Lo vemos en algo muy normal: en el momento presente. Lo que sea necesario precisamente aquí, lo que sea mi obligación precisamente ahora, eso es la voluntad de Dios. Si lo hacemos, Dios nos llevará al acto siguiente. Pues cada instante con la obligación que le acompañe es un mensajero de Dios. Si le prestamos oído adquiriremos la madurez precisa para entender correctamente el siguiente mensaje y cumplir lo que nos pida así iremos realizando paso a paso la tarea de nuestra vida. En suma: acometer resueltamente lo que Dios quiere de nosotros en cada momento. Darle libremente un sonoro "sí" y ponernos a la obra con decisión. Entonces tendremos alegría.”

El mensaje y la botella

“La profunda fe en la continuidad de la vida, el sentido absoluto del deber(..) es a veces, lo único que empuja a los filósofos a filosofar, a los escritores a escribir: lanzar un mensaje en la botella, para que de alguna forma, aquello en que se creía o que nos parecía hermoso, pueda ser creído o parezca hermoso a quienes vengan después.” (Humberto Eco, “¿En que creen los que no creen?”)
Yo quiero lanzar también hoy mi mensaje. Son las lúcidas palabras de un cartujo sobre lo que es el hombre y lo que vale: “ Tenemos que afirmar que el hombre es más que el bien que está en condiciones de hacer: es hijo de Dios –haga o no haga el bien, e incluso siendo incapaz de hacerlo- y siempre será hijo de Dios, porque los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Nuestro Padre del cielo no nos quiere por el bien que hacemos: nos ama gratuitamente por nosotros mismos, porque nos ha adoptado para siempre como hijos suyos.(…) yo soy el que soy no una estructura artificial frágil y siempre amenazada, sino lo que soy a los ojos de Dios: un niño pobre que no posee nada, un niño que todo lo recibe pero infinitamente amado y totalmente libre; un niño que no tiene miedo a nada ni nada que perder, porque ya lo posee todo por adelantado del amor gratuito y benevolente de su Padre, que un día le dijo estas palabras definitivas: “Todo lo mío es tuyo”(Lc 15,31)”( “La libertad interior”)

03 julio, 2005

Arrojo

Arrojo es una palabra hermosa, el diccionario la hace afín con osadía , intrepidez. Propia de corazones de voluntad poderosa, que no temen a las palabras y son capaces de llamar a cada cosa por su nombre: la pereza es pereza y no prudencia, la lascivia es lascivia y no autenticidad de sentimientos. De acuerdo con lo que digo estaría Lázaro Carreter que en su libro “El dardo en la palabra” no pierde ocasión de satirizar a quienes, arropados por las palabras, utilizan éstas no para buscar una expresión clara sino para revestirse de no se sabe que cultura, es decir: para ser unos pedantes. Y aunque nada aburre tanto como la pedantería, en este caso la pedantería sería lo de menos. Recordemos algunos ejemplos. Hacerlo es una buena terapia del entorno socio-cultural que nos envuelve y atontifica. Cuando se legalizó el aborto en España, para evitar hablar de segar una vida humana, que eso y no otra cosa es un aborto, se acuñó la frase interrupción voluntaria del embarazo y se quedaron tan tranquilos ( los que se quedaron, que ya hace falta tener hígados por mucho que el Parlamento lo apruebe). Pues bien, en este caso cuatro palabras sustituían a la palabra aborto ( aunque solo fuera por cuidar la expresión lingüística, esto no debería haberse producido). Volvía otra vez a repetirse la historia: cuando los nazis decidieron acabar con los judíos, también se acuñó otra frase: solución final de la cuestión judía. Y tan final como era. En este caso seis palabras sustituían a una: exterminio. Hace tiempo que seguimos jugando el mismo juego: ¿No era preferible hablar de exterminio y no de limpieza étnica cuando hace años nos referíamos a la locura del presidente yugoeslavo? La palabra limpieza no casa en absoluto con la etnia. Las etnias son limpias todas, o son todas igualmente sucias.
Si como dice la Escritura, se nos pedirá cuenta de toda palabra ociosa, ¿podemos esperar impunidad cuando con el lenguaje traicionamos la verdad de las cosas y de los hechos tratando así de enmascarar nuestra personal responsabilidad?

02 julio, 2005

El rayo

Nunca me han asustado las tormentas. Por el contrario, considero un privilegio el contemplarlas a cubierto. Son un espectáculo grandioso, que siempre me hace pensar en el poder de Dios. Hace dos semanas tuve ocasión de presenciar una. Un largo relámpago vertical de un azul muy claro y luminoso atravesó el cielo. Impresionante. Bellísimo. Al brillar de un relámpago nacemos / aún dura su fulgor cuando morimos / tan corto es el vivir… Lo que desde luego no esperaba es que esa hermosa visión me costara el no poder escribir durante una semana y 60 euros contantes y sonantes que me cobraron por arreglar el modem. He aprendido la lección: en caso de tormenta hay que desconectar el ordenador. Ahora, en cuanto a la escritura, tendré que recuperar el tiempo perdido. Tengo muchas cosas que contar.