24 junio, 2017

Una misa un 24 de junio a la que ha costado llegar

El doctor Jordi Cervós, catedrático de Neuropatología de la Universidad de Berlín, está en Estocolmo para asistir a un simposio sobre " Neurogenic Control in the Brain Circulation", que tenía lugar del 22 al 24 de julio de 1977. Nos cuenta: “La noche del 22 al 23 de junio de 1977 no llegó a oscurecer del todo fenómeno típico de estas latitudes. Entonces todavía no había ningún centro del Opus Dei en Suecia, así que aprovechando que había luz toda la noche me dedique a buscar una iglesia católica y asegurar la asistencia a misa el día siguiente. Me orientaba con las torres y campanarios, magníficos templos pero todos protestantes, después de un recorrido de varios Kms, a las dos de la madrugada, poco antes de salir el sol, llegué al hotel agotado y pregunté en recepción si sabían donde había una iglesia católica. Para mi sorpresa me dijeron que en la primera esquina de la siguiente calle había una. Fui rápidamente a comprobar la hora de la misa en el tablón de anuncios. Al llegar, era un edificio modesto, no solo averigüé el horario sino que se trataba de la catedral de San Erik. Celebró la misa el obispo y, como la mayoría de los feligreses había acudido el día anterior a la vigilia de San Juan, además de tres monjas, yo era el único laico asistente.” “Cruzando el Muro, Recuerdos sobre los inicios del Opus Dei en Alemania”, Jordi Cervós, Rialp

23 junio, 2017

Las más pequeñas acciones de la vida pueden ser actos de amor a Dios

Dice el Hermano Rafael ( mí padre nos leía escritos suyos a mí madre, a mí hermana y a mí, allá por los años cincuenta): “¿Qué estoy haciendo?..¡ Pelar nabos¡ ¿Para qué? Y el corazón, dando un brinco, contesta medio alocado: Pelo nabos por amor..por amor a Jesucristo. Allá dentro, muy adentro del alma, una paz muy grande vino en lugar de la turbación que antes tenía. Se decir que solo el pensar que en el mundo se pueden hacer de las más pequeñas acciones de la vida actos de amor de Dios.., que el cerrar o abrir un ojo hecho en su nombre, nos puede hacer ganar el cielo…, que el pelar unos nabos por verdadero amor a Dios le puede dar a Él tanta gloria y a nosotros tantos méritos como la conquista de las Indias… es algo que llena de tal modo de alegría que si en aquellos momentos me hubiera dejado llevar de mis impulsos interiores… hubiera tratado de comunicar a las pobres raíces la alegría del corazón” Rafael Arnaiz Baron, trapense. Ingreso el la cartuja dejándose a medias la carrera de Arquiecto (9,4,1911 – 26,4, 1938)

05 junio, 2017

Una frase del Quijote

A veces, a quienes amamos los libros, nos viene al magín, como un regalo, una cita que aprendimos de jóvenes y que como valor añadido trae aires de aquel tiempo hermoso. En este caso, la cita es del Quijote cuando éste, le escribe a Dulcinea. Dice así: “ El ferido de punta de ausencia y llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, os envía la salud que él no tiene.” Cervantes emplea aquí una imagen que penetra y que sugiere porque para bien o para mal se puede escribir mucho en las “telas del corazón” de los demás. Con la pluma y con la lengua, con informática o sin ella. Con la mirada - si es que nos miran, porque están los móviles- Con el con el silencio, con el porte.. Padres, las madres, abuelos y abuelas tienen, con hijos y nietos un papel de primer orden en esa escritura. Luego, con los años se disfruta intercalando en la conver risa, pero las prisas son del diablo o del dinero que viene a ser lo mismo. Hijos y nietos son “libros vivos”. Y además e El futuro dependerá siempre de la familia.