29 marzo, 2006

La catedral de Guadix

“La catedral, bella, artística, rica, gobernada por insignes prelados y sabios cabildos, descollaba sola entre escombros romanos, arábes y semifeudales. La Catedral era el único palacio habitado; el único poder que conservaba su primitivo esplendor y su magnificencia; el alma y la vida de Guadix. En ella recibí mis primeras impresiones artísticas. Ella me dio idea del poder revelador de la Arquitectura; allí oí la primera música, allí admiré los primeros cuadros. Allí también en las grandes solemnidades brillaron ante mi vista portentos de lujo (el tisú, el brocado, el oro, la pedrería) ora en cálices, custodias y andas, ora en las vestiduras. Allí, entre nubes de incienso, al fulgor de millares de luces, al son del órgano, escuchando las concertadas voces de los cantores y los gemidos de los violines de la capilla… entreví el arte, soñé la poesía, adiviné un mundo diferente del que me rodeaba en la ciudad. Y museos, teatros, monumentos arquitectónicos, conciertos, alcázares dorados, espectáculos brillantes, todo cruzaba por mi imaginación como una profecía (…)todo se me revelaba, a la manera que los fulgores de la gloria brillan ante los ojos de los bienaventurados.”
( Pedro Antonio de Alarcón 1833)

Lo transcrito va en honor de mi amiga Josefina, cuya casa estaba pegada a la catedral.

28 marzo, 2006

El santo y el poeta

El 28 de marzo de 1925, que era sábado de témporas, fue ordenado sacerdote San Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei. Nunca olvido esa fecha. En su honor, antes de que acabe el día copio palabras suyas: “Piensa primero en los demás. Así pasarás por la tierra, con errores sí – que son inevitables -, pero dejando un rastro de bien” (Vía Crucis, XIV Estación). Y alguna más: hablando de “Camino”, que junto al Kempis tanto ha influido en la espiritualidad cristiana, dijo San Josemaría en 1966: “Yo escribí una buena parte de Camino en los años comprendidos entre 1928 y 1933, y la publiqué en 1934; y con esa publicación traté de preparar un plano inclinado muy largo, para que fueran subiendo poco a poco las almas, hasta alcanzar a comprender la llamada divina; llegando a ser almas contemplativas en medio de la calle”.

Otro 28 de marzo, era Viernes Santo, murió en la cárcel Miguel Hernández. El poeta cabrero, fue a Madrid a pedir consejo y trabajo a un poeta de fama. Éste escribió en su “Robinson Literario”:
“Queridos camaradas de la Literatura: ¿no tenéis unas ovejas que guardar? Gobierno de intelectuales: ¿no tenéis ningún intelectual que esté como una cabra para que lo pastoree este muchacho? ¿Quién ayuda al nuevo pastor poeta? ¿Qué ganado se le confía?¡A ver¡ ¡A ver¡Un destino para este montaraz. ¡A ver esa casa de los poetas¡ Hacedle aunque sea ferroviario…”

27 marzo, 2006

Soneto

Las cosas claras, Dios, las cosas claras.
¿A caso te pedí que me nacieras,
que de dos voluntades verdaderas,
de barro y llanto, Dios, me levantaras?

Acaso te pedí que me dejaras
En mitad de la calle – en las aceras
se apiñaba la vida – y que te fueras
y que con tu desdén me atropellaras?

Palabra que no sé por lo que peco.
Palabra que procuro, más en vano,
llenar tu hueco, rellenar tu hueco.

Pero soy nada más Carlos Murciano.
Ni hombre ni nada, Dios, sólo un muñeco
Que se mueve en la palma de Tu mano.


(Desde la carne al alma. Hablando claro)
Carlos Murciano, 1931)

26 marzo, 2006

una sonrisa

Una sonrisa cuesta poco y produce mucho.
No empobrece a quien la da y enriquece mucho a quien la recibe:
dura solo un instante y perdura en el recuerdo eternamente.
Es la señal de una amistad profunda; nadie tan rico que pueda vivir sin ella,
y nadie tan pobre que no la merezca.
Una sonrisa alivia el cansancio, renueva las fuerzas y es consuelo en la tristeza.
Una sonrisa tiene valor desde el comienzo en que se da.
Si crees que a ti la sonrisa no te importa nada, se generoso y da la tuya,
Porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa como quien no sabe sonreír.

Charles Chaplin

24 marzo, 2006

La lengua

En mi lectura diaria de tres minutos del Nuevo Testamento (con concentración, tres minutos son suficientes dada la importancia del texto). Le ha tocado el turno a las Epístolas. Les estoy sacando mucho partido después de haberlas leído durante años. Quiero copiar aquí un trozo de la única que tenemos de Santiago, verdadero “hijo del trueno” aún después de su conversión. Hablando de la lengua dice:

“Si alguno no peca de palabra, es varón perfecto, capaz de gobernar con el freno todo su cuerpo. A los caballos se les pone freno en la boca para que nos obedezca, y así gobernamos todo su cuerpo. Ved también las naves, que, con ser tan grandes y ser empujadas por vientos impetuosos, se gobiernan por un minúsculo timón a donde quiere el impulso del que lo dirige. Así también la lengua con ser un miembro pequeño se gloría de grandes cosas. Ved que un poco de fuego basta para quemar todo un bosque. También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. Colocada entre nuestros miembros, la lengua contamina todo el cuerpo, e inflamada por el infierno inflama a su vez toda nuestra vida.
Todo género de fieras, de aves, de reptiles y animales marinos es domable y ha sido domado por el hombre; pero a la lengua nadie es capaz de domarla; es un mar turbulento y está lleno de mortífero veneno. Con ella bendecimos al Señor y Padre nuestro y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a imagen de Dios. De la misma boca proceden la bendición y la maldición. Y esto hermanos míos no debe ser así. ¿A caso la fuente echa por el mismo caño agua dulce y agua amarga? ¿puede acaso hermanos míos, la higuera producir aceitunas o higos la vid? Y tampoco un manantial puede dar agua salada y agua dulce” (epístola de Santiago 3, 1-12)

22 marzo, 2006

Papeles viejos

El mismo día que escribí “Tres fechas”, por la noche, hojeando antiguos recortes de prensa, en los que siempre se pueden encontrar “descubrimientos” y sobre todo nuevas conexiones, inapreciables especialmente estas últimas para quienes “ponderamos estas cosas en nuestro corazón”, encontré en ABC esta noticia del 19-IX- 2002:
“Al cierre de esta edición, nos llega la noticia del fallecimiento del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyén Van Thuan, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz. En la tarde del 16 de septiembre falleció en Roma a los 74 años de edad. El cardenal había afrontado con gran espíritu de fe, durante años, el cáncer del que fue operado en dos ocasiones. Durante trece años estuvo encarcelado por el gobierno comunista vietnamita; nueve de ellos los pasó en régimen de aislamiento. Una vez liberado fue obligado a abandonar Vietnam. Juan Pablo II le acogió en Roma, donde le confío encargos de gran responsabilidad en la Curia Roma y le hizo cardenal en febrero de 2001.”
Vuelvo a coger “Testigos de esperanza”, el libro que recoge los ejercicios que predicó al Papá y la Curia en el año 2000, para añadir algo que él mismo cuenta de cuando estaba en prisión: “El pueblo ofreció por mí muchos “réquiem”.Pero Dios sabe escribir derecho con reglones torcidos. Y estas misas por un difunto le han traído muchos años de vida.”
Hasta pronto.

18 marzo, 2006

Tres fechas

El 18 de marzo de 2000, François-Xavier Nguyen van Thuan, obispo vietnamita al terminar de predicar los ejercicios espirituales al Papa Juan Pablo II y a la Curia Romana, dice:
“Hace exactamente 24 años, el 18 de marzo de 1976,víspera de la fiesta de San José, me sacaron de la residencia forzosa de Cay Vong para ser sometido a un duro aislamiento en la prisión de Phu-Khanh.
Hace 24 años no habría imaginado nunca que un día, justamente en esta fecha, concluiría la predicación de los ejercicios espirituales en el Vaticano.
Hace 24 años, cuando celebraba la misa con tres gotas de vino y una gota de agua en la palma de la mano, no me habría esperado que el Santo padre hoy me regalaría un cáliz dorado.
Hace 24 años nunca habría pensado que el día de la fiesta de San José de 2000, mi sucesor consagraría, precisamente en el lugar donde viví en arresto domiciliario, la iglesia más bella dedicada a San Joséen Vietnam.
Hace 24 años no habría esperado nunca poder recibir hoy de un cardenal una suma consistente para los pobres de aquella parroquia.”
(Testigos de esperanza, ejercicios espirituales dados en el Vaticano en presencia de Juan PabloII, Ed. Ciudad Nueva)

Tercera fecha 18 de marzo de 2006: Hoy recuerdo que archive en la
memoria un 18 de marzo interesante que debía contar aquí.

16 marzo, 2006

Familia

Cuando esta mañana he visto a mi hija Marta, madre de tres hijos, dos de ellos rusos, con su bici y su atolondramiento, no he podido menos que recordar que precisamente hoy hace treinta años, cuando ella tenía cuatro la atropelló una moto en mi presencia, yo iba con tres niños más y atolondrada también, crucé por donde no debía. Aquello fue terrible: entró en el Hospital con fractura de fémur y conmoción cerebral. Sin embargo y pese a la gravedad de la conmoción siempre pensé que saldría viva. Antes de salir con los niños al parque, los cinco habíamos rezado el Angelus ante un hermoso icono de la Virgen del Perpetuo Socorro…Nunca olvido esto el 16 de marzo. Esta mañana además, sin pensar en ello, he estado un rato rezando en la capilla del hospital en que la atendieron entonces y en el que tanto recé por su salud.

Durante mucho tiempo le he pedido a Isidoro Zorzano, primer miembro del Opus Dei en el mundo, cuyo proceso de beatificación está en marcha, al que recurro con facilidad y cuya vida conozco y difundo, un trabajo para mi hijo Juan en Europa o enEspaña. Con Europa me conformaba porque lleva años trabajando en Ann Arbor (Michigan). Lo de España era casi imposible, dada que su especialidad: Doctor en Asia y Afríca ( título americano). Pues bien, ha conseguido un bonito trabajo aquí, en Valencia, para crear un Instituto que relacione, cultural y comercialmente, Asia con el Mediterráneo. Gracias Isidoro. Si antes te hacía propaganda…

15 marzo, 2006

Andar con contemplaciones

He aquí algo que todos deberíamos tener en cuenta: andar con contemplaciones.
Mi madre, cuando mi hermana y yo éramos pequeñas y llevaba prisa o estaba sencillamente hasta el gorro, solía decirnos: “mira, no estoy para andar con contemplaciones”. Era una manera de saber que no estaba el horno para bollos y una se atenía a la dura realidad. La paciencia, la comprensión y demás séquito de virtudes tan necesarias para la buena y alegre convivencia se le habían terminado. Por contra, muchos años mas tarde oí decir a un sacerdote: “deberíamos salir a la calle con dos pastillas de jabón, una en cada bolsillo, para usarlas, para dar jabón, a la gente” Ambos madre y sacerdote están ya en el cielo. Por esas mismas fechas, el tiempo no tiene edad cuando se mira desde lejos, le oí decir a otro hablando de amor al prójimo:
“ En el trato con los demás tenemos que andar con contemplaciones”.Esta mañana a viendo en los e-mail una de esas “presentaciones”, que nos llegan a todos, de hermosas fotografías y escaso texto lleno de buena voluntad, que te bloquean el ordenador si no tienes banda ancha, en la que hablaba de la importancia de una sonrisa, una palmada en la espalda, o unos ojos atentos, he recordado eso de que es bueno andar con contemplaciones y también esa una canción que dice: “… Con esa mirada, siempre enamorada, con que miras Tú…”. Dejo al sabio lector porque ese Tú, va con mayúscula.

13 marzo, 2006

Voluntariado

En la radio mañanera escuché esta noticia: “ Dice el psiquiatra Rojas Marcos que la gente que hace una hora a la semana de voluntariado, duerme mejor, bebe y fuma menos y tiene la autoestima más alta.” Y yo me dije: toma, claro. Es decir que le ví visos de perogrullada. Sin embargo es bueno hacer esta afirmación, que aunque sea buscando el propio beneficio, nos estimula a salir de nosotros mismos y darnos a los demás. Es una afirmación que tiene raíz evangélica, como la tiene también eso no esta de “Dinero que está en la mano / quizá se debe guardar / la monedita del alma / se pierde si no se da”. Nuestra cultura, quiérase o no, se asienta sobre suelo cristiano. Y si bueno es hablar con el lenguaje de los tiempos, no está demás recordar de donde mana la fuente del mismo. Porque aunque nos quedemos cortos en el mandato de Cristo de amar a nuestros enemigos y hacer bien a quienes nos maldicen, basta con que uno lea “Los cisnes” ( tres generaciones de mujeres chinas), el “Yo Claudio” de Robert Graves o “Claudio emperador y su esposa Mesalina” para darse cuenta porque derroteros ha ido el mundo en solidaridad o preocupación por los demás sin la propagación del mensaje cristiano. Raro era el emperador que muriera de muerte natural y no envenenado por aquellos, esposa o hijos, en quienes más debería confiar. En fin.. hagamos caso al doctor Rojas Marcos que no nos da mal consejo.

11 marzo, 2006

Bautizo

Hoy bautizan a mi nieta Vega. Hoy nació D. Álvaro del Portillo, Madrid 11 de marzo de 1914, al que si Dios nos da vida veremos en los altares.
Quiero solemnizar ambos eventos con parte de un soneto de Quevedo que siempre me ha conmovido:

Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido:
su cuerpo dejará no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

Y quiero dar también cauce a la oración que a D. Álvaro del Portillo,Doctor Ingeniero de Caminos, y Doctor en Filosofía y en Derecho Canónico, , hombre de clara inteligencia y gran corazón, digno sucesor de San Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei, rezó a diario mientras vivió:

Dulce madre, no te alejes,
tu vista de mí no apartes,
ven conmigo a todas partes
y nunca solo me dejes.
Ya que me proteges tanto,
como verdadera Madre,
haz que me bendiga el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo.

"Si no os hacéis como niños....

05 marzo, 2006

Maternidad

Mi abuela tuvo doce hijos, de los cuales vivieron ocho. Con su marido y su prole se recorrió España, sin lavadora ni pañales desechables, siguiendo a éste por los sucesivos destinos, que como médico militar iba desempeñando. Mi abuela fue una mujer heroica. A Silvio Rodríguez, el cantautor, le conmovió esa mujer que parió once veces, que era su abuela. A mi me conmueven además mis hijas y algunas de sus amigas o colegas: Ana es médico tiene cuatro hijos de cuatro cesáreas, Dolo es profesora de ballet y tiene seis de seis cesáreas, Fe es Ingeniero Industrial con horario de trabajo de ocho horas diarias al que ha acudido puntualmente hasta el día antes de su segunda cesárea en año y medio, Esther es cardióloga, magnífico número de Mir, primeriza, y espera un par de gemelos. Quería leer la tesis doctoral antes de que nacieran y ve imposible rendir ante el ordenador por el dolor de espalda y riñones cuando se sienta frente a él. Pobrecilla, ¡la que se le viene encima¡. La verdadera tesis doctoral la va a tener después del parto, suponiendo claro está que no le hagan cesárea. Por cierto ¿No les parece que van siendo demasiadas cesáreas? El abuso hoy en la práctica de la cesárea, no es un hecho que deba ser minimizado. Disminuye las posibilidades de maternidad de una mujer, y eso es grave, amén del destrozo que produce en su organismo. También hay por ahí mucha mujer valiente que se va a Rusia, a China o a Chile, pasando por el costoso y desagradable trámite de la adopción, para a tener hijos no de sus entrañas sino de su corazón. Como se ve las mujeres heroicas no se agotaron en la generación de mi abuela y la de Silvio Rodríguez. En torno al 8 de marzo no está demás recordarlo

04 marzo, 2006

"De sangre en sangre vengo"

“De sangre en sangre vengo, como el mar de ola en ola…”
El 6 de marzo de 1938, se casaron mis padres a las 7,30 de la mañana en la Iglesia de Santa Engracia de Zaragoza. Fue una boda doble: dos hermanas, de profesión sus labores, se casaban con dos médicos. Luego harían el viaje de novios juntos hasta Pamplona. Eran tiempos de guerra. Mi tía Pilar, que se casó con D. Luis Bueno Sánchez, hombre que haría en su vida bueno su primer apellido, no hubiera contraído nupcias si no se casaba a la vez que su hermana. Ella, no se casó enamorada. Se casó, al decir de mi madre, con la cabeza. Sin embargo, acabaría amando con fuerza a su marido. Pocos hombres han estado cuidados y mimados como él. Es lo que tiene la fidelidad y, digámoslo sin rubor, unos tiempos en los que la familia era fuerte y estaba socialmente protegida. Con toda una vida por delante, había tiempo para enamorarse del marido. En esa discreta y mansa felicidad doméstica, los hijos crecían seguros.
Estoy leyendo, por pura nostalgia, “La casa de la Troya” de Pérez Lugín, que leí, como obra de teatro, cuando era moza y me reí bastante. Ahora no me río, pero sigo enredada en los amores de Carmiña Castro Retén y Don Gerardo Roquer y Paz. Transcribo un párrafo en el que cuenta, bastante fielmente, cómo éramos muchas chicas de esa generación y de la siguiente. Por el contraste que ofrece con lo que hoy ocurre, creo que vale la pena hacerlo.
“Carmen, segura ya del cariño del estudiante ( al que ha conseguido transformar de tarambana en buen estudiante), abandonose a él confiada y le mostró hasta el fondo de su alma inocente y pura. Era otra mujer: una Carmiña infantil, sencilla, ingenua, muy distinta de la grave y reservada señorita que Gerardo conoció en Compostela”.
Te quiero con toda mi alma, le había dicho él en el baile del casino. ¿Cómo si no?
Era el alma lo que primero se embarcaba en el enamoramiento, aunque éste no prescindiera del cuerpo.