29 febrero, 2012

De Viktor Frankl (II)

Contínúo copiando lo que el Dr. Frankl dijo al Sr. Mitchel ( condenado a muerte)

“¿Y saben ustedes que le conté después al Sr. Mitchel? El relato de la muerte de Ivan Illich, tal como nos lo ha narrado Tolstoi. El relato de la muerte de un hombre que, enfrentado con la realidad de que ya le queda muy pooco tiempo, adquirió la lúcida conciencia de cómo había disipado su vida. Pero precisamente esta idea le hizo crecer tanto en si interior que fue capaz de llenar de un sobre abundante sentido retrospectivo una vida al patrecer tan insensata.
El Sr. Mitchel fue el último hombre ejecutado en la cámara de gas de San Quintín. Poco antes de su muerte concedió una entrevista al “San Francisco Chronicle”, que había hecho suya en todos los aspectos , la historia de la muerte de Ivan Illich.
De todo lo dicho se desprende qué es lo que un libro puede dar al sencillo hombre de la calle en su camino, en el camino hacia la vida y en el camino hacia la muerte. Al mismo tiempo, se hace luz tambiénsobre la incalculable responsabilidad social que recae sobre los escritores.”

Y eso es todo, lo que quería contar. Deber cumplido.

De Viktor Frankl (I)

Viktor Frankl escribió un libro que me impactó: “Psicoanálisis y existencialismo”. Había olvidado el título – que asociaba a un verano en Rubielos- y lo he recuperado al encontrar unos apuntes que tomé de él. En la “Semana Austriaca del libro, en una conferencia titulada “El libro como medio terapéutico” Viktor Frakl dijo a sus oyentes:

“En este contexto – la literatura como terapia – pondré algunos ejemplos en los que un libro puesto en las manos de un lector ha influido decisivamente no solo en su vida, siuno en su desnuda y literal existencia al disuadirle de un intento de suicidio. Conozco, como médico, algunos casos en los que un libro ha ayudado a personas en su lechop de muerte o en la celda de una cárcel y les contaré la historia de Aaron Mitchel
El director del célebre penal de San Quintín (San Francisco) me invitó a dar una conferencia a los presos todos ellos reos de grandes delitos. Acabada la conferencia, se me acercó uno de los oyentes y me dijo que a los condenados a “death row”, recluídos en sus celdas en espera de ejecución. Me preguntó si no podía dirigirle unas palabras, al menos a uno de ellos llamadoMitchel que iba a ser ejecutado en la cámara de gas dentro de muy pocos días. Me sentí desamparado, pero no podía rechazar esa petición. Improvisé pues lo siguiente:”Créame usted, Sr. Mitchel, de alguna manera puedo entender su situación. En definitiva yo también tuve que vivir, durante algún tiempo, bajo la sonbra de una cámara de gas. Pero créame usted, señr Mitchel, ni siquiera entonces me abandonó ni un solo instante mi convicción de que sean cualesquiera las condiciones y circunstancias la vida tiene sentido, y entonces tiene que conservarlo por muy corta que la vida sea. O no tiene ningún “sentido” y entonces no lo tendrá nunca, por mucho que dure. Hasta una vida al parecer fracasada puede llenarse de sentido retrospectivo, al elevarnos, mediante la autoconfesión, por encima de nosotros mismos.”

27 febrero, 2012

Apuntes que merecen compartirse (I)

La comunicación de la Fe es, logicamente, tan antigua como el cristianismo, no en vano los cristianos son portadores de la mejor noticia.Sin embargo desde Pablo VI, los papas vienen hablando de una “nueva evangelización”. La evangelización es “nueva” porque no se comunica de la misma manera la primera que la segunda vez y porque existe también un clima de cierta saturación.

Benedicto XVI habla de “suscitar” una cierta curiosidad y fue Juan Pablo II quien afirmó que la evangelización debe ser “nueva en su ardor, en su entusiasmo y en sus métodos. En este sentido, podemos preguntarnos, ¿es posible comunicar la fe en un contexto plural, democrático, relativista, complejio y a veces postcristiano? ¿ es posible esta tarea en una opinión pública con un lenguaje lejano, con un léxico que tiene sus propios paradigmas, otra jerarquía de valores y una agenda propia?

Se nos brindan 10 propuestas para la comunicación, no personal sino social de la Fe, allá donde existen unas leyes que funcionan automática y universalmente y que nada tienen que ver con lo religioso.

El mensaje:

Ha de ser "positivo".>La moral es un camino para la felicidad y no un código de prohibiciones. La fe cristiana es un gran sí a la vida, a la persona a la solidaridad, a la mujer, a la paz, a la libertad, al desarrollo.
Ha de ser "relevante": decir algo interesante para el otro.Santo Tomás de Aquino habla de “locutio”: un fluir de palabras que no interesan a nadie; y de “iluminatio” decir algo que ilumina la cabeza y el corazón sobre algo que interesa al oyente.
“Los errores doctrinales son siempre respuestas equivocadas a problemas reales”: ejemplo el marxismo.

El comunicador :

Es relavente el "compromiso" del comunicador. Comunicamos bien el evangelio cuando lo hacemos con coraje y pasión. Y esto sucede cuando personalmente lo vivimos. Nadie da lo que no tiene. En esta aventura no podemos dejar que el otro logre nuestra desmovilización por falta de energía propia.
Un segundo aspecto podría se la "empatía".No soo se trata de una comunicación de ideas,se trata de una comunicación de personas:no se ouede herir los sentimientos de los demás, que tienen sus puntos de vista y sus personales emociones. Conviene hacerse cargo de los interrogantes del otro: escuchar y sintonizar. En este aspecto quizá debe obrarse un cambio de mentalidad: La Iglesia no tiene un problema es el mundo quien lo tiene (penas, soledad, familias destrozadas, corazones rotos..)Nosotros tenemos palabras iluminadoras sobre estos problemas. El mundo no está deseoso de que la Iglesia transmiuta su mensaje, sino de recibir ayuda. Debemos ser bálsamo; no legisladores, ni mucho menos, policías.

Se continuará

25 febrero, 2012

Sobre Jane Austen

Leí también hace poco: “Mi querida Casandra” de Jane Austen. Son las cartas -. deliciosas - de Jane Austen a su hermana Casandra, con la que estaba muy unida. Las disfruté: todo un entorno familiar y social descrito con cariño, ironía y su pizquita de “tierna” resignación cristiana. El libro, apaisado y de buen tamaño, está además, bellamente ilustrado, recordando esas novelas de la autora, que hemos visto y disfrutado en películas o en series de la BBC. Junto a las cartas, aparecen fragmentos de sus principales novelas: “Orgullo y Prejuicio”, “Emma”…

De las cartas:

“… Miércoles. He cambiado de idea y esta mañana he puesto otros adornos en el sombrero; ahora son como los que tu me sugeriste; me parecía que no prosperaría si me desviaba de tus directrices y creo que ahora me parezco más que antes a lady Conyngham, quer es todo lo que se puede desear en la vida.” (18-diciembre de 1798)

“Me alegra que Martha y la señoraLefroy quisieran el patrón de nuestros sombreros, pero no me alegra tanto que se los dieras. Es necesario tener un deseo prevaleciente para animar el pensamiento de alguién y, al concederlo, sólo das pie a que formulen otro que probablemente nio será ni la mitad de inocente.”

“Me aflige cruelmente tu petición de libros; no se me ocurre ningunio para llevarme y tampoco creo que los necesitemos. Voy a verte para hablar, no para leer o escuchar lecturas. “Eso” puedo hacerlo en casa; y te aseguro que ahora estoy utilizando una reserva de inteligencia para verterla sobre ti como “mi” parte de la conversación. Estoy leyendo la Historia de Inglaterra de Henry, y te la repetiré del modo que prefieras, ya seaono suelto desordenado e inconexo, ya sea dividiendo mi recital como lo divide el historiador en siete partes…”

Tengo reseñados más fragmentos, pero logicamente no puedo ni copiarlos ni retenerlos. Debo dejar que se pierdan en mi mente, aunque no se pierden, forman el mantillo, como diría Unamuno. Y como digo yo: por ese mantillo del bosque de nuestras lecturas, nos unimos y conocemos unos a otros y se nos hace más llevadero nuestro peregriaje por el mundo. Luego, no escribiremos.Viviremos.

24 febrero, 2012

Literatura y lo que buenamente se me ocurra

Leo con gusto “Sostiene Pereira”, me la ha dejado Juan. De vez en cuando hay que sacar tiempo para leer literatura, lo mismo que para ver buen cine. Ambas cosas nos enseñan y ayudan, nos saca de nuestras neuras.Y, hablando de neuras: repasando los apuntes que tomé en mi último curso de retiro, encontré esta frase: “Al demonio le encanta cuando nos ve funcionar como un disco rayado”.Conviene archivarla, Conviene no olvidar algo obvio: al demonio le encanta destruir al hombre y lo malo es que muchas veces lo consigue. Y hablando del demonio: conseguir que el hombre no crea en su existencia, es uno de sus mayores logros. Vuelvo a Pereira, al que le estoy tomando cariño porque es un buen hombre. Me gusta más la novela de Tabucchi que la película “Sostiene Pereira” que interpretó el “bello Marcello”. No se si es que ahora soy más sabia, tengo mejor corazón, o estoy más en lo que celebro. Pues resulta que sostiene Pereira que “Honorine” de Balzac es uno novela interesante, sobre el arrepentimiento. Pienso leerla. Así como también sostiene que “La última lección” es un cuento de Daudet sobre patriotismo, quizá no nos viniera mal. Como Pereira es el Director de la página cultural del “Lisboa”, periódico de la tarde, apolítico pues, que traduce del francés las novelas que publica por entregas, le escucho con gusto, quizá también porque es víudo casto y habla con el retrato de su mujer todos los días.







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21 febrero, 2012

Me estaba esperando

Llegué con veinte minutos de adelanto a la cita con Marta. Me metí en la libreriá de las Pauliunas, que estaba al lado para hacer tiempo. Acción que siempre resulta peligrosa: cuando llegué antes de la cita con Mary Carmen, me metí en “Ideas” y salí con un buen tomo de Steiner sobre Dostoievskiy Tolstoi, cuando llegué santes a la cita con Juan, me metí en “París Valencia” y salí con “Grandes Esperanzas”. En este caso, colocado horizontalmente, y a una buena, a una buena altura, de modo que lo ví sin buscarlo, me estaba esperando : “La familia que alcanzó a Cristo” de M. Raymond, O.C.S.O ( Trapense). Me lo llevé a pesar de los 19,80 que valía.

Y me lo llevé, porque como dije aquí hace años – “El rastro” cumplirá pronto 7 años, “mis días corren como una lanzadera” – es un libro que tiene para mi el encanto de que mi padre nos lo leía en voz alta después de comer, allá por los 50, a mi madre, mi hermana y a mí. Felizmente desde entonces, se me quedó en la memoria el título y así pude tener la alegría, siendo ya abuela, encontrarlo viejo y amarillito en la “Biblioteca de María Lázaro”. Lo saqué y lo leí. Ahora lo volvía a ver, nuevo y flamante, editado por “Herder” en el 2003. Ahora el libro podía ser mío, además “Herder” es una garantía de seriedad. El libro había sido revisado y mejorado por distintas autoridades en la materia lo que agrade M. Raymond.

Dice así la contraportada:

“Esta obra es un mensaje del medioevo cristiano presentado con la intriga y la agilidad de la novelística moderna.
M.Raymond, al escribir esta segunda época de la Saga de Citeaux, no describe santos convertidos en fantasmas petrificados en hornacinas trasnochadas. Presenta sencillamente la familia de San Bernardo en medio de sus crisis y sus luchas entyre los hombres: la vida de nueve personas en su ascensiuón hacia la santidad.”

Lo estoy volviendo a disfrutar. Descansa mucho sumergirse en plena edad media y encontrarse, por ejemplo, como una tarde de otroño de 1111, el que sería Bernardo de Claraval convence a su hermano Guy, casado y con dos niñitas, de que se vaya con él de monje a Citeaux. Según Bernardo su cuñada podía irse a un convento. Lo acabó haciendo, y no les cuento más. Hay que leerla.,

13 febrero, 2012

resumido y mejorado

Traté este tema aquí. Pero para mandárlo al periódico lo he estractado y creo que mejorado.

Ley física y ley moral

Siempre me gustó y disfruté la Física, cuando estudié mi carrera de Ciencias. Me era fácil ver el parentesco existente entre la física de los cuerpos y la verdad de las almas, entre la ley física y la ley moral. Lo que no tiene nada de extraño porque ambas tienen a Dios por autor. La física s estudia las leyes por las que se rigen inexorablemente las cosas (materiales), leyes deducidas de lo que las cosas son, y la moral las leyes por las que debe regirse el hombre, si es sensato sensato. Porque al ser éste creado libre y estar compuesto de espíritu y materia, le es dado elegir si someterse a ellas o no. Pero si no se somete, se perjudica así mismo lo vea o no. Pagará por ello porque está yendo contra lo es él mismo. A este respecto nos dice Sheed, en: “Teología y sensatez”: “ Podemos, si queremos, levantar falsos testimonios, podemos si tal es nuestro deseo, poner la mano sobre el fuego: en cualquiera de los dos casos sufriremos daño. En otras palabras, las leyes físicas y las leyes morales “son” leyes porque nosotros somos lo que somos. Si fuéramos amianto en vez de carne el fuego no nos quemaría; si fuéramos ciervos tampoco nos dañaría el adulterio. Conocer lo que las cosas son es conocer la realidad de las cosas. En actuar de acuerdo con la realidad de las cosas, consite precisamente la sensatez”. ¿No nos iría mejor si aprendiéramos a no confundir el mundo es real, con el mundo virtual al que tan aficionados somos?

12 febrero, 2012

De un bonito recuerdo

Hace años, haciendo una visita con amigas al Convento de las Carmelitas Descalzas de Caudiel, las monjas, que estuvieron encantadoras, tras la reja, nos cantaron “El senderito”. Nos encantó oírlas. El otro día, encontré la letra- que nos dieron copiada a máquina – y aunque un poco emborronada, se lee bién. Creo que a más de uno le hará bién. Lo transcribo:

“El senderito”

Tu Dios es Amor, su oficio es amar; el tuyo esperar en Él,
Él cuidará de ti, y tú déjale hacer.
Ha de llevar las riendas Dios y tú seguir con paz y amor.
Te llevará por un caminio que eternamente te escogió;
tú síguelo, tu síguelo

No será, sin duda el que tú un día soñaste seguir aquí;
pero no hay otro mejor para ti.
Ha de llevar las riendas Dios y tú seguir con paz y amor.
Oh senderito de mi vida, que dulce te haces para mí
que voy a Dios yendo pot tí

No quiero saber, ni comprender; solo sé una verdad y ésta me hace feliz:
Dios es amor, Dios es poder, suma bondad, sumo entender.
Y en ese amor y esa ternura, y esa grandeza de mi Dios
descanso yo, descanso yo.

Tendrás que sufrir, tendrás que luchar, tendrás que llorar aquí
Quizá apoenas podrás alzar la vista a Mí.
Y has de creer que esto es amor, has de creer que te amo yo.
Llegará un día venturoso, en que mis brazos te abriré;
allí verás cuánto te amé, allí verás cuánto te amé.

11 febrero, 2012

Un día da mucho de sí (II)

Cuando llegué a mediodía a casa, al poco vinon a comer mi nieta Marta y al rato mi hijo Juan. En la cocina, metida en el “zafarrancho de combate” que se monta cuando se quiere hacer una comida apetitosa y barata en poco tiempo – la comida que hacemos debe cuidarse - pensé, no sin alegría, que las abuelas practicamos a diario una obra de misericordia: “dar de comer al hambriento”. Cosa que por otro lado nos mantie en forma: hoy son muchas las abuelas que llevan vaqueros, y no les están mal. Como con 70 años, siguen llevando el ritmo de los 50, y muchas veces con más gente a su cargo y crisis añadida, realmente no se tiene tiempo de envejecer.

A las 5 fui a por Álvaro al Colegio, y a las 6 se fueron de casa hijos y nietos. Al verme sola con la disyuntiva de quedarme a poner orden en los papeles del banco, para los que no encuentro nunca tiempo, - nunca se tiene para las cosas que fastidian - me dije: “¡Yo, me largo¡” . Y así sacudí la murría de verme sola. Contra la tristeza hay que luchar sin tregua. Es bueno recordar que a veces “lo mejor es enemigo de lo bueno”. Así pués, llamé a Conchita – 96 años cumplirá el 29 de abril, festividad de Santa Catalina de Siena - y le dijé: “¡Conchita, voy a verte¡”. Estamos lejos, pero bién comunicadas por el “71”. Vive en la calle Jesús. Lo que no deja de tener miga: Conchita desde que se quedó viuda con dos niños y 27 años, no ha dejado de trata a Jesús a diario. Conchita, tiene una buena cabeza. Me lo pasé bién recordando cuando su hija Inmaculada y yo íbamos al Colegio, y disfruté de mesa camilla y brasero . Volví contenta a casa. En el autobús me encontré con otra teresiana, y cogimos la charrada. Su marido, el pobre, tuvo que cederme el asiento... Vicente, que así se llama, no me quitaba ojo, cuando nos me encontrábamos en San Andrés en misa de 11 y yo tenía 16 años…

08 febrero, 2012

Un día da para mucho (I)

Un día da para mucho si uno si se está conectada con la gente; condición necesaria, pero no suficiente, para ser feliz. Contaré mi día de hoy que agradezco a Dios.

Por la mañana he ido a San Juan del Hospital: misa, confesión y Retiro mensual. Una mañana así da paz para el día entero. A éste, ha acudido mi amiga Tere. Un placer oír con una amiga las únicas palabras imprescindibles aquellas que inciden en la verdad de lo que somos. Siempre que viene sale contenta y con paz. El sacerdote ha empezado hablando de Caín y Abel: los dos hacían sus ofrendas al Señor, las de Abel agradaban a Dios, porque ofrecía lo mejor de su rebaño, no lo hacía así Caín. De lo que deduzco que debía ser tacañón que es una forma que tenemos los mortales de ser tontos.

De ahí, ha resaltado que está en la naturaleza humana el ofrecer cosas a los demás, en señal de cariño o agradecimiento, y por supuesto a Dios. Los judíos tenían muy asimilada la necesidad de hacer sacrificios, ofrendas a Dios. De hecho en el templo de Jerusalén había dos sacrificios obligatorios: uno por la mañana y otro por la tarde, pero además todo el día estaba jalonado por los sacrificios individuales: corderos, bueyes , palomas..De ahí, el sacerdote, ha pasado a hablar del Santo Sacrificio de la Misa - Sacrificio de la Nueva Alianza - : Cristo renueva en ella cada día , su sacrificio en la cruz por todos nosotros. Me gustaría volver sobre esa meditación. Veremos. Tere y yo hemos salido alegres, después de la hora y cuarto que hemos pasado junto al sagrario escuchando atentamente.

Hoy operaban de epilepsia al hijo de Mila, amiga y compañera de los tiempos lejanos de universitaria. Operación, según me dijo ésta, con mucho riesgo. La hemos rezado mucha gente y nos ha lucido. Le dijeron que estaría varios días en la u.c.i, y les han dicho que si no hay novedad, mañana lo bajan a planta. El “angelito”, en la treintena, que a pesar de que su madre es religiosa él vive sin Dios, le había dicho: “si me muero, que me incineren y no quiero funeral”. Total, que Santiago, que así se llama, no se podía morir ahora. Cuando me lo contó, no resistí decirle a su madre: “Le has dicho que por su operación está rezando mucha gente?. Se lo había dicho.

Gracias tibi Deus, gracias tibi.

Me gustaría seguir contando el resto del día.

05 febrero, 2012

Con Fanny

Me alegré de verla cuando llegó a la cafetería donde habíamos quedado. De vez en cuando lo hacemos y sin más estímulo que un café con leche pasamos un buen rato, que para mí no deja de tener su pequeña dificultad porque no puedo dejar de pensar que Fanny no tiene fe, aunque la tuvo, y sería bastante más feliz con ella. A me gustaría que me dejase hablar con ella de Dios, pero se cierra en banda y trato, aunque me cuesta, de respetar ese silencio. Es la voluntad del hombre la que decide: “para quien quiera creer – decía San agustín - tengo muchas razones, para quien no quiera, no tengo ninguna” A veces, en la conversación, se abre un pequeño resquicio que intento aprovechar, hasta que ella dice con energía: “Bueno, dejémoslo” y lo dejamos, no sin antes poner cada una sobre el tapete su propio argumento. Como las dos somos cabezotas, que es una manera fina de decir que la soberbia nos acompaña, le recordé: “¿Tu sabes lo de: “¡piojoso, más que piojoso¡”. Sonrío, lo sabía.Yo aquí eso no pudo explicarlo, pero quizá lo sepa algún otro y sonría también.

“Si quieres vivir en una burbuja…- me dijo- . Si exite Dios, no me gusta como es ¿cómo permite tanto mal? Y no me vengas con la libertad deel hombre.” Yo si iba a irle con la libertad del hombre, que es causa de los mayores males y de los mayores bienes. Recordé el libro “Y Dios permite el mal” de Jacques Maritain. Apunté que Dios saca bienes de los males, que tiene muchas bazas, que ésto es muy corto y nos espera una eterenidad. En fin dije lo que se me ocurrió, pero me vino a la cabeza una frase feliz qu e escuché a un sacerdote: “ El sufrimiento es el megáfono de Dios para el oído rebelde le hombre”.

A mi hermana Carmen le preocupó desde niña la explicación del sufrimiento. No niego que éste sea un misterio, pero en lo que a mi respecta viendo que Jesucristo Dios y hombre verdadero, murió en una cruz, no se de que sufrimiento iba a pedirle cuentas.

Hacia el final, la conversación derivó de forma que pude enjaretar el verso de Unamuno, tan lúcido él: “ Agranda la puerta Padre / porque no puedo pasar./ La hiciste para los niños, / yo he crecido a mi pesar. / Si no me agrandas la puerta, / achícame por piedad./ Vuélveme a la edad bendita / en que vivir es soñar”

Total: que tengo que rezar por Fanny. Porque es Dios quien mueve los corazones, como le ocurrió a Pablo camino de Damasco. Pero Dios se vale de instrumentos, en el caso de San Pablo de Ananías. Instrumentos que, al ser humanos, levantan polvo al andar.

02 febrero, 2012

Para ponerme al día, si fuera posible

Como pedí la Admisión al Opus Dei un 28 de enero hace ya muchos años,aunque parece que fue ayer, este año ese día, para celebrarlo hice dos cosas: irme a comer con mis dos hijas a la “Lambrusquería” donde lo pasé estupendamente viéndolas,porque cuando están juntas no paran de hablar y yo alegremente no digo ni pío, y bueno es que las oiga que puede que no siempre sea así y comprarme un libro estimulante : “Echando raíces, José Luis Múzquiz y la expansión del Opus Dei de John Coverdale. Como esperaba, lo estoy leyendo muy a gusto. Dice así la contraportada bajo la foto de D. José Luis se lee:

“En 1949 aterriza en Nueva York José Luis Múzquiz , acompañado por Sal Ferigle, para iniciar la labor del Opus Dei en Estados Unidos. Apenas llevan dinbero ni tampooco dominan la lengua. San Josemaría solo pudo darles su bendición y un cuadro de la Virgen, nada más. Father Joseph – como así era conocido – impulsó el Opus Dei por toda Norteamérica, Suiza y Japón. Había conocido a San Josemaría en Madrid, siendo un joven ingeniero. Fue uno de los tres primeros sacerdotes, y secundó con enorme vigor el mensaje transmitido por el Fundador. Está iniociado su proceso de Beatificación”.

Decía San Josemaría, que la buena lectura, ha hecho muchos santos. Yo procuro seguir el consejo, por si acaso…