30 abril, 2009

El coche de San Fernando

“Yo iré en el coche de San Fernando, un ratito a pie y otro andando”, pensaba esta
mañana yendo al dentista, y de momento he saltado un mes entero y me he colocado en el 30 de mayo, festividad de San Fernando y santo de mi tío Fernando, que en gloria está, según creo. Valga la redacción de estas líneas, ofrecida al Señor, como pequeña oración por su alma, porque la verdad es que muchas veces metemos a la gente en el cielo, a prisa y corriendo solo para desligarnos de la obligación de rezar por ellos.

Mi tío Fernando era el doceavo hijo de mis abuelos Matías y Pilar. “Don Matías, con este niño ha puesto usted en su matrimonio, el broche de oro” le dijo a mi abuelo un amigo al encontrar al venerable anciano de la mano de su Benjamín paseando por el Parque de Borja. Entonces el número de hijos se admiraba y a nadie se le ocurría decir que una mujer era una coneja por el elevado número de vástagos.

Fernandico era un niño bueno y además astuto, que una cosa no está reñida con la otra.
Piénsese en el “sed sencillos como palomas y astutos como serpientes”. Observando que sus hermanos se iban quedando sin Reyes a medida que se iban enterando de que los Reyes eran los padres, decidió no enterarse nunca de tal noticia, hasta que mi abuela ya harta dijo un día en su presencia, fingiendo no verlo: “Esta tarde tengo que salir a comprarle los Reyes a Fernando” y luego volviéndose a él: “Ay Fernandino, no sabía que estabas ahí. Ya te has enterado: ¡te quedas sin Reyes¡”. Mi abuela Pilar,era mucha abuela.

De mi tío Fernando me contó su mujer que quiso que lo enterraran con el crucifijo que estuvo siempre en el dormitorio de sus padres, encima de la cama de matrimonio. Se lo metieron dentro de la caja. Cuando me enteré de ello, recordé el episodio de Borja y vi hasta que punto el amigo del abuelo Matías estuvo inspirado en el encuentro con éste.

El rosario de la vida

Empieza el mes de mayo. Mes de las rosas, mes del rosario. Ya que un rosario es, una corona de rosas. Por eso he sonreído interiormente cuando hoy, 30 de abril, leyendo “La polilla y la herrumbre”, de Mary Cholmondelay, una novela romántica, a lo Jane Austen, he encontrado unas palabras que justamente hablan, del “rosario de la vida”. Expresión, ésta, verdaderamente feliz, y no solo porque en toda vida hay misterios gozosos, dolorosos y gloriosos. Pues bien, las palabras que me han impactado son éstas: “Pero hasta que la tormenta no estalló, ella no se dio cuenta de que aquel espectáculo, cada vez más amenazador tuviera alguna relación con el huracán que iba a desatarse sobre ella: del mismo modo que algunos de nosotros percibimos el rosario de la vida únicamente como cuentas aisladas, sin reparar en el hilo divino que las une, y nos sorprendemos cuando llegamos a la cruz”. Los libros y los días, una vez más.

“Las cuentas del rosario / son escaleras / para subir al cielo / las almas buenas / Viva María / Viva el Rosario / Viva Santo Domingo / que lo ha fundado”. Cantar esa alegre tonadilla de los cincuenta, que oímos quienes entonces éramos niños entonces, cuando las misiones – en las que, fruto de la predicación de jesuitas y dominicos los hombre se confesaban –, evoca todo un mundo y llama a la responsabilidad. ¿Pensaran los niños de hoy, pensaran nuestros nietos si ven un rosario que eso es un collar? Sería triste.

(enviado a "Las Provincias")

28 abril, 2009

Pequeña alegría

Ojeando una revista de selección literaria he visto que se ha publicado recientemente “La taberna errante “ de Chesterton Editada por Acuarela & Antonio Machado. Habrá que hacerse con ella. Copio la reseña:

“Situada bajo el dominio oriental, en la hipótesis de que Turquía ha ganado la guerra, Inglaterra es dirigida por un predicador que ha impuesto la ley seca y el vegetarianismo. Un capitán irlandés y un marinero inglés se rebelan ante esta disposición y res catan un barril de ron, un queso y un letrero portátil, con los que recorren Inglaterra. Chesterton construye una novela divertidísima cuyos elementos son el recurso a la paradoja, el cultivo de un humor inteligente y una fina sátira con un motivo claro: destacar la sociabilidad del hombre, la amistad y la diversión, así como denuncisar la incoherencia de algunas leyes.”

“Gilbert Keith Chesterton (Londres 1874 – Beaconsfield1936) es considerado por muchos como uno de los gigantes de la literatura del sigloXX. Prolífico escritor cultivó todos los géneros literarios especialmente el periodístico. Fue un personaje controvertido y polémico, uno de los pocos ingleses que se opuso a la guerra de los Borres y que mantuvo siempre una postura crítica con su entorno.”

Roma en tiempos de San Pablo

“En la Roma de entonces solo estaban a sus anchas los millonarios y los obscuros individuos del Oriente. Pero para el que buscaba el interior recogimiento y quietud como Pablo, Roma era un lugar terrible. Roma en tiempos del Apóstol tampoco era de aquella belleza embelesadora que celebran poetas posteriores, y que Fulgencio canta con estas palabras: “¡Cuán hermosa debe ser la Jerusalén celestial, cuando ya la Roma terrenal brilla con tales fulgores¡”. El vivir en los barrios comerciales era muy desagradable e insalubre a causa de la estrechez de las calles, de la falta del aire, del mal olor de las sobras de la comida, que se echaban a la calle y de los continuos peligros e incendio. El Tiber, por su carácter santificado como deidad, no podía regularse y provocaba frecuentes epidemias a consecuencia de inundaciones. Las casas eran altas y estaban mal construidas. Marcial cuenta de un hombre que tenía que subir doscientos escalones para llegar a su aposento. El ruido de las calles era insoportable. Por la noche los carros que conducían mercancías, al pasar por los fragosos empedrados, producían un sonido estrepitoso, desde las siete de la tarde hasta la salida del sol. Durante el día iban poor la calle los músicos sirios y sacerdotes mendicantes de Isis y Cibeles con el estridor de instrumentos de planchas metálicas y con estruendo de cascabeles. El inquilino pobre tenía que habitar al lado de la calle, los ricos vivían hacia el patio interior (peristilo). Así la vida en una casa de alquiler en el ardiente verano de Roma. Fue para Pablo no pequeño sacrificio.”

(San Pablo heraldo de Cristo de Josef Holzner)

26 abril, 2009

Del Colegio de las teresianas

Ayer, no se porque razón, recordé una frase en latín, que la madre Digna – buena latinista con la que disfrutamos traduciendo “La guerra de las Galias” - nos hizo aprender. Dice as: “ ¿Quosque tanden Catilina abutere patientia nostram?”. “¿Casta cuando Catilina, abusarás de nuestra paciencia?”. Me alegró recordarla y me trajo otra vez aquellos días. Es bueno poder recobrar el tiempo pasado, que no perdido, sin necesitar ni te, ni magdalena, sobre todo ahora en tiempos de crisis.

Y ese recuerdo me trajo la ingenua letra que por entonces cantaba Maritina, como si fuera el colmo del ingenio. Maritina nunca fue una mujer de letras.
Decía así: “Latín, latín, latín / eres asignatura criminal / por algo tu patrón / fue Nerón, para todos animal…”Se cantaba con la música del chotis”Madrid”. Esos eran los tiempos de la tan “cacareada España gris”, que gracias a Dios nosotras, además de verla en tecnicolor, sabíamos latín.gris

Por aquella época también, algunas de nosotras vendíamos boletos en la Tómbola de Caridad que organizó D. Marcelino Olaechea y Loizaga,
Arzobispo de Valencia desde 1946 a 1966, y es muy posible que las teresianas fueran su ojito derecho. Esas dos fechas son dos jalones en mi vida: en el 46 vine a vivir a Valencia, porque a mi padre lo destinaron aquí y en el 66 nació mi primer hijo. Don Marcelino está enterrado en la catedral de Valencia, o al menos está su lápida. Pasdar por ella tiene su “miga”

El banco de la cocina

El caso es que yo cuando el otro día empecé recordando las palabras de Cervantes: “…amarrado al duro banco de una galera turquesa…”, me fui por los cerros de Úbeda – que por cierto son preciosos – arrastrada por los sucesos del días, pero lo que tenía en mente era mi parecido con el Principe de los Ingenios porque yo también estoy amarrada a un duro banco. El de la cocina de mi casa.

Es domingo, comen unos, meriendan otros y los cacharros se amontonan en el banco porque la señora de la casa es además de cocinera, anfitriona y aún no has terminado la tertulia del café ya están los de la merienda. En fin… cosillas.

Rosa mi vecina además de haber perdido un hijo de 23 años, tiene ahora a su marido averiado. Depende mucho de ella. Los hombres, que siempre están en Belén con los pastores, en lo que se refiere al ingente trabajo femenino?, le dijo un lunes a primera hora: “¿Y qué vas a hacer esta mañana?” ella que tiene salero le contestó: “ Primero tengo limpieza de cutis y luego tenis”. Me lo contaba a las nueve y media a la salida del supermercado en el que ya había hecho la compra. “¿Qué que voy a hacer?”- me dijo- “pues ir a mi casa si es que no me necesitan en otro sitio”.

Receta de cocina que acabo de encontrar en el correo:
BACALAO CON PATATAS Y SETAS

INGREDIENTES:

TU MUJER, BACALAO, PATATAS, SETAS, ACEITE Y SAL.
MODO DE PROCEDER:
METES A TU MUJER Y AL RESTO DE INGREDIENTES EN LA COCINA CON LA PUERTA BIEN CERRADA DURANTE DOS HORAS, AL CABO DE ESE TIEMPO ABRES LA PUERTA Y TIENES UNAS PATATAS CON BACALAO Y SETAS RICAS RICAS. Y YA HABÉIS VISTO QUE FÁCIL..... HALA , LANZAOS A COCINAR....¡¡¡¡

23 abril, 2009

Amarrado al duro banco…

“Amarrado al duro banco, de una galera turquesa…

“ Hoy 23 de abril, festividad de San Jorge, el recuerdo a Cervantes, que murió el 23 de abril de 1616, es obligado. He querido estar a tono con el día del libro y he llevado a mi nieta Belén un bonito cuento de Teo y a mi nieta Marta un libro de chistes.

Belén a sus cinco años, sin hacerle el más mínimo caso al libro que le llevaba, me ha cogido por banda y me ha hecho un dictado, que se lo iba inventando a medida que yo escribía obediente: “ Salieron de su casa y se fueron a la playa llegaron a la playa abrieron la sombrilla el padre cuidaba al bebe y le cambio los pañales volvieron a su casa hicieron la sieta luego fueron a casa de una amiga a merendar volvieron a su casa..”. No había manera de que acabara aquello. Al fin a instada por mi apremio ha dicho:
“Punto final”. Al poco ya había emprendido otra vez la tarea. “¿Pero no has dicho que era punto final?”. Los niños si se les presta atención, con ánimo sereno, son una delicia.

Hoy ha sido mi último día de catequesis. Me ha dado pena. A partir de ahora, hasta que comulguen es únicamente el párroco quien se ocupa de ellos. Nacho, Diego, Jorge, Javier, Belén, Rosa, Laura, Mary Andrea…
Que nunca se sientan solos. “ Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”

Hoy es también el aniversario de la primera comunión de San Josemaría
y he recibido una preciosa carta de Roma. Una carta que alienta y alegra y que me llena de agradecimiento.

Y el treinta y seis cumpleaños de mi hija Fe, que gracias a Dios tiene una bonita familia, por la que he ofrecido la misa de 11 en la catedral. He ido con Pilar. Ha instancias suyas, después de la misa, nos hemos acercado al altar de San Antonio de Padua. Pilar está preocupadísima por la cantidad de mujeres que han pasado por la vida de uno de sus hijos. He tratado de convencerla de que tiene que rezar mucho, que con un padrenuestro a San Antonio no se arregla. Luego nos hemos acercado al hermoso palacio de Cervelló, donde trabaja Juan como investigador y hemos contemplado Valencia desde la terraza,

He sabido que ayer murió D. Enrique Más. Un santo sacerdote del Opus Dei que ha sido profesor de mis hijos en el colegio. Mañana, Dios mediante iré a su funeral y a pedirle por ellos.

Ha sido un día bonito, tal como esperaba. Gracias tibi Deus, gracias tibi.

21 abril, 2009

Virgilio

“¡Virgilio, las divisiones¡”, decía yo tirando la cartera del colegio, casi de ministro plenipotenciario, eso me dijeron, sobre cualquier sitio que encontrara.
La cartera me habían dejado los Reyes. En mil novecientos cuarenta y siete, aproximadamente, los Reyes dejaban, además de juguetes, cosas útiles: un catecismo de tercer grado, una estupenda cartera de piel de cerdo… Recuerdo bien la tragedia doméstica que supuso la gran mancha de tinta azul que se me cayó sobre su rosada superficie. “No se lo digas a tu padre”- dijo mi madre, que bien sabía y le escocía el precio de la cartera- vamos a tratar de quitarla con leche.” Vano intento, hubo que teñirla de marrón oscuro. Yo creo que quedó mejor.

Ya se echa de ver que las divisiones encargadas a Virgilio poco tenían que ver con las legiones romanas, pese a mis dotes de mando, y a lo adecuado del nombre del asistente. El asistente era un soldado asignado a mi padre para su servicio. Servicio que consistía fundamentalmente en ir a por nosotras al Colegio, ir al mercado con mi madre para llevarle la bolsa y hacer recados, como por ejemplo ir a buscar el pase para el cine de estreno que Doña Carmen Beneyto, que tenía un hijo inspector de hacienda, le dejaba a mi madre calgún viernes que otro para irnos los cuatro a ver una película tolerada. Mi padre era un buen jefe y estar en casa de D. Carmelo haciendo el servicio militar, era un chollo. Había que cuidar, por otra parte, y se cuidaba, que el asistente no se quedara solo en casa con la muchacha.
Como yo me di cuenta enseguida que Virgilio era un chico para todo, le encargaba despóticamente que me hiciera las divisiones cuyo divisor era de tres cifras. A veces las hacía mal y yo se lo echaba en cara al día siguiente.

Y todo esto viene a cuento de que, leyendo el San Pablo de Holzner, me he encontrado: “Una leyenda medieval nos presenta a san Pablo llorando ante la tumba de Virgilio, por no haber tenido ocasión de conocer en vida al poeta: “ Si yo te hubiera conocido en la vida, / cuánto te hubiera reverenciado, / a ti que eres el ornato de todos los poetas¡”.

Sinceramente, creo que San Pablo tenía otras cosas de más calibre en que pensar que en que hubiera conocido o no al poeta Virgilio.

20 abril, 2009

El pan de cada día

Pensando en el día de ayer, 19 de abril del 2009, Domingo de la divina Misericordia y festividad por fecha, si hubiera sido laborable, de la Vigen del Milagro, he caído en la cuenta que así como cada día tiene su afán, también tiene su fruto escondido, un pan que no es material, necesitamos también para vivir y Dios nos lo da.

Llamé a mi amiga Milagro – Mila – para felicitarla. Su nombre responde a su realidad. Sus padres no la educaron religiosamente y ella es una mujer de fe. Mila estudió, como yo, Químicas, y Carmen que hizo Farmacia, al recordar su talante de aquellos tiempos en los que se veían, me comentó recientemente una frase suya que le impactó: “ser cristiano es sobre todo una actitud ante la vida”. Nada que objetar.

Al llegar a casa después de la misa de 11 en la que el buen D. Miguel - buen y celoso sacerdote – se enrolla como una persiana, me encontré en el contestador una llamada que devolví: Mary Carmen, después de algunos años ha vuelto con Fernando su marido. Mary Carmen ha pasado muchas horas en su vida delante de la Custodia. Cuando me dio la noticia añadió: “Dios, tiene sus tiempos”.

Por ella conocí a Santa Faustina Kowalska, a quien Juan Pablo II, canonizó, y por la que instituyó la fiesta de la Divina Misericordia, celebrada el domingo siguiente al de la Resurrección. Hubiera querido que ayer terminara mi novena de la coronilla, empezada el Viernes Santo, pero no fue así. Empezarla, la empecé; hice algún día más, pero luego se me fue el santo al cielo. ¡Porca miseria¡ que diría mi amiga Santina. A Estrella le pasó igual.

A las ocho, en mi encantador cuarto de estar, que guarda mucha historia dentro, conversación candente y vitalista con Maribel, fruto de mi enardecida y agradecida lectura de Merton. Se marchó a las nueve y veinte y me dió tiempo a rezar la coronilla, antes de las diez de la noche, hora en que según D. Eulalio, el cielo está cerrado y lo que uno no ha rezado, al día siguiente más.

Después de cenar terminé el libro de Merton.
Compréndanlo, algo mas tengo que decir de él.

18 abril, 2009

Canto gregoriano

Cuenta Thomás Merton en la pág 383 de “La montaña de los siete círculos”. Ed.Sudamericana 1961

“….las piedras de la iglesia de la Abadía resuenan con un canto que resplandece como llama viviente, con un deseo profundo y puro. Es un ardor austero, el ardor del canto gregoriano. Está mucho más allá de la emoción ordinaria y es la razón de que uno no se canse nunca de él. No embota vuestras sensibilidades con exigencias vulgares. En vez de transportaros al campo abierto de los sentimientos donde vuestros enemigos, el demonio, vuestra imaginación y la vulgaridad inherente a vuestra naturaleza corrompida pueden alcanzaros con sus filos y despedazaros, os encuentra dentro, en donde sois arrullados en paz y recogimiento y donde encontráis a Dios.
Descansáis en Él y Él os sana con su sabiduría.
La primera noche en el coro procuré cantar las primeras notas del canto gregoriano con el frío más intenso que jamás he sentido en mi vida…
Fruto de mi experimento de prepararme para la baja temperatura del monasterio antes de encontrarme en el interior de la casa.
(…) era el segundo domingo de adviento y en seguida el chantre entonó el “Conditor Alme Siderum”.
¡Qué medida, equilibrio y fuerza hay en la sencillez de ese himno. Su estructura es potente, con una perfección que desprecia los efectos de la música secular más grandilocuente…Dice más que Bach sin agotar siquiera todo el alcance de una octava. Aquella noche ví como el tono mesurado tomaba las viejas palabras de San Ambrosio y les infundía aún más fuerza, agilidad, convicción y sentido del que ya tenían y las hacía florecer delante de Dios en belleza y fuego, florecer en las piedras y desvanecerse en la oscuridad del techo abovedado. Su eco moría y dejaba nuestras almas llenas de paz y de gracia.
Cuando empezamos a cantar el “Magnificat”, casi lloraba, pero eso era porque yo era nuevo en el monasterio.
En realidad, precisamente por eso tenía yo razón para llorar de agradecimiento y felicidad mientras croaba las palabras en mi garganta seca y ronca, de gratitud por mi vocación, de gratitud porque ya estaba realmente allí por fin, en el monasterio, cantando la liturgia de Dios con sus monjes.”

Me temo…

Me temo que voy a contar muchas cosas de “La montaña de los siete círculos” de Thomas Merton, que estoy disfrutando a tope. ¿ que elegir si hay tanto de bueno? Escarbaremos.

(Thomas Merton, después de ser rechazado como novicio por los franciscanos ( él quería ser sacerdote) y un largo tiempo de preocupación y dudas por ver lo que Dios quiere de él y hacerlo, llega por fin a la abadía de Getsemani en diciembre de 1941 a hacer unos ejercicios espirituales y para ser trapense si lo admiten… El año anterior, había hecho otros allí por Pascua ). Llega de noche:

“Entonces vi aquel alto chapitel familiar.
Toqué la campanilla de la puerta. Dejó una nota apagada, sorda, dentro del patio vacío. El conductor subió a su coche y partió. Nadie venía. Pude oír a alguien que se movía dentro del portón de la casa. No llamé de nuevo. Enseguida se abrió la ventana y el hermano Matthew asomó por entre los barrotes con sus ojos claros y barba grisácea.
- ¡Hola hermano¡ - dijo. Me reconoció, miro la maleta y agregó - ¿Esta vez viene para quedarse?
- ¡Si, hermano, si usted quiere rezar por mí¡ - dije
El hermano asintió con la cabeza y levantó su mano para cerrar la ventana.
- eso es lo que he hecho –dijo- rezar por usted.”

17 abril, 2009

El frente de la vida

Creo que si hay un frente por el que una mujer,y más si ha sido madre, se siente llamada a luchar, es el frente de la vida que empieza. Después de todo, en sus entrañas se gesta, con su sangre la saca adelante. A veces de manera trágica, como cuando mi hermana, a los 34 años en el año 76 76, murió desangrada en el parto de su cuarto hijo. La trivialidad con que nuestra sociedad acepta, desde hace ya muchos años, y con gobiernos opuestos, suprimir la vida humana en las etapas iniciales y no tan iniciales, es un crimen, por el que pagaremos. El aborto no es, como se ha dicho, una decisión no deseada. Es un error de primera magnitud, por el cual, una mujer va siempre a la cárcel, la de su propia conciencia. No es fácil pasar página en un asunto así. Por eso, luchar contra él aborto desde la opinión pública - deshaciendo tópicos manidos que tratan de justificar lo injustificable - y apoyar iniciativas que ayuden a la mujer embarazada, desde el estado, desde una Ong, desde donde sea a llevar a término su gestación, será siempre proteger a la mujer. Es claro que la defensa de la vida no acaba con la del “nasciturus”. La sangría de vidas que produjo la guerra de Irak, es arma arrojadiza utilizada por quienes – con intención que no juzgo – tratan de desdramatizar algo dramático. Lamento profundamente esa guerra y cualquier otra y por ello no voté al gobierno de Aznar. Ojalá quienes pueden utilicen el diálogo y no las armas, pero ello no me dejará callada.

16 abril, 2009

Ahí viene el morito

No es noticia para nadie el hecho de que hay por ahí abuelas, católicas fervientes, que tiene nietos sin bautizar. Lo llevan como pueden. Pero les duele. Se rompe, precisamente en sus hijos, quizá educados con esmero, esa estupenda continuidad, que hasta ahora se había dado, de la que habla el salmo: “¡Señor tu has sido nuestro refugio de generación en generación.” Conocemos las razones que esgrimen quienes no bautizan a sus hijos: “queremos que sea libre”, “ya se bautizará si quiere cuando sea mayor…” No son de peso. A los niños no les consultamos la clase de leche que tomarán, el colegio al que irán, o si los apuntaremos o no clase de música. Simplemente decidimos por ellos. Tratamos de darles lo mejor, sabiendo que educar es dar opciones, no cerrar puertas y que no se quiere lo que no se conoce. Es cierto que somos libres para elegir la educación de nuestros hijos, pero las consecuencias de ella no las elegimos. Nos vienen dadas. Un padre puede decidir no enseñar a su hijo que el cuarto mandamientos de la ley de Dios manda “ honrar padre y madre” ( cosa que recuerda a los padres que deben merecer esa honra) pero si así lo hace, no le arriendo la ganancia. Mediante el bautismo, pertenecemos a la familia de Dios, y formamos equipo con Teresa de Jesús, Agustín de Hipona, L. Pasteur, el Dante, Francisco de Asís, Lope de Vega, Cristóbal Colón, Catalina de Siena, Mingotte, Juan Pablo II… Así debió pensar esa abuelita que con risa en los ojos, como las hadas, dijo al ver a su nieto: “ahí vine el morito”

(carta enviada a "Las Provincias")

13 abril, 2009

Sabina, Aurora, Vicky

Fui concebida en Sabiñanigo,( Pirineo aragonés) y Dios puso en mi camino grandes mujeres. Han sido muchas. El encuentro con Sabina, a la salida de misa de 11 a la que vi sonriente como siempre, pero ya con bastón y una acompañante, me dio la idea de dedicar unas pocas líneas a aquella frase o aquel comentario que “se quedó conmigo” y sigo recordando pasados los años.

Sabina me dijo una vez: “Se sencilla”y continuó. “ Nosotras somos como las alcachofas, hay que ir quitando poco a poco las hojas duras, hasta quedarnos con el corazón que es lo que vale”. Creo que la suficiencia, la pedantería, el encastillamiento, el verse superior a quienes nos rodean, el perdonar la vida al prójimo, son esas hojas duras a las que se refería Sabina.

En otra ocasión me dijo: “No exageres, llama a las cosas por su nombre”. Pensándolo, no exagerar es otra manera de ser sencilla. Llamar a las cosas por su nombre es una buena disciplina. En toda exageración hay mentira y camuflage.

Aurora, que está en el cielo ya después de una larga vida entregada y una dolorosa enfermedad: me dio una vez un buen consejo: “Rosa: lo mejor es enemigo de lo bueno”. Cuánta verdad es. No se porque lo veo emparentado
con ese consejo que nos da Jesucristo en el evangelio: “ cuando hayáis acabado vuestro trabajo decid: “siuervos inútiles somos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Muchas más cosas me dijo Aurora en los largos años que la traté.

De Vicky recuerdo dos cosas bonitas dichas brevemente y sonriendo:
“Al Señor también le gusta tener que perdonarnos algo”,. que ahora veo como una llamada a la humildad y a la sencillez. A sentirse niña delante de Él. Los niños aceptan con naturalidad que no siempre se portan bien, pero sus padres klos quieren.
La otra fue: “Rosa, Dios se cotiza alto”

Me han dicho tantas cosas…tantas mujeres de Dios…

12 abril, 2009

La bola de cristal

La vida se nos va dando poco a poco, minuto a minuto y no es posible, gracias a Dios, atisbar el futuro. ¿ No es hoy el aniversario del hundimiento del “Titanic”? Acabo de caer ahora en la cuenta de ello cuando me proponía hablar de que felizmente nadie tenemos una bola de cristal.

Me decía Rosario tomando café: “¡qué bonito el día de mi boda¡ Me casé en la capilla del santo cáliz de la catedral y me pusieron una gran alfombra roja hasta la puerta¡”. Luego, a lo largo de la conversación, me enteré de que había tenido muchos años a su marido enfermo de Alzehimer…” Cuando me lo contó fue cuando pensé en lo de la bola de cristal y en lo bien que hace Dios las cosas, no dejándonos ver aquello que sucederá, pero para lo que aún no estamos preparados para encajar.

Acabo de hablar con Conchita. El día 29, si Dios quiere, cumplirá 93 años. ¿Cómo podía imaginar que llegaría hasta esa edad, cuando a sus 29 años. una noche de Navidad, se le murió de repente su marido dejándola con dos niños pequeños? Tenía entonces por delante un largo camino a recorrer. En él - según cuenta- pese a su soledad, ha sentido siempre la protección del Sagrado Corazón de Jesús.

Hace poco, nos reunimos en la “Galería Jorge Juan”, donde estaba hace años el jardín de nuestro colegio con su campo de baloncesto, su gruta de la Virgen de Lourdes y su higuera, cuatro ex alumnas de las teresianas. Una de ellas tiene un cáncer de pulmón. Nos hizo reír. Es una mujer que siempre se ha tomado el pelo a sí misma. Cuando sus hijos pequeños le iban con alguna pena, en lugar de consolarlos les decía: “¿Pero que queréis? Esto es un valle de lágrimas?”. Lo contaba riéndose valientemente
de lo que entonces para ella era una frase, no más. • .

Chispazos

Domingo de Resurrección…una espera pasárselo bien. Que la mañana sea luminosa, que el mar cante en el corazón…, y sin embargo la cocina está sin recoger porque ayer me acosté tarde viendo “Las sandalias del pescador”, mi pequeño cuarto de libros está manga por hombro, por razones varias y no encuentro dos libros que necesito, mañana, que aquí es festivo, se presenta Olga a las nueve de la mañana a limpiar…es decir, a las ocho como tarde para mí toca diana. O como cantaba mi madre no sin cierto recelo, cuando a esa hora entraba en nuestro cuarto para despertarnos a mi hermana y a mi para ir al Colegio: “que salga el toro, tararí, que lo quiero ver morir”. En fin…

Y es que mientras estemos aquí, por grande que sea la festividad, la vida es cuesta arriba.

Claro que luego están los chispazos. O si se quiere, el centelleo del sol sobre el monótono mar de nuestra rutina. Ahora mismo, leyendo el evangelio de San Juan, lectura obligada si se quiere estar en onda con la resurrección del Señor, he caído en cuenta del profundo dolor que tuvo que sentir María Magdalena al no encontrar el Cuerpo del Señor en el monumento.¡Lo que faltaba¡ ¡ como si no hubiera llorado ya bastante¡.Pero Él estuvo al quite: “¡María¡”. A mi precario nivel, nada más levantarme, he huido de la entropía de mi casa, hacia el sagrario de mi parroquia. Me he encontrado la verja de hierro cerrada…

Luego ha revoloteado en mi cabeza un trozo de algo que cantaba el padre Cué, hace muchos años: “ ¡ya sale la luna y salpicón de estrellas¡ / nos dejó sus huellas / nos lanzó tras Él”… con éstas pequeñas alegrías, me voy a controlar la entropía.. Sigo redactando, como en el Colegio. No puedo dejar de decir aquello que decía San Agustín a los Jóvenes: “Convenceos de que Dios es más joven que cualquiera de vosotros”.

10 abril, 2009

Noche de Jueves Santo

“ Hay en el evangelio de Lucas una frase de Jesús muy extraña que se aplica muy a menudo a la Eucaristía: “ Dónde esté el cuerpo, allí se reunirán las águilas”; algunos traductores dicen “los buitres”. Así la Eucaristía se nos presenta como la fiesta y el festín de las aves rapaces.No es una comida de aves o de insectos; es una comida de águilas.
La verdadera y permanente fiesta de la humanidad, constantemente abierta a todos, es la eucaristía, que arranca al fiel de sus cuidados cotidianos, de sus sensualidades banales, al desgaste y decepción del tiempo, que le pone en comunicación no solo con Jesucristo sino con todos los adoradores de Jesucristo, vivos o muertos, con los ángeles mismos y con todos los hombres que tienen hambre y sed de este banquete, sin conocer siquiera su existencia.”

(“Historia de Jesucristo”R.L. Bruckberger)


“ La oración de Jesús en Getsemaní es un aliento a la vida de fe, de esperanza y de amor. A lo largo de esa noche el Salvador está apostando por nosotros. (…) No nos desanimemos aunque el cuadro de nuestra vida presente tonalidades tenebrosas. Jesús rezó por nosotros ofreciéndonos la posibilidad de llenar esa tela con la frescura, el color y la alegría de lo divino.
Pasó el Señor por nuestras vidas con más fuerza y suavidad que las olas yendo y viniendo por encima de la arena, dejándola con una tersura espléndida(…)

( “Getsemaní, en oración con Jesucristo” , Javier Echevarría)

Getsemaní:

09 abril, 2009

En la mañana del Jueves Santo

“ Dos velas estaban encendidas en el altar desnudo. Un sencillo crucifijo de madera se encontraba sobre el tabernáculo. Una cortina cubría el santuario. La blanca sabanilla en ambos extremos, casi tocaba el suelo. El sacerdote subía al altar con una casulla , acompañada de un diácono con alba y estola. Y eso era todo.
A intervalos, durante la misa, un monje se destacaba del coro e iba lenta y serenamente a asistir en el altar, con reverencias graves y solemnes, marchando con sus largas mangas flotantes inclinándose casi tan bajo como sus tobillos.
La elocuencia de esta liturgia era aún más tremenda; y lo que decía era una verdad simple,lógica, formidable: esta iglesia, ( Monasterio cisterciense de Nuestra Señora de Getsemani, Kentucky),la corte de la Reina del CieloI), es la verdadera capital del país en que vivimos. Es el centro de toda la vitalidad que es Norteamérica. Esta es la causa de porque la nación se mantiene unida. Estos hombres, ocultos en el anonimato de su coro y sus blancas cogullas, están haciendo por su tierra lo que ningún ejército, ningún progreso, ningún presidente podría hacer como tal: ganan para ella la gracia, protección y amistad de Dios.”

( Parte de la descripción que hace Thomas Merton de los días que pasó en la Abadía de Getsemani, en la que acabaría ingresando, haciendo unos ejercicios espirituales como seglar en la cuaresma de 1941)

06 abril, 2009

El español

Cuenta Thomas Merton: “la montaña de los siete círculos” hablando del viaje que realizó a Cuba, como despedida del mundo antes de entrar en el claustro:

“ A menudo salía de una iglesia e iba a oír una nueva misa en otra, especialmente si el día era domingo, y escuchaba los sermones armoniosos de los sacerdotes españoles, cuya misma gramática estaba llena de dignidad, misticismo y cortesía. Después del latín me parece que no hay lengua tan apropiada para la oración como el español, pues es una lengua a la vez fuerte y ágil, tiene su precisión, tiene en sí la cualidad del acero, que le da la exactitud que necesita el verdadero misticismo y, empero, es suave, también gentil y flexible, como requiere la devoción, es cortés suplicante y galante; se presta de modo sorprendente, muy poco a la sentimentalidad. Tiene algo de la intelectualidad del francés, pero no la frialdad que la intelectualidad toma en el francés; nunca desborda en las melodías femeninas del italiano. El español no es nunca un idioma débil, nunca flojo, aún en los labios de una mujer”

Mientras copiaba estas líneas tan halagadoras para nosotros - ¡lástima que no las lean los catalanes¡ - no se porque, me he acordado de ese hermoso verso de Lope:

Al fin señora me veo,
sin mí sin vos y sin Dios”.
Sin Dios, por lo que os deseo.
Sin mí, porque estoy sin vos
Sin vos, porque no os poseo”

¡Ahí queda eso¡

05 abril, 2009

Don Gil

No hace mucho que vi con mi hijo mayor en el Teatro Principal: “Don Gil de las calzas verdes”. Me gustó y me reí aunque no tanto como cuando la leí de un tirón en la cama, una noche en casa de mi madre. Esa lectura, gastando luz, con tiempo por delante, es uno de los recuerdos bonitos de mi mocedad.

Hace tres días tuve que ir al funeral por Concha a la Iglesia de Nuestra Señora del Remedio, iglesia en la que me casé el 26 de noviembre de 1964 a las 10,30 de la mañana. El funeral lo ofició Don Gil, el párroco, y la homilía fue preciosa. Eligió las Bienaventuranzas y añadió algunas de su cosecha: “bienaventurados quienes no dejan morir la sonrisa en sus labios” “bienaventurados quienes no dejan apagar el brillo en sus ojos…”. Uno de mis hijos, que hace muchos años que no practica, se emocionó oyéndola y entró en la sacristía a felicitar al cura. Lo que el no pensaría es que en esa iglesia empezó su historia. No solo la biológica con mi boda, sino la sobrenatural con su bautismo en ella a los dos días de nacer. Entonces solo había una imagen de la Virgen de yeso en la pared frontal. Ni un solo santo. Con los años colocaron una Virgen de los Desamparados en la capilla de la comunión. Ayer vi con alegría que han puesto un bonito cuadro de San José con el niño de la mano en una pared lateral.

Se leyó el salmo 26: “El Señor es mi Pastor, nada me falta…Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo porque Tu vas conmigo…”
Es un salmo que conozco porque su número es la fecha de mi boda. Han pasado muchos años. Aunque entonces salté de alegría vestida de novia a la entrada de la iglesia, ahora se que en la vida se pasa por cañadas oscuras pero que también “en verdes praderas me hace repostar y repara mis fuerzas…”. No se que salmo se leyó en mi boda. Sí que D. Benjamín, eligió para ella la lectura de la mujer fuerte. La iba a necesitar, aunque entonces no tuviera idea de ello.

04 abril, 2009

Cinco minutos

Después de comer, cinco minutos de lectura de Thomas Merton me han bastado para ponerme en órbita. Sacudir la pereza y levantarme rauda a la cocina, que estaba fatal. Y es que la buena lectura tiene eso: levanta los corazones y otras partes del cuerpo, para cumplir la obligación. , para que me diera tiempo a estar a las seis y media con la casa de recibo, el cuarto de estar impecable y yo arreglada en cuerpo y alma para recibir a mis cinco tertulianas, en esta tarde de sábado. Hoy no ha habido guerra a muerte por el uso de la palabra, hemos estado comedidas.

Pier ha leído un verso de Unamuno, al que tiene en alta estima. Para mi Unamuno es mi juventud. Yo he hablado de Thomas Merton. Empezamos por el verso:

“Agranda la puerta, Padre / porque no puedo pasar,
la hiciste para los niños / yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta, / achícame, por piedad
Vuélveme a la edad bendita / en que vivir es soñar”

En mi lectura de “La montaña de los siete círculos” Thomas Merton, que ya se ha planteado irse a un monasterio. Recoge información de jesuitas, franciscanos… y se aterra al pensar el ayunos, clausura, largas oraciones..
Piensa que enfermaría si se sometiera a ello. Oigámosle.

“Pero el temor de enfermar, no me había impedido en los pasados años velar toda la noche y vagabundear por la ciudad en busca de diversiones muy poco sanas. Sin embargo, cuando se trataba de un poco de ayuno o de pasar sin carne o vivir dentro de los muros de un monasterio, instantáneamente empezaba a temer la muerte.
Lo que al fin descubrí fue que tn pronto empecé a ayunar y a negarme placeres y a dedicar tiempo a la oración y meditación y a los varios ejercicios que pertenecen a la vida religiosa, rápidamente superé mi mala salud, me encontré sano y fuerte y muy feliz”

Yo quiero que la lectura de mi blog, levante al personal. ¿lo consigo?

01 abril, 2009

De ayer y anteayer

El 30 de marzo me enteré a la hora del café que no había obstáculo para bautizar a Álvaro. Un alegrón. Se lo había pedido mucho a D. Álvaro del Portillo. Enseguida Marta y yo nos pusimos en contacto con el párroco y el día 7, Dios mediante, a las 5 de la tarde Álvaro, que es un niño precioso, será hijo de Dios, la Santísima Trinidad habitará en su alma en gracia y le serán infundidas las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. Quiere esto decir, entre otras cosas que cuando se le hable de religión: entenderá.

La gran alegría del bautismo es saber su carácter indeleble. Desde ese momento el niño es de la familia de Dios y Dios no deja las cosas a medias: “El que ha empezado en vosotros la buena obra, la llevará hasta el final”.

El bautizo de Álvaro, que nació el 2 de septiembre se ha gestionado el mes de marzo. D. Álvaro del Portillo nació un 11 de marzo y murió un 23 de marzo.

Siempre el 31 de marzo, día en que yo empecé este blog, recuerdo que el 31 de marzo de 1925 San Josemaría empezó a ejercer su ministerio sacerdotal en Perdigüera ( a 24 Kms de Zaragoza) y se hospedó en casa de un campesino Saturnino Arruga y su mujer Prudencia Escanero que tenían un hijo que iba por ahí todo el día con las cabras y al que San Josemaría daba catecismo para que pudiera hacer la primera comunión. Cuando éste le preguntó qué le gustaría hacer si fuera rico, el chico le contestó: “¡ Me comería cada plato de sopas con vino¡” al hilo de esto San Josemaría escribió:

“ Todas las ambiciones son eso; no vale la pena nada. Es curioso, no se me ha olvidado aquello. Me quedé muy serio y pensé: Josemaría está hablando el Espíritu Santo. Esto lo hizo la Sabiduría de Dios, para enseñarme que todo lo de la tierra era eso: bien poca cosa”.

La tarde del 31 salí con Francisca, ( que sigue siendo un número), nos confesamos, oímos misa en Santa Catalina ( iglesia ) y luego me invitó a tomar un magnífico chocolate con churros en Santa Catalina (horchatería). Bona tarda, aunque trabajosa: a Francisca hay que oírla mucho, cosa compensada en parte por el oportuno ensartado de refranes. Ayer me endilgó dos: “ Una mano lava la otra, y las dos la cara” y “De molino cambiarás pero de ladrón no escaparás”.

Por la noche al abrir el bolso me di cuenta que no estaba la agenda. Pequeña tragedia. Allí va mi vida, mi D.N.I y mis tarjetas. Recé en cantidad pidiendo a Isidoro que apareciera. Hoy a medio día me ha llamado el rector de la Iglesia para decirme que allí estaba. No hay nada como tener amigos en el otro lado.