13 abril, 2009

Sabina, Aurora, Vicky

Fui concebida en Sabiñanigo,( Pirineo aragonés) y Dios puso en mi camino grandes mujeres. Han sido muchas. El encuentro con Sabina, a la salida de misa de 11 a la que vi sonriente como siempre, pero ya con bastón y una acompañante, me dio la idea de dedicar unas pocas líneas a aquella frase o aquel comentario que “se quedó conmigo” y sigo recordando pasados los años.

Sabina me dijo una vez: “Se sencilla”y continuó. “ Nosotras somos como las alcachofas, hay que ir quitando poco a poco las hojas duras, hasta quedarnos con el corazón que es lo que vale”. Creo que la suficiencia, la pedantería, el encastillamiento, el verse superior a quienes nos rodean, el perdonar la vida al prójimo, son esas hojas duras a las que se refería Sabina.

En otra ocasión me dijo: “No exageres, llama a las cosas por su nombre”. Pensándolo, no exagerar es otra manera de ser sencilla. Llamar a las cosas por su nombre es una buena disciplina. En toda exageración hay mentira y camuflage.

Aurora, que está en el cielo ya después de una larga vida entregada y una dolorosa enfermedad: me dio una vez un buen consejo: “Rosa: lo mejor es enemigo de lo bueno”. Cuánta verdad es. No se porque lo veo emparentado
con ese consejo que nos da Jesucristo en el evangelio: “ cuando hayáis acabado vuestro trabajo decid: “siuervos inútiles somos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Muchas más cosas me dijo Aurora en los largos años que la traté.

De Vicky recuerdo dos cosas bonitas dichas brevemente y sonriendo:
“Al Señor también le gusta tener que perdonarnos algo”,. que ahora veo como una llamada a la humildad y a la sencillez. A sentirse niña delante de Él. Los niños aceptan con naturalidad que no siempre se portan bien, pero sus padres klos quieren.
La otra fue: “Rosa, Dios se cotiza alto”

Me han dicho tantas cosas…tantas mujeres de Dios…