17 abril, 2009

El frente de la vida

Creo que si hay un frente por el que una mujer,y más si ha sido madre, se siente llamada a luchar, es el frente de la vida que empieza. Después de todo, en sus entrañas se gesta, con su sangre la saca adelante. A veces de manera trágica, como cuando mi hermana, a los 34 años en el año 76 76, murió desangrada en el parto de su cuarto hijo. La trivialidad con que nuestra sociedad acepta, desde hace ya muchos años, y con gobiernos opuestos, suprimir la vida humana en las etapas iniciales y no tan iniciales, es un crimen, por el que pagaremos. El aborto no es, como se ha dicho, una decisión no deseada. Es un error de primera magnitud, por el cual, una mujer va siempre a la cárcel, la de su propia conciencia. No es fácil pasar página en un asunto así. Por eso, luchar contra él aborto desde la opinión pública - deshaciendo tópicos manidos que tratan de justificar lo injustificable - y apoyar iniciativas que ayuden a la mujer embarazada, desde el estado, desde una Ong, desde donde sea a llevar a término su gestación, será siempre proteger a la mujer. Es claro que la defensa de la vida no acaba con la del “nasciturus”. La sangría de vidas que produjo la guerra de Irak, es arma arrojadiza utilizada por quienes – con intención que no juzgo – tratan de desdramatizar algo dramático. Lamento profundamente esa guerra y cualquier otra y por ello no voté al gobierno de Aznar. Ojalá quienes pueden utilicen el diálogo y no las armas, pero ello no me dejará callada.