11 noviembre, 2007

Buenas noches Jesús

Hace años que sé que mi primer y último pensamiento, deben ser para Dios. Es una manera sensata de vivir. Hablando con Amparo D. no se con relación a qué, me contó que su madre, antes de dormirse, siempre decía : “Buenas noches Jesús”, se enteró porque hubo un tiempo que compartían habitación. Me emocionó saber esa pequeña intimidad de Mercedes, aquella italiana, madre de ocho hijos, que cocinaba la pasta de todas las formas posibles. Y siguió diciéndome Amparo: “yo digo antes de dormirme, algo que me enseñaste tú una vez: “Jesús hijo de David, ten compasión de mí”. Me vino bien que me lo recordara.

Me ha llegado de la madre Mª Asunción de la Trinidad, carmelita descalza de 92 años que está en el convento desde los dieciocho, unas hojitas impresas (de las que pienso “postear” algunas cosas) y a propósito de lo que vengo diciendo, he leído
“ Con la actitud de infancia espiritual, a la que nos invita en sus escritos Santa Teresa del Niño Jesús, podemos decirle aca noche a nuestro Dios lo que leemos en el diurnal:

Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
Al final de la jornada,
¡buenas noches, Padre Dios¡

Gracias por todas las gracias
que nos ha dado tu amor
si muchas son nuestras deudas,
infinito es tu perdón.
Mañana te serviremos
En tu presencia mejor.
A la sombra de tus alas,
Padre nuestro, abríganos
Quédate junto a nosotros
Y danos tu bendición”


A mi nieta Marta que tiene las neuronas de ocho años y le gusta la poesía, voy a tratar de enseñarle ésta.