31 diciembre, 2010

Si que los leo

Leo los comentarios a mi blog y los agradezco porque son bonitos. Muchas veces me alegran el día. Como el de hoy, enviado por “filósofo”, que me anima a seguir escribiendo. Espaldarazo necesario que todos necesitamos, que a la postre humanos somos. Yo creo que escribiré hasta el fin de mis días, porque hay mucho que agradecer, mucho que transmitir, y la vida sigue..Continúa “la conversación”, como en “El Gran Teatro del Mundo”, entre el rey , el labrador, el pobre ,la discreción.. ¿Qué es la red si no una gran conversación en el que a veces uno de los interlocutores se para a escuchar, para rumiar en silencio lo escuchado? Sin darnos cuenta, vivimos muchas veces, el “exhortaos mutuamente unos a otros” de San Pablo.

Paso a pasito y como quien no quiere la cosa, hemos llegado al 31 de diciembre. Un año más.., un año menos.. Siempre que llega esta fecha me acuerdo de que el 31 de diciembre de 1936, murió de repente, en su casa, sentado al calorcillo del brasero, Miguel de Unamuno. Y al pensar eso vuelvo a recordar la lectura de su “Diario Íntimo a la par, y del deseo transmitido en él sobre lo claro que veía que debía confesarse y las pocas fuerzas que tenía para hacerlo. Decía así un 29 de abril, comentando el cap. X del evangelio de San Juan:

“Todo lo que no sea ir a confesarme y comulgar con el pueblo fiel, es entrar en la Iglesia de Dios por otra parte que no es la pouerta, es de ladrón y salteador.
¿Qué es eso de vivir exteriormente como ellos, asistiendo a sus sacrificios y oraciones, y formar interiormente un rteiuno aparte, y no entrar por la puerta?
Dame, Señor, fuerzas para que vaya á lavarme al lavadero de tu enviado.”

D. Miguel debe alegrarse, como buen vasco de que una baturra recuerde estas cosas, que tristemente más de uno no entenderá, porque se ha descuidado mucho entre el pueblo fiel la necesaria predicación sobre la confesión sacramental frecuente.

A ver si esta tarde puedo escribir…
Feliz año.

29 diciembre, 2010

La estampa

No se como llegó mí la estampa de un hombre, en proceso de beatificación: el Siervo de Dios Pedro Herrero, Médico. La miré con cariño porque las pocas líneas de su biografía al reverso de la estampa, me recordaron a mi padre que también era Médico, del entonces S.O.E (Seguro Obligatorio de Enfermedad).

Mi padre tenía que visitar por las tardes, después de su consulta en casa, a muchos enfermos: cuartos pequeños y mal olientes de casas de empinada escalera. Mi madre, muchas veces, le acompañaba hasta la puerta y se quedaba abajo esperándole. Era, esa salida juntos que tanta falta hace a los matrimonios. Cuando ella iba a la modista, a veces él la acompañaba y era él que se quedaba en la calle esperándola. Una vez también fuimos mi hermana y yo y mi padre, mientras la esperábamos, paseando por la Gran-Vía, nos contó el cuento de “El rey de las alturas y de las llanuras”, que se inventaba según lo contaba.

Dice así la estampa:

El siervo de Dios Pedro Herrero Rubio, nació el día 29 de abril de 1904 en Alicante (España). Hijo único de Pedro y Emilia. Casado con Patrocinio Javaloy Lizón, mantuvo con ella hasta la muerte una fidelidad intachable. Fue un Médico excepcional, que participó activamente en la transformación de la Pediatría. Pedro se encontraba feliz entre los humildes, tratándoles desinteresadamente, facilitándoles las medicinas, e incluso dejando dinero debajo de la almohada de sus pacientes. Ya en vida era conocida su fama de santidad. Fue ADORADOR NOCTURNO VETERANO. Hizo de la presencia de Dios en la Eucaristía el eje de su vida. Vivía con la Esperanza de la gloria eterna. De su caridad fueron testigos todos los que le conocieron. Murió el 5 de noviembre de 1978.

Mi padre, fiel cristiano, nació el 30 de octubre de 1907 en Zaragoza y murió el 18 de noviembre de 1957. Fue fiel a mi madre toda su vida y también era de la Hermandad de Jesús Sacramentado, en la Iglesia de Santa Catalina, allí voy yo muchas veces a rezar… “Señor Tu has sido nuestro refugio de generación en generación”

28 diciembre, 2010

De la lectura de estos días

Para no perder la esencia de lo que celebramos en el tiempo de Navidad – y de cualquier otro tiempo litúrgico - no hay como leer al Papa. Como ha dicho José Pedro Manglano,en la contraportada del volumen 2 "Navidad" que recoge las homilías del Papa pronunciadas durante este tiempo: “Las homilías del Papa, cada una de ellas es una pequeña obra de arte. Son claras, bellas, profundas, piadosas, exigentes, cercanas, teológicas…En ellas hablan los símbolos, los gestos, los Padres de la Iglesia, los santos.. Se escuchan las voces del pueblo judío en sus siglos de existencia y en sus costumbres, junto con las voces del pueblo de Israel, las voces del hombre contemporáneo con el rechazo al mensaje cristiano y con su sed de Dios, las voces del cristiano fiel al mensaje con los interrogantes que constantemente le plantea la realidad de éste mundo…”.

En definitiva: las homilías del Papa son preciosas y es penoso perdérselas.
Hay una pequeña colección de ellas, según el tiempo litúrgico, a seis euros – libro de bolsillo - , editadas por Cobel Ediciones ( libros que ayudan).
Del volumen 2 "Navidad", son las siguientes palabras del Papa:

“El teológo medieval Guillermo de S. Thierry dijo una vez: Dios ha visto que su grandeza – a partir de Adán – provocaba resistencia; que el hombre se sentía en sí mismo limitado en su ser y amenazado en su libertad. Por tanto Dios ha elegido una nueva vía. Se ha hecho un niño. Se ha hecho dependiente y débil, necesitado de nuestro amor. Ahora – dice ese Dios que se ha hecho niño – ya no podéis tener miedo de mí, ya solo podéis amarme.”

El tiempo de Navidad dura hasta Reyes. Seguiremos hablando de él

23 diciembre, 2010

Clases de cocina

El 15 de diciembre del 2010, pasamos una deliciosa tarde en la cocina de casa de Mercedes. La experiencia humana estuvo, como es lógico muy por encima de las clases de cocina que recibimos. Por otra pare quienes asistimos a ellas, empezando por la misma Mercedes, teníamos aprobada con creces la asignatura. No obstante, Mercedes que con 82 años, después de ver a Ana pequeñita y joven – madre de seis hijos- guisando para nosotras de cinco a siete, quería a toda costa tener las recetas, para cuando sus cinco hijos y doce nietos fueran a cenar. Me pidió que se las diera. Aunque me daba pereza - y tampoco comprendía mucho su interés, decidí imprimírselas. Cuando fui a hacerlo no tenía tinta en el cartucho… Así que las pongo aquí. Quizá a alguien le vengan bien.

Crema de calabacín con almendras:

Para seis personas:
almendra molida: 5 cucharadas soperas
tres calabacines grandes pelados
dos cebollas pochadas
Se frie la almendra con bastante aceite y se le añade: la cebolla pochada. ¾ de litro de agua. Los calabacines cortados a trozos y se le añade un poco de mantequilla o nata. Se cuece, removiendo con frecuencia. Cuando la crema está lista, se pasa por el pasapurés.


Crema de canapés para hornear:

Se trituran y mezclan: becon crudo ( sustituible por salmon o anchoas), queso rallado y mayonesa. La pasta que resulta se puede congelar. Con ella se rellenan unas pequeñas tartaletas que se hornean alrededor de 15 minutos (hasta que se doren) a 180º

Otro aperitivo:

Sobre galletas saladas: colocar una pasta hecha con queso filadelfia y berberechos. Basta mezclarlos, no hace falta triturar éstos.

Guarnición para solomillo de cerdo cocido

Manzanas golden troceadas (sin pelarlas) fritas en abundante aceite de girasol muy caliente. No emplear nunca aceite de oliva.

Ensalada

Lecho de lechuga, champiñón, frito, palitos de cangrejo, gambitas y trozos de piña de lata. Se sirve con mayonesa aclarada con jugo de piña

Solomillo de cerdo:

Se rellena de lonchas de jamón y tortilla de queso y se cuece en leche.
Guarnición:
Manzanas golden troceadas (sin pelarlas) fritas en abundante aceite de girasol muy caliente. No emplear nunca aceite de oliva.


Feliz guisada y feliz cena.

Cosejo para las abuelas: el silencio es oro y más cuando se adoba con la sonrisa.

21 diciembre, 2010

Palabras del Papa Pablo VI

Pablo VI,el Papa que en tiempos del slogan “haz el amor y no la guerra” del mayo del68,sacó valientemente la Enciclíca “Humanae vitae”, arrostrando la impopularidad que ello supuso.Salió en ella en defensa de la dignidad humana,de su vida, desde el mismo instante de su concepción. En esa “guerra” contra el hedonismo que se nos colaba por las puertas – y en el que tristemente hemos ido muy lejos - puse mi granito de arena: primero leyéndola atentamente y después difundiéndola lo que pude. Dicho esto, copio unas palabras de Pablo VI, que nada tienen nada que ver con esto y que me han sorprendido y emocionado:

“¡Qué vacía está a veces la casa del Señor¡ Si nos fuera posible tener suficiente voz como para alcanzaros, hijos que ya no nos amáis, empezaría por pediros perdón. Sí, tenemos que pediros que nos perdonéis antes de que pidáis a Dios que os perdone. Pues ¿por qué se ha separado de nosotros nuestro hermano? Porque no ha sido bastante amado. Porque no hemos velado bastante por él, no le hemos instruido bastante, no le hemos iniciado bastante en las alegrías de la fe. Porque ha juzgado la fe partiendo de lo que somos nosotros, los que la predicamos y la representamos; porque a causa de nuestros defectos, se ha visto llevado a aburrirse cuando se hablaba de religión, a despreciarla, a odiarla, porque ha oído más reproches que advertencias o llamadas.
“Si es así, os pedimos a vosotros los hermanos alejados que nos perdonéis. Si no os hemos comprendido, si os hemos rechazado con demasiada facilidad, si no os hemos atendido bastante, si no hemos sido buenos maestros espirituales, buenos médicos de almas, si hemos sido incapaces de hablaros de Dios, como debíamos haber hecho, si os hemos tratado con ironía, con sarcasmo, si hemos mantenido polémicas, hoy imploramos vuestro perdón. Pero, al menos escucharnos…”

Creo que son palabras que arrojan mucha luz para mejorar la relación con quienes nos rodean, para ser más humildes y para no juzgar a nadie.

19 diciembre, 2010

En la parada del autobús

Esperando el autobús en la Plaza de la Reina, me aborda una señora a la que no conocía, y me dice: “¡Ya tenemos el Ave¡. Ahora puede uno de Madrid tomarse una paella en Valencia y volver a casa¡ ¡Pero no todo es tan rosa como dicen¡”, y continuó: “ Yo tengo una nieta de veintisiete años, que ya se ha juntado y se ha separado tres veces…No tiene trabajo y le tengo que pagar la letra de la casa porque si no, se la quitan. Con eso del botellón, llevan una vida de golferío.. Hace siete años que enterramos a mi marido. Yo he trabajado mucho en mi vida y tenía mi rinconcito – hace con las dos manos un expresivo gesto de arreplegar y sigue - ¡ me van a dejar sin nada¡ Mi hijo me dice que un día va a matar a mi nieta, porque ¿si ella me saca el dinero, qué le va a quedar a él?”. La comprendí perfectamente. Quizá lo viera en mi mirada. “Defienda lo suyo” - le dije- “las abuelas hoy, tenemos que tener mucha fortaleza”.Vino mi autobús y me despedí. Yo salía de oír misa en la Basílica, salía con paz. Me hubiera gustado poder hablar con ella largo. Recordé a Bernanos, en “Diario de un cura rural”. Su tributo al ama de casa: “ …esa voz valiente y resignada que apacigua al borracho, riñe a los niños díscolos, discute con el acreedor implacable, adormece al niño de pecho sin pañales, implora al alguacil, tranquiliza a los agonizantes; la voz de las amas de casa, igual a través de los siglos…”. Recordé a de Sica, Dreyer, Rosellini ... . Supieron comprendernos.

(carta enviada a "Las Provincias")

18 diciembre, 2010

A próposito del libro “Diálogos con Pablo VI

"En la Iglesia de Concesio bautizaron a Juan Bautista Montini(Pablo VI) el 30 de septiembre de 1867. Ese mismo día, a las siete y cuarto de la tarde,tras una
agonía cruel, Teresa del Niño Jesús expiraba en el Carmelo de Lisieux.
La coincidencia sorprendería menos si no se hubiera encontrado en el diario de su hermana Sor Agnés de Jesús este rasgo lleno de misterio y de encanto: el 25 de junio, día de la fiesta del Sagrado Corazón, Teresa mostró a su hermana el pasaje de un libro piadoso donde se hablaba 2de la aparición de una hermosa Dama vestida de blanco junto a un niño bautizado”. Y Teresa dijo a su hermana: “Más adelante yo iré así en torno a los niños bautizados”

Es bonito que se hayan recogido estas cosas. Que nos lleguen. Recuerdo ahora un slogan de “El libro gordo de Petete” - un programa de la tele de dibujos de de los setenta- , decía: “Todo está en los libros..todo está en los libros”. Por eso una de las mejores cosas que puede uno hacer en la vida es poner en las manos de alguien un buen libro.

Me ha alegrado darme cuenta de que mi hijo Juan nacería aproximadamente cien años después.Cuando le dejé - sin poderlo evitar, sabía que no la leería- "Historia de un alma" el hermoso libro de Santa Teresita, al poco tiempo me encontré en la primera página, su firma de mago de entonces: "Juanini". Me alegró el hallazgo.De alguna manera entendí que la santa se hacía cargo de él.

Cuando asista al bautizo de algún niño recordaré que por allí estará rondando la encantadora autora de “Historia de un alma”. Y desde luego en el bautizo de Juan María estuvo. Si no comno me entero yo de estas cosas.

17 diciembre, 2010

Está muy cerca

“En un pueblecito pequeño / que lleva por nombre Belén / acaba de nacer un Niño / que más tarde será un gran rey / ha nacido de María / María de Nazaret / su padre es carpintero / y se llama San José. / Aunque la cuna es muy pobre / porque ha nacido en Belén / tres magos vienen de Oriente / para adorar a ese rey.”

Agradezco al Señor poder ver y oír cantar, mientras sonríe, ese villancico a mi nieta Vega de cuatro años, con sus grandes entre azules y verdes y su cara de pillina.

Van cayendo los días y habrá que prepararse para recibir al Niño. En estas fechas acostumbro a recordar, a quien puede entenderlo: “Navidad sin confesión, no es Navidad”. Porque Dios quiere encontrar cobijo en nuestro corazón, y éste está más o menos manchado. Habrá que adecentarlo.
¿Qué hace el árbol de Navidad, o las bolas de colores y el muérdago – que siempre ha sido carísimo – en una casa cuyos moradores no tienen un interior bien dispuesto? ¡Felices Fiestas¡ oímos decir. ¿Pero qué fiestas? ¿Qué estamos celebrando en la Navidad? Habrá que explicarlo.

La preparación de la cena de Nochebuena y la comida de Navidad, se nos echan encima a las mujeres. ¡Siempre las mujeres unidas a la intendencia y a la entropía¡ Y no es que esté en otro mundo al decir esto. Porque son las abuelas las que acogen al personal. ¡Benditas ellas¡

Nota: hace mucho que nadie que me leen, dice “esta boca es mía”.

16 diciembre, 2010

Un día lleno

Entre lo mucho que podría contar – con setenta años, se exprime el tiempo y éste, lejos de ser monótono, es rico en “ efemérides” y conexiones - y no digo nada de buenas lecturas -, elijo el día de ayer. Fue un día lleno:

Una clase de formación religiosa en ella, el sacerdote baturro que la imparte procuró hacernos reír. Contó que en una visita a una señora de 94 años, ésta le dijo: “yo no sé por qué mis amigas nos vienen a verme..¡Cómo si yo tuviera algo malo¡”. Y cuando él le pidió: “reza, porque esta tarde a las 3,30 hay un retiro para gente joven”. Ella quedándose pensativa añadió: “ ¡estoy discurriendo a ver a quien yo podía invitar¡”… .

Visita a una vecina que se ha operado de rodilla…
Y cuando estaba algo agobiada por echarse el tiempo encima – cinco a comer - viene mi hija Marta, ve mi belén, puesto el día anterior - con esfuerzo y dedicación – estando mis nietas de siete y once años – que más bien estorbaban - y lo encuentra, muy mejorable. Mi belén está en el cuarto de estar, en el corazón de la casa - y no en la entrada o en el “salón” para cubrir el expediente. El momento pues de ponerlo patas arriba, como ella quería, y volverlo a montar no podía pues ser más inoportuno. Pero como es obstinada como yo la dejé hacer. Gracias a Dios Marta – madre de cinco hijos – es, como diría mi madre, una mujer dispuesta. Total a la hora de comer, comimos con un belén al lado precioso. Mi belén es poético y abigarrado: piedras, troncos, espliego, manzanilla, macetas, musgo, arpillera, y figuras de muchos años: uno de los Reyes Magos – el de Quino- tiene al camello sin cabeza y hay que colocarlo artísticamente por entre unos arbustos.

Siempre digo “mi belén”, soy consciente que no se debe abusar de pronombres posesivos, pero en este caso hago una excepción “expresiva”.
Para mi el belén es media Navidad.

Seguiré, porque lo quiero contar todo y ahora me tengo que ir a misa, luego al banco… ¡menos mal que hoy invito a Marta a comer de bocadillos en la terraza de abajo.

13 diciembre, 2010

Sigo

Sigo copiando a Jean Guitton, en su diálo, con Pablo VI:

“ Como Marco Aurelio, Pablo VI gusta de evocar el recuerdo de los que le dieron la vida. (…) Cuando uno piensa en sí mismo en el ocaso de la vida, lo que halla ante todo de sí mismo es el padre y la madre.
“A mi padre – decía el Santo Padre - debo los ejemplos de valentía, la idea de no descansar nunca en la aquiescencia al mal, el juramento de no preferir la vida a las razones de vivir. Es lo que se puede resumir en una palabra: ser un testigo. Mi padre no tenía miedo. Y los que le conocieron como Bonomelli, han conservado algo de intrepidez.
“A mi madre le debo el sentido del recogimiento, de la vida interior, de la oración reflexionada: a ella debo el ejemplo de una vida toda entregada.
“Al amor de mi padre y de mi madre, a su unión ( pues no hay que separar a nuestro padre de nuestra madre) , debo el amor a Dios y el amor a los hombres. O más bien, yo diría que el amor a Dios que llenaba sus corazones y les había unido en su juventud, se traducía en mi padre en la acción pública y en mi madre en el silencio. O mejor dicho una misma voluntad obstinada, una misma determinación, era en mi padre “más bien” fuerza y en mi madre “más bien” dulzura. Pero la dulzura es la plenitud de la fuerza.”
- Recuerdo - le dije – haber oído decir en otro tiempo al Cardenal Mercier: “La dulzura es la plenitud dee la fuerza”.
- ¡Que razón tenía¡
- Todos vivimos, más o menos (el mismo Renán lo decía) de lo que nos ha enseñado una mujer en el orden dee lo sublime. Y los hijos lo sienten más que las hijas a causa de la diferencia de las naturalezas. Y los hijos sacerdotes más, que los deemás hijos porque están llamados a la soledad.

Ahora hablo yo. Hace tiempo escuché: “ Si se quiere corromper a la sociedad, lo primero es tratar de corromper a la mujer. Corrompida la mujer: corrompida la familia. Corrompida la familia: corrompida la sociedad”. Creo que hoy – tal como están las cosas - nos viene muy bien y nos hace mucho bien, asistir a éste diálogo (de alrededor de medio siglo) que hemos “presenciado”.

12 diciembre, 2010

La madre

Jean Guitton, en su libro “Diálogos con Pablo VI, cuenta cosas hermosas sobre las madres. Lo hace a propósito de hablar de la de Pablo VI. Es reconfortante oírle y sobre todo transmitirlo a las madres de hoy. Para que no pierdan pie. Para que no se dejen roturar por una corriente de opinión, contraria muchas veces, no solo de lo intrínsecamente femenino, sino a lo que es la vida misma. Durante siglos, las madres, y de modo especial las de los grandes hombres, han tenido un papel decisivo en la vida de sus hijos. Su abnegada y a veces callada presencia en el hogar, les ha conformado. Les ha dado seguridad Los ha hecho valientes y fuertes..

Dice Jean Guitton:

“No se por qué, cuando leo una biografía ( la de Leonardo da Vinci, la de Cohete, o la de Teresa de Ávila, por ejemplo) me planteo la cuestión de saber quien era su madre: cómo eran su naturaleza, su palabra, la profundidad de sus silencios. Racine tenía trece años cuando perdió a su madre. Pascal tenía tres años. Los genios privados de su ternura primera, a veces tienen acentos de ardor desesperado.
La vida de un hijo y de una madre, sobre todo de un hijo dado al estudio, es una extraña aventura desde los días en que éramos un poco de carne en sus brazos y el momento final, un poco melancólico, en que nos paseábamos con ella envejecida pero aún joven, en algún Concesio, en una larga avenida, done ella era como una hermana mayor, un ángel, una imagen velada, enigmática y profética, de nosotros mismos.
Llega por fin el momento, si la madre ha muerto antes de tiempo, en que habiéndola superado en edad, somos más viejos de lo que era ella y tenemos una experiencia más larga de la vida. Entonces he comprendido que una madre no tiene edad. O más bien que, sustraída a una duración que desgasta, sigue siendo siempre una madre joven. A la Virgen es muy difícil imaginársela vieja.”

¿A qué valía la pena contar esto hoy que es la Guadalupana?. Seguiré con el libro.. Me será difícil dejar de copiar.

11 diciembre, 2010

Libros nuevos

Comparto con Santa Teresa, aunque solo sea eso y desde luego antes de tomarse a Dios en serio, la ilusión por los libros nuevos. Por los libros que esperan ser leídos. La santa, de jovencita, “sin ellos, no tenía contento”. Algo así me pasa a mi, de viejecita. Siempre, un para de libros nuevos deben esperar su turno, sobre un antiguo “recado de escribir” - ¿se llama así? - una caja grande de madera con incrustaciones de latón, en cuyo interior hay un atril y las hendiduras necesarias para guardar palilleros y plumillas. Me sirve de mesita baja, junto al orejero provisto de buena luz, y está siempre atiborrado con los mandos de la tele y dvd, el cenicero de Juan.. un desmadre.

Si mi abuelo Gregorio decía alegrmente: “ no cabrían en esta habitación la cantidad de pollos que me he comido en mi vida”– el pollo entonces era un manjar - Algo así podría decir yo del número de libros que llevo echados al coleto. Mi abuelo y yo decimos esto con agradecimiento. Y yo añado, en mi caso y en el suyo: esperando a Godoy.

Los dos libros que ahora llevo entre manos son: “La Columna de hierro” de Taylor Caldwell y “Diálogos con Pablo VI” de JeanGuitton.

De éste último copio, traducidos, unos versos que en francés dijo Monseñor Montini a Jean Guitton:

“Ve por tu camino sin inquietarte más / el camino es derecho y no tienes más que subir / Trayendo de orto sitio el único tesoro que vale”

“Sí, conserva toda esperanza sobre todo. / la muerte allá abajo te prepara un lecho de alegría.”

Y sigue contando Guitton: Luego mirándome con esa misma sonrisa angélica, como he dicho, pero un poco sibilina añadió:

“Sencillo como un niño, ¡sube la cuesta¡”.

Guitton sigue contando:
Y desapareció. Daban las tres en los relojes. El sol comenzaba a inclinarse. La mañana había terminado. Tal fue nuestro primer encuentro un 8 de septiembre.

Me ha encantado: “Sencillo como un niño, ¡sube la cuesta¡”.
La cuesta que le esperaba, a quien sería Pablo VI, sería una señora cuesta.

09 diciembre, 2010

Derechos Humanos

La “Declaración Universal de Derechos Humanos”, data de 10 de diciembre de 1948. El 10 de diciembre es la festividad de la Virgen del Loreto. Una coincidencia enormemente sugerente. Porque es en la familia – Loreto es el hogar de Nazaret - el lugar idóneo para aprender a vivir los derechos humanos. Desde la infancia y con naturalidad. Como sin darse cuenta. Los niños tienen muy desarrollado el sentido de la justicia: entienden bien el sentido de propiedad, el respeto debido a los padres, la necesidad de pedir perdón…Si las familias merecen ese nombre, su clima de cariño y respeto creará el caldo de cultivo apropiado para tener una sociedad sana. Los 10 mandamientos de la Ley de Dios, son el camino.

No me he podido explayar en el tema porque para que lo publiquen en “adn” – que por ser periódico gratuito lo lee mucha gente - solo se pueden escribir diez líneas… Veremos si sale, si es así pienso hacerme allí un huequecito.

Estoy encantada con mi vista maravillosa, a pesar de que me veo más vieja en el espejo de lo que creía, y tampoco me pasa desapercibido el polvo y demás miserias de la cocina…

Es importante que a uno le puedan decir las cosas… Una mujer joven me ha estado contando de su marido…No hay manera de hablar con él. “¿Me vas a echar una bronca?” le dice cuando ella quiere que hablen francamente de su matrimonio y aquello que lo perjudica. Se cierra en banda a dejarse ayudar ni por ella, ni por nadie. Me ha dado pena. Todos necesitamos la ayuda de los demás. Porque me he dejado ayudar por el médico veo ahora divinamente. Hay también cataratas del alma.

07 diciembre, 2010

Vigilia de la Inmaculada

Son muy hermosas las palabras que el Dante dirige a la Virgen María:

“Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas. Tu benignidad no solo socorre a quien pide, sino que muchas veces libremente se anticipa a la petición. En ti la misericordia, la piedad y la magnificencia, se reunen con toda la bondad que se puede encontrar en la criatura.”

(“La divina Comedia”)

“En esto apareció un prodigio en el cielo, una mujer vestida del sol y la luna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas.”

( cap.XXII del Apocalísis)

“Salve, estrella del mar,/ Madre santa de Dios / y siempre Virgen, feliz puerta del cielo / …Desata las ataduras de los reos, / da luz q quienes no ven, / auyenta nuestros males, / pide para nosotros todos los bienes. / Muestra que eres nuestra Madre, / que por ti acoja nuestras súplicas / Quien nació por nosotros, / tomando el ser de ti.”

( fragmento del himno “Ave Maris Stella”, siglo XI)

06 diciembre, 2010

Recordando

El 13 de octubre de 1998, bajo el epígrafe “Aguafuerte” salió en el “Diario de Teruel” una columna mía titulada: “La Iglesia de Samper de Calanda”. Empezaba así:

“La Iglesia de Samper de Calanda, ¿tiene ya sacerdote? Es triste un pueblo sin sacerdote, muy triste y Samper es el pueblo de los veranos de mi infancia: he subido infinidad de veces a la ermita de Santa Quiteria y al Calvario, he tomado el fresco en la barbacana de la plaza de la Iglesia, esa Iglesia grande, inconfundible a cuya sombra se apiña el pueblo…”.

He encontrado una copia de una larga carta en verso ( 1975) que escribió mi marido a “los hermanitos” - mi hermana y su marido – cuando estos estaban el “Los Ángeles” y sus hijos y los nuestros eran pequeños. Una carta divertida de un tiempo feliz. En ella hay una alusión a la ermita de Santa Quiteria y a mi empeño a salir de excursión apenas pasada la hora de la siesta. Dice así: “ La Rosa, tan inocente / cual de costumbre: la histeria / la impulsa a Santa Quiteria / bajo un sol incandescente: / y peñas arriba vamos, / consumidos, jadeantes / sin oír de los infantes / los justísimos reclamos”.

Hacia el final de la columna – de la que hablaba - copié estas palabras de Mario Vargas Llosa – este año noticia - de “La guerra del fin del mundo”. Son éstas:

“¿Dónde está el párroco? Le oían preguntar ¿por qué no hay aquí un pastor para el rebaño? Pues que las aldeas no tuvieran sacerdote, le apenaba tanto como la ruina de las moradas del Señor.”

Hoy he oído por televisión la misa de 12 que a diario retransmite la Popoular, desde la Iglesia de la Concepción de Madrid en la calle Goya, nº 26. El sacerdote nos ha dicho que también la retransmite el canal 13, con lo que queda cubierto todo el territorio nacional. Y que en muchos pueblos - que por no tener sacerdote no tienen misa diaria - se reunen los fieles en una casa para oírla juntos, Es bonito.

Hoy, San Nicolás. Jaculatoria: “San Nicolás, danos más”.
Me acabo de enterar que hay una oferta para un inmueble, que de cuajar, nos alegraría la vida a todos los herederos de mi bendita tía Pilarín…
Ayer, aniversario de la muerte de su hermano Fernando. Buenísima persona que contaba con las pesetillas de su hermana para sus hijos y demás sobrinos. ¡Quien sabe si no tendrá él algo que ver en el asunto¡.

Ayer domingo

Estoy contenta y agradecida. Hace días a veces a la Virgen la jaculatoria: “Muestra que eres mi Madre”. Y, si señor, lo ha mostrado. Esta mañana Marisa – una señora de la Parroquia, que está habilitada para ello, me ha traído la Sagrada Comunión. Una gran alegría el que Jesús venga a mi casa. Cuando me han avisado que venía, he tenido el tiempo justo de ducharme, arreglarme lo mejor que he podido y tener el cuarto de estar, también lo mejor que he podido. El que Jesucristo haya estado aquí, pegadito al sitio donde nos sentamos a comer, es una responsabilidad, más para no bajar la guardia, y que no se vean en esta casa en la televisión o en DVD, cosas que no deban verse, aunque solo sea porque el tiempo es oro y como tal hay que tratarlo.

Repasé la Letanía de La Virgen, porque se acerca su fiesta. Hay advocaciones preciosas. Algunas no las rezábamos cuando era niña y otras de aquellas han desaparecido. Por ejemplo “Mater desertorum” – Madre de los desertores – Recuerdo que recién venidos a Valencia, mi padre hizo una fotografía, que andaba por casa, del tapiz de flores que se hace todos los años por la fiesta de la Virgen de los Desamparados. Pues bien, en la parte superior del mismo se leía en un rótulo: “ Mater Desertorum, 1947”. Se me quedó gravado. Quizá valga la pena volver a usar esa aclamación porque desertores de la Fe no faltan. ¿Quién no conoce a muchos de ellos?

POr la noche empecé a ver la película "El juicio universal" de Victorio de Sica, y aunque éste es entrañable. Lo acabé quitando. No me parecia dee recibo tomar a chacota una realidad tan seria. Empecé a ver de nuevo "Vencedores o Vencidos". Y es todo un peliculón. ESta noche me queda el resto.

04 diciembre, 2010

El Cristo de los piojos

El 15 de febrero de 1940, San Josemaría, acompañado de dos universitarios visitó el Carmelo de San José en Ávila. Las monjas les pasaron por la reja unas estampas del Cristo de los piojos. El asunto es el siguiente:

En tiempos de Santa Teresa una gran epidemia de piojos llenó el convento. Eran tiempos sin insecticidas ni detergentes. La Santa para pedir que cesara la epidemia organizó una procesión llevando una imagen desde el coro al claustro y dando una vuelta por él mientras todas las monjas, con solista y coro, cantaban estos versos compuestos por ella:

Pues nos dais vestido nuevo, / ¡Rey celestial¡ / librad de la mala gente / este sayal. / Hijas pues tomáis la cruz / tened valor / y a Jesús que es vuestra luz / pedid favor. / El os será defensor en trance tal.

Y aquí el coro cantaba el estribillo: Librad de la mala gente / este sayal.

2ª estrofa:
Inquieta este mal ganado / en la oración / El ánimo mal fundado / en devoción./ Mas en Dios el corazón / tened igual.

Y el coro volvía a repetir: Librad de la mala gente / este sayal

Y seguía la tercera estrofa:
Pues vinisteis a morir / no desmayéis / y de la gente incivil / no temeréis.

Se repetía por tercera vez el estribillo. La poesía trermina con los mismos versos del principio
Pues nos dais vestido nuevo / ¡ Rey celestial ¡/ librad de la mala gente este sayal.

Han pasado ya más de quinientos años y las monjas del Convento de San José no han vuelto a tener piojos, desde que el Señor oyera su petición.


Esta mañana he llamado a mis Carmelitas de Caudiel para agradecerles sus oraciones. Ha cogido el teléfono la Madre Marta: 85 años. Tiene una voz preciosa, solo con oírla se vuelve uno mejor.

Continúa la fiesta

Continúa la fiesta de saborear la inigualable luz de Valencia. La verdad de esas palabras que se cantan en su himno: “… y extendido por peineta, ¡ese cielo tan azul¡. Aún no ha nacido pintor, que te pueda pintar….”.
La pantalla del ordenador es radiante y vivas, alegres y saltarinas, las simpáticas letras de Google que nos hermanan a todos. Dios sea loado. Y ahora saldré, si a mano viene, por los cerros de Úbeda, que todo sea dicho de paso, son preciosos. Con sus olivaritos tan alineados…

Hablemos de literatura porque de los controladores ya se ha hablado bastante. Cojo, mis papelotes – al día siguiente de la operación ya podía leer y escribir…- y copio:

“Con caridad, el pobre es rico; sin caridad, cualquier rico es pobre”
San Agustín

“Cuando los hombres están ocupados en cosas honestas, sus diversiones nacen dee su propio trabajo”
John Ruskin

“ Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no hará nada.”
R.Kypling

“Carácter firme es aquel que puede pasar sin éxitos”
Ralph W. Emerson

Seguiremos con la literatura…

02 diciembre, 2010

Gracias a Dios

Gracias a Dios, y a la rezada de muchos, mi operación de cataratas ha sido un éxito. Me he sentido querida por mis hijos y mis amigas y veo, increíblemente bien. Es apabullante lo hermosos que están los árboles cobrizos que se ven desde mi terraza y los vivos colores de mis jerseys que colocaba en la parte del armario más cercana a la ventana a ver si así conseguía distinguirlos mejor. Un poco cegata la verdad es que he estado mucho tiempo. La cobardía y la abnegación a partes iguales me hacían
no poner el remedio necesario.

Nunca olvidaré la hermosa luz de mi cuarto de estar cuando a las 11 de la mañana del miércoles 1 de diciembre, mi hija Marta me quitó el parche del ojo derecho. La magnífica impresión no puede contarse. Queda – como todo lo que vale - entre Dios y uno. Al preguntarle la tarde anterior al Médico que cuantos días me costaría recuperar la visión, me dijo dos o tres días.. Vamos que iba a ser una cosa paulatina. No señor, fue instantánea y radiante. Sentada frente al gran espejo dorado – herencia del XIX – vi el marco brillando al sol. Otro rayo de sol iluminaba la tabla – otra herencia, de la misma fecha - en la que estaban pintados María, José y el Niño en la cueva de Belén. Empezaba diciembre… Hacía mucho tiempo que no había visto las paredes tan blancas, y el cielo tan azul.

Pensé, inmediatamente, que cosa tan fantástica tiene que ser llegar al cielo.
y comprendí, con mayor hondura, las palabras de San Pablo: “Ni ojo vio ni oído oyó , ni pasó por pensamiento humano, lo que Dios tiene preparado para los que le aman.”

Ni siquiera hubo que limpiarme el ojo de pomada, estaba limpio. Mi encuentro con la luz no fue en una impersonal y destartalada clínica, fue en el corazón de mi casa. En ese generoso, mimado y vivido salón cuarto de estar de mi casa, donde todos los años se pone el Belén y en el que sea llorado y reído. En el que han pasado tantas cosas.