07 diciembre, 2010

Vigilia de la Inmaculada

Son muy hermosas las palabras que el Dante dirige a la Virgen María:

“Mujer, eres tan grande y tanto vales, que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas. Tu benignidad no solo socorre a quien pide, sino que muchas veces libremente se anticipa a la petición. En ti la misericordia, la piedad y la magnificencia, se reunen con toda la bondad que se puede encontrar en la criatura.”

(“La divina Comedia”)

“En esto apareció un prodigio en el cielo, una mujer vestida del sol y la luna debajo de sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas.”

( cap.XXII del Apocalísis)

“Salve, estrella del mar,/ Madre santa de Dios / y siempre Virgen, feliz puerta del cielo / …Desata las ataduras de los reos, / da luz q quienes no ven, / auyenta nuestros males, / pide para nosotros todos los bienes. / Muestra que eres nuestra Madre, / que por ti acoja nuestras súplicas / Quien nació por nosotros, / tomando el ser de ti.”

( fragmento del himno “Ave Maris Stella”, siglo XI)