Campanas
Es un recuerdo inolvidable, volver a “ver” la cara de mi nieto Nacho – que realmente es precioso – decir sonriendo alegremente, cuando veíamos las iglesias románicas de Lérida : “Mira: ¡campanas¡”.Aunque casí siempre lo decía no al ver el campanario sino cuando las oía tocar, no se le pasaba uno solo sin llamar nuestra atención ante “tanta magnificencia”, como diría mi amiga Charo. Al contemplar la alegría de Nachito, al volteo de las campanas, recordé, no con menos regocijo, aunque nada dijera , que la Fundación del Opus Dei, el 2 de octubre de 1928, había tenido lugar, precisamente, cuando San Josemaría, que estaba haciendo un curso de retiro con los Paúles, estaba tomando notas y meditando en su habitación, mientras oía sonar las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la Glorieta de Cuatro Caminos. Aquel día era la festividad de los Santos Ángeles Custodios. Hasta aquí, todo esto lo he sabido desde siempre. Pero este año gracias a D. Fernando Cuevas, sacerdote del Opus Dei, sobrino carnal de Gloria - a la que le debo mucho buen ejemplo desde que la conocí, cuando yo era joven, con su perenne sonrisa, sus ocho hijos y sus piernas llenas de varices - he sabido un dato más. El 2 de octubre de 1928 era martes, y alrededor de las 10,30. San Josemaría había ya oído la misa y la primera meditación cuando el Señor “le hizo ver” el Opus Dei, tal como sería a lo largo de los años.
¿Por me ha alegrado conocer este dato? por la coincidencia de la hora en la que también a mí, me cambió la vida. Yo me casé a las 10,30 un jueves 26 de noviembre de 1964, en la Parroquia de Nuestra Señora del Remedio. Durante todos estos años que hace que estoy sola, le he pedido a San Josemaría – que además era abogado – que lo fuera en nuestro matrimonio.
Aunque nada tiene de fácil el asunto, para eso están los buenos abogados ¿no? . Me encanta también otra coincidencia de números: San Josemaría murió un día 26. De junio.
Es un recuerdo inolvidable, volver a “ver” la cara de mi nieto Nacho – que realmente es precioso – decir sonriendo alegremente, cuando veíamos las iglesias románicas de Lérida : “Mira: ¡campanas¡”.Aunque casí siempre lo decía no al ver el campanario sino cuando las oía tocar, no se le pasaba uno solo sin llamar nuestra atención ante “tanta magnificencia”, como diría mi amiga Charo. Al contemplar la alegría de Nachito, al volteo de las campanas, recordé, no con menos regocijo, aunque nada dijera , que la Fundación del Opus Dei, el 2 de octubre de 1928, había tenido lugar, precisamente, cuando San Josemaría, que estaba haciendo un curso de retiro con los Paúles, estaba tomando notas y meditando en su habitación, mientras oía sonar las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la Glorieta de Cuatro Caminos. Aquel día era la festividad de los Santos Ángeles Custodios. Hasta aquí, todo esto lo he sabido desde siempre. Pero este año gracias a D. Fernando Cuevas, sacerdote del Opus Dei, sobrino carnal de Gloria - a la que le debo mucho buen ejemplo desde que la conocí, cuando yo era joven, con su perenne sonrisa, sus ocho hijos y sus piernas llenas de varices - he sabido un dato más. El 2 de octubre de 1928 era martes, y alrededor de las 10,30. San Josemaría había ya oído la misa y la primera meditación cuando el Señor “le hizo ver” el Opus Dei, tal como sería a lo largo de los años.
¿Por me ha alegrado conocer este dato? por la coincidencia de la hora en la que también a mí, me cambió la vida. Yo me casé a las 10,30 un jueves 26 de noviembre de 1964, en la Parroquia de Nuestra Señora del Remedio. Durante todos estos años que hace que estoy sola, le he pedido a San Josemaría – que además era abogado – que lo fuera en nuestro matrimonio.
Aunque nada tiene de fácil el asunto, para eso están los buenos abogados ¿no? . Me encanta también otra coincidencia de números: San Josemaría murió un día 26. De junio.
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