01 octubre, 2010

Como homenaje

Ayer 30 de septiembre era San Jerónimo, el aniversario de la muerte de Cervantes y el de la muerte de mi padre. Empezando por éste último, dedicaré unas líneas a cada uno de ellos:

Mi padre era un hombre de bien. Recto y apasionado, no siempre era capaz de echar un freno a éste. Fué un buen marido y un buen padre. Se tomó a Dios en serio y se comprometió, también seriamente, con los acontecimientos históricos de su tiempo. Me dio un gran ejemplo. Había muchos hombres estupendos en su generación (nació en 1907 ) lo recordé leyendo a Nicolaie Steinhardty que también pertenece a la generación entre guerras.

“San Jerónimo vivió entre los años347 a 420, primero en Roma y luego en una ermita solitaria en Belén. Aconsejado por su amigo el Papa Dámaso (366-384) resolvió dotar a la Iglesia de una traducción latina de la Biblia tan perfecta como fuera posible. La Vulgata dee San Jerónimo ha sido , hasta nuestros días la referencia principal de otras versiones y la han leído durante muchos siglos los cristianos” (“Conocer la Bliblia”, Josemaría Monforte)

Cuando Don Quijote, está próximo a morir, Sancho, que le invita a no ser perezoso, levantarse de la cama y salir los dos de pastores como tenían concertado - como vemos, Sancho se ha “quijotizado” ha perdido el sentido de la realidad : Don Quijotre se muere. Alonso Quijano el Bueno le contesta: “.y consiento en mi morir con voluntad placentera clara y pura que querer hombre vivir cuando Dios quiere que muera es locura”

El 30 se septiembre también fue el cumpleaños de mi prima Mary Luz. pero no creo que ello importe demasiado…