13 diciembre, 2009

Mi belén

Desde el día 9 de diciembre tengo puesto mi belén. Me ha quedado bonito. Este año lo he puesto muy pronto. porque leí en una homilía del Papa sobre Adviento que el belén debe ponerse inmediatamente después de la fiesta de la Inmaculada. Además he sido concienciada por mi nieta Vega que desde principios de mes canturreaba cuando iba a recogerla al Colegio, camino del autobús : “ En un pueblecito pequeño / que lleva por nombre Belén / acaba de nacer un Niño, / que más tarde será un gran rey. / Ha nacido de María, / María de Nazaret, / su padre es carpintero, / y se llamá San José”. Habría que verla y oírla. Para ambientar a cualquiera. El caso es que ya está puesto .

He puesto solo el Misterio: la agrada Sagrada Familia y un hermoso ángel adorando. Son figuras grandes, réplicas de Salzillo, que le regalaron a mi marido cuando fue a dar una conferencia de Arquitectura a Murcia. En ese viaje le acompañé yo, dormimos en un hotel cerca de la catedral, desde el que se oían las campanas. Luego, durante muchos años ese belén me acompañaría.

Cuando pongo éste y no el quede compramos cuando mus hijos eran pequeños, lo hago en el ángulo que forman los dos sofás del cuarto de estar, protegido del alcance de los niños. Si pusiera el otro belén con pastores y reyes, sobre el arcón, debajo del gran espejo dorado – herencia aquel de mis padres y el otro de mis suegros – Pablo, Carla y Álvaro que entre los tres no suman cinco años, el sufrimiento sería continuo.

Poner el belén da pereza. Yo siempre le digo a la Virgen que me ayude, y cada año me gusta más que el anterior. Para colocar alta una maceta de aucuba, cubierta con arpillera detrás de la cueva, utilicé dos tomos grandes uno de Unamuno y otro de Balzac, cubiertos por la tela de saco. Me pareció bién. Eso es Europa: los grandes arropando el Portal.