02 diciembre, 2009

De un diálogo con un poeta

Mi hijo Juan trajo a casa a un amigo suyo, poeta consagrado y crítico literario de un periódico de éxito. Yo insensatamente me lancé a hablar con él del partidismo con que hoy se hacía reseña de libros publicados. En definitiva de la ausencia de publicaciones en las que Dios, cuenta. Me vino a la cabeza una cita de Rilke. La dije extractada. Después he ido a mi fichero de juventud, que conservo y la he encontrado junto con otras suyas. Creo que es bonito compartirlas con mi gente:

“ Los cielos se habían desplegado en toda su amplitud sobre Italia, de suerte que en Roma estaba Rafael de rodillas, y el beato Fra Angélico de Fiésole, desde una nube, se regocijaba en él. Muchas oraciones se encontraban de momento en el camino de la tierra al cielo. Pero a Dios sole le era acepta una: la fuerza de Miguel Ángel subía hacia Él como un aroma de viñedos”

“ No obstante, supuesto que nada os tiene interesados y os roba tanto el corazón como el buen Dios, añadiré siempre que tenga oportunidad lo que de Él sé”.

“- ¿A prometido usted algo concreto a los niños?
- Sí, cuando les hube referido la historia de Yagor, se quejaban de que estuviese Dios ausente de ella.
- ¿Qué? ¿Una historia sin Dios? ¿pero cómo pudo ser?.
Después reflexionaba: No comprendo cómo ha podido suceder; si alguién hubiese querido de mí semejante cosa, creo que habría estado toda la vida dándole vueltas al magín sin éxito.”