Nochevieja
Belén encendido y ordenador abierto. La pasaré sola, pero sé que sola no estoy nunca. Mañana vendrán a comer Fe, Nacho, los niños y Quino. Antes, solemne “Te Deum” en la catedral. Acción de gracias por el año que termina, muchos se han ido con él. También petición de volver a cantarlo al año que viene, bien acompañada, y muchas cosas más, la principal “que cada caminante siga su camino”. Algunos dan bastantes rodeos inútiles, pero lo importante es llegar: aterrizar en Belén de Judá, llevando algo en las manos.
Acabo de llamar a la Mengotti para felicitarle el año y contarle la breve conversación con la madre Pilar, ( nuestra profesora de sexto de bachillerato) la he llamado a Zaragoza para felicitarle el año. Se oía cantar el Aleluya. Tras saludarme alegremente, me ha dicho que no se quería perder la misa. A sus más de ochenta años, su intervención no ha podido ser más jugosa : “¿Trabajas mucho? ¿Crees que el Señor estará contento de ti?” Le he dicho que sí a la primera pregunta y que creía que un poco a la segunda. Y entonces me dice: “pues pide al Señor por mí para que me abra las puertas, que ya es hora”. Nos hemos despedido con cariño y al volver a la cocina para seguir trabajando he ofrecido ese trabajo para que el Señor abra las puertas del cielo a la Madre Pilar, que se quiere ir.
La Madre Pilar de Felipe Palacios es monja Teresiana desde su juventud. Químico por la Universidad de Zaragoza, en los tiempos que Iñiguez en un examen oral, suspendía a ocho alumnos seguidos con una integral. Creo que es la única confidencia que nos hizo en todo el curso. Madre Pilar sonreía siempre y jamás le oímos alzar la voz. Por cariño a ella, por aquel entonces empecé a firmar Rosipi y el pi, era la letra griega, el 3,1416 (aunque me llamo Rosa Pilar, siempre me llamaban Rosita)
Por aquel entonces, cuando me sabía la lección besaba, discretamente, una Virgen del Pilar de hierro que tenía y siempre me preguntaban. Por aquel entonces en mi perfil psicotécnico, que mandaban a casa, la madre Pilar lo empezó así: “ Franca, sincera, movida y charlatana. Con magníficos deseos de formarse lucha Rosita contra su temperamento flojo y muelle…”.
Continúo en pie de guerra.
Mañana: 1 de enero del 2008. Santa María Madre de Dios.