02 diciembre, 2007

En la novena de la Inmaculada

Acaba de venir Virginia. Una mujer pequeñita,de cara dulce que cuida a una mujer de noventa años. Me ha regalado una estampa argentina de la Virgen de Schoenstatt. Al reverso de la misma, una alegría: el ofrecimiento del día, que mi madre me enseñó a rezar todas las mañanas de niña. Pequeña alegría en este segundo día de la novena de la Inmaculada, que todos los años hago desde el Coloegio y a la que ella iba en Alcañiz de moza, cuando los estudiantes volvían por vacaciones y las chicas estrenaban abrigo.

Mi madre, cuando joven, adornaba el altar de la Virgen para la fiesta, haciendo flores de papel de seda. Leyendo estos días Riconete y Cortadillo me encontré que ya Cervantes hace mención de los florones de papel con los que Cortadillo podría conseguir que el Sacristán le diera la ofrenda de Todos Santos haciéndolos para el Monumento.

Ayer la predicó en San Juan y San Vicente, D. Manuel Molinero, que la arrancó con los últimos versos de un poema de Lope. Le cogí apuntes, a toro pasado: “ Ésta es María, sin llegar al centro /que solo del todo, retratarla puede / pintor que estuvo, nueve meses dentro”.
D. Manuel nos recordó que la Sangre del Señor, que en la comunión recibímos, es toda Sangre de María.

Hoy, en San Andrés, la ha predicado Don Javier Santo, santo baturro.
Ha contado la anécdota del “Bendita sea tu pureza”, que yo no recordaba bien, hace días, a propósito de la catequesis a los niños. Se trata de un profesor de Literatura de la universidad que recita una Décima espinela
que es una “marranada”. Invita a sus alumnos otra que conozcan ( típico del hombre suficiente y apabullante) y entonces se levanta un alumno ( D. Javier ha dicho que era alumna ) y ante toda la clase recita alto y pausadamente el “Bendita sea tu pureza” que es una décima espinela. El catedrático, después de oírla, pliega sus papeles y dice: “la clase ha tereminado”.

La misa de la novena estaba hoy hasta la bandera, y la Iglesia de San Andrés es grande, de mozas universitarias o no.

Veremos que nos cuenta mañana D. Jose María Boza, sevillano y poeta.