09 diciembre, 2007

La de en medio y la pena

Esta mañana me he encontrado con Pilar. Me ha contado que al alborear del día de la Inmaculada se ha muerto su tía Trinita a los 92 años… Me ha gustado la fecha: llamarse Trinidad y morirse el día de la Inmaculada, no deja de tener su sentido:

Dios te salve María Hija de Dios Padre
Dios te salve María Madre de Dios Hijo
Dios te salve María Esposa del Espíritu Santo

Pilar tenía los ojos arrasados en lágrimas. Ha vivido con su madre, que murió a los 93, y su tía Trinita toda su vida. Y si en alguna ocasión le he oído quejarse de que el cuidado de su madre y de su tía le quitaba libertad, esta mañana me ha dicho que su tía se ha ido derecha al cielo porque ha vivido para los demás y nunca ha perdido el sentido del humor. Al preguntarle, recientemente, que a que cuidadora quería mas a Raquel ( la de los días de labor) o a Alicia ( la del fin de semana), ella ha sonreído y ha dicho: “a la de en medio”.


Salió la otra noche un poeta en TV al que no conocía pero al que escuché con gusto. Hablando del cante andaluz, y su desagarro, recitó

En la torre está el reloj,
el mochuelo en el olivo,
en mi corazón la pena.
Cada cosa está en su sitio.

Me gustó, y se lo recité a Juan. Me dijo: “no es gran cosa y además filosóficamente peligroso”. Me gustó también la respuesta que me dio.
Yo la traduciría así: “¿luchas con fiereza contra la tristeza?” porque debemos hacerlo.