07 junio, 2007

Las águilas

Las Águilas


Jesucristo en la eucaristía nos da a comer su Cuerpo y su Sangre. El pan y el vino, después de la consagración, dejan de ser pan y vino. Solo tienen de éstos la apariencia. Son como una máscara que oculta su Realidad. “ En los clanes religiosos primitivos, la máscara es esencialmente litúrgica: va asociada a la adoración, a la justicia, a la curación a la educación, a la iniciación, siempre en función de espíritus o de la divinidad”. La máscara en sentido profano: máscara de criminal , para desorientar la persecución, desorienta. Pero la máscara “en lugar de desorientar puede ser un indicador infalible; en lugar ; en lugar de extraviar, puede ser una puerta abierta hacia el tesoro buscado; en lugar de engañar puede confirmar la identidad de la persona”.

“ Eso es lo que pasa con la eucaristía. Las apariencias son ambiguas. El incrédulo no es idiota, cuandi fiándose de lo que ve, dice aquí hay pan y vin, y nada más. El creyente tampocio es idiota cuando fiándose de la palabra de Criso dice: No, verdaderamente es el cuerpo y la sangre de Cristo, pero bajo apariencias extrañas. (…) Quedan las apariencias del poan y del vino, una máscara”

“Pero ésta máscara es verídica y revela tanto como esconde. Las apariencias no engañan , porque ese cuerpo está ahí para ser comido y esa sangre está ahí para ser bebida. Ese cuerpo está ahí más nutricio, más verdaderamente pan que el pan ordinario, cuyo lugar ha tomado a escondidas. Esa sangre está ahí, más reconfortante, más embriagadora, más vino que el vino ordinario cuyo lugar ha tomado a , eficaz y sutil, el que rodea a ese hombre mudo y enmascarado, en el centro de la liturgia cristiana, pero cuya máscara no es más que franqueza, sinceridad, pudor, generosidad también, pues así es como puede entregarse sin reticencias,
como un alimento y una bebida, bajo apariencias extrañas y verídicas.”

Textos tomados de “La Historia de Jesucristo”, R.L. Bruckberger

7 de junio festividad del Corpus Christy