Psicólogos, confesores y vida
No me acostumbro yo a eso de la confesión, aunque la menudeo porque sé que es necesaria para ir por la vida sin lastres: “Tus pecados te son perdonados,… vete en paz”. Y en paz te vas. Una paz que no podrá dar nunca ningún psicólogo. En fin…tristes tiempos estos que menudean los psicólogos en lugar de los confesores. Ya lo decía D. Gregorio Marañón hace muchos años y lo transmitía D. Tomás Alcober, médico psiquiatra: y Director de Psiquiátrico: “Ahora que la gente no se confiesa, abundan los psicólogos”. Sin menospreciar en modo alguno el trabajo de éstos, apuntaré que la Iglesia, lleva veinte siglos de psicología a cuestas y además, acoge sin halagar, dice no lo que quieres oír sino lo que te conviene oír.
Ayer me encaminaba a confesarme, sin pizca de ganas, cuando me encuentro con mi amiga Amparo, perteneciente a los Neo- catecumenales. Le doy cuenta de mi estado de ánimo, añadiendo: “a veces hay que ir a contrapelo”. Me contesta “¿Y por qué te cuesta confesarte?. Vas a hablar con el Señor”. Me quedé pensando en ello agradecida. “Exhortaos unos a otros” que decía San Pablo. Al despedirnos. recordé esas palabras de Teresa de Jesús: “Aunque me canse, aunque no pueda, aunque reviente, aunque me muera”. Nunca será motivo para dejar de confesarse ( si uno es católico) el “no me apetece”, como no lo es para dejar de hacer otras cosas necesarias.
1 Comentarios:
Es un blog precioso, no sólo por lo que se ve, si no por todo lo que se siente y se aprende leyéndolo.
Un saludo desde Granada
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