16 junio, 2007

Boda a los sesenta y seis

Hoy, a las doce de la mañana, festividad del Inmaculado Corazón de María, en Barcelona, en la capilla de las Madres Teresianas, obra de Gaudí, (Ganduxer) se ha casado mi amiga Teresa con Alberto su novio de un montón de años. Nada de particular salvo la edad de los contrayentes. Conozco a la novia desde que ambas teníamos diez años e íbamos en Valencia, a las Madres Teresianas de la calle Cirilo Amorós 62, obra de Valls. He seguido desde entonces, su trayectoria vital: carrera de medicina, noviazgo de los de antes con José Mº, estudiante de medicina, que llegó a ser una lumbrera en catecismo, boda, nacimiento de tres niñas.. Teresa multiplicándose para compaginar sus dos consultas de endocrinóloga con su maternidad, muerte a los nueve años de edad de Cristina, su segunda hija de un cáncer de pulmón. Y no mucho tiempo después abandono del marido, que acabó casándose por lo civil con otra mujer. Teresa luchó por su matrimonio, y sufrió, pero no estuvo dispuesta a quedarse ahí. Se buscó novio. Alberto, de su edad, Ingeniero Industrial, alto y guapo fue el elegido. Él era víudo, pero ella era divorciada. No cabía la boda por la Iglesia. Así ha pasado el tiemo. El jueves Santo del año pasado murió José Mª. Ya no había impedimento alguno para hacer las cosas como es debido, y son ante Dios: marido y mujer. Hoy, estoy de celebración.