15 julio, 2011

Mis conversaciones con Vega

A punto he estado de empezar una carpeta titulada “Mis conversaciones con Vega”. Por lo mucho que me distraen y enseñan. Los niños ayudan a refexionar sobre cualquier cosa. Vega es – lo recuerdo – mi nieta de cinco años y, como diría mi abuela, “es mas viva que el hambre”, o como dijo mi madre, hablando de la madre de Vega: “esta niña ve crecer la hierba”. No es extraño, sus padres son: inteligentes y “espabilados”, que son cosas distintas. Además, se nota mucho en la niña, que al salir del Colegio, se pasa todas las tardes, con su madre. Vega tiene mucha conversación porque no hay que olvidar que al referirnos a la lengua que usamos, hablamos de “lengua materna”.

El curso escolar hoy – para niños de madres que trabajan – no acaba en junio, sino en julio. Así es que al recogerla del cole el último día de clase le dije: “Vega, ¿te gusta ir al Colegio ese que vas en verano? ¿ Cómo se llama?” contestó pausada: “San Patricio” y luego siguió con la misma resignada serenidad: “ No”. Al preguntarle que porque no le gustaba contestó: “Primero porque no se pasa a Primaria, y segundo porque se va todos los días a natación y a mi no me gusta ir todos los días a natacion. A Juan, tampoco le gusta”.

Un día también al salir del cole me pregunta: “¿ A ti que te gusta más del mundo?”.Le contesté: “el sol”. Se me quedó mirando con picardía y me dijo: “ A mi, lo que más me gusta del mundo es Jesús”.
Otro día que no se a cuento de qué le dije en el ascensor que ella era pequeña, me contestó : “Todos somos pequeños, menos Jesús”. Tuve que reconocer que efectivamente así era. En “Guadalaviar” – el Colegio de Vega – procuran que las niñas, sean piadosas, que de lo mismo que decir que sean alegres. Nada propicia tanto la alegría infantil comno el tener una visión de conjunto del mundo. Quien lo probó, lo sabe.

Le conté a la madre de Vega, lo de la natación. No dijo nada, pero este año no ha apuntado a ella a los niños. Eso que se ahorra – porque nadar, nadan como peces - . Las abuelas hacemos “mucho papel”, y además lo pasamos en grande con los nietos.