Moverse entre santos

Esta noche me he desvelado. Me enteré por la tarde que Lola estaba en el Clínico con desprendimiento de retina. La operaban a la mañana siguiente. Para que saliera bien de la operación, ofrecí la noche de insomio y hambre (en la nevera me esperaba una buena horchata que no probé). Y valoré, una vez más, el alivio que supone saber que con oración y sacrificio, en virtud del Cuerpo Místico de Cristo, nos podemos ayudar unos a otros en lugar de lamentarnos estérilmente o pensar que nada podemos hacer para remediar una situación dolorosa. También pensé que está bien eso de “moverse entre santos”, que es lo que me ocurre a mí. En este caso al hablar de santos, me refiero a los que luchan por serlo. A quienes sabiéndose muy queridos por su Padre Dios, tratan de comportarse con Él como hijos cariñosos, y no se les caen los anillos por pedirle perdón, cuántas veces sea necesario, cuando se dan cuenta que deben hacerlo. A éstos santos, pertenece Lola.

Lola tendrá alrededor de los cuarenta, es profesora de un Colegio de niñas, obra corporativa del Opus Dei, y ella misma pertenece a ésta Institución de la Iglesia. Tiene además a su cargo la formación religiosa de doce mujeres mayores que ella, amén de cuidar a su madre medio inválida y de 110 kilos de peso con la que vive. . El miércoles 24 Lola nos había dicho: “tenemos que ser fuertes para pedirle al Señor que pueda apoyarse en nosotras” ( que nos mande alguna cruz para conseguir conversiones) y el miércoles 30 la operaban después del consiguiente susto. Cuando nos dijo eso me asustó oírla porque el Señor suele tomar la palabra (mi madre se ofreció ella para que la operaran de apendicitis en lugar de a mi hermana y así fue) y no estuve dispuesta a insistir mucho en esa petición. Mejor era acogerse a lo que dice San Francisco de Sales: “Nada pedir y nada rehusar” porque una cosa es coger la cruz con la alegría que uno pueda y otra pedirla. Pero bueno, el caso es que todas hemos rezado mucho por ella y Lola ha salido bien de la operación. Gracias a Dios la dejan en el Hospital hasta el lunes y podrá descansar un poco…

Coser sin hilo

Coser sin hilo es hacer un montón de cosas al día, interesantes incluso positivas cuando uno vive no como Dios quiere sino como uno quiere. Porque al final de la jornada: “aquel que se salva, sabe y el que no, no sabe nada”. No olvidemos que el Señor, cuando nos enseñó el Padre nuestro incluyó en él :”Hágase Tu voluntad así en la tierra como en el cielo”, porque, quien más quien menos, lo que quiere es apañarse las cosas a su gusto. Pequeña reflexión ésta correspondiente a la lectura de : “La tarea del Espíritu Santo” de Leo J. Trese. Buen libro.

Es, además, una lectura apropiada: ayer se celebró la Ascensión del Señor, que en realidad fue el Jueves 25: “Tres días hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Cristo y el día de la Ascensión” y el domingo que viene Pentecostés. ¿Recuerdan los dones del Espirítu Santo que estudiamos en el catecismo? A mi me salían solo seis de los siete que son . Me había olvidado¡ nada menos¡, que del Don de Consejo.

También estoy leyendo y lo disfruto “El león, la bruja y el armario”de “Las crónicas de Narnia”de C.S.Lewis y disfruto igualmente “Los ensayos andaluces” de Jose María Peman. Su lectura además de hacerme sonreír, porque Pemán tiene “duende” me ayuda a comprender mejor a mi amiga Maribel, la que me recordó el Don de Consejo, gaditana ella, alegre y contemporizadora, no porque Tartesos lo haya visto todo sino porque el amor a la verdad no debe romper el vínculo de la caridad.

Calendario

Un calendario de mesa o de pared en el que los días se van alineando unos con otros con el único resalte, de domingos y festivos es algo bastante desolador. Es casi como una cadena. Los días tienen su colorido, su ambientillo. A mi me gustan los calendarios a la antigua usanza, en los que debajo de cada guarismo viene el nombre del santo del día. Ayer, 26 de mayo, era San Felipe Neri. Suya es esta frase enardecedora: “Te doy garcias Dios mío, porque las cosas no son como a mí me gustaría”. ¿Cabe mayor tratado de optimismo en menos palabras? Mi amiga Asun tiene una weblog: “Contentos” (contentos de vivir cada día). Alguien que entró en ella me dijo: “tu amiga es bastante optimista”. Me pareció lógico. El cristiano es optimsta, aunque su biología no lo propicie, como el cielo es azul, aunque tenga nubes. El calendario de la puerta de mi nevera, que me regaló otra amiga, trae además, antes de cada mes, una parrafada, de mejora o autoayuda, que no viene mal leerla. La de este mayo que se nos va se titula : ”Amor de Madre”.Así, con mayúsculas. Entresaco algo de ella: “ …el amor de madre no sabe de domingos y festivos cuando sus hijos la necesitan. Es oración perenne implorando al cielo protección para los suyos. Es canción de cuna cuando somos pequeños, repique de gloria cuando al crecer triunfamos, añorante nostalgia cuando estamos ausentes, llanto incansable cuando nos pierde.”. Hoy, 27 de mayo, sería el cumpleaños de la mía. Rezo por ella, le agradezco haberme querido y le agradezco, infinitamente, el haberme dado una educación cristiana.

El puente del mar

El puente del mar que, en Valencia, une el llano del Remedio con la Alameda, es realmente hermoso. Hace poco he podido verlo desde arriba. Desde la planta octava del edificio Zurich, donde uno de mis hijos tiene un despacho de muro acristalado. Desde su mesa de trabajo se ve, en su pretil, el temple, de estilolo clásico, de la Virgen de los Desamparados y frente a él uno de San Vicente, no recuerdo si Ferrer o Mártir. Poder ver a una imagen de la Virgen desde donde uno se devana los sexos, no es gracia pequeña. “Santa María, sedes sapientiae, ora pro nobis”

Un 24 de mayo, festividad de María Auxiliadora, hicieron mis dos hijos, de seis y siete años y medio, su a primera comunión. Con pantalones mil rayas, y jersey azul marino se acercaron a comulgar un día de labor en una misa rezada. Su padre lo quiso así. Luego se los llevó a hacerles fotos y hay una magnífica sentados en los escalones de piedra que elevan las góticas ojivas del puente del mar. Me acordé al verlo desde arriba.

A esa Virgen del puente acudí yo a rezar con Pilar, amiga de mis hijas, cuando tendría
dieciséis años. Dos baturras, frente a la virgen de los Desamparados. Ahora, acabo de hablar con Mar, ellas, me ha conseguido un libro agotado y de paso me ha dicho que quiere ir a rezar a la Virgen, con mi hija pequeña. Tiene poco tiempo y ha elegido esa imagen por estar cerca de su librería. Son cosas que me alegran y por eso cuento.

Boda

Ayer estuve en una boda. Se casaba el hijo de una amiga de Colegio. En la misma Iglesia, años antes se habían casado antes sus padres. Ella también radiante, y él un guapo oficial al que, después de cuatro hijos, se le desarrolló una esclerosis múltiple que lo tuvo muchos años primero en una silla de ruedas y finalmente en la cama. Una vez mi amiga, al mirar las dos la bonita foto de boda enmarcada en plata sobre la mesita del recibidor, en la que ambos firman el contrato matrimonial, me dijo: “¡Que poco imaginaba lo que suponía firmar ese papel¡” No lo decía con acritud. Quería a su marido. Se educó en un tiempo en que el matrimonio era para toda la vida. Se sabía poco de sexo. Se sabía querer.

Cuando los novios pasaron a saludar a nuestra mesa, alguien les dijo: “¡Es para siempre¡”.Él contestó: “Sí, he tenido muy buen ejemplo en casa”. Miré a la grácil novia y a los gordos comensales. Un banquete de boda, para alguien sensible, resulta siempre algo deprimente Pensé en el banquete del cielo, dónde no habrá ni ordinariez ni grasa y donde la conversación será interesante. Desde allí nos contemplaría Antonio.

Al salir cogí un taxi. El taxista era buen conversador. A él las bodas no le gustaban, procuraba escaquearse. Ahora se casaba su hija y no podía. Entre ella y su mujer lo estaban arruinando. Él se separó de joven, a los treinta y tantos. Pero había vuelto con ella. Había ido con otras mujeres pero se había dado cuenta de que todos las mujeres son lo mismo y todos los hombres también. Habíamos llegado a casa, al fin podía quitarme las galas de Cenicienta.

El "Código da Vinci"

Abordar un tema triste, es triste pero a veces hay que hacerlo. Está en juego la salud moral de la gente, que a fin de cuentas hermanos nuestros son. La libertad de expresión, algo magnífico, sirve a veces, y ésta es una, para exhibir basura, alimentar el morbo, desaguar la propia desesperación o falsear la verdad. En este caso la verdad de una historia en la que nos va mucho.

La historia de Jesucristo que siendo la segunda Persona de la Santísima Trinidad, se encarnó y se hizo hombre para redimirnos del pecado y abrirnos las puertas del cielo. Una historia, que además de afectarnos personalmente a cada uno de nosotros: todos tenemos parte en la cruz de Cristo, ha dejado en el mundo, a lo largo de mas de veinte siglos, una estela de santos que son los auténticos. hacedores de la historia: el primer asilo de ancianos en el mundo, por ejemplo, lo fundó en París Santa Luisa de Marillac en el siglo XVII. Mujer que fue en el París de Corneill del Rey Sol, para los desheredados de toda índole, incluidos los galeotes, lo que Teresa de Calcuta en el XX. Leer vidas de santos es, además de estimulante, estar en la realidad de las cosas.

Pero ¿qué importa que se hieran los sentimientos religiosos más profundos de miles de personas si primero se forra el Señor Dan Brown autor del libro y luego la Sony Columbia productora de la película?

La biblioteca de Alejandría

Decía Borges que cada trescientos años habría que quemar la biblioteca de Alejandría. No sé. Es una frase, que como ta,l no deja de encerrar su semillita de verdad. El poder de las frases..Imantan. Agarran a uno por la punta y tiran de él. Elijo dos entre las que me prendieron a mi. De San Josemaría Escrib, beatificado el 17 de mayode 1992:

“Hay que envolver el mundo en letra impresa”
“ Coge las rosas y pínchate con las espinas”

Me gustan también esos versos de Rafael Alberti
“ ¡Que dolor de papeles, que ha de barrer el viento¡
¡”Que tristeza de tinta, que ha de borrar el agua¡”

Mi amiga Mary Luz esta deshaciendo su completa biblioteca familiar. Allí acudimos a llevarnos libros. Ella dice: “Quiero espacio, cuando quiera leer algún libro me lo compraré”.Mi amiga Mary Luz sospecha que con el Nuevo Testamento y algunos santos vivos que por ahí circulan hay más que suficiente.
Ayer fue el aniversario de mi primera comunión, quise escribir. Imposible, trabajé como una negra.

los gozos y los días

Ayer era la Virgen de Fátima. Al levantarme llamé por teléfono a una amiga a la que hace tiempo que no veía, y en cuanto reconocí su voz empecé a cantar alegremente:
“El trece de mayo la Virgen María / bajó de los cielos a Cova de Iría”. Y contesta con voz grave: “hoy murió Nicolás”. Ella amaba a Nicolás, su marido. En fin…

Hoy es la Virgen de los Desamparados. Tengo la cabeza en la procesión de esta tarde: La preciosa imagen de la Virgen, “la geperudeta”, entrando por la puerta románica de la catedral entre nubes de incienso con el hermoso rosetón al fondo o atravesando Caballeros o Bolsería entre una lluvia de pétalos de rosas. Es mucho Valencia en el día de su patrona. Entonces, mas que nunca los valencianos son “valencianos de alegría” y más que nunca yo soy, “aragoneses de casta”. Cantaré una jota que demuestra que en amor a la Virgen, unos y otros estamos empatados: : “ La Virgen del Pilar es / la que más altares tiene / porque no hay aragonés / que en su pecho no la lleve”.

Mi amiga Asun tiene ya su “ weblog”, empujada por el entusiasmo que siento yo por la mía. Aún no he entrado en ella pero conozco a Asun hace muchos años, es una pequeña gran chica. Seguro que vale la pena oírla.

http.// contentos.blogspot.com

Pasó nueve meses en un zulo

Bosco Gutierrez, arquitecto mexicano, tenía treinta y tres años y siete hijos en 1990 cuando al salir de misa lo raptaron y pasó nueve meses en un zulo de tres metros de ancho por uno de largo y casi dos de alto, con un excusado al fondo, y como acompañamiento sonoro permanente , una cinta musical a fuerte volumen para que no pudiera identificar ningún ruido del exterio. En todo ese tiempo la comunicación con sus secuestradores fue por escrito.
Tuve la suerte de ver un dvd en el que micrófono en mano, Bosco cuenta su excepcional aventura de la que consiguió escapar un 12 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe en México, sus padres de niño lo habían llevado siempre ese día a la Villa.
Dice que se encomendó a Josemaría Escrivá, a la Virgen y al Espirítu Santo y afirma: “Cuando doy una conferencia, no vengo a contar un secuestro, sino a contar una experiencia espiritual que me ofreció una segunda oportunidad para vivir más intensamente”.
Celebró la Navidad más feliz de su vida con sus secuestradores:rezó, les leyó el evangelio y se dieron la mano. Algo más contaré de este asunto.

Como la leche

“Yo no se como Dios te tejió en mis entrañas…” dijo la madre de los Macabeos al último de sus hijos, para confortarle en la fe de Abraham y que acepara la muerte, como sus seis hermanos mayores, antes de sacrificar a los ídolos. Y le habla de que si es fiel, ese mismo Dios lo resucitará. Lo tejerá de nuevo. Bello y antiguo testimonio de cómo la fe se transmite en familia. Y de como esa transmisión no se hace sin el sacrificio de los padres. No sale sola. Sale con dolor, como se amamanta muchas veces. Los hijos reciben la fe de la madre, no solo porque los lleva a bautizar con presteza, sino porque al traerlos al mundo, alimenta sus almas como alimenta sus cuerpos. El que no me ocupe ahora de la importancia que la fe del padre tiene en la transmisión de la fe a los hijos, no quiere decir que no crea en ella. En la pre- adolescencia, el padre, con su sombra, con el estar ahí, con su prestigio, la afianza y confirma la fe de los hijos. Pero la fe de la madre es decisiva y deja huella imborrable. Hemos leído en muchas vidas de santos y hombres célebres: “su madre era una mujer muy religiosa”. Pongo el ejemplo de Romano Guardini: “ Se abrió a las prácticas religiosas, sobre todo por influjo de su madre, que se esmeró en comunicarle un profundo respeto por las realidades sagradas. El mismo cuenta como su madre, al volver de comulgar en la iglesia, se apresuraba a darle a él y a sus hermanos un beso especialmente sentido. En ese gesto veía el pequeño Romano una clara voluntad de vincularles de alguna forma al ámbito de lo sacro en el que ella acababa de participar e modo intenso.” ( A. López Quintás, “Cuatro filósofos en busca de Dios”)

Mermelada de tomate

Uno de los encantos que tenían los veranos de Samper era desayunar con la exquisita mermelada de tomate que año tras año fabricaba la tía Pilar. Otro sentarse a una mesa bien puesta, de rico mantel y cubertería de plata, hasta con cubiertos de postre, lujo éste inaudito e impensable para mi hermana y yo cuando éramos niñas. Y no puedo dejar en el tintero, es un decir, la delicia que suponía meterse en una cama de sábanas blancas de puro algodón, con embozo bordado, quizá con las letras P y G entrelazadas, iniciales de Pilar Gimeno, la hermana de mi madre. Porque en casa de la tía Pilar las sábanas se planchaban, como se comía siempre a las dos: sopa, tomatada (ensalada de tomate, pepino cebolla y olivas de Alcañiz) , y chuletas de cordero de riñonada y a veces como complemento alguna clase de tortilla. Cenar se cenaba a las nueve en punto y en la cena no podía faltar ninguna noche la verdura y la tortilla francesa. Las horas de las comidas eran respetadas rigurosamente porque en esto como en todo, el marido de la tía Pilar, D.Luis Bueno que en gloria está ( murió el 12 de agosto de 1971, como Santa Luisa de Marillac, nació el 12 de agosto de 1591) sin necesidad de alzar la voz llevaba fuertemente el timón de su casa, su siesta era sagrada y las comidas y el orden de la casa grato. Tía Pilar solo tenía una chica de servicio pocas horas. El “servir” en su casa, una escuela para la vida. Su recuerdo de digna y discreta dedicación al hogar, inolvidable.

EL futuro es Asia

A mi hijo Juan, que acaba de cumplir 38 años y acaba de volver a España, le ha escrito un amigo boliviano, que conoció en Ann Arbor, diciéndole que ya no está en condiciones de divisar el futuro desde el extremo de un mástil ( Juan fue marinero de “La Pinta” cuando el Quinto Centenario del descubrimiento de América), que se compre camisas y corbatas y “siente la cabeza” con el matrimonio, casándose con una chica de su mismo barrio.

Siempre me ha fastidiado que la gente no conciba otra manera de sentar la cabeza que el matrimonio. Dicho en otras palabras: que la gente no considere, para un varón, la posibilidad de vivir el celibato apostólico por el reino de los cielos. “ Por Cristo y por los demás, hazte cura”, reza un cartel a la entrada de mi parroquia. Es una frase con “garra”. Lástima que muchos jóvenes no frecuenten la parroquia.

Mi hijo Juan, que tras su estancia en la India, ha publicado dos libros sobre antropología budista: “Nagarjuna” (Fundamentos de la vía media) y “La palabra frente al vacío”. Este segundo título, muy sugerente para quien esté familiarizado con el evangelio de San Juan. En esto de los títulos, se encierran a veces grandes intuiciones conscientes o no. Muchos están de acuerdo en que “el futuro es Asia”. La frase es de Juan Pablo II. Ha poco que hemos celebrado el Quinto Centenario del nacimiento de San Francisco Javier, que estuvo en Kerala. Allí le robaron a Juan su mochila con documentos, dinero, libros y El Quijote, que se había llevado de mi biblioteca.

La vida, nada menos

Cuando era joven, conocí a un hombre que había leído “Los novios”, poco a poco, en los trayectos de metro de Madrid. Yo lo leí no hace demasiado. Aún no conocía a Alessandro Manzoni. He aquí una de las catas de un libro que merece leerse y que , por su honradez, yo dedico a mi padre.

“ … (Federico Borromeo 1564) escuchó desde la niñez esas palabras de abnegación y humildad, esas máximas sobre la vanidad de los placeres, sobre la injusticia del orgullo, sobre la verdadera dignidad y los verdaderos bienes, que sentidos o no sentidos en los corazones, se transmiten de una generación a otra, en la más elemental enseñanza de la religión. Escuchó, digo esas palabras, esas máximas, las tomó en serio, las apreció, las encontró verdaderas y que no podían ser verdaderas otras palabras y otras máximas opuestas que también se transmiten de generación en generación, con la máxima seguridad y a veces con los mismos labios; y se propuso tomar por norma de los pensamientos y de las acciones las que eran verdad. Persuadido de que la vida no está destinada a ser un peso para muchos y una fiesta para algunos, sino para todos un empleo, del que cada uno tendrá que dar cuenta, comenzó desde niño a pensar en como podía hacer santa y útil la suya”

Algunas líneas sobre el infierno

Copio, sobre este comprometido tema, unas palabras de San Agustín:
“ En vano muchísimos, llevados de cierta compasión humana, creen que las penas del infierno no han de ser eternas y hablan de suavizar las afirmaciones inflexibles de la Escritura por impulso propio o inclinándose a opiniones menos rigurosas , pues creen que han sido formuladas con el fin de atemorizar más bien que con el de decir la verdad (...) de los condenados dijo (Jesucristo) y éstos irán al suplicio eterno para que de igual modo no se crea que ha de tener fin alguna vez la felicidad de aquellos de quienes se dijo: más los justos a la vida eterna” (Enquiridon IV)

Como se ve desde siempre, San Agustín es del siglo IV, la existencia del infierno ha tratado de ser negada, pese a las numerosas veces que en los evangelios Jesucristo habla de él. Hay en “Camino”unas palabras de San Josemaría a propósito del infierno, son éstas: “ Hay infierno – Una afirmación que para ti tiene visos de perogrullada. – te la voy a repetir: ¡hay infierno¡. Hazme tu eco, oportunamente, al oído de aquel compañero…y de aquel otro.”

Eco he hecho, no se si oportunamente. De todas formas, uno va al infierno si se empeña en ir. Dios hace todo lo posible para que eso no ocurra pero respeta nuestra libertad. No somos marionetas.