El "Código da Vinci"

Abordar un tema triste, es triste pero a veces hay que hacerlo. Está en juego la salud moral de la gente, que a fin de cuentas hermanos nuestros son. La libertad de expresión, algo magnífico, sirve a veces, y ésta es una, para exhibir basura, alimentar el morbo, desaguar la propia desesperación o falsear la verdad. En este caso la verdad de una historia en la que nos va mucho.

La historia de Jesucristo que siendo la segunda Persona de la Santísima Trinidad, se encarnó y se hizo hombre para redimirnos del pecado y abrirnos las puertas del cielo. Una historia, que además de afectarnos personalmente a cada uno de nosotros: todos tenemos parte en la cruz de Cristo, ha dejado en el mundo, a lo largo de mas de veinte siglos, una estela de santos que son los auténticos. hacedores de la historia: el primer asilo de ancianos en el mundo, por ejemplo, lo fundó en París Santa Luisa de Marillac en el siglo XVII. Mujer que fue en el París de Corneill del Rey Sol, para los desheredados de toda índole, incluidos los galeotes, lo que Teresa de Calcuta en el XX. Leer vidas de santos es, además de estimulante, estar en la realidad de las cosas.

Pero ¿qué importa que se hieran los sentimientos religiosos más profundos de miles de personas si primero se forra el Señor Dan Brown autor del libro y luego la Sony Columbia productora de la película?