Viernes de Dolores

Sí, ya se que fue ayer pero se me fue el día sin poder escribir una letra y no quiero dejar en el tintero unas hermosas palabras del Via crucis del Papa dedicadas a la Véronica. Es la mujer y no el hombre a excepción del apóstol Juan, quienes acompañán al Señor durante la Pasión. Ahí está la grandeza de la mujer: permanecer, sin remilos junto al sufrimiento de quienes queremos, o podemos querer.

LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS

“Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro (Sal 26,8-9) Véronica – Berenice, según la tradición griega – encarna este anhelo que auna a todos los hombre piadosos del Antiguo Testamento, anhelo de todos los creyentes de ver el rostro de Dios. Ella, en principio, en el Via crucis de Jesús no hace m´sas que prestar un servicio de bondad femenina: ofrece un paño a Jesús. No se deja contagiar ni por la brutalidad de los soldados, ni inmovilizar por el miedo de los discípulos. Es la imagen de la mujer buena, que, en la turbación y en la oscuridad del corazón, mantiene el brío de la bondad, sin permitir que su corazón se obscurezca. “Bienaventurados los limpios de corazón – había dicho el Señor en el Sermón de la Montaña - , porque ellos verán a Dios (Mt 5,8) Inicialmente, Véronica ve solamente un rostro maltratado y marcado por el dolor. Pero el acto de amor imprime en su corazón la verdadera imagen de Jesús: en el rostro humano lleno de sangre y heridas, ella ve el rostro cde Dios y de su bondad, que nos acompaña también en el dolor más profundo. Unicamente podemos ver a Jesús con el corazón. Solamente el amor nos deja ver y nos hace puros. Solo el amor nos permite reconocer a Dios que es el amor mismo:”

( Joseph Ratzinger, Via crucis – meditación y oración – EDICEP)

Ayer, Viernes dee Dolores, dieron el alta a mi nieto Alejandro. Con la intervención ha crecido mucho. Está guapo y espigado. Le dije al verlo que a él el valor no se le supone, está acreditado. Fue un día bonito que empezó madrugando, recibiendo una bronca, y rezando mucho.

Santa Rita de Casia

Ví en televisión, en la “13” la película – cadena que conviene tener sintonizada y echarle un ojo a las 22, 10 por que hay a veces películas estupendas - “Santa Rita de Casia”. La dirige Giorgio Capitani y la interpreta una mujer preciosa: Vittoria Belvedere. Me he gastado 15 euros en comprarla, para que la viera mi nieta Marta. Me compensa de ellos el que tenga en su archivo la historia de una mujer santa que sufrió mucho en su familia: su marido - no es que no la quisiera - era un hombre débil dominado por su familia enzarzada en luchas y venganzas al que ella ayudó con todas sus fuerzas, y a su muerte, pérdió a sus dos hijos. La película tiene tirón y no solo por la belleza de la protagonista. En ella se ve la verdad de ese refrán que decía mi madre: “Si santo quieres ser, los de casa te han de hacer”

De niña, las estampas de Santa Rita de Casia, entonces frecuentes, se puede decir que me repelían: una monja, con la llaga en la frerente y el crucifijo en la mano. Olvidé a Santa Rita, no era lo mío. Luego, cuando mi marido – novio entonces – estudiaba Arquitectura en Madrid me escribía que iba con frecuencia antes de ir a la Escuela, a oír misa de ocho a la Iglesia de Santa Rita. Deseaba que yo la viera: “era una iglesia moderna”. Cuando fui a verlo a Madrid, oímos misa en ella. La estatua, para mi gusto grande y fea de Santa Rita, vestida de monja – como si no hubiera sidio santa hasta entonces – tenía por fondo de pequeñas bolas de madera parecidas a bellotas. Siguió sin gustarme. De todas formas el viaje a Madrid fue una gozada, no ajena a ella, el empezar el día oyendo misa juntos.

Después de tantos años, Santa Rita ha vuelto a mi vida interpretada por una hermosa mujer que ama a su marido y lucha y consigue que muera en gracia de Dios. Santa Rita se ha hecho amiga mía. Además: “Rita” es casi “Rosita”.
en la “13” la película – cadena que conviene tener sintonizada y echarle un ojo a las 22, 10 por que hay a veces películas estupendas - “Santa Rita de Casia”. La dirige Giorgio Capitani y la interpreta una mujer preciosa: Vittoria Belvedere. Me he gastado 15 euros en comprarla, para que la viera mi nieta Marta. Me compensa de ellos el que tenga en su archivo la historia de una mujer santa que sufrió mucho en su familia: su marido - no es que no la quisiera - era un hombre débil dominado por su familia enzarzada en luchas y venganzas al que ella ayudó con todas sus fuerzas, y a su muerte, pérdió a sus dos hijos. La película tiene tirón y no solo por la belleza de la protagonista. En ella se ve la verdad de ese refrán que decía mi madre: “Si santo quieres ser, los de casa te han de hacer”

De niña, las estampas de Santa Rita de Casia, entonces frecuentes, se puede decir que me repelían: una monja, con la llaga en la frerente y el crucifijo en la mano. Olvidé a Santa Rita, no era lo mío. Luego, cuando mi marido – novio entonces – estudiaba Arquitectura en Madrid me escribía que iba con frecuencia antes de ir a la Escuela, a oír misa de ocho a la Iglesia de Santa Rita. Deseaba que yo la viera: “era una iglesia moderna”. Cuando fui a verlo a Madrid, oímos misa en ella. La estatua, para mi gusto grande y fea de Santa Rita, vestida de monja – como si no hubiera sidio santa hasta entonces – tenía por fondo de pequeñas bolas de madera parecidas a bellotas. Siguió sin gustarme. De todas formas el viaje a Madrid fue una gozada, no ajena a ella, el empezar el día oyendo misa juntos.

Después de tantos años, Santa Rita ha vuelto a mi vida interpretada por una hermosa mujer que ama a su marido y lucha y consigue que muera en gracia de Dios. Santa Rita se ha hecho amiga mía. Además: “Rita” es casi “Rosita”.

De rodillas

Hoy, so capa de modernidad, democracia, o vaya usted a saber qué, se confunde la gimnasia con la magnesia y se omite entre los fieles el dar a Dios, el culto debido. Me explicaré: se trata, por distintos medios de omitir la posición de rodillas en la Iglesia, tanto en la consagración, como inmediatamente después de comulgar, o simplemente cuando queremos dar mayor fuerza a nuestra oración. En definitiva, frente al Señor, debemos: colocarnos en nuestro sitio, porque lo cierto es que con todos los logros de la tecnología, habidos y por haber, lo cierto es que Dios sigue siendo Dios y el hombre sigue siendo hombre. Esto lo tenía muy claro Oscar Wilde cuando contrito de sus culpas, escribía desde la carcel de Reading: “Nunca es el hombre más grande que cuando está de rodillas”. Frase, sino para esculpir por lo menos para recordar. El gesto de ponerse de rodillas – como nos recuerda Benedicto XVI, está intimamente unido a la naturaleza de la oración. Es claro que hay quienes por el estado de sus rodillas tendrán que permanecer de pié, pero a juzgar por lo que se ve en la Iglesia, quienes tienen problemas con la rótula son legión y bien pudiera ser que quienes desde mozos están acostumbrados a arrodillarse, vean el perfecto estado de sus rodillas hasta el resto de sus días. Perder el sentido de lo sagrado, como alguna vez he dicho, es un gran empobrecimiento para el hombre. Recemos porque los sacerdotes sean santos: necesitamos que así sea.

Entre libros anda el juego

Esta noche, desde las cinco sin sueño - desvelo , que he ofrecido porque la meditación de hoy a las 8,30 de la tarde se llene de gente joven - he recordado los títulos dos libros que leí sobre los ocho o nueve años. Uno por indicación paterna: “Modelos de santidad” y otro: “Héroes” que leíamos en el Colegio.

Del primero, que no recuerdo nada en absoluto, salvo dos nombres de santos: San Estanislao de Kovska, y San Gabriel de la Dolorosa, quizá del primero por exótico y el segundo porque eso de la Dolorosa dá su repelus, o quizá porque luego ese sería uno de los seis nombres que lleva el padre de mis hijos. Del segundo: al Cid Campeador, desterrado y sediento por tierras de Castilla porque haber pedido juramento, en Santa Gadea de Burgos, al Rey Alfonso que éste no había tenido arte ni parte en la muerte de su hermano. También me acompaña en mis recuerdos una difusa azaña entre nieve y montañas del Viejo Tolpe: un perro de San Bernardo. Me hubiera gustado encontrar alguno de los dos en la Feria del Libro.

Me traje, sin embargo, “Marcelino Pan y Vino”. Película que en su día le puse a mi nieta Belén de ocho años y le encantó. Y a mí oírla canturrear después: “…con el sol se acuesta el niño / con el sol se levantará”. “Marcelino Pan yVino” (cuento de padres a hijos) de José María Sánchez Silva, se escribió en 1952 y desde esa fecha hasta 1968 ha tenido diecisiete ediciones en España,tres en Estados Unidos, dos en Francia, dos en Irlanda, siete en Alemania,una en Bélgica, cuarenta y cinco en Italia,una en Holanda, una en Islandia, tres en Méxicio, una en Grecia, cuatro en Portugal, una en Brasil, una en la India, una en Uruguay y una en Japón.
Al autor que dedica el libro : “a mi hija Sara, religiosa de la Compañía de María en un convento de Rioja”, se le impuso la Gran Cruz de Alfonso Xel Sabio y obtuvo la Medalla Andersen por el conjunto de su obra.

EStoy contenta

Al abrir el correo he encontrado dos comentarios de “misael” a dos entradas mías, me ha alegrado. Es verdad lo que dice de que no suelo hacer alusión a comentarios, cuando se producen, pero los agradezco. Es que tengo demasiadas cosas que compartir y el tiempo es breve, como dijo Séneca, en aquel opúsculo que leí de moza y que no se lo qué ha sido de él. Pero todos necesitamos de todos. Quien escribe, necesita lectores y, de alguna forma sabe que los tiene, por eso escribe. Me encanta leer, aunque siempre lo he sabido, que hago bien con mis entradas. Trato de ayudar, porque recibo ayuda. Contaré un secreto: como el ordenador tarda un ratito a abrir el programa, hace años que mientras lo hace, rezo un “Acordaos” por todos aquellos que entran en mi blog. Alguien me dijo: “ ¡Reza por la gente que entre en tu blog¡” y yo, de esa forma, dí forma a esa idea.

Estoy contenta desde que he venido del curso de retiro. Dios paga con creces el que pasemos tres días viviendo bajo su techo. Hay que reconocere que es un magnífico anfitrión. En “La Lloma” o en cualquier otra casa de Cursos de Retiro del Opus Dei, se cura el alma.

Hoy, festividad de San José, Patrono de la Iglesia Universal, Maestro de oración, Patrono de la buena muerte… y, nombrado por mí, patrono de los esposos, para que sean fieles. Me voy a misa de 11 que es por mi tía Pilarín. Murió un día de San José y yo me alegré de la coincidencia porque San José es también patrón de vírgenes y mi tía Pilarín, como tantas y tantas solteras buenas de antaño, lo era.

Sin comentarios

Aquí nadie dice “esta boca es mía”, lo cual no deja de ser desestimulante. No obsatante – así rima en consonante – seguiremos en la brecha. A veces, como ahora, utilizamos el plural, como los Obispos. Es una prueba de que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, de la Trinidad. Porque, no olvidemos, que en Dios hay tres Personas en un solo Dios verdadero. Y si aceptar esta realidad, que conocemos por revelación, es un misterio - lo cual no constituye mayor dificultad porque no vamos a ser tan fatuos de pretender comprender a Dios - , ese misterio se aclara un poco, solo un poco, cuando revisamos – quien esté en condicioines de hacerlo – nuestro concepto de persona y de sustancia. Que estó me quedó a mi muy clarito cuando leí al bendito Sheed en “Teología y Sensatez”. Sí, Dios es una familia: un Padre, un Hijo y el Amor entre ambos. Podría seguir, pero ya he revelado la fuente de mi conocimiento.

Comentando esta ausencia de soledad de Dios,escribió Padre Cué, sJ, una canción, que a veces del, de la que solo recuerdo algunos trozos, que a veces, cuando era moza, cantaba desaforadamente por el pasillo de mi casa, para dar rienda suelta a mi alegría. Los escribiré, por si hago cantar con ellos a alguno de mi quinta, que hay que ver lo que eso relaja.

“Dios Padre no es un solterón, Dios Padre nunca está aburrido y vive de muy buen humor” (…) “Ya sale la luna y salpicón de estrellas, nos dejó sus hüellas, nos lanzó tras Él” (…) “Por tantas culpas secretas pido público perdón: Señor yo he sido un ladrón, consumado, de violetas”

Bueno y con esto y un bizcocho…

Las bodas

Mis padres se casaron el 6 de marzo de 1939 a las siete y media de la mañana en la Iglesia de Santa Engracia de Zaragoza. Junto a ellos se casaban también Pilar y Luis, ella hermana de mi madre. Los cuatro iban lle vestidos de calle, eran tiempos de guerra…Los dos matrimonios fueron felices, los dos matrimonios sufrieron, pero ambos llegaron juntos hasta el final del camino. Antes se sabía que en la vida se sufre, casado, soltero o viudo. ent

Mi hija mayor, Marta se casó el 13 de Febrero de 1998 en la hermosa Iglesia gótica (1238) de San Juan del Hospital a las 8 de la tarde. La novia, con un traje de seda natural, color marfil, línea princesa estaba realmente preciosa. Avanzó hacia el altar, cuajado, de tulipanes, sonriente y segura de sí. Cuandolos novios llegaron al altar, desde mi sitio, mientras paseaba la vista, por los muros de la Iglesia, tropecé con el Vía crucis: una ristra de 14 crucecitas pequeñas, colocadas a lo largo de la nave. Todo un símbolo, pensé. La cruz, siempre está en toda vida: cinco años le costó a Marta quedarse embarazada…, cuando lo consiguió – el médico no le había dado ninguna esperanza- ya había adoptadop dos niños rusos…Pero antes, en su primer día de casada se celebraba la festividad de los santos Cirilo y Metodio que son quienes llevaron la fe en Jesucristo a los pueblos eslavos..

Mi segunda hija Fe se casó el 11 de febrero del año 2000 en la capilla, cubierta de tapices del siglo XV, de la Inmaculada Concepció de la Iglesia del Patriarca ( San Juan de Rivera). Una pareja joven, atractiva y con un noviazgo limpio, como el de su hermana, recibieron la bendición de Dios el día de la Virgen de Lourdes al pie de una imagen de la Inmaculada. La Virgen en Lourdes, cuando Bernardette, le preguntó quien era, contestó:
“Yo soy la Inmaculada Concepción”. Andando los años a mi yerno le hicieron con éxito un trasplante de pulmón…Antes habían ido los dos a Lourdes a pedirle a la Vigen que saliera bién la operación.

La cruz está ahí, en toda vida. Que importante es saberlo. Que importante también que consciente de ello quien se casa, vaya humildemente a hacerlo ante Dios. “Porque Tu eres Señor, mi fortaleza”

Mientras esto escribía me ha llamado Marta para decirme que el 26 de marzo operan a su hijo Alejandro, 13 años, de la espalda… Rezaremos.
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Sobre el orgullo

“El orgullo es esencialmente competitivo. Basta con que alguien nos iguale en méritos para que nos sintamos inquietos, desangelados. “El orgullo –observa Lewis – no deriva del placer de poser algo, sino solo de poseer algo má de eso que el vecino. Decimos que la gente está orgullosa de ser rica, inteligente o guapa pero no es así. Cada uno está orgulloso de ser más rico , más inteligente o más guapo que los demás. Si los deemás se ihicieran igualmente ricos , inteligentes o guapos no habría nada de que estar orgullosos: el placer de estar por encima de los demás. Una vez que el elemento de competición ha desaparecido, el orgullo desaparece (…) casi todos los males del mundo que la gente atribuye a la codicia o al egoísmo son, en mayor medida, el resultado del orgullo.” Y continúa diciendo el autor de “Amor y autoestima”: “ …además de competitivo, el orgullo es cegador: pone gafas y distorsiona la realidad. El orgullo introduce falsedad tanto en la percepción de uno mismo, como en la percepción de los demás.”

Ya decía Santa Teresa de Jesús que ser humilde es andar en la verdad.

“La Lloma” 2012

Un año más he tenido la suerte de pasar tres días en “La lloma” haciendo un curso de retiro espiritual. Creo que las veintiuna mujeres, de todas las edades , que lo hemos hecho, hemos salido conmovidas y queriendo querer más al Señor, con obras. Como siempre, los ratos libres he procurado leer “de gorra” los buenos libros que allí había.

Lo que ahora transcribo, de “Amor y autoestima”, de Michel Esparza. Ed. por Palabra versa sobre la mentira:

“A veces pienso – dice la protagonista de una novela de Carmen Martín Gaite – que se miente por la incapacidad de pedir a gritos a los demás que te acepten como eres. Cuando te resistes a confesar el desamparo de tu vida, ya te estás disfrazando de otra cosa, le cojes el tranquillo al invento y de ahí en adelante es el puro extravío, no parar de dar tumbos con la careta puesta, alejándote del camino que podría llevarte a saber quien eres (..). Cada vez me doy más cuenta, sed dec aprecio o como lo quieras llamar.” La careta de la mentira solo desaparece ante quien nos quiere de verdad. Solo entonces nos comportamos de un modo espontáneo. Sin duda si conociéramos a fondo el amor de Dios desde nuestra infancia, y viviéramos de continuo en su presencia, no haríamios tanta comedia a lo largo de nuestra vida.”

Y yo me digo: cuando miente con frecuencia un hijo nuestro o un nieto, ¿no deberíamos preguntarnos por la calidad de nuestro cariño por él? Los padres debemos siempre querer, sin cálculos, a fondo perdido. Sin que ese cariño nuestro deba ser comprado, o mantenido, por la falsedad del sujeto al que queremos, que como nos quiere a su vez está temeroso de no responder con su carácter a nuestras espectativas.

Eligiendo

No es que no tenga cosas bonitas que contar de mi propia vida, que gracias a Dios van goteando en ella, y me apena también no dejar constancia de ideas felices a las que por falta de tiempo no doy forma, pero ayer encontré en “Orar con Juan Pablo II” – libro imprescindible – dos puntos sobre la oración que no tengo más remedio que transmitir. “¡Ay de mí si no evangelizara¡ que decía San Pablo¡”. Son éstos:

“ La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por tanto no podemos menos de abandonarnos en Él nuestro Creador y Señor con plena y total confianza:”

“ Debemos orar también porque somos frágiles y culpables. Es preciso reconocer humilde y realistamente que somos pobres criaturas con ideas confusas, tentadas por el mal, frágiles y débiles con necesidad continua de fuerza interior y de consuelo.”

Como ya es sabido: creo que se nota, a mí el leer estas cosas, me ponen de pié. Cuando habla un santo hay que oírle, o leerle. ¡Que tontorrona resulta a su lado tanta literatura preciosista que si te descuidas te sumerge en una atmosfera de sensualidad, y aunque no llegue la sangre al río, te hace perder un tiempo precioso…

Apropósito de una cita de Ronal Knox

De joven leí “El torrente oculto” de Ronald Knox. Lo recuerdo con cariño. Era un libro ameno. Ya de abuela conocí datos de la trayectoria vital dee Knox, en “Escritores conversos” de Joseph Pearce, en el que habla también de Evelyn Waught, Benson, Graham Greene, Sayers, Chesterton, T.S Elliot.. y tantos otros…Enlazados unos con otros muchas veces no solo por compartir un tiempo histórico sino porque la conversión al catolicismo de uno de ellos, traía aparejada la de otro. Se veía, una vez más como toda conversión trae cola. Realidad ésta estimulante que nos hace ver que no somos un verso suelto.

Hace pocos días, leyendo el tomo de “Hablar con Dios” de Fernández Carvajal correspondiente al tiempo de Cuaresma, me encontré y me alegró el encuentro, con esta cita de Ronald Knox a propósito de las tentaciones de Jesús, que comparto:

“Las tentaciones de Nuestro Señor son también las tentaciones de sus servidores de un modo individual. Pero su escala es, naturalmente, diferente: el demonio no va a ofreceros a vosotros y a mí – dive Knox – todos los reinos del mundo. Conoce el mercado, y como buen vendedor , ofrece exactamente lo que calcula que el comprador tomará. Supongo que
pensará, con bastante razón, que la mayor parte de nosotros podemos ser comprados por cinco mil libras al año, y una gran parte de nosotros por mucho menos. Tampoco nos ofrece sus condiciones de modo tan abierto, sino que sus ofertas vienen envueltas en toda especie de formas plausibles. Pero si ve la oportunidad no tardará mucho en señalarnod a viosotros y a mí cómo podemos conseguir aquello que queremos si aceptamos ser infieles a nosotros mismos y, en muchas ocasiones si aceptamos ser infieles a nuestra fe católica.” (R. Knox : “Sermones pastorales)

Al margen de nuestra personal experiencia en tentaciones, hoy tristemente vemos muchas familias rotas por las “Margaritas” con las que Mefistófeles, tienta a los Faustos desengañados de la vida.. Éstos, no son irreecuperables: Cristo mismo irá en busca de la oveja peredida. ¡Qué lástima que no se hable más del demonio en la predicación aque escuchamos¡.Quizá disminuyeras el número de los incautos¡