31 marzo, 2012

Viernes de Dolores

Sí, ya se que fue ayer pero se me fue el día sin poder escribir una letra y no quiero dejar en el tintero unas hermosas palabras del Via crucis del Papa dedicadas a la Véronica. Es la mujer y no el hombre a excepción del apóstol Juan, quienes acompañán al Señor durante la Pasión. Ahí está la grandeza de la mujer: permanecer, sin remilos junto al sufrimiento de quienes queremos, o podemos querer.

LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS

“Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro (Sal 26,8-9) Véronica – Berenice, según la tradición griega – encarna este anhelo que auna a todos los hombre piadosos del Antiguo Testamento, anhelo de todos los creyentes de ver el rostro de Dios. Ella, en principio, en el Via crucis de Jesús no hace m´sas que prestar un servicio de bondad femenina: ofrece un paño a Jesús. No se deja contagiar ni por la brutalidad de los soldados, ni inmovilizar por el miedo de los discípulos. Es la imagen de la mujer buena, que, en la turbación y en la oscuridad del corazón, mantiene el brío de la bondad, sin permitir que su corazón se obscurezca. “Bienaventurados los limpios de corazón – había dicho el Señor en el Sermón de la Montaña - , porque ellos verán a Dios (Mt 5,8) Inicialmente, Véronica ve solamente un rostro maltratado y marcado por el dolor. Pero el acto de amor imprime en su corazón la verdadera imagen de Jesús: en el rostro humano lleno de sangre y heridas, ella ve el rostro cde Dios y de su bondad, que nos acompaña también en el dolor más profundo. Unicamente podemos ver a Jesús con el corazón. Solamente el amor nos deja ver y nos hace puros. Solo el amor nos permite reconocer a Dios que es el amor mismo:”

( Joseph Ratzinger, Via crucis – meditación y oración – EDICEP)

Ayer, Viernes dee Dolores, dieron el alta a mi nieto Alejandro. Con la intervención ha crecido mucho. Está guapo y espigado. Le dije al verlo que a él el valor no se le supone, está acreditado. Fue un día bonito que empezó madrugando, recibiendo una bronca, y rezando mucho.