Otra vez sin carné
Es la segunda vez en poco tiempo que me roban el D.N.I. Paciencia. En la primera se llevaron el bolso entero y ahora me han quitado mi flamante, y casi intacta agenda de piel del 2007 en donde iba el carné, tomándolo, seguramente al tacto por un billetero. Me queda el consuelo, y no es poco, de haber ofrecido a Dios el disgustillo por la salud de mi yerno que necesita oraciones por ella. En la agenda iban todos los apuntes tomados en el curso de retiro. Eran unos buenos apuntes. Quien sabe si quien se la llevó los ha leído y endereza su ruta.
Dije que contaría algo de aquellos días y ya no puedo hacerlo. El hombre propone y..
Algo de todo ello me baila, sin embargo en la cabeza. El comentario del milagro de las bodas de Caná. Primer milagro de Cristo hecho por la discreta y persuasiva intercesión de la Virgen: “No tienen vino” y el Señor convierte en vino las seis tinajas de agua, llenas hasta los bordes, según las ordenes del Señor a los criados. Seiscientos litros de vino para unas bodas de pueblo que ya llevaban días de celebración y por tanto vino consumido. Me encantó ver la generosidad de Dios para que no falte la alegría.
Mas tarde, el sacerdote nos contaría que cuando hizo las milicias universitarias en Montejaque les visito un día el comandante y después de un discurso fomentando la economía porque no llegaban a fin de mes, arbitró entre otras cosas, suprimir para ello
el vaso de vino de las comidas. Razón por la cual empezaron a llamarlo el anticristo. No les faltaba razón.