27 febrero, 2007

Otra vez sin carné

Es la segunda vez en poco tiempo que me roban el D.N.I. Paciencia. En la primera se llevaron el bolso entero y ahora me han quitado mi flamante, y casi intacta agenda de piel del 2007 en donde iba el carné, tomándolo, seguramente al tacto por un billetero. Me queda el consuelo, y no es poco, de haber ofrecido a Dios el disgustillo por la salud de mi yerno que necesita oraciones por ella. En la agenda iban todos los apuntes tomados en el curso de retiro. Eran unos buenos apuntes. Quien sabe si quien se la llevó los ha leído y endereza su ruta.

Dije que contaría algo de aquellos días y ya no puedo hacerlo. El hombre propone y..
Algo de todo ello me baila, sin embargo en la cabeza. El comentario del milagro de las bodas de Caná. Primer milagro de Cristo hecho por la discreta y persuasiva intercesión de la Virgen: “No tienen vino” y el Señor convierte en vino las seis tinajas de agua, llenas hasta los bordes, según las ordenes del Señor a los criados. Seiscientos litros de vino para unas bodas de pueblo que ya llevaban días de celebración y por tanto vino consumido. Me encantó ver la generosidad de Dios para que no falte la alegría.

Mas tarde, el sacerdote nos contaría que cuando hizo las milicias universitarias en Montejaque les visito un día el comandante y después de un discurso fomentando la economía porque no llegaban a fin de mes, arbitró entre otras cosas, suprimir para ello
el vaso de vino de las comidas. Razón por la cual empezaron a llamarlo el anticristo. No les faltaba razón.

24 febrero, 2007

Buen día

Hoy, cumpleaños de mi tía Pilarín, que Dios bendiga porque me dejó unos euritos, como ya dije, he pasado un sábado estupendo. Como suele ocurrir en los cumpleaños de la gente que me ha querido y está en el cielo, como también dije.

Por la mañana después de leer a Santa María Faustina Kowalska he trabajado en la cocina durante un buen rato. A las 11 me han traído a mi nieta Marta porque le prometí llevarla a un Cuentacuentos. Tenía lugar en una librería que frecuento y he podido, con permiso de Mar, hojear libros
que me interesaban, mientras oía a Alicia, al Conejo y a la Reina de Corazones dialogar con los niños sentados en la alfombra sentados en la alfombra. Como todos somos un poco niños, a mí también me gustaba oírlos. Al final les han dado globos de colores y yo he salido de allí con un libro caro, y prometedor: “Escritores Conversos”, editado por Palabra. Me hubiera llevado también “La luz de la obediencia” de Justo Luis R. de Alba, que me apetecía mucho y creo que caerá en el próximo Cuentacuentos.

Por la tarde he quedado con tres amigas para ir a rezar un rato al oratorio de un convento de clarisas, cosa que me enloquece. Soy partidaria de lo que decía San Gregorio Magno: “¿No te vas con un amigo a los baños? Pues llévate un amigo también cuando vayas a rezar”. Después nos hemos tomado un buen chocolate con churros y Carmen nos ha enseñado las fotos que ha hecho en el carnaval de Venecia y en la arena de Verona. Después me ha llamado mi hijo Juan para invitarme a cenar a su casa. Allí he tenido la grata sorpresa de encontrarme con mi hija Marta su marido y sus hijos que me han traído luego a casa en coche.

“Gracias tibi Deus, gracias tibi”

22 febrero, 2007

Cromosomas

El 22 de febrero de 1959, recibí la primera carta, de las muchas que seguirían ( llenarían después una pequeña maleta) del que sería el padre de mis cuatro hijos. En ella me hablaba de “cromosomas”, con la inconsciente excusa, supongo, de que yo entonces estudiaba Biología como asignatura correspondiente al primer curso de la Licenciatura de Químicas. Decía que su lectura me quitaba tiempo de estudio y me pedía perdón por ello. La realidad es que al poco tiempo, más bien me centró en el estudio y a él también porque el estar afectivamente anclado y no ir a salto de mata potencia el propio desarrollo.

La carta era poética, con una caligrafía excelente y cuidadosamente pensada. Al verla una podía decir: este muchacho promete. Cosa que ya supe desde nuestro primer encuentro. Entonces las cosas eran así: cuando a un chico le interesaba seriamente una chica, la rondaba larga y seriamente también. “Se lo curraba”. Sus cartas las conservé, después de casada hasta que él se fue de casa después de casi treinta años de matrimonio. Entonces las rompí todas, aunque conservé algunas y entre ellas la fechada el 22 de febrero del 59. Rompí también un bonito cuaderno de poesías suyas que me dedicó, en las que yo muchas veces era la protagonista. Rompí el cuaderno, pero en mi memoria están, las que deben estar. Doy gracias a Dios por ello.

La memoria, potencia del alma junto al entendimiento y la voluntad, hacen al hombre grande. Preparado para la adopción de Dios, del cual es imagen.

21 febrero, 2007

"La Cañada"

“La Cañada” es el nombre de una casa de cursos de retiro, organizados por el Opus Dei en la que me fui a hacer uno el último fin de semana. He tenido mucha suerte con el sacerdote: inteligente, sensible culto, hombre de Dios de su juventud.. y también con las “ejercitantes”: éramos cuatro abuelitas y veintitantas mujeres de alrededor de los treinta y cinco años y algunas más jóvenes. Tres de ellas se llevaron su bebé. El de mi hija Marta, la pequeña Carla, pues he tenido la suerte de irme con ella, de un mes justo.
El que tanta mujer, cada una con su trabajo, al margen del de esposa y madre, las que lo eran, dediquen el fin de semana a meditar la vida de Cristo y su propia vida, rezando mucho y sin hablar para nada unas con otras ( se tenía claro que se iba a lo que se iba) no puede ser mas estimulante. En el oratorio, en penumbra, muchas tomábamos apuntes de lo que oíamos al sacerdote como quien hace acopio de la “alimentación” de la que va a vivir todo el año. Algunas de las cosas que oí quiero contarlas aquí. El que pueda, que entienda.

“Los hombres giran dentro de su jaula, la tierra y su propio yo y se han olvidado de que pueden mirar al cielo” (Ionesco).Vivir al margen de la escatología, vivir sin mirar al cielo hace la vida mutilada y chata.”

15 febrero, 2007

El secreto de la solterona


“Juan palideció y sus piernas flaquearon”.¿Cuántas veces habremos leído estas palabras mi hermana Carmen y yo?. Cada vez que llegaban unas vacaciones de colegio, una de las dos decía a la otra: “Me pido primero “El secreto de la solterona” y se agarraba el libro ya viejo de papel amarillento que ni se como llegó a mi casa ni se como desapareció luego de ella, siendo como era un libro tan amado. Una y otra vez nos emocionábamos cuando Juan Hellwig se le declaraba a Felicidad de Yrchinprung que resistía duramente el asedio porque ella era una huérfana pobre, aunque de buena cuna y él era un hombre sin bien parejo a ella en edad, no en fortuna. Las mujeres de entonces tenían su orgullo, que quizá era conciencia de su dignidad y de su valía existencial. De esto último que vengo diciendo da cuenta el lema que “Manos Unidas” ha elegido para este año: “Salva a un hombre y salvaras a un ser querido, salva a una mujer y salvarás una familia”. Pero ese es otro tema.

Por Google me he enterado ahora que “El secreto de la solterona”, que en vano he tratado de conseguir en librerías de viejo, es de una tal Marliff. E,
Que nació en Arnstadt (Tubingen ) el 5-dic-1825. Hace poco que Conozco la existencia de esta ciudad, querida por Benedicto XVI, por la reciente lectura de “Una mirada cercana” (al cardenal Ratzinger). Me gusta esa asociación de lecturas, como me gusta que al coger una cereza, vengan con ella enganchadas unas cuantas.

14 febrero, 2007

Gratitud


Una de mis hijas llevaba mucho tiempo rezando a Don Álvaro del Portillo, segundo Padre del Opus Dei, para conseguir vender su casa. Hoy, 14 de febrero aniversario de la Fundación de la sección de mujeres del Opus Dei, ha recibido la señal del compromiso de compra. Por otro lado, yo hace tiempo que quería contar un suceso bonito que tiene por protagonista a San Josemaría Escrivá. ¿Qué mejor día que hoy para hacerlo?. Aquí va:

En el curso 1927-1928, San Josemaría daba clases en la Academia Cicuéndez. Mariano Trueba lo describe como “un hombre dinámico, de aspecto fuerte y buen color de cara. Muy directo de trato, y con deseo de meterse en la vida de todos”.
Al salir de la Academia algunos estudiantes le acompañaban un trecho de camino hacia su casa, pues siempre tuvo, además de simpatía, gancho, para la gente joven y menos joven. Dado que su aspecto siempre era pulcro y cuidado, les sorprendió que llegara un día a clase con la sotana ( entonces los sacerdotes la llevaban habitualmente por la calle ) toda manchada de blanco.Algo raro debía haberle ocurrido. Le tiraron de la klengua y – refiere Mariano Trueba y les contó lo sucedido.
Venía en la plataforma del tranvía, cuando notó que un obrero albañil, con un mono manchado de cal, se le iba acercando con una aviesa intención, que el sacerdote adivinó en su mirada. Y adelantándose en su propósito, se le abrazó estrechamente mientras le desarmaba diciendo:
-¡ Ven aquí, hijo mío, rebózate conmigo¡ ¿te has quedado a gusto?

(Andres Vázquez de Prada, ed. Rialp. Madrid 1997, vol I pág 272)

13 febrero, 2007

¿Por qué se convirtió Chestertón?

Cuando la gente me pregunta: “¿Por qué abrazó usted la Iglesia de Roma”, la respuesta (fundamental aunque en cierto modo elíptica) es: “Para desembarazarme de mis pecados.”Pues no existe ninguna otra organización religiosa que realmente haga desaparecer los pecados de las personas. El pecado confesado y por el que se siente arrepentimiento queda totalmente abolido, y el pecador vuelve a empezar de nuevo como si no hubiese pecado nunca (…)
“Cuando un católico se confiesa, vuelve realmente a entrar de nuevo en ese amanecer de su propio principio y mira con ojos nuevos, más allá del mundo, un Palacio de cristal. Él cree que en ese oscuro rincón (el confesonario) y en ese breve ritual (la confesión),Dios ha vuelto a crearle a su propia imagen.
“Se ha convertido en un nuevo experimento de su Creador, tanto como lo era cuando tenía solo cinco años. Se yergue, como dije, en lablanca luz del digno principio de la vida del hombre. La acumulación de años ya no puede aterrorizarle. Podrá estar canoso y gotoso, pero solo tiene cinco minutos de edad
“Aquí estoy ocupado en la malsana y degradante tarea de contar la historia de mi vida, y solo tengo que exponer los efectos reales que las enseñanzas de la Iglesia tuvieron en mis propios sentimientos y actos. Han influido en una idea (..) es la idea de aceptar las cosas con “gratitud” y no como algo debido.
“El sacramento de la penitencia concede vida nueva y reconcilia al hombre con todo cuanto vive, pero no lo hace como lo hacen los optimistas, los hedonistas y los predicadores paganos de la felicidad. El don “se concede mediante un precio y está condicionado por una confesión.” En otras palabras, el nombre del precio es la Verdad, que también puede llamarse Realidad; pero se traa de encarar la realidad sobre uno mismo.
“Recuerdo que ya catorce años antes de convertirme, en el “Daily News,
salía al paso de la opinión de un crítico contemporáneo: “A su juicio – le contesté – confesar los pecados es algo morboso. Yo le contestaría que lo morboso es no confesarlos. Lo morboso es ocultar los pecados dejando que le corroan a uno el corazón, que es el estado en el que viven felizmente la mayoría de las personas de las sociedades altamente civilizadas.”

12 febrero, 2007

¿Formar parte del cosmos?

En una de esas conversaciones que no deben tenerse por teléfono, sino cara a cara, pero que a veces resultan inevitables como los tropezones, mi interlocutora me decía: “A medida que pasan los años cada vez estoy mas alejada de la fe de mi infancia, me posiciono más en el alejamiento”. Como la conozco hace años y efectivamente cada vez se “burrifica” más, permítaseme la expresión con el debido respeto ( los burros y las vacas son agnósticos todos), le he contestado para hacerla reaccionar, aunque solo fuese en su interior: “Entonces qué, ¿no te piensas morir? Era una manera de recordarle lo que aprendió en el catecismo: “Y después de la muerte el juici. Me ha contestado impertérrita: “cuando me muera formaré parte del cosmos”. No he podido evitar el contestarle: “pues anda que no necesitáis fe para andar por el mundo los agnósticos”

¡Abrase visto que pocas aspiraciones para un futuro irremediable quien aquí tiene a gala ( mi interlocutora es profesora del Politécnico, quizá catedrática, aunque eso no es lo que era) codearse con lo mas selecto del mundo de la Arquitectura¡ y para afianzarse en su postura: : “Me gustaría que hubieras oído esta mañana a una amiga que se está muriendo de cáncer y está convencida que la vida es una putada tras otra”. Aunque no se lo he dicho, a mí también me hubiera gustado oírla. Después de haberlo oído largamente, le habría dicho: “Rezaré por ti”. No creo que hubiera desdeñado el ofrecimiento.

“Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo salva de sus angustias”.
A la fría tumba, sin más no vamos, quienes lo creemos no podemos guardarlo para nosotros solos.

09 febrero, 2007

Marian

Hoy sería el cumpleaños de Marian. Suena bien Marian ¿no?, sin embargo su nombre era una manera de arreglar aquel un tanto patético con el que la bautizaron: Mª Angustias. El nombre de la Patrona de Arévalo, donde nació. Marian estaba orgullosa de su tierrá de Ávila, la tierra de Santa Teresa. Cuando la conocí, viuda desde los treinta y madre de un único hijo Germán, no practicaba la fe en la que la educaron. Marian no aceptaba haberse quedado viuda de aquel hombre con visos de poeta que tan pronto la dejó. Marian no sabía que los hombres se van, a la eternidad, o a la casa de enfrente. Se ganaba la vida como A.T.S del Hospital Cliníco, en Traumatología. De hecho, la conocí cuando una moto atropelló a mi hija Marta, de cuatro años ( del que salió sin secuelas). Nos hicimos amigas. Quise acercarla a la fe. Discutíamos. Sorprendentemente, una vez fue ella la que me recitó, mientras sonreía ese punto de Camino que dice: “De las discusiones nunca sale la luz porque las ciega el apasionamiento”.

Me decía me asusta cumplir años: “son muy duras las noches de guardia en el hospital, cuando hay que estar en quirófano”. No cumplió demasiados. Un verano se fue ilusionadamente de viaje a Iran con un matrimonio amigo. Llamaba a su madre desde allí contando lo bien que iba todo, lo estupendamente que lo estaba pasando. Pero, alquilaron un coche los tres y éste derrapó por un precipicio. Murieron en el acto. Era el 14 de septiembre festividad de la Exaltación de la Santa Cruz. A los pocos días tres ataúdes llegaban al aeropuerto de Valencia.

Marian, no envejeció trabajando como temía. Tampoco había sido para tanto el tiempo que le costó volver a encontrarse con su Germán, aquel que de joven había editado un libro de versos; “Singladura”, que yo en su momento leí.

08 febrero, 2007

Mujeres que rezan

Saliendo de misa de 12,30, de Ntrª Srª del Remedio, el día de San Blas, me encontré con Amparo. Amparo ha tenido 8 hijos, unos espléndidos ojos verdes, que ahora ven mal y un solícito marido que está pendiente de ella: no hay peligro de que se olvide una sola vez de ayudarla a levantarse cuando se arrodilla ni de protegerla cogiéndola por el hombro. Entre sus ocho hijos hay un sacerdote y alguno más comprometido con Dios. Ya casi en la calle le pregunté: “Amparo ¿cuántos nietos tienes?”. Me contestó que cincuenta. Hasta ahora para mi el record de nietos lo tenía mi amiga Maribel que está esperando el veintiochoavo. Ya en Grabador Esteve, ví a otra Amparo, ¡que cosas¡ también con buenos ojos verdes. Ésta, viuda y madre de diez hijos. Su marido, hombre muy religioso, murió una noche de repente en su cama de matrimonio- no puede dejarme de conmoverme el dato – . También a ésta le pregunté: “Amparo, ¿cuántos nietos tienes?”. Me contestó: “cuarenta y cuatro”. A ésta segunda Amparo, le gusta mucho hablar. Aproveché la ocasión. Me contó que tenía ochenta años, que al día siguiente se iba a la Radio a que le hiciera una entrevista y que rezara para que estuviera acertada. Luego me habló de su amiga de siempre Amparo Portilla, madre de once hijos, en proceso de beatificación. Ella prestó declaración en él jurando sobre la Biblia. Hubiera seguido escuchándola.

06 febrero, 2007

San Blas

“Lo dijo Blas: punto atrás”. Puede que sea ese modismo, locución o como se llame el responsable de que nunca me haya tomado a San Blas en serio. Pero el caso es que mis hijos no tenían colegio el 3 de febrero, día de su fiesta, y que ese día o nació o murió, es decir nació para el cielo, mi tío Gregorio padrino mío de bautismo y de boda. San Blas fue obispo y mártir y se le considera patrono de las enfermedades de garganta. En su fiesta se bendicen las tortitas de San Blas o los alimentos que uno lleve.

Mi tío Gregorio, que vivió toda su vida en la calle e Mártires 8, en Albalate del Arzobispo, fue mártir también. Mártir no cruento, que llevó hasta la ancianidad la pesada cruz del matrimonio. Cuando era joven, médico, guapo y “bien plantao”, lo pescó una viuda mayor a la que sin que le diera hijos fue siempre fiel. Cuando escribía a casa, entonces la familia escribía cartas (a casa llegaban cartas de Samper, de Albalate y de Zaragoza) él siempre escribía: “como os dice Josefina…” y se limitaba a copiar lo que había escrito su mujer educada en Las Damas Negras. Cuando murió el tío Gregorio, su hermana Rosa, mi madre, ya anciana al oír la noticia por teléfono dijo mientras colgaba: “Ay pobre¡ ahora estará en el juicio de Dios. Respecto al juicio de Dios he oído recientemente en la misa: “Vendrá
como fuego de fundidor, como lejía de lavandero”. Así que Dios nos coja confesados. A mi tío Gregorio así lo cogió.

01 febrero, 2007

Caperucita Roja

El cuento de Caperucita Roja, lo creó Charles Perrault en 1697. Enseguida se divulgó por todo el mundo. En España en la Biblioteca Nacional, se encuentra un ejemplar de él de 1711. Hay de él más de 250 ediciones.

Caperucita no ha traumatizado nunca a los niños a la vez que les advierte de los riesgos que entraña la libertad. En el cuento se encuentra un modo de entender la vida del hombre como una aventura, a la vez que los cuatro elementos, Caperucita, su madre, el lobo y la abuela, que forman parte de cualquier mito heroico. Caperucita es la protagonista de la aventura. La vida es una aventura para todo el que sea consciente de que es libre. ¿Libertad para qué? Ahí entra la madre de Caperucita. Es la que le da el encargo: “Anda a ver a tu abuela que está enferma y llévale esta tortita de miel”. Sin encargo, no se puede ser héroe, pues el héroe nunca vive para sí mismo. Todos podemos ser héroes si empeñamos nuestra libertad en sacar adelante una misión que nos han confiado. El encargo no se lo da uno a sí mismo. Ningún hombre se da a sí mismo la tarea que debe llevar a cabo. La tarea se recibe. No somos libres para nosotros mismos, sino que somos libres para realizar una misión que nos es dada. La abuela es la beneficiaria de la misión. Cuando la libertad se emplea en vivir la vida para uno mismo, no hay un héroe, hay un frívolo. El lobo representa las dificultades que hay que enfrentar y superar para llevar a cabo esa misión confiada.

(Todo esto está sacado de un libro que merece leerse:”El libro de la confesión “ de José Manglano)