12 febrero, 2007

¿Formar parte del cosmos?

En una de esas conversaciones que no deben tenerse por teléfono, sino cara a cara, pero que a veces resultan inevitables como los tropezones, mi interlocutora me decía: “A medida que pasan los años cada vez estoy mas alejada de la fe de mi infancia, me posiciono más en el alejamiento”. Como la conozco hace años y efectivamente cada vez se “burrifica” más, permítaseme la expresión con el debido respeto ( los burros y las vacas son agnósticos todos), le he contestado para hacerla reaccionar, aunque solo fuese en su interior: “Entonces qué, ¿no te piensas morir? Era una manera de recordarle lo que aprendió en el catecismo: “Y después de la muerte el juici. Me ha contestado impertérrita: “cuando me muera formaré parte del cosmos”. No he podido evitar el contestarle: “pues anda que no necesitáis fe para andar por el mundo los agnósticos”

¡Abrase visto que pocas aspiraciones para un futuro irremediable quien aquí tiene a gala ( mi interlocutora es profesora del Politécnico, quizá catedrática, aunque eso no es lo que era) codearse con lo mas selecto del mundo de la Arquitectura¡ y para afianzarse en su postura: : “Me gustaría que hubieras oído esta mañana a una amiga que se está muriendo de cáncer y está convencida que la vida es una putada tras otra”. Aunque no se lo he dicho, a mí también me hubiera gustado oírla. Después de haberlo oído largamente, le habría dicho: “Rezaré por ti”. No creo que hubiera desdeñado el ofrecimiento.

“Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha y lo salva de sus angustias”.
A la fría tumba, sin más no vamos, quienes lo creemos no podemos guardarlo para nosotros solos.

1 Comentarios:

At 15 octubre, 2007 15:29, Anonymous Anónimo escribió...

Excelente, me agrado el articulo

 

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