08 febrero, 2007

Mujeres que rezan

Saliendo de misa de 12,30, de Ntrª Srª del Remedio, el día de San Blas, me encontré con Amparo. Amparo ha tenido 8 hijos, unos espléndidos ojos verdes, que ahora ven mal y un solícito marido que está pendiente de ella: no hay peligro de que se olvide una sola vez de ayudarla a levantarse cuando se arrodilla ni de protegerla cogiéndola por el hombro. Entre sus ocho hijos hay un sacerdote y alguno más comprometido con Dios. Ya casi en la calle le pregunté: “Amparo ¿cuántos nietos tienes?”. Me contestó que cincuenta. Hasta ahora para mi el record de nietos lo tenía mi amiga Maribel que está esperando el veintiochoavo. Ya en Grabador Esteve, ví a otra Amparo, ¡que cosas¡ también con buenos ojos verdes. Ésta, viuda y madre de diez hijos. Su marido, hombre muy religioso, murió una noche de repente en su cama de matrimonio- no puede dejarme de conmoverme el dato – . También a ésta le pregunté: “Amparo, ¿cuántos nietos tienes?”. Me contestó: “cuarenta y cuatro”. A ésta segunda Amparo, le gusta mucho hablar. Aproveché la ocasión. Me contó que tenía ochenta años, que al día siguiente se iba a la Radio a que le hiciera una entrevista y que rezara para que estuviera acertada. Luego me habló de su amiga de siempre Amparo Portilla, madre de once hijos, en proceso de beatificación. Ella prestó declaración en él jurando sobre la Biblia. Hubiera seguido escuchándola.