05 marzo, 2006

Maternidad

Mi abuela tuvo doce hijos, de los cuales vivieron ocho. Con su marido y su prole se recorrió España, sin lavadora ni pañales desechables, siguiendo a éste por los sucesivos destinos, que como médico militar iba desempeñando. Mi abuela fue una mujer heroica. A Silvio Rodríguez, el cantautor, le conmovió esa mujer que parió once veces, que era su abuela. A mi me conmueven además mis hijas y algunas de sus amigas o colegas: Ana es médico tiene cuatro hijos de cuatro cesáreas, Dolo es profesora de ballet y tiene seis de seis cesáreas, Fe es Ingeniero Industrial con horario de trabajo de ocho horas diarias al que ha acudido puntualmente hasta el día antes de su segunda cesárea en año y medio, Esther es cardióloga, magnífico número de Mir, primeriza, y espera un par de gemelos. Quería leer la tesis doctoral antes de que nacieran y ve imposible rendir ante el ordenador por el dolor de espalda y riñones cuando se sienta frente a él. Pobrecilla, ¡la que se le viene encima¡. La verdadera tesis doctoral la va a tener después del parto, suponiendo claro está que no le hagan cesárea. Por cierto ¿No les parece que van siendo demasiadas cesáreas? El abuso hoy en la práctica de la cesárea, no es un hecho que deba ser minimizado. Disminuye las posibilidades de maternidad de una mujer, y eso es grave, amén del destrozo que produce en su organismo. También hay por ahí mucha mujer valiente que se va a Rusia, a China o a Chile, pasando por el costoso y desagradable trámite de la adopción, para a tener hijos no de sus entrañas sino de su corazón. Como se ve las mujeres heroicas no se agotaron en la generación de mi abuela y la de Silvio Rodríguez. En torno al 8 de marzo no está demás recordarlo