27 febrero, 2012

Apuntes que merecen compartirse (I)

La comunicación de la Fe es, logicamente, tan antigua como el cristianismo, no en vano los cristianos son portadores de la mejor noticia.Sin embargo desde Pablo VI, los papas vienen hablando de una “nueva evangelización”. La evangelización es “nueva” porque no se comunica de la misma manera la primera que la segunda vez y porque existe también un clima de cierta saturación.

Benedicto XVI habla de “suscitar” una cierta curiosidad y fue Juan Pablo II quien afirmó que la evangelización debe ser “nueva en su ardor, en su entusiasmo y en sus métodos. En este sentido, podemos preguntarnos, ¿es posible comunicar la fe en un contexto plural, democrático, relativista, complejio y a veces postcristiano? ¿ es posible esta tarea en una opinión pública con un lenguaje lejano, con un léxico que tiene sus propios paradigmas, otra jerarquía de valores y una agenda propia?

Se nos brindan 10 propuestas para la comunicación, no personal sino social de la Fe, allá donde existen unas leyes que funcionan automática y universalmente y que nada tienen que ver con lo religioso.

El mensaje:

Ha de ser "positivo".>La moral es un camino para la felicidad y no un código de prohibiciones. La fe cristiana es un gran sí a la vida, a la persona a la solidaridad, a la mujer, a la paz, a la libertad, al desarrollo.
Ha de ser "relevante": decir algo interesante para el otro.Santo Tomás de Aquino habla de “locutio”: un fluir de palabras que no interesan a nadie; y de “iluminatio” decir algo que ilumina la cabeza y el corazón sobre algo que interesa al oyente.
“Los errores doctrinales son siempre respuestas equivocadas a problemas reales”: ejemplo el marxismo.

El comunicador :

Es relavente el "compromiso" del comunicador. Comunicamos bien el evangelio cuando lo hacemos con coraje y pasión. Y esto sucede cuando personalmente lo vivimos. Nadie da lo que no tiene. En esta aventura no podemos dejar que el otro logre nuestra desmovilización por falta de energía propia.
Un segundo aspecto podría se la "empatía".No soo se trata de una comunicación de ideas,se trata de una comunicación de personas:no se ouede herir los sentimientos de los demás, que tienen sus puntos de vista y sus personales emociones. Conviene hacerse cargo de los interrogantes del otro: escuchar y sintonizar. En este aspecto quizá debe obrarse un cambio de mentalidad: La Iglesia no tiene un problema es el mundo quien lo tiene (penas, soledad, familias destrozadas, corazones rotos..)Nosotros tenemos palabras iluminadoras sobre estos problemas. El mundo no está deseoso de que la Iglesia transmiuta su mensaje, sino de recibir ayuda. Debemos ser bálsamo; no legisladores, ni mucho menos, policías.

Se continuará