05 mayo, 2013

Del pasado 2 de mayo

Bernardo López García (1840- 1877) escribió sobre el “ 2 de Mayo”, un conocido poema que empieza así: “Oigo Patria tu aflicción / y escucho el triste concierto / que forman tocando a muerto,/ la campana y el cañón. / Sobre tu invicto pendón / miro flotantes crespones / y oigo alzarse otras regiones, en estrofas funerarias, / de la Iglesia, las plegarias y del arte las canciones. “Lloras porque te insultaron / los que tu amor te ofrecieron. /¡ A tí a quien siempre temieron, / porque tu gloria admiraron; / a ti por quien se inclinaron los mundos / los mundos de zona a zona; / a ti soberbia matyrona, / que libre de extraño yugo , / no has tenido más verdugo/ que el peso de tu corona... El poeta años despúes de la invasión napoleónica de 1802, oía aún la aflicción de la Patria por este triste suceso, y yo años después de oírle muchas veces recitar la poesía a mi padre, lo recordé, y se la recité a mi nieta de 14 años eso, sí con la ayuda del libro suyo que conservo: “Las mil mejores poesías de la lengua castellana”. Aunque, gracias a Dios que me dió y conserva buena memoria, recordaba cuanto del poema he escrito y aún un poco más. Sabía, y se lo dije, que Marta no entendería muchas palabras del poema pero algo le entraría, sobre todo el entusiasmo de su abuela al recitarlo; como también, que aumentaría su vocabulario leyendo poesía. A este tenor, la emprendí el otro día leyéndole a Bécquer, que tanto disfruté yo a los 14 años . Más de una vez he comentado la gozada que supone a la vejez conservar un acerbo de poesías en la mollera. Mi nieta Marta es rusa, llegó a España a los tres años. Yo no pedo leerle los versos de Puskin, pero conozco y he disfrutado a los grandes novelistas rusos del XIX. Y de niña mi padre después de regalarme “La leyenda de Mío-lo –San”- que tanta gente de tantas mujeres de mi generación leyeron y tantos alegres comentarios ha suscitado en “El rastro” – me regaló un hermoso libro de cuentos “Los Diez mejores cuentos eslavos”. No quiero dejar en el tintero que la noche del 2 de mayo Marta iba a hacer vela al Santisímo con algunas compañeras de colegio. Como tampoco que mi padre era de La Hermandad de Jesús Sacramentado.